Disclaimer: No me pertenecen ni Harry Potter ni ninguno de sus personajes. Hago esto sin afán de lucro, vamos, por amor al arte.
Desde Howgarts Con Amor
Capítulo 1: Después de un final, siempre hay un comienzo.
1 de Septiembre. Estación de King Cross
"Tú tranquila, tú tranquila, no les mires, tú tranquila". Charlotte DuFour repetía internamente su mantra mientras su hermana iba con su desparpajo natural a saludar a unos amigos. "No te van a comer, Charlotte, tú tranquila". Se lo decía una y otra vez sin llegar a creérselo del todo.
-Charlotte, ¡Charlotte! Tierra llamando a Charlotte ¿Peque dónde estabas?-Le pregunto su hermana mayor Vivienne, una rubia despampanante vestida a la última moda- ven nena, quiero presentarte a unas amigas.
Charlotte la siguió a disgusto hasta la otra punta de la estación, mientras pensaba en su querida Francia, en Beuxbatons y en su padre. Sacudió la cabeza. Tenía que entender que ya, ni estaba en Francia, ni iba a volver a Beuxbatons ni volvería a ver a su padre, no al menos hasta que muriera y se reencontraran en la otra vida, si es que había una. Porque sí, porque su padre estaba muerto y contra eso no se puede hacer nada. Y ahora había tenido que volver a Inglaterra con su madre, a la que no aguantaba y con su hermana, a la que quería con locura pero no entendía. "Un idílico panorama para empezar el curso" pensó con sarcasmo. Tuvo que dejar sus amargos pensamientos para luego, ya que Vivienne estaba presentándole a dos chicas.
-Nena, estas son Lily Evans y Saskia Van Hudson, mis mejores amigas ¿Te hablé de ellas no?
-Si, lo hiciste, Lily, Saskia es un placer.
-El placer es nuestro- dijo la que supuso debía ser Lily, ya que su hermana le había dicho que esta era pelirroja de ojosverdes.
-Espero que te guste Howgarts- le deseó Saskia. Era una morena de pelo corto y ojos de un extraño tono violáceo. Se acercó a darle dos besos, y Charlotte comprobó que era alta, al menos más que ella, y que tenía lo que podríamos denominar "curvas peligrosas".
En ese momento se oyó el último pitido de aviso para los rezagados, y las chicas subieron al tren y se metieron en el primer compartimento libre que vieron. Estuvieron hablando de cosas sin importancia, hasta que Lily tuvo que irse a hacer su ronda de prefecta y Saskia dijo:
-Bueno Charlotte, ya entrando en materia académica ¿En qué casa prefieres estar?
-No sé-respondió la aludida- supongo que me da igual.
-Pues yo quiero que estés en Hufflepuff-intervino su hermana- hemos estado demasiado tiempo separadas y ya es hora de que podamos estar juntas como dos hermanas de verdad.
-Ya, ya, tú lo que quieres es tenerme vigilada guapa que se te ve el plumero- bromeó Charlotte- Además, aunque estemos en la misma casa no olvides que yo entro en quinto, un curso por debajo que vosotras, así que tampoco íbamos a estar muy juntas.
-Pues yo quiero que estés en Gryffindor- volvió a hablar Saskia- así estarás con Lily y conmigo y te podremos presentar a los chicos hot oficiales de Howgarts.
-Si Lily te oyera no te dirigiría la palabra en un mes- se rió Vivienne.
-Tienes razón, por eso hablo cuando no está ella, su presencia me coarta la libertad de expresión- le siguió Saskia el juego.
-Chicas perdonad, pero creo que me he perdido ¿De qué estamos hablando?
-Hablamos Charlotte, de los chicos más queridos por las chicas en general, y más odiados por Lily en particular: los merodeadores.
-¿Esos son los chicos hot de los que hablabas?
-Exacto, están para comérselos, pero Lily les odia porque dice que son unos chulos, arrogantes y...- se quedó en blanco.
-Y unos palurdos sin sentido común- le recordó Vivienne, que ha esas alturas del viaje ya se estaba retocando el maquillaje.
-¿Quieres dejar eso de una vez? No sé como puedes estar todo el día mirándote al espejo- le espetó su hermana. Pensó en lo poco que se parecían Vivienne y ella. Su hermana era una rubia de ojos azules bien vestida y con un cuerpo esbelto. Ella tenía el pelo castaño ondulado y los ojos marrón chocolate. Era más baja que su hermana y su cuerpo tiraba mas a voluptuoso que a esbelto. Ambas guapas, si, pero muy distintas.
-No estoy todo el día mirándome al espejo- respondió su hermana interrumpiendo sus pensamientos.
-Si lo estás.
-No lo estoy.
-Que sí.
-Que no.
-¡Qué sí!
-¡Qué no!
-Chicas, chicas, chicas, haya paz- las tranquilizó Saskia- no discutáis por una cosa tan tonta.
-Lo siento, nos pasa a menudo- dijo Charlotte algo ruborizada por el espectáculo que acababa de dar.
-No pasa nada, a mi y a Lily también nos pasa.
Como si supiera que la acababan de nombrar, Lily entró en ese momento lívida de rabia y murmurando cosas sin sentido
-Son unos capullos, unos imbéciles, unos subnormales, unos chulos, unos... unos... ¡Y ahora encima me quedo sin insultos!
-Lily ¿Qué pasa?
-¡Pasa, Vivienne, que los capullos, imbéciles, subnormales, chulos, y no se me ocurre nada más de los merodeadores se han colado en el vagón de los Slytherins y los han dejado con el pelo a lo afro y unas paletas que les llegaban hasta el suelo! ¡Y encima, llego yo que siempre me como todos los marrones, los dejo como estaban y me dicen que me largue, que no necesitan la ayuda de una sangre sucia! ¡Y luego sale Snape y con toda la cara dura del mundo me dice que gracias! ¡Después de lo que me hizo el infeliz el año pasado!- en ese momento Charlotte iba a intervenir para enterarse de quien era Snape, pero Lily no la dejó- Y para rematar la faena, cuando venía hacía aquí me encuentro con los cuatro autores materiales de los hechos, les hecho la bronca y ¿sabes que me dijo Potter? ¡Que si quería salir con él! ¡Y lo mando al cuerno y él sigue insistiendo mientras Black y Petigrew se partían la caja y Remus me miraba con cara de circunstancias pero sin hacer nada!¡Él que dice ser mi amigo!
-¿Has terminado?-Preguntó Saskia. Lily asintió, jadeante- pues muy bien, felicidades, pero ahora será mejor que nos cambiemos chicas, que el castillo ya se ve por la ventana.
Charlotte se asomó y vio el castillo de Howgarts por primera vez. Si bien es verdad que ella no quería estar ahí, debía admitir que era, cuanto menos, imponente. Además su hermana le había hablado maravillas del director, Albus Dumbledore, aunque en Beuxbatons se comentaba que era un viejo chiflado. Las chicas se pusieron sus uniformes, Lily y Saskia el de Gryffindor, Vivienne el de Hufflepuff y Charlotte el uniforme completamente negro que usaban los alumnos que no tenían asignada una casa.
Bajaron del tren y subieron a uno de los carruajes, que tuvieron que compartir con unas chicas y un chico de Ravenclaw. Cuando llegaron y entraron en el Gran Comedor, Charlotte se quedó sin palabras observando el cielo estrellado que se podía vislumbrar a través del techo. Aquello sin duda era algo que no se veía todos los días. Las otras tres se fueron cada una a su mesa, mientras que ella se quedó con los alumnos de primero esperando para ser seleccionada. La selección comenzó y los niñosbfueron subiendo al estrado de uno en uno. Una tal Miranda Ashton fue a parar a Ravenclaw, y un par de chicos gemelos fueron ambos a Slytherin. Luego un chaval para Hufflepuff, una chica a Slytherin y la profesora McGonnagal leyó:
-DuFour, Charlotte.
Charlotte empezó a subir los escalones con la cabeza bien alta, aunque por dentro se estaba muriendo de los nervios. La gente murmuraba, ya que quedaba claro que ella no era de primero. La profesora McGonnagal, se apresuró a aclararlo.
-Usted, señorita DuFour, ha sido transferida desde Beuxbatons y entrará en quinto curso ¿Me equivoco?- Charlotte negó- Bien, siéntese por favor.
Ella hizo lo propio y luego sintió como le colocaba el sombrero. A los pocos segundos una voz empezó a resonar en su cabeza: "veo ambición, o sí, mucha, pero también coraje, y orgullo, sí, mucho orgullo. Algo de inseguridad, pero también ganas de superarte a ti misma. Estarás bien en..."
-¡GRYFFINDOR!
El Gran Comedor aplaudió, sobre todo la mesa de Gryffindor. Charlotte miró hacia la de Hufflepuff y buscó con la mirada a su hermana. Cuando la vio, ella se encogió de hombros con una sonrisa triste, le lanzó un beso y movió los labios en lo que Charlotte pudo distinguir era un "buena suerte peque". Se volvió hacia la mesa de Gryffindor, "mi mesa", pensó, y vio a Lily y Saskia que, sonrientes, le hacían un hueco entre ellas. Fue y se sentó con sus nuevas amigas.
Cuando la selección terminó, Albus Dumbledore se puso de pie y cesaron todas las conversaciones. Dio su discurso de bienvenida y después apareció la cena. Todo eso a Charlotte le pareció increíble y, por un momento, se olvidó de Francia, de su padre y de Beuxbatons, y pensó que quizás podría irle bien en Howgarts.
Después de la cena, Lily y el otro prefecto de Gryffindor (que según le dijo Saskia era Remus Lupin, uno de los merodeadores) les guiaron hasta la torre de Gryffindor, donde estaban la sala común y los dormitorios. Subió al suyo y se presentó a sus compañeras de cuarto, tres chicas que ya se conocían y le cayeron regular tirando a mal. Se acostó pronto, pero no pudo dormirse hasta mucho rato después.
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Mientras tanto, en esa misma torre pero más arriba, Lily y Saskia, ya con el pelo recogido y el pijama puesto, hablaban de los acontecimientos del día mientras sus compañeras de cuarto estaban en el baño:
-¿Qué te parece Charlotte?- preguntó Saskia
-Pues llámame paranoica Sas, pero hay algo en ella que no me da buena espina- contestó Lily
-¿Algo? ¿Y qué es algo?
-No sé, algo. Digamos simplemente que es un presentimiento que tengo, que me dice que algo no va bien con esa chica. No sé, la veo como rara, como que trama algo.
-Lily, no te ofendas, pero ¿No serán ideas tuyas? a mi me ha parecido una chica de lo más normal. Algo reservada, pero buena gente.
-Sí, seguramente serán ideas mías, después de todo hoy estoy de mal humor por culpa de un idiota.
-¿Te refieres a James?- Lily asintió- mira chica, se que me matarás por esto, pero creo que en el fondo te gusta.
-¿Ese impresentable? ¿A mi?- respondió Lily con cara de asco- no sé que has comido, pero no te ha sentado bien, dices demasiadas tonterías.
-Si tú lo dices- y así Saskia se metió en la cama y acabó la conversación. Lily se quedó con cara de poker, luego sacudió la cabeza y se fue también a dormir.
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A la misma altura de la torre, pero en el lado opuesto, cuatro chicos comentaban sus planes para ese curso:
-Pues yo pienso liarme con todas las que pueda- decía Sirius Black, un guapo moreno de ojos grises y aire elegante.
-Entonces no tienes novedades para este año Canuto, siempre haces lo mismo- le dijo su amigo Remus Lupin, un chico alto de pelo castaño y ojos dorados con aspecto enfermizo- algún día te gustará de verdad una chica, y entonces ella te rechazará por la fama que tienes y tendrás que joderte- finalizó con cara seria.
-Lunático, lees demasiados libros de amor- replicó el otro- cualquier chica querría estar conmigo ¿No crees Peter?
-Desde luego- contestó el aludido. Peter Petigrew era un chico bajito y regordete, de ojos negros y pelo ralo, cuyo modelo a seguir era Sirius, aunque andaba lejos del objetivo.
-¿Y tú James, que opinas?- preguntó Remus al último chico sin darse por vencido- ¿James?- no contestaba- Sirius hazme el favor de darle un sopapo a James- este no se hizo de rogar y le pego a su amigo una colleja, haciendo que reaccionara- ¿Tío en que piensas?
-En Lily- suspiró.
-Como siempre- rió Sirius- cornamenta, mi querido amigo, estás atado, agarrado, cogido por los huevos o como quieras llamarlo, la cuestión es que lo estás.
-Eso es mentira- se picó el otro.
-Sabes que es verdad- James puso cara de asesino en serie- pero si dices que es mentira, de acuerdo, demuéstralo.
-¿Cómo se supone que voy a demostrarlo?
-Fácil: pasa de ella y vuelve a ser el de antes. El que salía de fiesta y ligaba con cualquier cosa con tetas que se le pusiera a tiro.
James puso cara de pensárselo, Remus negó con la cabeza, Peter miraba alternativamente a sus amigos expectante, y Sirius sonreía a James burlonamente. Al final el otro se decidió:
-Hecho- dijo extendiendo la mano.
-Pero no vale echarse atrás- dijo su mejor amigo estrechándosela.
-Yo nunca me echo atrás pase lo que pase- contestó el otro sonriendo con maldad.
Remus, que de los cuatro era el del sentido común, pensó que ahí se mascaba la tragedia, pero no dijo nada.
-Buenas noches chavales- dijo Sirius.
-Felices sueños chicos- respondió James.
-Hasta mañana gente- habló Peter.
-Que durmáis bien.- contestó al final Remus.
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-Buenas noches Lils- dijo Saskia medio dormida.
-Hasta mañana Sas- respondió la otra.
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-Espero que estés bien peque- murmuró Vivienne para sí.
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-Estaré bien para que no te preocupes nena- musitó Charlotte con voz triste, sin saber que su hermana también le deseaba buenas noches desde la distancia de su sala común- dejo de llamarme Charlotte DuFour si no consigo arrasar en este colegio- dijo con voz más animada y una sonrisa maliciosa en los labios.
Y así acabo el primer día de curso, con nuevos planes, nuevas ideas y nuevas amistades, pero sobre todo con la promesa de que el día siguiente sería mejor, porque, después de un final, siempre hay un comienzo.
Bueno, llegados aquí aclararé algunas cosas: este fic se sitúa en el sexto año de los merodeadores y Lily, por si no ha quedado claro. Es segundo capítulo ya lo tengo escrito y pienso subirlo en un par de días, después de eso, actualizaré una vez por semana (espero).
Es mi primer fic, así que todos los reviews con ideas, correcciones y crítica constructiva serán bien recibidos.
Y para el siguiente: ¿Cumplirá James su apuesta?¿Se liará Sirius con alguna chica?¿Será verdad que Charlotte trama algo, o Lily está loca?¿Cómo les irá a todos juntos en clase?
Todo esto y muchísimo más en el capítulo 2: Encuentros, desencuentros y una conversación sobre virginidades.