Filo de espada.

Viñeta.

El final de la batalla, su cuerpo totalmente herido y su penetrante mirada que se dirigía directo a la persona frente a ella; se volvía algo tranquilizante en su interior, un sentimiento guardado que se liberaba, partía y no iba a volver. Cayó en el frio suelo, cerró los ojos para escuchar la tranquilidad de aquel lugar, su pecho subía al compás de su respiración y solo espero a que esto terminara.

Al abrirlos, se encontró en una carpa, acostada en una cama improvisada y a su lado estaba la pequeña Wendy; por fin pudo sonreír después de tantas penas, tristezas e incontrolables enojos, observo su cuerpo vendado, demacrado y con heridas que no podrían borrarse.

Transcurrió el tiempo; Fairy Tail empezaba a construir todo alrededor, cientos de personas reconstruían Magnolia, ese leve sentimiento de ver a sus amigos conversar entre ellos como si fueran pareja, le invadió un sentimiento de tristeza. Su corazón quemaba y su mirada buscaba con recelo a una persona en especial, nunca la encontró.

Hasta cierto tiempo; después de un año de lo sucedido y en una de sus misiones, sus miradas se encontraron, Erza agarro la mano de Jellal sin vacilar, lo llevo hasta cierto punto donde nadie los encontraría, la mirada de ambos era todo un poema y es que quería hablar desde hace mucho pero, ninguno de los dos daba el paso hasta que Erza puso el filo de su espada con Jellal, sus sentimientos como si fuera una espada los empuño, apuntando directo al corazón del peli azul.

—Erza, ¿Qué sucede? —pregunto curioso observándola mientras su mirada se dirigía al suelo

—Solamente, —hizo una pequeña pausa, su mirada igual se dirigía a ese punto, no quería levantarla porque su rostro estaba rojo a más no poder —q-quería hablar contigo

—Y, ¿De que querías hablar? —curioso Jellal elevaba la vista para observarla directo a los ojos

—Se supone que… ha pasado un año desde aquello, me he puesto a pensar sobre unas cosas y entonces… q-quería decirte… b-bueno… —había comenzado segura de sus palabras pero empezó a sentir su corazón palpitar a mil por hora —s-sobre… l-lo nuestro…

—Ohhh… Sobre lo nuestro, Erza… yo te dije que al momento de que cumpliera todos mis pecados, podría hablar frente a frente contigo, —hizo una pequeña pausa dando un pequeño suspiro —me da miedo decirte ahora mismo lo que siento por ti, sé que es mutuo y no lo niego pero, ¿Qué sucederá a futuro? Yo no puedo ser un fugitivo, tú no puedes vivir esperándome…

—Claro que puedo, mis sentimientos por ti son grandes, tanto que me queman por dentro y es como si fuera un ferviente filo de espada, la cual me atraviesa hasta el interior. —segura de cada palabra su mirada se dirigía al peli azul —Jellal, ¿Cómo no amarte? Dímelo, yo tengo en mi mente una meta, una idea de mi futuro y lo quiero contigo

—Pero…

—Lograremos hacer nuestro camino, nos amamos y eso es lo que importa

Los brazos la rodearon, sus ojos se cerraron por inercia mientras lagrimas caían por ambas mejillas, el contacto de sus labios y el sonrojo por parte de ella hicieron ese día algo mágico.


Este tiene su tiempo, justo cuando le daba el regalo de cumpleaños a alguien especial.

Espero que les haya gustado.

Nos vemos.