Wop! Buenas a todos!
Este fic comenzó como una prueba para conseguir al personaje de Sephiroth en un roleo de una página de internet (del amado Bishoujo Team, amen chicas) y finalmente he decidido que vea la luz por fanfiction.
Kanako fue contra quien participe por el personaje, lo cual fue todo un reto y un placer, y aunque finalmente me lo lleve yo, hubiera dado dinero por leer lo que ella había planeado con el personaje y su fic, adoro el estilo de escribir de esta chica. non
Sin ánimo de enrollarme más, el fic es mi pensamiento de lo que ocurrió cuando Hades y Sephiroth se encontraron en Kingdom Hearts. (¿Cuándo se han encontrado? Ahhhhhhhh) Un sencillito OneShot.
Los personajes de Hades son propiedad de Disney y Sephiroth de Squarenix. Yo no me lucro por escribir sobre ellos.
Pero si me dejáis un review seré feliz y vosotros ganareis el reconfortante pensamiento de que habéis hecho sonreír a una niña… la sonrisa de un niño es el mejor regalo, ¿no?
Dejar Review!!!
-----------------------------------------
Sombras.
Oscuridad.
Frío…
¿La corriente de la vida supuestamente era así?
Sephiroth
se sentía caer, no había un muro donde agarrarse ni un
fondo contra el que chocar, todo era frío y oscuro a su
alrededor. Escuchaba a la tierra gritar su nombre, pero estaba
terriblemente lejos de esta…
Nunca más podría
volver a unirse, había fracasado, había fallado a madre
y a si mismo… no era justo. Él que había sido el
mejor Soldado de la historia, él que con un solo golpe había
acabado con monstruos y criaturas de pesadilla, él, que era el
elegido… no iba a sucumbir tan fácilmente…
Pero ahora, estaba demasiado lejos…
En el infierno, no importa ni
lo que fuiste, ni el porqué estas ahí, ni tu nombre, ni
tu sexo… en el infierno solo importa una cosa, lo fuerte que sean
tus convicciones, el sentimiento del remordimiento, de la venganza…
Hades, señor del inframundo lo sabía, y también
sabía que solo los mejores eran los elegidos para hacer tratos
con él… y aquel recién llegado, era una autentica
joya.
-Ey, despierta de una vez.-El dios impaciente golpeo el
rostro del joven de cabello plateado que ahora mismo se sentaba en
aquel trono de piedra negra.
Sephiroth abrió los ojos
impactado por un segundo. ¿Dónde estaba? ¿Cuándo
había dejado de caer?...
-Chico… ¿te apetece
hacer tratos conmigo?-El dios del inframundo se sentó en el
aire que enseguida se arremolino bajo él formando un enorme
trono de piedra negra, mucho más grande que el de su invitado,
coronado por estalagmitas teñidas de un rojizo muy
característico…
Una vez recuperado de la impresión,
las ideas de Sephiroth se habían puesto en orden… ¿así
que estaba en el infierno? Bueno, no se esperaba otra cosa viniendo
de él… Pero que el mismísimo rey de las sombras
quisiera jugar con él… era algo que le divertía de
sobremanera, se notaba que no le conocían lo suficiente.
-¿Qué
es lo que me ofreces?...
-Una vida, volver a la vida.
-Suena
interesante…-Sephiroth esbozo una media sonrisa fingiendo interés.
–Pero… tengo entendido, que los diablos nunca hacen buenos
tratos.
-Joven… no me subestimes, yo soy HADES, el rey del
inframundo, no compares mi existencia con la de un simple diablo…
mortal.
Sephiroth sonrió interiormente, la soberbia de
aquel dios no conocía límites, y la suya
tampoco.
-Disculparme señor del inframundo… me he dejado
llevar por la ignorancia, ahora ¿seriáis tan amable de
explicarme que he de ofrecer yo a cambio de tan interesante trato?
Hades
sonrió.
-Desde luego mortal, te devolveré a la
vida, pero a cambio de otra, quiero un alma, más poderosa que
la tuya, Sephiroth.
-¿Un alma? Mi señor… sospecho
que no sois consciente de todas las almas que arrebate estando en
vida.
-Soy consciente, por eso te ofrezco este trato, porque un
alma más no te matara, y porque eres el único que
podrías conseguirla.
-Acepto el trato. –Volver a la
vida…
-Bien mortal…-Hades sonrió cruelmente, el trato
estaba sellado.
-Mi señor Hades… espero que perdonéis
mi atrevimiento… ahora que hemos cerrado el trato, ¿Dónde
está la trampa?
-¿Trampa? ¿Aun sospechas de
mí? Pero está bien Sephiroth, te lo diré… no
hay alma más poderosa que la tuya, vagaras eternamente bajo
mis órdenes, matando desesperadamente para encontrar la
redención, nunca te libraras de este trato porque nunca
encontraras un alma más poderosa que la tuya propia… y
cuando cansado de luchar, te mates en busca de tu propia alma
poderosa, regresaras a mí, y encabezaras mi ejercito de
tinieblas totalmente dominado bajo mis órdenes.
-Veo Hades
que es muy hábil para los tratos… si he de llevar una vida
de lucha constante, necesitare mi arma, Masamune…
El dios estaba
impresionado de la calma que mostraba el peliblanco, ¿quizás
la idea de una lucha sin fin le atraía? Hades en un pestañeo
invoco el arma pedida por Sephiroth, una sombra negra se arremolino
en la mano del peliblanco convirtiéndose en el acto en aquella
enorme katana.
-Pero mi señor… creo que estáis
equivocado, pues existe un alma más poderosa que la
mía…
Imposible…
-¿Y qué alma es más
poderosa que la del gran Sephiroth?
Solo la de un dios…
Sephiroth
de una sola estocada atravesó el estomago de sombras del dios,
Hades abrió los ojos sorprendido y en su rostro se formo una
"o" de tantos soldados con un tiro en las tripas. Antes de que
sacara el arma, el cuerpo del dios se convirtió en cenizas
negras.
Un
ala de plumas oscuras como la noche apareció en la espalda de
Sephiroth.
"¿Y qué alma es más poderosa
que la del gran Sephiroth?"
-Ahí tienes un alma, la
tuya.
El trato estaba cerrado.
