Aclaraciones: Primero, Naruto no me pretenece y blahblahblah, pero la idea del fanfic es totalmente mía. Segundo, no he estado al tanto del manga, a decir verdad lo dejé hace mucho, por ello está basado en la primera temporada. Tercero, ojalá no hayan olvidado mis anteriores drabbles, porque aquí traigo otro x9.
No es que quisiera besarlo
No es que quisiera besarlo, no, no era eso. Sólo que su hipnotizante y delicioso aliento a ramen lo llamaba… lo llamaba a devorarlo.
—Oye idiota, estás muy cerca —dijo de repente el moreno, internamente incómodo por la intensa mirada que el rubio dirigía a sus labios; pero, claro, él se mostraba molesto.
—¡No, no lo estoy! ¡Tú lo estás! —le contradijo aun sabiendo que no tenía la razón, por lo cual su ya sonrojado rostro ardió incluso más.
—No, tú lo estás —gruñó y lo alejó por el hombro.
Estaban en el puesto de ramen al que Naruto era asiduo. Sasuke increíblemente había accedido a consumir un poco de ese fideo excesivamente condimentado que tanto le gustaba al idiota de su compañero. Se puede decir que fue por aquella última discusión que tuvieron en la cual el Uchiha insultaba cruelmente el aliento del rubio, pero éste se defendió (inútilmente, por cierto) argumentando que era el olor del ramen, su delicioso ramen. El moreno sólo aceptó probarlo porque le irritaba de sobremanera oírle gritar sandeces en medio de la calle.
Volviendo al presente; lo ocurrido momentos atrás (es decir, completa invasión del espacio personal de un antisocial) no era algo que había previsto, su intención inicial fue robarle un poco de ramen al moreno (se había quedado sin dinero para comprarse otro; maldijo mentalmente a Sasuke por eso), pero fue atraído, inevitablemente, a sus hermosos labios cubiertos con sopa y un poco de especia.
—De todas formas —comenzó Naruto intentando olvidar lo anterior—; ¿qué tal? ¿Te gustó? —preguntó visiblemente emocionado. Al momento en que éste hizo la pregunta el otro chico se acercó a su rostro sin razón alguna, pues tarde se dio cuenta de la poca distancia.
—¿Sa-Sasuke? —intentó llamar su atención, pero estaba igual de sorprendido que él.
Al mirar a aquellos transparentes ojos azules sintió como si algo se liberara, su mente quedo en blanco y su rostro subió ligeramente de temperatura; todo ello afloraba en un sentimiento grato que duró sólo unos segundos. Enseguida se tornó a un estado de alerta, pendiente de que nadie los viera... ¡sin embargo no estaban haciendo nada comprometedor! No debía preocuparse, se supone.
No podía, o más bien, no quería alejarse. Sentía que debía hacer algo; Naruto tampoco reaccionaba. Una idea surcó en su cabeza, ni tiempo le dio a planteársela correctamente, ya que imágenes le reemplazaron: sus labios rozando los otros con suavidad y parsimonia, marcándolos. No supo el porqué, en ese momento, no le desagradó la idea; esperaba creer que era la edad o una simple confusión de sentimientos.
La punta de su nariz rozó la otra en una caricia prescindible. Entreabrió los labios, haciendo que el rubio temblara de ansiedad.
—Naruto —comenzó—..., el ramen es un asco.
