Vuelvo a la carga esta vez con una secuela de "todo por un minuto" espero que os guste. Esto va dedicado a todos aquellos que me dijeron que siguiera con la historia, me inspiraron!!!
"Cuando todo cambia"
El cielo estaba despejado, una solitaria nube blanca como el algodón lo cruzaba, él la miraba tirado sobre la hierba algo soñoliento, buscaba la forma que pudiera tener, el sol le daba directamente en los ojos, pero apenas la molestaba.
Repentinamente algo se interpuso entre el sol y él pues dejo de notar su calor en la cara. Miró a su alrededor y pudo ver la silueta de alguien familiar mirándole seriamente.
-¿Qué quieres hermanito?- se sentó sobre la hierba y miró sonriente al recién llegado.
-¿Qué hacías ahí tirado como un animal?- le dijo sin dejar que una simple sonrisa asomara su rostro,- te he buscado un buen rato.
Finalmente se sentó junto a un árbol y sacudió su roja cabellera dejándole ese aire alborotado de siempre,
-¿Para que me buscabas?- ahora el tono del chico era como mínimo molesto, se puso en pie y se sentó de nuevo pero esta vez apoyado en el árbol donde se cobijaba el pelirrojo.
-Solo quería verte,- afirmo este, aunque su tono no era demasiado creíble,- ¿acaso no soy tu hermano mayor?
-Si, el mismo que lleva casi dos años sin venir a verme…
Era cierto, hacía ya casi dos años que todo había vuelvo a la normalidad, bueno, todo no, desde entonces él vivía allí, en mitad del bosque, sin apenas contacto con nadie, y todo gracias a la genial idea de su "querido" hermano mayor.
-No puedo dejar la aldea por mucho tiempo, no después de lo que paso.
Ahora era el hermano mayor el que hablaba con un extraño tono de melancolía.
-¿Acaso extrañas ese tiempo en el que te volvieron a considerar el chico malo?
-No… definitivamente no lo extraño…- tardó un tanto en pronunciar su respuesta,- lo que si extraño es tener la libertad que tenía hace ya algunos años…
-No hablemos de libertad, soy yo el que esta aquí en el bosque, en la libertad más absoluta, y a la vez tan encerrado como si de un pajarito se tratase.
El pelirrojo le miró tristemente, sus perfilados ojos estaban cristalinos, parecía que algo le aterraba, o tal vez simplemente estaba triste por algo.
-Hermano, ¿paso algo con Hinata-san tal vez?
-Takeru… por que siempre que vengo el tema acaba siendo ella…
-¿Siempre?... si vinieras tal vez lo sería, pero contéstame.
-En parte si es ella, en parte soy yo, en parte es este sitio, en parte lo es todo…
-No es tu costumbre decir las cosas claramente ¿no?- Takeru se tumbó ya cansado de estar en aquella incómoda posición,- tienes ya 21 años y aun no aprendiste a hablar sin dar rodeos, eres tan crio como la última vez, cuando no podías plantarle cara a esa joven chica.
-…
-Lo ves, has venido aquí por algo y no me lo dices, así no podré hacer nada, de modo que vete si vas a seguir así.
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-Naruto-kun ¿Dónde vas?
-Solo… voy a entrenar, ya sabes, en el bosque es donde mejor se entrena Ino.
-Vale, pero chico, deberías dejar un poco ese entrenamiento intensivo, y buscarte un novia de una vez, supongo que algún día te presentare a alguien y así dejaras de darnos la lata a Shino y a mí.
-Ok,- el chico se alejo de la rubia con un simple movimiento de mano, se dirigió al bosque cargado con una bolsa con ramen.
-Oye Takeru, ¿te apetece comer antes de ponernos a…?- apenas había llegado al claro donde tenía el chico su pequeña casa y ya le estaba hablando a voces, pues esperaba alguna de las típicas bromas de su compañero de entremientos.
-Hola Naruto…- una voz fría y muy familiar salió de detrás de un árbol.
-Eto… hola Gaara-sama, ¿Cómo es que estas aquí?
-Que bien que ustedes dos se conozcan, así me ahorro presentaciones incómodas.
La vez de Takeru salió de la rama de un árbol cercano.
-Por cierto Naruto, nunca me ha venido mejor un tazón de ramen, aunque este frío.
El muchacho se acercó a Naruto y le arrebató la bolsa, se sentó en la rama de un árbol cercano y comenzó a comer rápidamente.
-Naruto, hoy me gustaría hablar con Takeru, si te fueras me harías un gran favor.
El aludido miró con mala cara a Gaara, aunque se llevaban bien y eran buenos amigos, le molestaba que hiciera esas cosas.
-Lo siento Gaara-sama- dijo dandole ironía al titulo,- pero había quedado con Naruto-kun y no contigo, de modo que tu eres el que tiene que irse o bien esperar.
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-Soy mayor padre, lo suficientemente madura como para saber lo que hago, y soy lo suficientemente mayor como para irme de casa y que me dejes actuar por mi cuenta ya, estoy cansada de ser la niña chica y mimada, padre.
La chica le gritaba a su padre desde la puerta de su casa, con lágrimas en los ojos tras la fuerte discusión de esa mañana.
-¡Déjame vivir mi vida!, y deja de intentar llevarla por donde tu quieres que valla.
-Pero Hinata, hija mia… yo hago esto por que es lo mejor para ti. No te conviene ese niñato, ni te conviene irte allí.
-Padre, no es ningún niñato, el me quiere y yo le quiero. Llevo años discutiendo eso contigo y aún no lo entiendes. Olvida de una vez su pasado y piensa en mí, en mi futuro y en que me haría feliz, ¿acaso no deseas ver feliz a tu hija?
La chica ya se giraba para salir de su casa, llevaba una ligera bolsa al hombro, como si hubiera metido dos cosas de manera apresurada.
-Hinata te prohíbo que cruces esa puerta, y te prohíbo que te cases con ese niño.
-¡Padre! Ya no somos niños, ya deberías haber asimilado que he crecido, ya soy mayor de edad y soy madura, ya se que es lo que me conviene hacer.
La chica salió de su casa y sin volver la vista atrás salió por la puerta principal sin apenas contener las lágrimas que asomaban tímidas.
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-Gaara, ¿me vas a decir a que has venido de una vez o no?
-Te hubiera dicho antes, pero te has puesto a discutir y a entrenar.
Gaara seguía sentado en el mismo sitio pacientemente, ahora que los chicos habían hecho un descanso para el almuerzo volvía a intentar hablar con su hermanastro.
-Pues ahora no te voy a interrumpir, así que dilo de una vez…
-Takeru, me voy a casar con Hinata, y se va a venir a la aldea de la arena finalmente, y me preguntaba si quería venir a la boda como mi hermano para… para de ese modo poder quedarte ya en la aldea tranquilo.
Takeru y Naruto se miraron asombrados, era cierto que llevaban mucho tiempo juntos, pero Naruto, como amigo de Hinata, sabía que el padre de ella siempre se había negado a ese noviazgo, pero lo que más asombraba a ambos era que Gaara estuviera diciendo todo aquello.
-Gaara, después de todo este tiempo ¿piensas que voy a volver allí como si nada?, ese ya no es mi lugar, yo ya no tengo lugar…
Naruto parecía realmente molesto por aquella conversación, él había acompañado a Takeru desde que este se instaló allí, era un buen compañero de entrenamientos y un buen amigo, él sabía que había pasado cuando apareció de improviso en la aldea y todo lo que se había liado.
-Además Gaara,- dijo sin dejar que su hermano hablara- ¿no te sentirias incomodo si yo estuviera en el mismo lugar que Hinata de nuevo?, por lo que parece ella también ha estado muy ocupada desde hace mucho tiempo, no la he visto por aquí, ni cuando tu venias.
Gaara miró al suelo, era cierto, Hinata no había ido… por algo muy sencillo, Gaara había puesto mil excusas para que ella no fuera, y ni siquiera le había dicho donde estaba.
-Si no ha venido será… -Takeru le miró de reojo enojado,- no se por que será ¿vale? Pero tu siempre le has agradado, no le va a molestar… Takeru,- esta vez era él, el que le miraba casi implorante.- tienes que venir, al fin y al cabo eres mi hermano pequeño, ¿no?
-Lo siento, yo no soy hermano de nadie que este aquí, lo siento pero tendré que pedirte que te vallas.
Gaara se puso en pie a la vez que Takeru, se miraron unos segundos.
-Solo te iba a decir que fueras allí con Hinata, al fin y al cabo ella tendrá que ir sola.
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-¡Ino! ¿Has visto a Naruto hoy?
Hinata corrió hacia su amiga.
-Hinata, ¿Qué te pasa? ¿Dónde vas?
La chica le miro preocupada, aún tenía los ojos llorosos.
-Es solo… me he peleado con mi padre y me voy, busco a Naruto, porque Gaara me dijo que lo buscara a él hoy.
-Naruto se fue al bosque esta mañana y cuando va no vuelve hasta que anochece.
-Bueno me voy al bosque, gracias Ino, yo lo sabré encontrar.
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-Gaara, ¿Cómo ha ido la cosa?- Temari salió de algún sitio del bosque cuando Gaara pasó por allí.
-No hay forma, no viene, pero ya no me importa, solo espero que a Hinata le haya ido mejor con su padre…
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Miraba a un lado y a otro, no veía nada incluso con el byakugan.
Siguió corriendo un rato, ya estaba cansada y la tarde avanzaba rápido.
De pronto vio algo, eran dos, uno de ellos era Naruto… el otro… un viejo conocido.
Apuntes: wenas, espero que si os vais a leer esto sea porque mi otra historia os gusto. Yo me animé a escribirlo por vuestros comentarios, es como… una segunda parte, una parte que se centra un poco menos en la historia de Gaara e Hinata tal vez, pero que aún así va a seguir con ellos P
Espero que os guste igual que la otra
Muchos saludos, visitos & hugs
