HOUSE MD : " LAS CUATRO ESTACIONES"

Para Lucy. Porque me inspiró la historia.


CAPíTULO 1: "PRIMAVERA SOCRÁTICA" ( basado en "Veva", cuento infantil de Carmen Kurtz)

Según me cuentan ya se aproximaba el calor. No en vano corría el once de Junio. La primavera acababa. No me esperaban hasta un mes más tarde, pero soy curioso, me moría de ganas por saber. Estaba harto de estar en una habitación tan pequeña. Ya ni encogido cabía. Se hacía urgente buscar otro lugar donde vivir.

Gritos y gemidos. Carreras y nerviosismo. Papá fumando en el pasillo. Mamá siguiendo instrucciones. Y yo… yo avanzando a duras penas por el hueco. Demasiado estrecho. No tenía idea de por dónde ir así que giré sobre mí mismo. Vamos, que me hice un verdadero lío. Un ovillo. Y para colmo de males no había ni un mísero plano de situación que echarse a la cara. Mucho trabajo para alguien tan pequeño.

- Empuje y aguante Sra House – dijo la matrona animando a mi madre.

- Viene de nalgas. - anunció una voz masculina que casi me dejó sordo.

¿Acaso esperaba que le enseñara la cara? . Sólo era un desconocido. Que le den por el… ¡¡¡Diablos!!!. Una venganza por mi descaro infantil. ¡¡¡Qué mareo!!!. El muy ladino me agarró por sorpresa y me sujetó como si fuera una pescadilla. ¿Qué hace sacudiéndome? ¿Quiere que respire? ¡¡¡Bonita manera de animarme !!!. Inexplicablemente, después de dos palmadas en la parte de mi anatomía que le mostré sin ninguna vergüenza, como el más precoz de los exhibicionistas, emití un chillido y con él, capté la primera bocanada de aire contaminado fuera de la seguridad del vientre materno.

- Está un poco morado, pero es un niño sano – informó el hooligan que me había atacado apenas aparecí, para luego entregarme a unos brazos mucho más afectuosos.

- Hola Gregory… - dijo aquella mujer mirándome sonriente.

- ¿Gregory? ¿Así me llamas? ¡¡¡No me gusta!!!

- ¿Cómo estás mi vida?

- ¡¡¡Cómo voy a estar!!! ¡¡¡Hecho polvo!!! …Y por la cara que tienes no creo que estés mejor que yo.

- Ven con mamá…

Ah, vaya…¿Esa era? ¿La mujer que había cargado conmigo durante casi nueve largos meses? ¿La que aguantó mis insistentes patadas de "¡¡¡Quieroooo saliiiiiiir!!!"?. Había que verla. Nos miramos. Creo que le gusté. ¿Y ella a mí?...A ver, a ver…Denme unos minutos y no me apuren. Huele bien. Su piel es suave. Su tacto agradable…¿Su cara?...Bien bonita. Aunque me cuesta enfocarla parece que… ¿Ojos azules y rubia?. ¡¡¡Buena elección Greg!!!

Me hubiera quedado con ella pero estaba tan cansado que me dio el sueño, y ella también se durmió

[…]

No me equivoqué de madre porque, más de 25 años después, ahí estaba ella. Más feliz que una lombriz. Aunque llorando a moco tendido. No entiendo por qué se empeñó en estar presente en la exposición de mi doctorado. Si no iba a entender nada. A punto estuvo de distraerme cuando se sonó la nariz.

- Te quiero mucho cariño – dijo con voz temblona-. Gregory House, Doctor en Medicina…Suena bien.

- Dímelo a mí, - secundé-.¿Y papá? – pregunté buscándole entre el auditorio.

- Ha salido a fumar.- ¿Otra vez? ¿Por qué en todos los momentos importantes de mi vida le pillaba fumando?. - ¿Vas a comer y a pasar el día con nosotros, verdad?

- Sí, mamá – contesté condescendiente.

Pasaría el día con ellos. El día. La noche, no estaba tan claro. Andaba como vaca sin cencerro, loco por quemar energías. Dos meses como un monje célibe desquician al más pintado. Pero Lisa tuvo paciencia y supo esperar

Noche de fuego. Nuestros cuerpos ardieron al fundirse en uno sólo. Sin querer cambiamos de estación antes de tiempo.