Hola, bueno, éste fic es participante del reto ''Cuando uno más uno no hacen dos'' del foro DexHolders del Prof. Oak (Link en mi perfil).

Disclaimer: Pokémon ni sus personajes me pertenecen, son de Satoshi Tajiri y de Game Freak.

Advertencias: Pos... nada... supongo.

En la alta montaña

Él entrenando, ella mirándolo. Ambos en el Monte Plateado, había una razón para eso...

Silver se encontraba en el Monte Plateado, entrenando, quería volverse más fuerte, como Red. Desde que luchó con Gold y fue derrotado, se impuso el ser más fuerte. Llevaba horas y horas entrenando, pero no se rendiría, no, éno era así. Casi al punto de desfallecer, vio a una pequeña persona de cabello rubio subiendo y acercarse a él, lo único que vio antes de caer inconsciente fue que ella pasaba su brazo por su cuello y lo llevaba a una cueva de ahí.

Despertó unas horas más, en la cueva, en una bolsa para dormir, miró a su lado y vio a la chica, recostada en otra bolsa junto a él. No pudo evitar sonrojarse a verla. Lentamente la chica abrió los ojos y lo saludó con un tierno "Hola"

—Hola...— le devolvió el saludo aún con el sonrojo, por lo cual miró a otro lado para ocultarlo —¿Por qué viniste?

—Quería darte algo— sacó del bolso que traía, que él ni había notado, una pequeña caja —Feliz navidad... atrasada— Cierto, era 26 de diciembre, había pasado navidad y su cumpleaños entrenando. Bueno, debía admitir que fue un lindo detalle que le haya traído un regalo —Oh, y feliz cumpleaños... atrasado también, jeje— se rascó la nuca y rió nerviosa.

Silver tomó el regalo y le agradeció. De nuevo, volvió a sonrojarse. Salió de la bolsa de dormir y la dobló para guardarla en el bolso de Yellow.

Al cabo de unos minutos, estaba todo ordenado, por lo que el pelirrojo se atrevió a decir —Deberías irte...— La chica lo miró molesta, era raro ver s la siempre alegre y pasiva Yellow, molesta —Digo... no me malentiendas, deben estar preocupados por tí...

—Tienes razón— le interrumpió —, vamos.

—No iré, debo seguir entrenando— de nuevo la mirada molesta y el sonrojo.

—Entonces me quedo contigo, podrías enfermarte. No quiero que te pase nada malo— se cruzó de brazos en forma autoritaria. Dentro de un minuto más o menos, se dio cuenta de lo que dijo y se puso tan roja como el cabello de su acompañante —Digo... bueno, eres mi amigo...

Con ambos jóvenes sonrojados mirándose a los ojos, Silver decidió hablar para romper la tensión —Quédate si quieres, yo seguiré entrenando— se dio media vuleta y salió de la cueva...

Pasaron los días, él entrenaba, ella lo veía, estuvieron hasta después de año nuevo en la montaña. Cada vez que estaba con ella, Silver se sonrojaba, al mismo tiempo que no estaba con ella, se sentía solo, pero no por estar en la cima de una montaña nevada que no va nadie, sino por no tenerla. Pasado el tiempo, decidió que había entrenado lo suficiente, decidió bajar, acompañado de Yellow, obviamente.

La acompañó hasta Kanto para que fuera a Viridian city, el hogar de ambos... sintió una nostalgia al regresar a ese lugar, bueno, da igual eso ahora —Bien— dijo el chico —, gracias por todo, Yellow. Debo ir a retar a Gold— le sonrió levemente —Nos vemos— cuando se estaba por ir, ella lo sujetó del brazo.

—Quiero ver tu batalla— ambos se miraron y sonrieron.

...

Ver a Gold festejar junto a sus amigos le hizo sonreír. No supo por qué, pero se dejó perder. Miró a su lado y vio a Yellow, con la mirada triste, fija en él, desaprobando su derrota.

...

Volvía a estar ahí, en la montaña, entrenando, con la misma intensidad que la vez anterior. Pudo ver una cabellera rubia subiendo, sonrió. Tal vez vuelva a luchar con Gold... y talvez vuelva a perder para subir ahí nuevamente, y así, estar con ella solos... en la alta montaña.