I. UNA DUCHA BIEN FRÍA

Después de meses y meses navegando por el mar, la tripulación del Sombrero de Paja había llegado a una pequeña isla, donde pararon sin pensárselo. El Log Pose tardaría una semana en cargarse, así que todos los nakamas se lo tomaron con tranquilidad.

Sanji decidió ir a comprar comida, Nami le había dado bastante dinero, así que no desaprovecharía la ocasión y salió corriendo del Sunny, a comprar la mejor carne y el mejor pescado.

Otro hombre de la tripulación, Zoro, había decidido ir a dar una vuelta por el pueblo. No necesitaba nada en especial, pero si encontraba algo para sus katanas, no iba a desaprovechar el dinero que le había dado Nami. Esta vez la pelirroja había sido realmente generosa.

Por otra parte, Ussop y Franky se fueron juntos. El tirador necesitaba algo de pólvora para sus ataques y Franky necesitaba algunos cañones y balas para las nuevas armas del Sunny, como más o menos necesitaban lo mismo, decidieron juntar el dinero. Ciertamente, Nami había sido muy generosa.

Robin también había decidido ir a dar una vuelta por el pueblo. Después de lo sucedido en Ennies Loby su relación con todos los nakamas había ido en aumento, incluso demasiado con alguno de ellos.

Por su parte, Nami y Chopper habían decidido comprar algo de ropa y renovar su vestuario. La pelirroja sabía que una semana daba para muchas compras, así que había decidido doblar la paga de todos sus nakamas.

Nuestro capitán favorito se encontraba solo en el Sunny, no tenía ganas de caminar. Decidió ir a darse una ducha fría. En aquel pueblo hacía mucho calor. Se despojó de su ropa y cogió una camiseta roja, estaba un poco cansado de su habitual chaleco, y unos pantalones negros, piratas como siempre. Gracias a que Robin le había ayudado a ordenar su escasa ropa, lo tenía todo como recién planchado.

Dejó su sombrero encima de la ropa doblada y se dirigió a las duchas. Éstas eran mucho más grandes que las del Going Merry. Se puso debajo de una de ellas y abrió el grifo del agua fría. La dejó caer sobre su cabello azabache. El agua resbalaba por su cara, llegando al pecho. Todos los pelos se le pusieron de punta al sentir el contacto del agua fría. Cerró los ojos. Pensó.

Hacía mucho que se había alejado de las personas que más quería, que le habían visto crecer, pero lo hizo para conocer a más gente, a personas que quería mucho más. Pero lo más importante es que la había conocido. Había conocido a una mujer que le quitaba el sueño, una mujer que cuando le tocaba, todos sus pelos se le ponían de punta.

Nunca olvidaría aquel día que la liberó, aquel día que le agradeció todo lo que había hecho por ella, sin saber cual era el verdadero motivo. El capitán sabía que esa mujer estaba muy lejos de su alcance, pero se conformaba viéndola feliz, sonriendo… Con esa sonrisa tan bonita que tenía, con ese cabello, esas manos, sus bien formados pechos, su…

Luffy abrió los ojos de golpe. Se había dejado llevar, como tantos otros días. Decidió salir de la ducha. Sabía que su enamorada se había ido al pueblo, había pensado en acompañarla, pero no quería que sus nakamas pensasen nada extraño.

Cuando finalmente se vistió, fue a ponerse su sombrero. No estaba. ¡¿Dónde estaba su sombrero? En el barco no había nadie que pudiese robárselo… ¿o si? El capitán subió a cubierta, estaba desesperado, ese sombrero, obsequio de uno de sus mejores amigos, lo era todo para él, se asustó de verdad.

Cuando finalmente subió a cubierta, lo vio, pero no estaba en el suelo, ni roto… Lo llevaba puesto alguien. Esa mujer por la que suspiraba todos los días llevaba puesto su sombrero. Estaba sentada, con un pantalón negro pirata. Llevaba una camiseta de tirantes de color azul, con un escote bastante vistoso, por el cual babeaba nuestro querido capitán. Era tan hermosa… y además llevaba puesto su sombrero.

La chica rió, ese sonido fue como el tintineo de una campana para Luffy.

-Sólo quería gastarte una broma –dijo la chica mientras esbozaba una sonrisa.

¡Hasta aquí por ahora!
¿Qué os parece? Me encantaría saber vuestra opinión :)

Dentro de poco, la segunda parte (si me dejais!).