Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn!, sus personajes, los VARIA y Fran (por desgracia) le pertenecen a Akira Amano y no a mí. Yo sólo me orgasme… No, sólo los tomo prestados para escribir con fines fangirlísticos y sin fines lucrativos.
Repulsión.
Les arrojó una mirada furibunda a todos los presentes, tratando de transmitirles lo mucho que le repugnaba tener que cumplir con aquella estupidez. Vaya tontería. Maldijo a la rana por dar la idea de hacer semejante idiotez, a Belphegor por proponer que justamente él hiciera eso, a Lussuria por tener sus ojos perfectamente fijos en él, en la espera de que lo hiciera, a Levi por fingir que no le importaba, cuando lo estaba mirando de reojo y, principalmente a Xanxus por ser tan idiota como para amenazarlo con dispararle en la sien si no lo hacía.
Semejante modo de entretenimiento tan retorcido que tenían ahí.
Lo engulló en su boca después de meditarlo por un efímero momento (que en realidad fueron cinco minutos) y degustó su sabor, percatándose que era demasiado para su paladar. Quiso sacarlo de su cavidad gustativa pero la mirada del jefe era realmente amenazante. Sintió que si lo sacaba de su boca, ese montón de dementes lo obligaría a tragar cinco iguales al mismo tiempo y le alarmó.
Cinco pares de ojos posados en el espadachín, atravesándole como estacas, mientras realizaba aquella actividad nada placentera para sus papilas gustativas. Sencillamente repugnante.
Y decidió que lo mejor sería que tragara de una vez por todas.
—Montón de bastardos. —Aseguró después de toser exageradamente, para dar a entender que no le había provocado la menor satisfacción realizar aquellos actos y Bel soltó una carcajada.
—Es un idiota, capitán. Nadie pensó que realmente no le gustaran los chocolates hasta que vimos sus gestos cuando se comía ese. —contraatacó el ilusionista, mirándole con una sonrisa de verdadera ironía dibujada en sus facciones. Xanxus se limitó a decirle que era una basura estúpida y Bel a seguir riendo.
—¡Boss, ahora tienes que ponerte el gorro de Fran por todo un día! —finalmente el joven Superbia estalló en furia, encima de que Bel le retaba a comer un chocolate, se reían de él como si fuera fenómeno de circo. Los presentes permanecieron en un silencio sepulcral al escuchar "Fran", "Boss" y "gorro" en la misma oración. Era cuestión de tiempo para escuchar los disparos y el estruendoso ruido de metal contra metal.
Pero contrario a todas las suposiciones de los otros Varia, Xanxus levantó su arma (que no soltó ni cuando Bel y Lussuria tuvieron que intercambiar ropa), apuntó al tiburón y dijo—: Deberás compensarlo de algún modo, bastardo. —Y ante la mirada expectante de los demás presentes, cambió la dirección y apuntó al ilusionista—. Dámelo.
Esas veladas de los Varia terminaban por destruir toda la base.
