Hola!! Bueno lo prometido es deuda asi que aqui esta de nuevo el fic con el nuevo nombre y ya editado, como saben los personajes son de J.K Rowling, y ya sin mas preambulos aqui esta la historia.


Capitulo.1

Una madrugada de sábado en el colegio Hogwarts, Hermione Granger estaba sentada en la sala común de Gryffindor, tenía los ojos llorosos, su cuerpo temblaba y miraba fijamente al fuego, pensaba solo en una persona, una noche y en las consecuencias que había traído esa noche. Entonces recordó.

"Estaba en el vagón de los prefectos hablando con Ron y con su gato Crookshanks sobre sus pernas, al entrar uno de los prefectos al vagón Crookshanks salta de sus piernas y sale por la puerta, Hermione inmediatamente sale detrás de el. Cuando lo logra acorralar escucha unos pasos tranquilos detrás de ella y después una voz de la persona que menos quería ver.

Vaya, vaya Granger, hasta tu gato huye de ti — dijo el chico a la Gryffindor

Hermione decidió ignorarlo

¿acaso tu gato te comió la lengua? Porque si fue así que mal gusto tiene.

No perderé el tiempo contigo así que tu y tu hedor muévanse de mi camino — le dijo Hermione tomando a su gato y caminando para alejarse de él.

Draco, al escuchar la ofensa de la Gryffindor la amenazo con su varita.

Malfoy, que demo… — fue interrumpida por un apagón y, después, sintió como el tren frenaba de repente. La puerta de un compartimiento se abrió y ambos chicos cayeron dentro."

La castaña sintió una lagrima recorrer su rostro ante aquel recuerdo y empezó a llorar descontroladamente, sabia que no debía llorar ahí pero tampoco quería ir a su habitación y despertar a Parvati y Lavender.

— ¿Hermione? — escucho la voz de la más pequeña de los Weasley.

La Gryffindor no respondió, solo trato de limpiarse las lagrima de los ojos

—Hermione, ¿me estas escuchando?

—Claro Ginny, ¿dime que necesitas?

— ¿Qué haces aquí?

—Me dio un poco de hambre, así que bajé a la cocina, luego tuve que ir al baño.

— ¿Y porque los ojos llorosos? Estuviste llorando otra vez ¿verdad?

Hermione solo asintió y volvió a llorar, tenia que dejar toda esa preocupación y tristeza que tenia.

—Herms, relájate y ya no llores, todo saldrá bien lo prometo.

Ella se quedo pensando, entonces sintió unos brazos rodearla y el apoyo de su amiga en ellos, se relajo y sonrió.

—Gracias Ginny, voy a dormir que tengo mucho sueño, por favor, me despiertas para cuando nos vayamos.

—Claro, que duermas bien. — Suspiró Ginny, preocupada por la testarudez de su amiga.

La castaña subió a su dormitorio tratando de no pensar en el recuerdo que la atormentaba, así se recostó y se dejo llevar en los brazos de Morfeo.


Había pasado un mes desde su "pequeña aventura" con Hermione Granger, todo había pasado tan deprisa que ninguno se dio cuenta de lo que hacia hasta que ya fue demasiado tarde.

"Caminaba por los pasillos del expreso de Hogwarts con la típica sonrisa de superioridad, ya que era uno de los prefectos cuando vio a una chica hincada, al parecer, acababa de acorrala a su gato que se había escapado.

Vaya, vaya Granger, hasta tu gato huye de ti — dijo.

Pero la chica no hizo caso a su comentario.

¿acaso tu gato te comió la lengua? Porque si así fue que mal gusto tiene.

No perderé el tiempo contigo así que tu y tu hedor muévanse de mi camino — le dijo la Gryffindor levantándose, tomando a su gato y caminando para alejarse de él.

Draco, al escuchas la ofensa de la Gryffindors decidió amenazarla con su varita.

Malfoy, que demo… — fue interrumpida por un apagón y, después, sintió como el tren frenaba de repente. La puerta de un compartimiento se abrió y ambos chicos cayeron dentro.

La Gryffindor cayó encima de Draco y este aprovechando la oportunidad dijo.

¿Estas cómoda Granger?

Ella se quito tan rápido como pudo y se alejo de el.

Nuestro rubio platino se acercó a la puerta, pero esta estaba atorada.

Genial, no puedo abrir la maldita puerta — se quejó

Hermione se acercó también, pero tampoco pudo abrirla. Luego buscó su varita y no la encontró. Draco buscó la de él pero recordó que al caer la perdió.

Es tú culpa que estemos aquí encerrados, Granger — le gritó Malfoy.

¿Mi culpa?, si tú no me hubieras amenazado con tu varita no la hubieras perdido

Sí, pero ¿en dónde está la tuya?

La Gryffindor recordó haberla dejado en el vagón de prefectos, pero no pensaba decírselo a Malfoy, sabia que si se lo decía se burlaría de ella todo el rato en que estuvieran ahí encerrados.

Ese es mi problema, Malfoy

Draco sonrió con su típica sonrisa de lado y se dio la media vuelta dando le la espalda a su enemiga, se fue a sentar al otro lado del vagón y voltio a ver a Hermione que estaba parada frente a la ventana, con la luz de la luna reflejándose en ella, su capa esta puesta sobre el asiento así que podía ver perfectamente su cuerpo, vio sus perfectas curvas, sus hermosas piernas y supo lo que quería.

Llevaba tiempo diciéndole a Blaise, su mejor amigo, que la morena le parecía muy guapa, pero no quería acercarse, no porque fuera una Gryffindor o una sangre sucia, sino por que sus padres siempre le decían que cuidara el apellido Malfoy. Pero esa vez estaba solo con ella, nadie lo veía, así que se acerco sin que ella se diera cuenta y susurro en su oído.

Bueno, Granger, parece que estaremos un buen rato tú y yo solos.

Ella al sentir la cercanía de Draco se giro rápidamente y vio esos hermosos ojos grises en los que se perdió inmediatamente.

Más te vale que te alejes, Malfoy— amenazó Hermione, un poco nerviosa.

¿Y qué si no lo hago? — Le retó, acorralándola y colocando su brazo sobre la pared, lo que los dejaba en una posición muy comprometedora. — ¿Le dirás al pobretón de Weasley o al cara rajada de Potter que te hice algo?

Malfoy, de verdad, aléjate— sólo terminar la frase, el Slytherin la tomó del mentón, la miro por un momento, examinando cada parte de su rostro, sintió unas ganas inmensas de besarla se acerco mas y sintió su respiración, recordó que era una sangre sucia, pero no le importo, así que la besó. Ella le respondió el beso con un poco de miedo, después rodeo el cuello del chico con sus brazos y el la tomo de la cintura acercándola más a él.

Mientras tanto el gato de Hermione estaba del otro de la puerta arañándola, tratando de llamar la atención.

Antes de que se dieran cuenta, Draco ya no tenía puesta la camisa; la Gryffindor le besaba el cuello con desesperación y Hermione estaba siendo desesperadamente desprendida de su ropa.

Y así la siguió besando hasta que ambos quedaron dormidos, en un vagón del tren."

Draco sonrió ante el recuerdo, tuvo lo que quería y lo demás le daba igual, de cualquier manera, solo era una sangre sucia, algo que según el se desechaba fácilmente.

— ¿Draco? — Preguntó la voz de una chica — ¿ya despertaste?

—Sí, ¿a qué hora nos vamos a Hogsmeade? — peguntó desde su cama.

—Mmm… no estoy segura, pero yo te digo

—Gracias, Pansy — dijo con una sonrisa.

Pansy se había vuelto su novia después de llegar al colegio, a el le parecía útil, le complacía con lo que quería y eso era suficiente, por un rato.


Unas horas más tarde los alumnos del colegio estaban camino a Hogsmeade, Hermione se veía demasiado enferma, sus amigos insistieron en quedarse con ella hasta que se sintiera mejor, pero ella se negó.

— Hermione, ¿Estas segura que no quieres quedarte?

—Ginny, ya les dije, me siento bien, solo necesito salir de los terrenos de Hogwarts

—Si tú dices—Respondió Ron.

Siguieron caminando hasta llegar a la tienda de quidditch en la que Harry y Ron entraron dejando a Ginny y a Hermione solas.

—Ginny, ¿Quieres ir a las tres escobas?

—Claro vamos, se me antojo una cerveza de mantequilla.

Las dos amigas estuvieron el resto de la tarde juntas, hasta que la profesora McGonagall llama a Ginny y esta deja sola a Hermione, esta decidió esperarla fuera en donde se encontró con Luna.

—Hola Luna, ¿qué haces?

—Voy a Honeydukes, ¿me acompañas?

—Es que estoy esperando a Ginny, esta hablando con la profesora McGonagall.

—Pues yo no la veo con ella.

Hermione volteo a ver a McGonagall sin Ginny, entonces se giro a ver a Luna, le sonrió y caminaron a la tienda de caramelos. Estuvieron un rato ahí luego Hermione, con el pretexto de ir en busca de Ginny se despidió y se fue ya que comenzaba a sentirse muy mareada y con ganas de vomitar.


Caminaba por una de las tranquilas calles de Hogsmeade, aún estaba pensando en el recuerdo que tuvo esa mañana, cuando chocó con una chica.

—Granger, te ves horrible—Se burló el Slytherin.

— No tengo tiempo para tus estupideces Malfoyle respondió la Gryffindor con un ligero tono verde en su rostro.

Draco la ignoró — ¿QuéGranger, la comadreja de Weasley te beso? porque no se te ve nada bien, o si, así eres de nacimiento.

—Cállate Malfoy y quítate de mi camino.

—Pero que humor, bien ya me quito antes de que me vomites encima. — respondió Draco siguiendo su camino en busca de Pansy, Crabb y Goyle.

Diez minutos mas tarde…

— ¡Draco!grito una niña.

La examinó un momento, era de cabello rizado color café chocolate al igual que sus ojos, alta y delgada, un poco menos pálida que el, entonces recordó quien era.

—Hola Cristin— saludo con su típica sonrisa de lado.

— ¿Quieres ir a las tres escobas conmigo? —preguntó abanicando los ojos.

—No gracias linda, tengo que buscar a Crabb y Goyle.

—Por favor rogó Cristinseguro sobrevivirán.

—Mmm… no lo creo, tu sabes como son de idiotas, mejor los busco—dijo el rubio platino, dejando a la niña parada detrás de el.


Hermione ya no soportaba más tenia que estar con el o decirle a alguien lo que sentía, por que pensaba que ya había aburrido a Ginny con sus problemas, entonces recordó a un chico que conoció hacia cuatro años, en el torneo de los tres magos, así que tuvo la idea de enviarle una carta diciendo lo que ocurría y pidiéndole un consejo.

—Hermione te he estado buscando, la profesora McGonagall dice que ya es hora de regresar al colegio.

—Claro Ginny, vamos—respondió a su amiga.

Durante el camino a Hogwarts, Ginny y Hermione no pudieron hablar ya que la "interesante" platica de Harry y Ron acerca de quidditch, las mantuvo extremadamente ocupadas.

Ya en la sala común de Gryffindor, Hermione Granger escribía una carta dirigida a su amigo Víctor Krum.

Querido Víctor.

Hola, ¿Cómo esta todo por halla?, aquí estamos muy bien, Harry y Ginny al fin están juntos, Fred y George dejaron la escuela hace dos años y Ron, bueno ya sabes como es, siempre cuidando a Ginny, claro que ahora esta un poco ocupado con su novia Lavender Brown, una chica de nuestra casa.

Yo, bueno, estoy bien, tratando de sobrevivir, ya que inicie un poco mal el curso, un poco "enferma" y de hecho, de eso quisiera hablarte, desde que llegue a Hogwarts este año, me he sentido un poco extraña, Ginny me dijo que fuera a ver a Madam Pomfrey, hace unas semanas que fui, aun no puedo creer lo que dijo y la verdad no se si estar triste, feliz, preocupada o asustada, además como le diría a Draco Malfoy (seguro te acuerdas del rubio platino que siempre molestaba), si no me quería solo por ser sangre sucia, imagínate ahora que estoy embarazada y cuando se entere que es de el, será lo pero del mundo.

Por favor ayúdame, dime cual seria la mejor forma de decírselo.

Besos.

Hermione Jean Granger.

Después de leerla un par de veces mas decidió enviarla, salió de la sala y se encaminó a la lechuzeria "¿Seria bueno decirle a los chicos que tengo, quizás me podrían ayudar?" pensaba la niña cuando un globo con agua le cayó en la cabeza.

— ¡Peeves!—le grito la niña al pequeño fantasma.

—Oh, la pequeña Gryffindor esta toda mojada—se burlo el espectro y desapareció por una pared.

Hermione siguió caminando agradeciendo el haber puesto un hechizo "impervious" en el sobre de la carta. Al llegar a la lechuzeria busco a Hedwig, la lechuza blanca que Harry le había prestado. Una vez ya encontrada la lechuza, hato la carta en su pata y le dijo.

—Bien Hedwig, llévale esta carta a Víctor Krum, lo mas pronto posible— la llevo a la ventana y la vio irse, se quedo en la ventana hasta que la perdió completamente de vista.

—Así que… ¿Otra vez le envías carta a Krum? —pregunto la familiar voz de Draco Malfoy.

Hermione no se movió de la ventana pero le dijo. —No es tu problema Malfoy.

—Si es cierto, pero ¿De verdad crees que perderá su tiempo contigo?, esta muy ocupado con entrenar y esas cosas, no creo que seas lo suficientemente importante.

Hermione se quedo allí parada con los ojos llorosos, pero no solo por lo que le había dicho Draco, también porque le dolía el verlo frente a ella y no poder decirle nada de su bebe, porque no podía correr a sus brazos o sentir sus dulces labios, por el miedo a lo que el le dijera o lo que pensara.

— ¿Draco? — Se escucho la voz de una niña— ¿Qué haces aquí? —Pansy Parkinson estaba en la puerta.

—Solo vine a enviar unas cartas a mi familia—dijo tomándola de la cintura y dándole un apasionado beso y mirando de reojo a Hermione, que se había girado frente a el y tenia los ojos cerrados y caían lagrimas sin parar, mientras se abrazaba a si mista y sentía un dolor que le atravesaba el pecho.

La Gryffindor abrió los ojos lentamente y limpio las lagrimas que aun quedaban en sus ojos, camino directo a la puerta sin mirar a los dos Slytherin, salió de la habitación, bajo corriendo las escaleras, salió del edificio, corrió bajo un árbol frente al lago y comenzó a llorar. Entonces a lo lejos vio a Harry y a Ginny, que la miraban preocupados, entonces vio como Ginny salía corriendo hacia donde ella estaba.

—Hermione, ¿Qué tienes? —pregunto preocupada.

—Ginny, lo vi en la lechuzeria. — le respondió la niña entre sollozos.

—Hermione, ¿Qué te pasa, porque lloras? — se asusto Harry cuando llego al lado de su novia y de su amiga.

—Es una historia muy larga.

—Bueno, tenemos tiempo.

Ginny y Hermione le contaron toda la historia de Draco y la castaña, todo lo del expreso y la lechuzeria.

—Déjenme ver si les entendí, estas embarazada de Malfoy y tienes miedo.

Ambas niñas asintieron.

—Bueno, la verdad no se que decirte, ya que Malfoy y yo somos enemigos, pero sabes que cuentas con migo.

—Gracias Harry.

—Ya esta oscureciendo, será mejor que entremos al castillo. —dijo Ginny.

—Yo me quedare a aquí un rato.

—No te quedes tanto, comenzara a refrescar, y nuestro sobrino no puede sentir tanto el frio.

—Que gracioso Harry, no me quedare tanto, solo quiero pensar.

Draco estaba patrullando los pasillos de la escuela en su papel como prefecto, luego escucha unos pasos lentos que se acercan.

— ¡Granger¡ ¿Qué haces fuera de tu sala en común?

Hermione lo ignoro y se siguió de largo, Draco la tomo del brazo lastimándola.

— ¿Qué rayos te pasa?, por si no lo sabias aun no están tarde y además soy una prefecta, así que puedo esta fuera. —dijo la niña quietándose de su agarre.

El Slytherin dio unos pasos asía ella, mientras la niña trataba de alejarse de el.

— ¿Qué te pasa Granger, me tienes miedo?

—No— trato de decir con voz fuerte y segura, pero en su lugar sonó débil y temblorosa.

Draco sonrió y se acerco mas a la niña dejándola acorralada entre la pared y el.

—Oh Granger ¿no te habrás olvidado tas fácilmente de lo que paso en el tren, o si?— pregunto con una sonrisa picara, pero esta vez Hermione estaba lista y lo amenazo con su varita.

—Aléjate Malfoy, un paso más y no me importa usar una maldición imperdonable.

La sonrisa de Draco desapareció.

—Vete a tu sala y mas vale que no te vea fuera de ella— dijo alejándose.

Ginny Weasley estaba sentada junto a una ventana, la única luz que se veía era la de la chimenea "Hermione en donde estas" pensaba con nerviosismo.

—Ginny, creí que ya estabas dormida.

—Mmm… quise esperarte, para hablar contigo.

—Bueno pues dime.

—Pues, Harry y yo estuvimos hablando y pensamos que es buena idea decirle a Ron que estas embarazada.

—Sinceramente Ginny, no creo que sea una buena idea decirle a Ron, sabes como es de sobre protector y puede exagerar mucho las cosas o quizás enfadarse tanto que me mataría.

—Bueno, solo era una sugerencia, de cualquier manera, si lo piensas bien, es como si el no tuviera ya suficientes problemas.

— ¿A que te refieres?

—Bueno pues, ha tenido algunos problemas con su novia, y en el equipo de quiddich tampoco le va muy bien.

—Bueno, supongo que no necesita mas problemas, y nosotras necesitamos dormir.

—Si, buenas noches Hermione, buenas noches bebe. —dijo Ginny dándole unas ligeras palmaditas a la pancita de Hermione.

El Domingo Hermione tenia la esperanza de recibir la cata de Krum, lo que ocasionaba una gran ola de nervios y preocupaciones para Ginny.

"Que es lo que pasa, necesito saber la respuesta" pensaba la Gryffindor.

—Hermione relájate, tanto estrés le hará daño al bebé —le aconsejo su amiga—la carta no llegara tan pronto, quizás mañana o pasado o en una semana.

—Si lo se, pero no puedo tranquilizarme.

—Tranquilízate, seguro que todo se arreglara pronto, y cuando Malfoy se entere de que estas embarazada, seguro que dejara al instante a Parkinson.

—No lo se Ginny, pero mientras eso pasa, ¿Por qué no me acompañas con Madame Pomfrey? Tengo que ir por una medicina.

— ¡Claro yo también tengo que estar al pendiente de mi sobrino! —dijo riendo.

Salieron de la biblioteca muy felices hablando del bebé, cuidando que nadie las escuchara.

— ¿Y que nombre piensas ponerle?

—Mmm… no estoy muy segura, si es niña me gustaría que se llamara Alice, Juliet o Emma y si es niño Alexander, Robert o Bryan.

—Me gusta Alice y Robert.

—Si podría ser.

—Oye Hermione, ¿Qué se siente estar embarazada? —pregunto cuidando que nadie estuviera cerca.

—Pues… no se como decirte, es algo realmente hermoso, me siento casi completa.

— ¿Casi completa?

—Si, me gustaría que su papá supiera de el… ¡Peeves! —gritó Hermione al ver al pequeño fantasma salir detrás de una estatua.

—Así que la pequeña Gryffindor esta embarazada—dijo con una risa y atravesando una pared.

A Hermione casi se le para el corazón al darse cuenta de que el fantasma sabia de su embarazo y voltio a ver inmediatamente a Ginny, esta ultima con cara de susto trato de tranquilizarla diciendo.

—Tranquila Hermione, seguro que no dirá nada, pero si llega a decir algo… obviamente nadie le creerá.

—Si eso espero.

Llegaron a la enfermería, con Hermione aun en shock, Madame Pomfrey ya las esperaba y con una cálida sonrisa las saludo.

—Aquí tienes Granger, esto te servirá para que tu bebé crezca sano. —le dio un frasco con un liquido color rosa chicle.

—Gracias Madame Pomfrey—le sonrió y se fue seguida por Ginny.

Caminaron en silencio cada una pensando en sus asuntos "Ojala que nadie le crea a Peeves que Hermione esta embarazada, aun no puedo creer que Malfoy sea el padre de ese bebé y no lo entiendo ¿Malfoy con Hermione? el de verdad que no me agrada para ella, pero debo apoyarla."

Hermione pensaba en Draco y Pansy, ella y su bebé "¿Pansy, porque ella? ¿Qué acaso no se da cuenta de la clase de mujer que es ella? Pero eso por el momento no importa, solo me importa el que mi bebe este bien y el apoyo de mis amigos."

Llegaron al retrato de la Señora Gorda, ella se les quedo viendo esperado la contraseña, pero como ninguna dijo nada ella pregunto.

— ¿Contraseña?

—Lilium—respondió distraída Hermione.

El retrato se abrió y pudieron entrar, se acercaron a sus amigos que estaban sentados enfrente de la chimenea, Hermione se sentó al lado de Ron y Ginny en las piernas de Harry, este ultimo miro nervioso a Ron y tomo la mano de Ginny.

—Hermione, te ves mejor, mas linda.

—Gracias Ron.

— ¡Won-Won! —Grito Lavender— ¡Aquí estas corazón!

Ron puso cara de "ayúdenme" mientras su alocada novia lo abrazaba.

Pasaron varias horas platicando, leyendo y soportando a Lavender pero al final Harry dijo —Creo que es hora de cenar.

—Si, vamos ¿Hermione?—hablo Ginny.

—Si, los acompaño, ¿Ron…—miro a su amigo que estaba muy ocupado besando a Lavender, se rio de el y siguió a sus amigos.

Entraron al comedor y lo primero que capto su atención fue la mesa de Slytherin y a Pansy dándole una galleta en la boca a Draco.

— ¿Te sientes bien Hermione?

—Si Harry, gracias.

Le sonrió a su compañero y comenzaron a cenar, pasaron veinte minutos y apareció Ron y Lavender en la puerta se sentaron y comieron con ellos, Hermione se sentía demasiado triste y no quería arruinarles la cena a sus amigos, así que después de muchas preguntas por parte de Harry y Ginny de cómo se sentía decidió irse.

—Saben que yo ya me siento muy cansada, buenas noches.

—Buenas noches Hermione—se despidieron todos a la vez.

Salió y se topo con la persona a la que menos quería ver, Pansy Parkinson frente a frente con su mirada prepotente sobre ella.

—Fíjate por donde vas Granger.

—No me molestes Parkinson que no tengo tiempo para ti.

—Que bien, porque tampoco tengo el tiempo para ti.

—No deberías estar con tu novio o algo así Parkinson.

—Cierto.

Pansy paso por un lado y se sentó junto a Draco, el la abrazo y miro así la puerta en donde se encontró con la mirada triste de cierta Gryffindor. Hermione se dio media vuelta, sintió que algo le quemaba en el pecho pero siguió caminando sin mirar atrás, llego al retrato de la señora gorda, dijo la contraseña y entro, todo el lugar estaba vacio, subió a su habitación se cambio con su pijama, después se fue a su cama y dejo que el llanto se apoderara de ella, no sabia porque, pero últimamente le daba por llorar muy seguido y eso le molestaba, después de mucho llorar comenzó a sentir que los ojos, cansados de tanto llorar, se cerraban y lo único que pudo hacer fue pensar.

"voy a salir de esta, eh salido de coas peores, todo se arreglara pronto"

Y con un último recuerdo del viaje en el expreso de Hogwarts, en el que había quedado embarazada, se dejo llevar en los brazos se Morfeo.


¿Que les parecio? espero que les haya gustado, ¿Que nombre les gustaria para el bebe? acepto preguntas, sugerencias, comentarios y criticas, no me enojo.

pronto bendra el siguiente capitulo, nos leemos pronto!!

Fatii-Cullen-Mlafoy.