Disclaimer: Todo es de Rowling, yo sólo uso sus personajes para torturarlos un rato.

Ya saben, lo que sale en un día si nada que hacer y con ganas de escribir (:

Summary: Durante años Draco tuvo pesadillas. Pesadillas con niños rubios de cabello esponjado, miles de pecas y dientes de conejo corriendo por el jardín. Pero a veces, la realidad te tiene preparado algo diferente. Quizá peor.


Los temores de Draco empezaron el día que Scorpius entró a Hogwarts. Justamente ese primero de septiembre del 2017. Exactamente el momento en que vio a Potter y Weasley en la estación junto con sus respectivos hijos, que para colmo de males, compartiría clase con el suyo.

Pero fue precisamente cuando observó a esa pequeña pelirroja, con las pecas en la nariz, y el cabello de Granger. Fue en ese momento cuando un horrible sentimiento lo recorrió y la paranoia se apoderó de él y deseó con todas sus fuerzas que esa niña nunca se acercara a Scorpius. Por que vamos, que su hijo era algo raro.

Pero las verdaderas pesadillas empezaron tan sólo unos dos meses después, cuando Scorpius le comentó en una de sus cartas que Weasley y Potter (Albus y Rose, como él vulgarmente los llamaba) no eran tan malas personas como él creía. En ese momento pensó en que había hecho mal para que su hijo se fuera por semejante camino.

Esa noche no pudo dormir, por que sus sueños se vieron plagados de pequeños niños rubios con pecas en la nariz, correteando por Malfoy Manor y llamándolo abuelo.

Iugh.

Y así fueron aumentando sus pesadillas, con cada carta que Scorpius le mandaba, diciendo lo que Rose, Albus y él hacían. A veces eran niños rubios, otras, millones de niños pelirrojos sin clase, invadiendo su casa. Montones y montones de niños. Por que, joder, todos saben que los Weasley se reproducen como conejos.

Así pasaron siete largos y tortuosos años, esperando recibir una carta que dijera "Papá, Rose y yo nos vamos a casar" o "Papá, ¡felicidades! pronto serás abuelo", y después Draco moriría, claro que sí.

A veces a Astoria le sorprendía lo ciego que podía llegar a ser su marido. Su paranoia no le dejaba ver la realidad que sin duda probablemente sería peor.

Fue en el invierno de séptimo año, cuando Draco descubrió que había cosas peores, en el momento en que Scorpius le dijo con voz seria "Papá, ¿podemos hablar?"

—Ya sé lo que es — Scorpius lo miró sorprendido— Siempre lo supe.

—¿Lo sabes? ¿Mamá te dijo algo?— preguntó Scorpius preocupado por su posible reacción.

—¡Tu madre? ¡Por supuesto que no! ¡Sé que sales con Weasley!¡Por Merlín Scorpius! ¡Con una comadreja! ¿!Cómo se te ocurrió Hyperon!

—Un momento... ¿creíste que salía con Rose?— Draco observó incrédulo como su hijo empezaba a reir.

—No es gracioso Hyperon— gruñó.

—Por supuesto que lo es papá, por Merlín, Rose es sólo una amiga, jamás podría verla como algo más.

Draco sintió como el peso de esos siete años se evaporaba y no pudo evitar pensar lo estúpido que había sido. Antes de darse cuenta, padre e hijo estaban riendo de lo ridículo de la situación.

Scorpius dejó de reír, y decidió dar la noticia, por que si no, probablemente después no tendría valor para decirla.

—Papá, ehh..., de hecho, si estoy saliendo con alguien. — tomó aire y sin pensarlo, lo soltó— EstoysaliendoconAlbusPotter.

Oh Merlín.

Un Potter.

Draco sabía que si había algo que peor que mocosos pelirrojos corriendo por su jardín, era sin duda, mocosos calcados a Potter, corriendo por su jardín.

A Astoria le tomó bastante rato recordarle a Draco que los hombres no podían concebir.


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