Normalidad

Las hojas del libro pasaban una tras otra sin prestarle el mínimo de atención, las horas también. La mirada clavada en el suelo, el reloj marcando el constante tic tac, el viento haciendo eco en las ventanas, las gotas de lluvia dejando su paso por los vidrios de la casa.

El estómago hambriento, los ojos cansados, la cabeza caída, el sueño llegando. Los parpados cayendo involuntariamente, la alarma permanente, el sueño inquieto.

El frío colándose por las ropas, la humedad en el ambiente.

El libro resbala y el sordo ruido que hace al chocar con el duro suelo de mármol la despierta. El sudor en la frente, el miedo latente. La desesperación enmarcada en su rostro.

El susurro, suave, lento, dulce, casi arrullador, la tranquiliza. Él ha llegado de cazar, no se ha ido para no regresar jamás, él está ahí con ella de nuevo.

Recién ahora es cuando puede volver a respirar con normalidad.

Se ubica después de Luna Nueva por supuesto. El título no me gusta para nada, así que si alguien tiene una idea mejor me avisa.

Besos, Mai