Gokú como Vegeta habían venido a un popular restaurante de la famosa meca de los otakus, Akihabara. Los dos saiyajin eran famosos como caras conocidas en la ciudad por no decir que eran de culto a lo cual un grupo de maids tuvieron la riesgosa misión de atenderles como hacerles un gran banquete tan digno que hasta el Santísimo Papa quedara como un ser muy inferior.

Todo el personal del restaurante tomó eso como una misión suicida ya que dado hecho pagarían un grandísimo precio, mientras tanto las maids de darle los aperitivos a los dos legendarios guerreros como un pastel de naranja y hasta un pescado asado jumbo, como era de esperarse Gokú decidió tomar el alimento mencionado para devorarlo de golpe pero fue ahí donde la misión se complicó dando inicio a los problemas.

-¡Oye, insecto!- Comenzó a reclamar Vegeta mientras su rival daba las gracias- ¡Yo también quiero comer!

Vegeta aprovechó para quitarle el pescado asado cosa que hizo que el héroe de la Genkidama se levantara abruptamente de la silla mientras estaba con un liguero enfado en su rostro, no tardó en convertirse en Super Saiyajin Blue, cuando de trataba de algo arrebatado y de su persona, Gokú era capaz de hacer polvo a cualquiera pero era de extrañarse que el propio Vegeta fuera el comienzo de su lista negra.

-Devuelveme mi pescado- Ordenó con voz seria aparte de una presencia bastante intimidante, no tardó mucho que los dos guerreros iban a darse golpes pero una joven sirvienta que se encontraba cerca del lugar intervino el futuro combate poniéndose en medio

-Tranquilos señores- Exigió- La comida está lista

-Lo sentimos mucho…-Decía el héroe y la infancia eterna de millones mientras se rascaba el cuello para luego entrar en su estado base, fue ahí donde los trasladaron a una mesa grande larga, de aquellas que son usadas para grandes cenas o entre familias o personas acomodadas.

Gokú como Vegeta quedaron brevemente en silencio cuando se les dio toda clase de comidas probablemente cada platillo que conformaban el menú del restaurant, pareciera que fuera como una cena de altos mandatarios como para ser dos personas. Los demás asistentes de las demás mesas quedaron boquiabiertos por la presencia de los dos guerreros que por el gran banquete y en menos de nada comenzaron a cubrir con fotos, selfies, grabaciones hasta reportajes.

Aunque también no faltaron los metiches que se metieron de lleno para retar a los dos héroes a un duelo de comida pero era evidente que un aparato digestivo humano ni siquiera en su máximo potencial no era competencia para esos dos grandes héroes.

¿Qué acuerdan del gran precio que se debía pagar como se dijo antes? Sí, tal como sucedió tal eso, debido a que Gokú y Vegeta probaron cada menú del restaurante pues tristemente quedaron sin presupuesto entrando ligueramente en una quiebra total y el cierre definitivo del mismo, por algo se le denominaba una misión suicida.