Setsu está en el baño a punto de tomarse una ducha. Primero se desabrocho el botón de su pantalón dejando al descubierto parte de su ropa interior negra con encaje, luego fue por la parte superior, desabrochando lentamente sus botones, en el tercer botón, la prenda se cayó de un costado dejando al descubierto la piel tersa de su hombro.

Al terminar de liberarse de todos sus botones, faltándole poco para sacársela y dejar sus pechos al descubierto. La puerta del baño se abre abruptamente. Caín fue el responsable, quien al verla en esas condiciones se quedó quieto como una estatua. Soltando la toalla que había traído para secarse. Sus pulsos comenzaron a aumentar rápidamente como también sintiendo una presión chocando contra sus pantalones.

Por un rato los dos individuos no dijeron nada mientras se miraban con la imperturbabilidad de su personaje. A pesar de que internamente eran un caos.

— ¿Te gusta lo que ves? —Setsu fue la primera en hablar, esbozando una sonrisa seductora— ¿Quieres acompañarme?

Caín no respondió a esa insinuación. En cambio trago saliva mientras sentía como su garganta tenia atrapado una ronca respuesta. Solo se dedicó a observarla, clavando sus ojos oscuros en los de ella.

Al minuto Setsu con una mano puesta en su cintura y claramente en una pose impaciente. Cuestionó: Nii_san... ¿Te quedas? o ¿Te vas?

Este se encontraba en medio de la entrada. Con dar un paso se decidiría todo.

¿Lo daría atrás o hacia delante?

Al poco tiempo de vacilaciones y debates mentales. Dio un paso...

Y cerró la puerta.