Pequeños cristales de hielo
Nuevamente se encontraba sola llorando en su solitaria habitación. No podía controlar sus poderes y seguía congelando todo aquello que tocaba, los guantes que su padre le había dado no servían de nada, el hielo seguía apareciendo y no sabia como detenerlo.
"No has de abrir tu corazón" repetía una y otra vez mientras lloraba en un rincón de su cuarto. Todo estaba congelado, los muebles, su cama, el piso, no había diferencia entre el nevado exterior y aquel lugar. La nieve caía de su techo, y Elsa no sabia como hacer que se detenga, era la primera vez que lograba esto.
Las lagrimas al fin de habían detenido, pero la nieve no se había ido, seguía cayendo lenta y copiosamente. La pequeña se quito los guantes, logro ponerse de pie y apunto con sus manos al techo de donde provenía la calmada nevada para intentar detenerla, pero como ya lo esperaba , no pudo hacerlo. Lo intento una y otra vez pero nada pasaba. Decidió mirar de cerca los copos de nieve, eran hermosos, si los veía con mas atención se podían notar distintos diseños que podían tomar los pequeños cristales de hielo, a Elsa le gustaba descubrir nuevas formas a escondidas de sus padres, ella no odiaba sus poderes, le parecían muy bonitos pero temía que pudiera lastimar a alguien como lo hizo hace unos años con su hermana Anna debido a su incapacidad de poder controlarlos.
Sin darse cuenta se quedo parada en el centro de su habitación mirando maravillada como caía la nieve a su alrededor hasta que de pronto vio algo moverse al cerca de su cama, Elsa se asusto ya que nadie ademas de sus padres entraba a su habitación y sabia que ellos ya se habían ido a dormir hace ya varias horas. Se puso a la defensiva con sus manos por delante, aunque tirarle nieve no iba a ser suficiente defensa, quizás pueda asustar a su repentino compañero de habitación. Su cama estaba decorada con doseles, común en familias reales como la suya, corrió lentamente uno de los mantos y para su sorpresa vio que su cama se hallaba vacía, reviso por debajo pero no encontró nada. Mientras se levantaba y se preguntaba si se lo había imaginado se topo con dos ojos azules como el cielo "Cuando puse un espejo ahí?" pensó Elsa. Se quedo en silencio mirando aquel par de ojos que no apartaban la vista de los suyos y que estaban a escasos de centímetros de su rostro, Elsa tardo en reaccionar y darse cuenta que no era un espejo lo que tenia enfrente si no una persona, un joven y estaba de cabeza frente a ella. Lo primero que se le vino a la mente de la chica es salir corriendo pero lo único que alcanzo a hacer fue retroceder algunos pasos y resbalarse, pero justo antes de caer vio como el joven se deslizaba rápidamente y la sujetaba para evitar que cayera.
-Eso estuvo cerca, eres un poco torpe verdad?-
"Torpe?" pensó Elsa indignada, nunca nadie le había hablado así. Cuando logro incorporarse hecho nieve de sus manos hacia el chico que la salvo de una vergonzosa caída y hecho a correr hacia la puerta, pero de nuevo la palabra Torpe, sonó en su cabeza y volvió a resbalar cayendo y deslizándose por toda la habitación hacia un montículo de nieve que había en una esquina. Por que se tenia que resbalar en el hielo justo ahora? siempre había sido muy buena deslizándose sobre el.
Podía oír como aquel extraño chico se reía al otro lado de tu habitación. Elsa estaba enterrada en un montículo de nieve y no podía ver nada, decidió salir lentamente para ver donde se encontraba el joven pero no lo vio "Me estaré volviendo loca ya?", pensó mientras lentamente traba de salir de la nieve.
-Así que tu hiciste todo esto? es realmente fantástico, jamas me imagine que en una de mis vicitas aqui pudiera encontrarme alguien que pueda hacer lo mismo que yo!- El chico parecía sorprendido pero por sobre todo feliz, muy feliz y que momento habia llegado a su lado tan rápido?
-Ven te ayudare a salir, como te llamas?- hizo un movimiento con sus manos y la nieve se disperso dejando a Elsa de cabeza y algo sonrojada por demostrarse nuevamente tan torpe. El joven tendió una de sus manos para ayudarla a que se ponga en pie.
-M-me llamo E-Elsa.. esto.. e-eres un fantasma?- pregunto la chica algo asustada, en el fondo sabia que no lo era, que era algo mas que eso, un fantasma jamas podría haberla tocado por lo que había leído en uno de sus libros, como estaba la mayor parte del tiempo encerrada no podía hacer mas que leer.
-Crees que un fantasma se vería así de genial como yo?- El chico se hecho a reír luego de decir eso y se acerco aun mas a ella -Un fantasma podría hacer esto?- y tomo la mano de Elsa.
-NO! no lo hagas!- Temía congelarlo o hacerle algo malo, siempre ocurrían cosas malas cuando alguien se acercaba mas de lo debido a ella.
-Tranquila, no pasa nada , ven toma mi mano-
No sabia exactamente porque pero confiaba en el. Elsa acerco su mano temblando a la suya, primero apoyo un dedo y vio que nada ocurría, luego fue tomando toda su mano lentamente esperando que esta se congelara pero nada había pasado, el chico le devolvió el apretón y la ayudo a ponerse de pie, pero Elsa todavía sostenía su mano. Hacia ya mucho tiempo de la ultima vez en la que alguien había tenido contacto con ella, siempre lo había rechazado por miedo a congelar a la persona, como había sucedido con su pequeña hermana, pero este chico por alguna extraña razón no le tenia miedo a pesar de que vio que ella podía crear nieve y que su habitación era como un jardín en pleno invierno.
-Mi nombre es Jack Frost yy ahora que lo pienso el hecho de que puedas verme también me hace muy feliz- dicho esto se agacho para estar a su altura y la miro fijamente - .. todavía me ves verdad?-
Elsa no dejaba de pensar en lo raro que era todo esto pero el joven comenzaba a agradarle -Hace un rato había alguien aquí y ya no esta .. lo habré soñado?- dijo Elsa mirando para todos lados y soltando la mano de Jack.
Jack se asusto e intento hacer todo lo posible para que lo vuelva a ver - Soy Jack Frost Elsa, de verdad no me puedes ver?- Su blanca sonrisa se había borrado por completo dejando lugar a una cara de completa preocupación y desilución. Elsa se sintió mal al hacerle esa broma y comenzó a reírse. Jack volvió a sonreír, esta vez aliviado.
- No juegues así conmigo pequeña!- Movió sus manos y creo lo que parecía una bola de nieve, pero, como lo había hecho?
-Un momento!- Grito Elsa pero acto seguido recibió una bola de nieve en medio de la cara. -Espera! Puedes.. puedes hacer nieve? como yo?- estaba realmente sorprendida.
-Averígualo tu misma!- Hizo otra bola de nieve y se la tiro pero esta vez Elsa logro esquivarlo
-No eres el único!-Elsa creo otra bola de nieve y logro dársela justo en medio de la cara.
Así pasaron toda la noche, Elsa no recordaba la ultima vez que se había divertido tanto, no dejaba de reír, Jack era muy divertido aunque no le ganaba en una guerra de bolas de nieve.
Jack se mantuvo siempre al lado de Elsa, no importaba cuanto se demore en llevar el invierno a otras partes del mundo, siempre volvía a visitarla y pasar las noches con ella, sea jugando, animándola cuando estaba triste o para que le lea alguna historia, la voz de Elsa era muy linda y tranquila y a Jack le encantaba oírla.
El tiempo paso y Jack ya no veía a Elsa con los mismos ojos, con el tiempo había comenzado a quererla mucho mas que una simple hermanita o compañera. Eran sentimientos nuevos para el y no sabia como afrontarlos, que diría Elsa si se llegara a enterar de sus verdaderos sentimientos?
