konichiwa! tengo una idea en mi mente... es horrible, no me deja en paz y he tenido que escribirla; así que aquí va mi propuesta para un fic.
capitulo 1- una cita. mi mejor amiga.
-Así que… ha empezado a llover. Que sorpresa.- murmuro Kanae saliendo del edificio de telecomunicaciones perteneciente al canal nueve. La chica acababa de terminar su reunión de pauta y ahora debía correr a su departamento para llegar a tiempo. Daba igual si la lluvia empapaba su blusa, su falda y embarraba sus tacones; lo único importante era llegar a su hogar y arreglarse. Tenía una "cita".
Corrió por la amplia avenida esquivando a cuanta persona se cruzo por delante. No podía cansarse, no había llevado su automóvil hasta el trabajo y no había pensado que llovería tanto. Debía seguir corriendo hasta llegar a su edificio; así se empaparía menos y llegaría, seguramente, a tiempo para arreglarse.
Su respiración formaba vaho en el aire, dando a conocer el frio de aquel día, apretó sus manos y, apegando firmemente su bolso a su cuerpo, se decidió a correr aun más rápido.
Llego hasta el edificio en donde vivía, saludo al conserje y subió rápidamente por las escaleras. Se tropezó por culpa de los tacones y decidió quitárselos para seguir subiendo los quince pisos que le faltaban para llegar a su hogar. Abrió una puerta y salió a un largo pasillo, corrió con cuidado de no resbalar, hasta llegar a una puerta que marcaba "1703" el número de su departamento. Saco las llaves y entro.
– Al fin en casa.- murmuro y miro la hora en un reloj que había sobre un mueble donde colocaba sus zapatos, manteniendo la costumbre de quitarse los zapatos antes de poner pie sobre el piso de la casa; en este caso el piso su departamento.
Luego de colocar sus tacones negros en orden, entro hasta su cuarto, se quito la ropa y paso directamente a la ducha. Tardo solo cinco minutos en asearse, de pies a cabeza, y salir usando una toalla.
–Aun no he decidido que usare.- se dijo caminando hacia su guardarropa. Abrió las puertas de este y el impacto de las telas de colores era sorprendente. Tenía una colección con más de setenta vestidos de coctel y casuales, mientras que los vestidos de gala los mantenía en una pequeña habitación armario que había en aquel departamento. – Creo que este será perfecto.- comento tomando una gruesa tela de color azul.
…
Kanae sonrió mirando el espejo, estaba segura; que, con aquella vestimenta lograría robarle más de un suspiro a su compañía de vida nocturna. ¿Hace cuanto no se veían? ¿Dos, tres, cuatro años? no lo recordaba. Solo tenía claro que había pasado mucho tiempo.
El timbre sonó y Kanae pego un brinco sorprendida. Hace mucho que no escuchaba aquel espantoso timbre, nadie lo tocaba. – nota mental; mandar a cambiar el timbre.- susurro llegando hasta la puerta principal de su casa, respiro hondo y la abrió para encontrarse con la sorpresa del año. –mo… Kyoko.- dijo en un hilo de voz, sorprendida, recibiendo una sonrisa tímida de parte de la chica.
– ¡Hi!, Moko-san.- dijo en un perfecto tono americano, inclinando levemente su cabeza con el fin de hacer una dogesa. –Good night.-
…
Kanae sirvió una taza de café frente a su amiga y luego se sentó a su lado, ocupando un lugar en el sofá del living de su casa. – así que… estas de regreso.- dijo Kanae y Kyoko asintió tomando la taza de té.
–vine por un mes… luego volveré a mi ciudad.- comento y tomo un poco de la bebida caliente. – no recordaba muy bien la dirección de tu departamento, pero, de camino, hacia acá, me acorde. Aparte, ¿sabías que el conserje es muy amable?,… incluso me guardo las maletas para cuidarlas mientras yo venía a verificar si este era tu departamento.- comento Kyoko y Kanae la miro con los ojos abiertos de par en par. ¿Maletas? ¿Realmente venia a quedarse? ¿Por un mes?
–Entonces… ¿has venido a quedarte?- pregunto la actriz de cabello negro y la chica de cabello naranjo asintió con una sonrisa de oreja a oreja.
–cuando me decidí a venir, el único lugar que se me ocurrió para quedarme fue en tu casa.- explico dulcemente Kyoko y Kanae dejo escapar un suspiro, permitiendo que una sonrisa se formara en su rostro.
– Mo… Veras como eres.- se quejo dulcemente Kanae y Kyoko soltó una risita tímida. – deberías, al menos, haberme avisado antes… así podría haber tenido todo más ordenado y una cama lista para ti.- agrego y Kyoko sonrió avergonzándose un poco.
¿Hace cuanto tiempo que no se veían? Dos o tres años, en un evento… pero, ¿Cuándo fue la última vez que pudieron estar así de cómodas, sin la necesidad de cumplir un trabajo juntas? Posiblemente esos tiempos solo fueron hasta, antes, de que Kyoko partiera de LME; hasta antes de que se graduaran de la sección Love Me.
Kanae sonrió y miro fijamente a la mujer que antes había sido una tímida chica; de eso habían pasado seis años. Mogami Kyoko ahora estaba pronta a cumplir veinticinco años, era una de las modelos más solicitada para rostros de marcas importantes, tenía un esbelto cuerpo, unas piernas largas y un rostro inocente que enloquecía a cualquier hombre que la viera.
–… mh, ¿Moko-san?- dijo la modelo sacando a la actriz de sus pensamientos.
– ¡Ah! Si, si… si.- dijo Kanae por reflejo y luego le sonrió a su amiga. – ¿Qué decías?- pregunto y Kyoko rodo los ojos para luego señalarla con su dedo índice.
– ¿Por qué estas vestida así? ¿Tenias algo que hacer hoy, ahora?- pregunto Kyoko, nuevamente, observando detenidamente a su amiga. Kanae lucía un vestido, estilo jumper de color azul; ceñido al cuerpo, unas patines de color gris y tenía el cabello recogido a un lado. – ¡ahí, no! ¡Moko-san! ¡Lo siento mucho!-exclamo la modelo colocándose de pie y haciendo una dogesa de disculpa.- no quería interrumpir tus planes, realmente lo siento.- añadió apenada y Kanae rió dulcemente.
– Descuida Kyoko, solo iba a salir con un amigo.- explico la peli negra y Kyoko levanto la cabeza sin procesar lo que su amiga le acababa de decir. ¿Salir con un amigo? ¿Por qué aquella frase sonaba tan extraña saliendo de la boca de su amiga? ¿Era eso posible? ¿Acaso Kanae al fin había podido amar a un hombre?
– Esto… Moko-san… ¿será que ibas a tener una cita?- pregunto Kyoko en un tono muy inocente para su edad y algo escéptica a la idea de imaginar a su amiga junto a un hombre.
– Si.- dijo Kanae muy animada sonriendo, para luego desmotivarse y mirar algo preocupada a su amiga, quien la miraba con una cara de horror desde el otro lado del living. ¿Cómo había podido llegar hasta allí tan rápido? – ¿Hay algo de malo en eso?- pregunto Kanae sintiéndose extraña al ser mirada de aquella forma. ¿Acaso no podía tener citas como todas las mujeres de su edad?
– No, pero, es… extraño.- dijo Kyoko bajando la mirada. –Hace tanto tiempo que no estamos juntas que… creo que todo ha cambiado.- comento y Kanae sonrió. Kyoko volvió a sentarse junto a su amiga y soltó un suspiro. – han pasado tantos años que, no creí que la mujer que me abrió la puerta hace una hora atrás podía ser tu.- murmuro y Kanae apoyo su cabeza en el hombro de su mejor amiga.
– Tú también has cambiado mucho Kyoko, ahora… te vez mas adulta, pero, aun así sigues teniendo esa mirada que provocaba distintas sensaciones dentro de la persona que te mirara.- comento Kanae y luego soltó un suspiro. – pero, yo te reconocí ya que desde la última vez que nos vimos, hace cuatro años, te he visto en muchas campañas publicitarias para marcas de alta costura.- explico. –no me costó nada reconocerte.
Kyoko soltó un suspiro y apoyo su cabeza contra la de su amiga. – ha sido difícil, ¿no? -Pregunto refiriéndose al estilo de vida que, ahora, cada una llevaba y Kanae soltó una risita coqueta.
- Claro, pero, si a eso le agregas que me la he pasado estupendamente estos seis años, seria la definición perfecta para mi.- dijo Kanae y Kyoko levanto su cabeza para mirar a su amiga que soltaba pequeñas risitas, vagas, mientras intentaba ocultar un pequeño rubor que cubría sus mejillas.
- Moko-san ¿Por qué dices eso?- pregunto Kyoko y Kanae ladeo la cabeza.
– ¿Es que no lo sabes?- le pregunto la actriz y Kyoko la miro confusa ¿a qué se refería Kanae con eso? – vaya, pensé que las noticias de farándula eran igual en todos lados.- musito la chica de cabellos negros.
–Dime Moko-san, ¿Qué es lo que ha ocurrido en estos seis años para que digas eso?- pregunto Kyoko y la chica del vestido azul miro la hora, soltando un suspiro.
- Bueno Kyoko… tengo mil cosas… ¿crees que puedes permanecer toda la noche despierta para escuchar todo lo que tengo que contarte?- pregunto y Kyoko sonrió de oreja a oreja.
- ¿una pijamada?- pregunto la modelo
Kanae asintió. – Exacto, una pijamada.- afirmo y Kyoko se puso de pie.
–Iré por mis maletas abajo, vuelvo en seguida.- dijo la peli naranja antes de salir corriendo del departamento de su amiga, mientras canturreaba "pijamada, pijamada, pijama, pijama, pijamada" en todos los tonos que creía posible
Kanae sonrió y se cubrió la boca para impedir que las carcajadas se escaparan de entre sus labios. Hace mucho que no sentía la emoción de compartir, con alguien, todo lo que había vivido… en especial si se trataban sobre sus romances. Soltó un suspiro y abrió sus palmas frente a su rostro ¿Cuántos noviazgos habían sido? ¿Seis, siete? No lo recordaba, pero sabía que para contar sus romances, le faltaban dedos en sus manos. Era como si tuviera mil cosas, pendientes, para contarle a su amiga.
Mientras Kyoko se encargaba de llevar las maletas al departamento de su amiga, Kanae aprovecho para llamar y cancelar su cita. – lo siento, me ha llegado visita… bueno, más bien es alguien de suma confianza; algo así como una hermana… si, pero, no… es que, le he prometido ponernos al día de todo, esta noche… ¿Por qué toda la noche? Pues, son como mil cosas que tengo que relatarle… ¿exagerada? No, realmente es mucho… si, realmente lo siento… claro, estará encantada de verte. No, espera, creo que te odiara, pero, han pasado seis años y creo que ahora todo es distinto. Claro. Bien… entones nos vemos. Besos. –dijo Kanae en un tono meloso y corto la llamada. Miro su ropa y decidió aprovechar el momento para cambiarse a un pijama y así estar preparada para la pijamada junto a Kyoko.
….
-wow.- exclamo Kyoko entrando a la habitación de su amiga. – eres como una princesa.- dijo con los ojitos brillosos de alegría, mirando cada detalle de la lujosa habitación de su amiga, y Kanae sonrió dejándose caer sobre su amplia cama King.
Kyoko se sentó junto a ella
–Claro que no. De seguro que tú tienes algo aun mejor que esto.- Comento Kanae haciendo referencia a su amplio cuarto y Kyoko negó dulcemente; como si, aquello, fuera algo que le trajera recuerdos nostálgicos.
Kanae se giro quedando de estomago sobre la cama. – Aun no puedo creer que estés aquí…- comento sintiéndose feliz de poder volver a tener a su amiga junto a ella.
Kyoko sonrió y se recostó junto a la chica. –Vamos, no te pongas sentimental Moko-san.- pidió y luego cerró los ojos. – suéltalo, estoy lista para escuchar como mi linda amiga logro enamorarse…
Kanae soltó una carcajada. ¿Linda amiga?, ¿enamorarse?... ¿Por qué Kyoko seguía siendo tan romántica para hablar de ciertas cosas?
- ¡Moko-san!- exclamó Kyoko quejándose por la actitud de su amiga. – ¿Por qué te ríes cuando hablo sobre el amor?
Kanae respiro hondo y se sentó en la cama. –lo que pasa es, que, tu idea de amor es muy distinta de la mía… mo, Kyoko, de seguro que no te esperas esto, pero, comenzare contándote todo desde el principio.- le explico a su amiga, sabiendo que Kyoko se llevaría una gran sorpresa.
Kyoko asintió y, aun recostada, presto atención a cada palabra de Kanae.
hace seis año, luego de que nos graduáramos de Love Me, yo decidí quedarme en la empresa y trabajar como actriz profesional. Me asignaron una manager y los trabajos empezaron a llover como la tormenta que hubo hoy en la tarde. Simplemente no sabía que escoger; era demasiado para mi… Pase los días vagando y pensando cual sería mi mejor decisión. Mi manager era una novata, una mujer recién ingresada al mundo del espectáculo y no se sentía capacitada para escoger por mí; a pesar de que llore muchas veces para que lo hiciera, ella siempre me decía que yo era quien debía escoger.
La última vez que le pedí ayuda a mi manager, ella se molesto y me dejo sola en la cafetería, donde estábamos conversando. Cualquiera se hubiera molestado y yo la entendía, ella también tenía trabajo que hacer y no podía quedarse solo conmigo, una chica que, ni siquiera, le daba un trabajo estable. En ese momento sabia que la mujer terminaría pidiendo la renuncia si yo no tomaba pronto una decisión de trabajo…. Cualquiera lo hubiera hecho.
Saque, de mi bolso, una carpeta que tenía todos los contratos y los extendí sobre la mesa. –¿Cuál debería escoger?- murmure y cerré los ojos dejando salir un gran suspiro.
– ¿Kotonami-san?- escuche la voz de un hombre y abrí mis ojos para encontrarme con el rostro de Yashiro Yukihito a solo unos centímetros del mío. –Qué alivio, pensé que te sentías mal…- exhaló el hombre, separándose de mí y sonriendo. Realmente su rostro expresaba un sentimiento de alivio. Sonreí.
–Buenas tarde Yashiro-san.- dije suavemente e incline un poco mi cabeza para hacer el saludo.
– Valla, veo que tienes muchos contratos que revisar.- dijo observando los papeles que tenia esparcidos sobre la mesa. Yo asentí de acuerdo, pero, no sé qué tipo de cara puse porque Yashiro me sonrió con cariño. – Por tu cara, Kotonami-san, solo puedo pensar en que necesitas ayuda….- comento y se sentó, en el puesto que antes había sido ocupado por mi manager, frente a mí. –veamos… - comento y recogió todos los papeles que yo había esparcido, cuidadosamente, intentando que pareciera algún tipo de estrategia militar. Los ojeo y luego los dividió medio a medios. – Estos, son una broma de trabajos, y estos otros pueden cambiar radicalmente el estilo de tu vida.-
Sonreí, apoye mi cabeza sobre mi mano y mi codo sobre el borde de la mesa. Me tome la frente y cerré los ojos aliviada. No sabía si llorar o reír de alegría. ¿Tan fácil era seleccionar los trabajos?
– Kotonami-san, ¿te sientes bien?- pregunto Yashiro preocupado al ver cómo me apoyaba en mi brazo.
–Sí, si…- dije y luego solté un suspiro. –Es solo que… - levente mi cara y sonreí agradecida. – en menos de un minuto has hecho lo que yo he intentado en estas dos semanas…
Mi héroe, Yashiro Yukihito era mi héroe…
-Kya! ¿¡Entonces Yashiro-san es quien se ha ganado tu corazón?! Moko-san, que felicidad, de seguro Ren no se imagina que su amigo y manager a estado saliendo contigo.
-Kyoko, por favor, no interrumpas mi relato.
-Pero, Moko-san…
-Antes… ¿has dicho Ren?... ¿Kyoko, hay algo…?
-Ne! Moko-san... mejor continúa con tu relato ¿sí?
Mi héroe, Yashiro Yukihito era mi héroe…
-bueno, ya tengo que irme.- dijo el hombre y se puso de pie para despedirse con una dogesa. –Espera, Yashiro-san… ¿podrías ayudarme a escoger cual es el mejor?- pedí y el hombre me sonrió para luego soltar un suspiro. –me encantaría, pero, tengo que recoger a Ren en la estación de televisión. – explico y yo asentí bajando la cabeza algo desilusionada. –Pero, si quieres mañana podemos ver aquello.- comento señalando los contratos
Levante mi mirada y sonreí incrédula. Sabía que: bajar la cabeza desilusionada lograba doblegar la voluntad de cualquier hombre, pero, jamás creí que los colocara en un estado de "estupidez". Era imposible ver lo de mis contratos mañana, porque era domingo y nadie, pero realmente nadie, trabaja los domingos en LME; esa fue una de las razones por la que me decidí quedarme en la empresa. – Yashiro-san, ¿no querrás decir el lunes?- pregunte y el hombre pareció despertar de algún tipo de hechizo o encanto.
– No, prefiero que sea mañana- dijo y su celular empezó a vibrar dentro de su bolsillo, apurando la respuesta que debía darme, seguramente, con mayor sutileza. – te invito a comer en la tarde, ahí aprovechamos de revisar cada uno de los contratos que son buenas ofertas.- explico y yo asentí encantada. No sé porque estaba encantada, pero, lo estaba. – bien, entones nos vemos mañana Kotonami-san. – dijo saliendo rápidamente del lugar y yo me quede mirando embobada el lugar por donde él había salido. ¿Por qué lo hice? No sé, pero, cuando desperté de aquel maldito hechizo, mi energía subió hasta las nubes y empecé a maldecirme por tener aquella actitud. ¿Desde cuándo la elegante y fría Kotonami Kanae, como me destacaban los medios faranduleros, aceptaba invitaciones a comer de un hombre cualquiera?
-Pero Moko-san… Yashiro-san no es un hombre cualquiera.
-Eso fue lo mismo que me respondí en aquel momento, porque Yashiro era más que cualquier hombre, Yashiro era mi héroe. Sin darme cuenta… mi corazón había empezado a latir un poco más rápido.
-¡Kya! ¡Moko-san! ¡Eso se llama amor!
-¡Espera!, no te hagas ilusiones… mi corazón solo empezó a latir un poco más rápido, …solo un poquito…
yo también quiero un ¡heroe! bueno, como pueden ver... este es un fic protagonizado por la sensual actriz pelinegra, llamada kanae kotonami, en donde nos contará (realmente le cuenta a kyoko) lo que han significado esos ultimo seis años de vida; donde conoció una especie de "experiencia amorosa"...
~~fin del reporte~~ besitos, bombones y nos leemos... antes, eso, si... ¿que piensan? ¿estará bien que kanae le cuente esas experiencias a kyoko?
~~bye bye~~
