Academia del Amor

por Katou Yuu

ADVERTENCIAS: AU escolar, Yullen(?) Harem, clichés...

DISCLAIMER: D. Gray -man le pertenece a Katsura Hoshino.


Estaba en una nueva escuela, tenía otra oportunidad para empezar. Podía dejar atrás los innumerables problemas que había tenido antes y adoptar la firme convicción de dedicarse a sus estudios sin distracciones.

Había contemplado la idea de entrar a otras escuelas pero, sin duda, una escuela para varones le parecía lo más apropiado pues no tendría que lidiar con las molestas y cotidianas declaraciones de las chicas en una escuela mixta y lo que era peor, tener que rechazarlas buscando alguna explicación que era por demás falsa.

No había tenido mucha suerte en el amor, tampoco era que lo buscara (mucho menos ahora con su renovado compromiso con los libros), era sólo que el estar rodeado de chicas disminuía sus posibilidades de encontrar a un novio.

En fin, eso era agua pasada. No despegaría la vista de los estudios. Y aunque una parte pequeñita de él contara con vivir un poco del atractivo de una escuela masculina, no pretendía hacer ningún movimiento. Después de todo ¿Cuál era la probabilidad de tener éxito con los chicos ahí?

Si tuviese algún atractivo especial para los de su mismo sexo lo hubiera sabido incluso sobre la tonelada de chicas que lo pretendían.

Allen miró el papel donde le indicaban los dormitorios y la habitación que ocuparía y entró en el edificio.

Camino por los pasillos de la residencia estudiantil, buscando de un lado a otro el numero de habitación, no lograba ver a nadie a quien preguntar , como podía perderse? era una tontería, decidió subir al siguiente piso arrastrando su maleta, alguien venia bajando las escaleras sin prestar mucha atención que choco con él , el chico le dirigió una mirada amenazante y casi se contuvo de reclamar algo, le vio irse y se maldijo por haberse quedado con la boca abierta como idiota, pudo pedir indicaciones. Subió y comenzó a buscar la puerta con el número indicado, entonces la encontró casi al final del pasillo, abrió la puerta apresuradamente, estaba algo desesperado.

Dentro, había un chico rubio que le lanzó una mirada severa desde su escritorio.

- Lo siento, esta es mi habitación - dijo Allen entrando y colocando sus cosas sobre la cama del lado opuesto a la que ocupaba el chico.

Parecía haberlo interrumpido mientras acomodaba sus libros en el escritorio.

- Si eres mi compañero, creo que debo recordarte la importancia de llamar a la puerta.

- lo siento - repitió mirándolo y caminando unos pasos hacia él - Soy Allen Walker.

- Howard Link - dijo el otro ofreciendo su mano con formalidad.

Allen la estrechó y vio como el chico volvía a sus asuntos. El ambiente parecía tranquilo, por un momento pensó que era raro que un chico despidiera esa aura de seriedad, pero pensó que estaba bien pues se adecuaba a sus propósitos.

Mientras vaciaba su maleta, sintió la mirada de su compañero y volteó instintivamente, al encontrarse sus miradas, sonrió y abrió la boca para buscar conversación.

- No está permitido ir con el cabello teñido - dijo Link refiriéndose a su cabello blanco antes de que pudiera decir algo.

- ¿Mi cabello? ¿teñido? - tomó uno de sus mechones - Te equivocas, es natural - Link alzó una ceja como si no se lo creyera - Es en serio.

- Tatuajes tampoco son permitidos.

- N-no es un tatuaje - dijo algo apenado - Es una marca de nacimiento - Link esta vez lo miró con ojos dudosos - Una anciana me dijo que se desvanecería cuando encontrara a mi verdadero amor.

Link dejó sus libros a un lado - Entonces disculpa mi comentario irrespetuoso, como veras me gusta mantener el orden y cumplir las normas al pie de la letra.

Allen miró algo intimidado a Link parecía que tendría un régimen militar mientras viviera en la residencia, no tuvo más opción que aceptar sus condiciones de convivencia.

Vio a Link ir a su escritorio trayendo una caja blanca y abriéndola frente a él dejando mostrar su delicioso olor.

- Este es un pastel de calabaza, para darte la bienvenida - dijo Link algo orgulloso comenzando a describir el pastel y Allen solo asentía como mono amaestrado. Estaba seguro que Link sería un gran amigo.

- ¿en serio es para mí? - dijo Allen deseando probarlo de inmediato.

- Para cualquiera que ocupara tu cama - dijo Link dejando el pastel en el escritorio - iré a la cocina por platos - anunció.

- Voy contigo, no me caerá mal saber dónde está la cocina - dijo Allen tomando el pastel para ayudarle.

Link lo guió hasta la planta baja.

No le creía eso del tatuaje que tenía en la cara... pero era su problema, mientras se comportara en los dormitorios, no tenía de qué preocuparse.

Al llegar a la cocina, el chico con el que Allen había chocado al llegar, estaba haciendo té. Trató de saludarlo mientras ponía el pastel sobre la mesa y Link buscaba los platos.

- já! - dijo el chico justo cuando Link estaba a su lado - ¿de nuevo pastel? - dijo el chico sirviendo su bebida - ¿planeas engordar al nuevo? - dijo saliendo de la cocina sin mirar a Allen a pesar de haberlo mencionado.

- ¿quién es? - dijo Allen viendo pasar la larga y altanera cabellera.

- Yuu Kanda, ocupa la habitación contigua a la nuestra.

- Ah... - entonces Allen captó que ese chico era su "vecino"

- Tiene mal carácter te sugeriría que no te metieras en problemas con él - dijo Link comenzando a cortar una rebanada.

Allen ciertamente creyó lo que Link decía, Link lucía estricto y serio pero si el mismo admitía que Kanda era peor por alguna razón debía ser, no parecía el tipo de persona que hablaba por hablar.

- ¿Lo preparaste tu? - Allen vio cuidadosamente la rebanada notando que lucía como recién horneado.

- SÍ - dijo Link esperando una burla.

- ¡increíble! - dijo Allen hundiendo el tenedor en su rebanada.

Link vio a Allen dar el primer bocado. Estaba completamente sorprendido pues Allen parecía estar disfrutando el bocado y no se detuvo hasta ver el plato sin una migaja.

- Delicioso... - dijo Allen suspirando, en verdad quería pedir otra rebanada, pero temía verse como un glotón.

- ¿Quieres otra? - ofreció Link al darse cuenta de cómo jugaba con su tenedor sobre el plato vacío.

- Oh no... supongo que querrás compartirlo con algún otro compañero.

- Si no está bueno...

- No, no, no, es delicioso, quisiera otra rebanada, por favor - dijo Allen sonriendo.

Link sonrió sirviendo la rebanada, y Allen comenzó a comérsela emocionado.

- Link, se que te acabo de conocer pero eres el mejor compañero de cuarto que haya tenido - como si hubiera compartido habitación muchas veces... Allen estaba lloriqueando sobre las migajas del pastel.

El rubio se sorprendió ante tal muestra de sentimentalismo de parte del albino, al parecer era un chico muy sensible, le ofreció amablemente un pañuelo.

- ¡Pastel! -alguien gritó desde la puerta - ¿Esto quiere decir que eres el nuevo? - un chico pelirrojo se acercó corriendo a donde estaban ellos - ¡Mucho gusto, soy Lavi! - le tomó la mano – ¿Me dan pastel?

- Soy Allen - dijo secándose las lágrimas conmovidas por el delicioso panorama que le esperaba al tener un compañero de cuarto que sabía cocinar.

Link asintió y Lavi se inmediato sacó un plato y un tenedor. Se sirvió y se sentó a comerlo.

- ¿De qué es? - preguntó el chico pelirrojo con la boca llena.

- Calabaza - dijo Link con expresión cansina.

- Es cierto - dijo Lavi dándose prisa al comer - me estaba muriendo de hambre.

- Pero esa no es razón para no saborear lo que comes - dijo Link ofendido.

- Deberías cocinar algo con carne - dio Lavi llenándose la boca un poco más.

Miró a Allen con detenimiento e incluso entrecerró los ojos un poco al ver su cabello y la marca en su cara, pero no dijo absolutamente nada.

- Tomaré otra rebanada.

- ¡Claro que no! ni si quiera la apreciarás - dijo Link defendiendo su pastel.

Allen observó a Link, parecía tenía un gran respeto por la comida, Lavi trato de calmar sus instintos para comer civilizadamente, no parecía mala persona, solo algo hambriento, el también se olvidaba de los modales cuando se sentía morir del hambre.

- Esta bien Link, creo que Lavi aprendió la lección - Link soltó un suspiro y le dio la rebanada a Lavi quien comenzó a comer lentamente, parecía un niño, pensó.

- Gracias Allen, se nota que eres un chico muy bueno y puro, como un ángel - Lavi comenzó a lloriquear.

- Creo que exageras - dijo Allen forzando una sonrisa.

- Pensé que serias un tipo rudo - dijo señalando la marca roja en su rostro.

Allen se tocó el lado izquierdo del rostro y sonrió.

- Buenos... los rudos también podemos ser amables - dijo bromeando, aunque Lavi y Link miraron confusos.

La conversación fue interrumpida por unos gritos y lamentos que venían de la entrada. Lavi no perdió el tiempo y se asomó, Allen no pudo evitar acercarse.

- ¡Ya soy mayor, puedo cuidarme solo! - dijo un chico muy delgado y bajito mientras lanzaba la maleta al piso con molestia.

- ¡Pero no podré verte! ¿qué será de mí? - decía un hombre de gafas agarrándose del chico con desesperación - ¡Quisiste venir a esta escuela para alejarte de mí!

- ¡Xlaro que no! iré a verte todos los fines de semana y comeremos juntos de vez en cuando, pero... - el chico trató de quitarse a hombre de encima - Komui, por favor, cálmate, tengo que entrar... - decía ya agarrándose del marco de la puerta.

- ¡Lenoooooo! - gritó el hombre cuando el chico logró zafarse y cerrar la puerta con rapidez.

Se sacudió y recogió su maleta, se dio la vuelta y encontró a Lavi divertido por el show.

- Lo siento... mi hermano es... un poco... apegado a mí - dijo totalmente rojo.

Link tosió un poco. - Lo siento, Link, se que te encanta la tranquilidad pero mi hermano se irá pronto - Link no parecía muy convencido, escuchaba como rasguñaban la puerta del otro lado.

Lavi se lanzó a abrazar al chico - Leno! mira este es Allen, es nuevo en la residencia, Link le hizo pastel.

Allen saludó al otro chico, se sorprendió de lo guapo que era, parecía uno de esos idols. Leno le sonrió y no pudo evitar pensar que tenía una hermosa sonrisa - S-soy Allen, Allen Walker.

- Leno Lee, es un placer conocerte Allen - Allen sin darse cuenta ya había hecho unos cuantos amigos en pocas horas.

Leno se despidió siendo ayudado por Lavi a llevar su maleta.

Allen fue con Link a terminar de recoger lo que quedaba del pastel, Link le dijo que las clases comenzarían al día siguiente, le mostró las duchas diciéndole que debía tener cuidado.

Allen no preguntó más. Y aunque lo hubiese querido, hubiera tartamudeado como idiota al ver a un chico alto y de cabello ondulado del baño. Llevaba una toalla atada a la cadera y una canasta con sus cosas de baño en la mano. El cabello se pegaba a su frente y en un gesto, que parecía pedir que lo admiraran, pasó su mano entre las ondas negras dejando su frente al descubierto. Antes de avanzar entre el intenso vapor que salía de por la puerta para agregarle más dramatismo a su presencia, el chico miró a Allen, le guiñó el ojo y siguió su camino.

- ... Especialmente con él - dijo Link completando su advertencia.

- ¿Quién es? - dijo Allen tratando de asimilar el guiño y la inesperada introducción del chico.

- Tyki Mikk - dijo Link negando con la cabeza - Como sea, los alumnos estamos encargados de la limpieza de cada una de nuestras habitaciones y nos turnamos para limpiar las áreas comunes.

-Ya veo- las normas de la residencia eran tal y como imaginaba, no tendría problema con eso. Siguió a Link de vuelta a la habitación, desempaco un poco, vio algo ansioso su uniforme nuevo, casi se cae de espaldas viendo a Link planchando con su uniforme con una plancha a vapor evitando que se formara cualquier arruga.

Decidió salir a darse una ducha bajo las recomendaciones de su compañero de habitación, esperaba no tener un raro encuentro en los baños.

-Yuu! Déjame ayudarte - escuchó voces, parecía que no estaría solo.

-¡Déjame!

-No! El abuelo dijo que la mayonesa da brillo al cabello!

Volteó y encontró a un chico que llevaba una bolsa en la cabeza y que trataba de tomar el cabello de otro. La cabellera era inconfundible, sin embargo, aunque ya se había topado un par de veces con ese chico, no sabía su nombre.

- Si sigues con eso te quedas solo - dijo el de cabello largo tomando las manos del otro y apartándolas.

- Sólo tienes que dejarlo diez minutos, traje una bolsa para ti, se supone que así se intensifica el efecto.

Más negativas. Allen comenzó a mojar su cabello y justo cuando tomaba el shampoo se escuchó un gruñido-

- Lo siento.

- Me voy al otro lado - anunció el otro mientras caminaba a las regaderas del lado que ocupaba Allen tratando de quitarse la mayonesa que le habían puesto en el cabello.

Le dirigió una mirada fastidiada y Allen desvió la mirada.

Al parecer había muchos chicos atractivos en su dormitorio, pero ninguno como ese del cabello largo. Tenía rasgos asiáticos y su actitud tenía algo que te hacía querer observarle.

Sacudió su cabeza, ¿por qué fijarse en el chico odioso si debían haber chicos más amables que él? Trato de concentrarse en terminar de bañarse cuando vio que alguien estaba asomado en su cubículo.

-Lo siento, no te había visto cuando llegaste, eres el nuevo, no? Me llamo Alma Karma.

-Ah sí, soy Allen Walker- a Allen le resulto raro presentarse en tales condiciones

- quieres un poco? Es buena para cabello y tu salud- Allen miro la mayonesa algo dudoso pero tuvo que aceptar y tomar un poco no quería parecer grosero, además un poco no le haría daño. -Estas compartiendo habitación con Link, no? Yuu me comento sobre ti - pudo escuchar un chasquido molesto de parte de Kanda, al parecer le molestaba que hicieran mención sobre él.

-Si, Link es algo estricto pero se ve que es buena persona, nos llevaremos bien.

- Pues yo creo...que deberías tener cuidado con Link-dijo en un susurro- Al otro chico, le ofreció dulces y pasteles, pensaba que era un buen gesto se Link, pero en realidad solo lo estaba engordando para comérselo, y nadie lo volvió a ver- Allen trago algo de saliva incomodo - Es broma, solo se volvió diabético.

Allen abrió los ojos con sorpresa.

- Es broma. Pero si engordó un poco - Alma le sonrió - si necesitas algo, puedes contar conmigo, ser nuevo puede ser difícil aquí.

El chico del cabello largo rodó los ojos.

- Y también puedes contar con Yuu - dijo señalando a su lado.

- A mí ni me metas en tus cosas - dijo el tal Yuu sin mirarlos.

Alma siguió haciéndole conversación e incluso se quedó en la regadera a su lado. Kanda parecía apresurarse más y pronto estuvo con una toalla enredada en la cintura y recogiendo sus cosas.

Allen también se apresuró, se sentía algo incómodo de charlar en ese lugar como si no estuvieran desnudos.

Alma era algo extraño pero agradable, iban rumbo a sus habitaciones, Kanda llevaba unos metros delante suyo, parecía apurado por dejarlos atrás, se despidió de Alma, Kanda solo le dirigió una mirada asesina al entrar a su habitación. Allen entro a la suya, Link leía un libro, apenas le pregunto si todo estaba en orden, Allen noto que era un libro de cocina y sr tenso un poco, su celular comenzó a sonar acaparando toda atención, se apresuro a contestar. -Donde estas? Ya estás en la residencia? Por que no contestas mis mensajes?! -Neah? - Haces que Mana se preocupe, pensaba que te había pasado algo? -Estoy bien, solo estaba desempacando y conociendo un poco el lugar. -Pero prometí mostrarte todo! Cuál es tu habitación?

- Una del fondo - dijo en tono vago.

Sabía que Neah se preocupaba por él, pero después del show que había dado el hermano de Leno, se atrevía a comparar un poco. Neah y Mana no eran tan exagerados, pero si sobreprotectores.

Link levantó la mirada, sin querer escuchaba la conversación de Allen.

La noche transcurrió tranquila, al menos hasta las dos, cuando se escucharon pasos, risas y algunos golpes afuera. Allen se levantó y pudo ver a Link a un lado de la puerta. Lo vio salir y encender las luces.

- saben que la hora de regreso es a las diez - dijo con severidad.

Unas risas llenaron el pasillo.

- Deberías venir con nosotros, tal vez se te quitaría lo amargado - dijo una voz bastante alcoholizada.

- ¿Volvieron a saltar la barda? Si se rompen el cuello podrían darse por muertos.

- Ya, ya. Si no quieres que lo hagamos, deberías dejar abierto - dijo otro que parecía mucho más consciente.

Link entró a su habitación y las risas volvieron a escucharse, cerró la puerta y se lanzó a la cama con fastidio.

- ¿Estás bien? - dijo Allen acercándose.

- Sí, sólo con Tyki y Cross, lo mismo de siempre.

Allen se volvió a acostar algo curioso, al parecer también habitaban los chicos del tipo "rebelde" en la residencia, siguió escuchando las risas que se terminaron de perder tras un portazo.

No quiso preguntar más a Link pues parecía que había vuelto a dormirse, trató de conciliar el sueño entonces su mente comenzó a recrear todo lo vivido ese día, se encontró comiendo pastel de calabaza, mucho pastel, mientras Link con una sonrisa malévola seguía horneando, diciéndole que estaría muy sabroso, escuchaba a la voz de Alma susurrando en sus oídos.

Se despertó algo sudado, vio de reojo la cama donde Link dormía, estaba volviéndose loco? Como si algo así fuera posible...

Se despertó algo cansado al oír la voz de Link llamándole.

- 5 Minutos más.

- Walker llegaras tarde a tu primer día - le despojó de las sabanas y Allen emitió un gruñido, se levantó y vio que Link ya estaba vestido, realmente el uniforme le sentaba bien aunque más bien le daba más carácter. Se fue a lavar la cara y a asearse para estar presentable, como era suponerse los baños estaban abarrotados de gente,

Allen trató de buscar un espacio pero parecía imposible. Algo desesperado por la hora.

Alma lo vio entrar sin rumbo, lo alcanzó y le tomó la mano hacia donde estaba con Kanda.

- Buenos días - dijo Allen viendo que el espacio donde estaban ahora parecía despejado, como si hubiese una barrera protectora.

Kanda ya estaba listo, se encontraba apoyado contra la pared, cruzado de brazos y aunque escuchó el saludo, no dijo ni pio.

- Tienes que levantarte temprano, pero si te quedas dormido como hoy, puedes venir con nosotros - dijo Alma lanzándose agua en la cara sin importarle hacia donde salpicaba.

Kanda bufó y con la toalla de Alma se sacudió las gotas que habían caído en su uniforme.

Allen vio como algunos chicos trataban de llegar hasta el fondo donde ellos se encontraban pero en cuanto veían a Kanda, regresaban como resortes. Se lavó los dientes notando por el espejo lo bien que le sentaba el uniforme, su espalda ancha lo hacía ver aún más alto y su cabello esta vez estaba pulcramente recogido en una coleta.

Kanda chasqueó la lengua al darse cuenta de que lo observaba, y aunque apartó la mirada, este comenzó a caminar hacia la salida.

- ¡Yuu! - llamó Alma con la cara escurriendo de agua.

- Te veo afuera.

Como por arte de magia, un montón de chicos se acercaron al fondo y comenzaron a empujar a Allen y a Alma.

Alma suspiró al verse apretado entre tanta gente.

- Parece que él tiene un toque especial para las personas... - dijo Allen notando como había calma hasta que la imponente presencia de Kanda había desaparecido del lugar.

- Muchos respetan a Yuu - dijo Alma y Allen dudó por un momento, respeto o más bien era miedo lo que infundía? - Es mejor cuando está cerca - le dio un codazo a alguien.

- Ya lo creo... - Allen se tensó un poco al sentir un agarrón en su parte trasera. Se giró viendo a Tyki que tenía una gran sonrisa.

- Listo para tu primer día, ¿nuevo?

Allen tuvo una regresión a los múltiples acosos que había sufrido debido a sus desquiciadas compañeras de clase. Las aproximaciones de arias chicas osadas que pensaban que si se comportaban atrevidas podrían ganar algo de su atención...

Se dio la vuelta y le dio un puñetazo a Tyki que provocó que su nariz comenzara a sangrar. Se hizo la confusión, todos se alejaban para que Tyki no les manchara los uniformes con sangre, otro reía y algunos trataban de ayudar al chico. Allen se había quedado nervioso, sin saber qué hacer, pues todo aquello había sido una reacción espontánea.

- ¡Vete! - le dijo Alma en el oído y lo empujó - ¡Yo guardo tus cosas!

Allen salió lentamente mezclándose en la multitud. Al cruzar la entrada, vio a Kanda apoyado en el marco de la puerta pero no se detuvo, caminó tan rápido como pudo para recoger sus cosas e ir a la escuela.

- ¡Un chico de primero golpeó a Tyki! - dijo un chico a sus amigos en la entrada, totalmente alarmado, como si hubiera ocurrido un acto de terrorismo contra el rostro del atacado.

Kanda vio alejarse a Allen con paso ansioso y sonrió.


NOTAS: comienza una nueva historia, un AU escolar, veamos la historia de este Moyashi que se encontrará con todo lo que un harem barato le puede ofrecer.

¿Qué les parece ha parecido este primer capítulo?

Katou ha vuelto con más fuerzas ahora que el anime de DGM vuelve.

Nos leemos en el siguiente capítulo.