DISCLAIMER: No creo que haya necesidad de volverlo a poner pero por si acaso este fic no atenta contra ningún copyright u otras restricciones propias de los autores. Es solo un fic de un fan para fans.
Resumen: Shuichi y Yuki viven en la época del Shogunato, en Kyoto. Hay muchos problemas acerca de las tierras y varios samurais. Muchas rebeliones. Intentos de asesinato y hasta persecuciones por muchas familias relacionadas al Shogun. ¿Qué sucederá con nuestros lindos personajes en esta antigua y voraz época?
YSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYS
CAPITULO 1 : Shindo Shuichi
Hace tanto pero tanto calor que cada poro de mi piel está sudando. Hemos estado viajando por mas de 6 horas bajo este intenso sol. Desde que salimos de casa, Yuki no ha dejado de ejecutar los pedidos del Shogun. No sé cuantos días mas vamos a estar viajando de esta manera. Deseo regresar cuanto antes a nuestro hogar en Kyoto. Estoy harto de este estúpido carruaje.
"Shuichi, espérame aquí y POR FAVOR, no vayas a bajar".
Aún no entiendo su sobre protección. Desde que nos casamos (ya hace unos 5 años y medio), no permite que salga o camine solo por los alrededores de la casa. Sé que el puesto que ocupa es importante pero también necesito mi libertad, un poco de aire.
Sé perfectamente que cuando estoy con Yuki es como estar en el paraíso. Estar entre sus brazos, ver el cielo tan hermoso. Para mi es como volver a nacer y no dejar de hacerlo porque él es quien me da ese aliento de vida. Lo amo tanto.
"Ahh! me olvidaba de algo...estaré de regreso en el carruaje en dos horas como mucho".
Piensa a caso que me quedaré sentado con este calor y con esta ropa por dos MALDITAS horas?. Creo que el calor le afectó un poco el cerebro a mi amorcito.
"Yuki...no estarás hablando en serio...tengo mucho calor y deseo bajar y estirar un poco las piernas...sii?".
Yuki volvió a mirarme. Sus ojos tenían una mirada fría, parece que no le gustó la idea. "Shu...que parte de NO QUIERO QUE SALGAS NO ENTENDISTE?". Me asustó un poco su actitud. No dije nada y asentí con la cabeza. "Sin embargo, puedo hacer una excepción esta vez...Kasuka, Yimasashi y Kyota...acompañen a Shindo-san a dar una vuelta y los quiero de regreso antes que vuelva...entendido?".
Yuki siempre me hace feliz. No pude contener mi alegría (como siempre) y lo abracé. "Muchas gracias Yuki...no sabes cuanto te lo agradezco". Yuki acarició mi espalda y le dió un beso suave y tierno a mi mejilla. "Sé que he estado muy nervioso y te he descuidado mucho amor, te juro que esta será la última revisión que hago y regresaremos a Kyoto para tu cumpleaños".
Le di otro abrazo y así lo deje ir.
"Bueno señores...esta vez deseo ir por las calles mas concurridas de este pueblo". Los guardianes de Yuki eran altos, mucho más altos que mi esposo. Eso no quiere decir que no sepa pelear. Yuki fue Samurai del Shogun, su predilecto. Peleó por muchos años y conquistó muchas tierras. El Shogun lo trata como si fuera su propio hijo, es por eso que le dio el puesto que tiene actualmente...Procurador de sus tierras.
Tan pronto llegamos a la primera calle, vimos que estaba desolada.
"Señor...preferiría que regresara al carruaje y se quedara allí, no me gusta nada esta lugar". A más altos, mas miedosos. Que tiene de malo un día con mucho sol a las 10 de la mañana, y que las calles estén desiertas como un cementerio?
"No seas miedoso que ya me estás contagiando...caminemos un poco mas, seguro estamos a las afueras de la ciudad". Después de media hora de caminata, me di con la sorpresa que no había nadie, que estaba desolado, que no había ni un alma (ESO ESPERO!).
"Shindo-san...quiera o no quiera mi señor...vamos a tener que regresar, yo estoy a cargo de su seguridad". Si no fuera porque Yuki le dio eso que él dice, ya lo hubiera matado con mi Kumagoro Beam. "Está bien Kasuka...estoy un poco cansado y creo que ya va hacer hora de regresar".
Mientras volvíamos escuchamos unos sollozos que venían de una casa. Yimasashi y Kyota fueron a ver por los alrededores. Kasuka se quedo conmigo lejos de la casa. Cuando regresaron tenían una cara de espanto como si hubieran visto.. "Muertos...todos aqui están muertos Kasuka...tenemos que salir de aquí...quieren matar a todos los que están de lado del Shogun". Di un paso hacia atrás...piensan matar al Shogun y si matan al Shogun...pueden hacerlo con...
"Como lo sabes Kyota?". Él sacó un papel con claves de samurais fugitivos. Ya se había escuchado de esto. Que hay personas que desean derrocar a nuestro señor, pero no sabía que esto iba a llegar. "Todo está escrito aquí...Yuki-sama puede comprobarlo, las antiguas claves son su fuerte, el las creo"
"Yimasashi...lleva a Shindo-san al carruaje, y si puedes llévatelo sobre tus hombros, utiliza los árboles, haz lo que sea para que no te alcancen, sé que están por aquí...los siento". Antes que pudiera replicar Yimasashi me levantó sobre sus brazos y subió a unos árboles cerca a la casa. "No te detengas hasta que Yuki-sama los vea".
"Kasuka...kasuka...date prisa". Kyota corrió por detrás de la casa y Kasuka lo siguió.
Mientras pasábamos por los árboles, escuché que los sollozos eran más fuertes. De pronto vi algo que me dejó helado. "Yimasashi...bájame, no me puedes llevar donde Yuki...mira!".
Yimasashi se detuvo y vimos ambos el horror de una masacre. Dos cuerpos sostenidos por unos palos estaban mirando al sol, la sangre ya negra por el calor y los buitres comiendo lo que quedaba de la piel de la cara y los brazos. Pero lo que rompió mi corazón en dos fue ver a un pequeño niño llorando amargamente frente a estos cuerpos y en sus brazos otro niño, aún más pequeño.
"Por Kami-sama, no podemos dejar a los niños con ellos...morirán como ellos". Yimasashi no se movía. No se percató que lágrimas corrían por mis ojos, que mi corazón estaba siendo destrozado por ese dolor tan grande. "No creo que sea prudente". Traté de zafarme de él, pero no podía." Al diablo la prudencia, esos niños van a MORIR, no entiendes?...pueden matarlos como lo hicieron con sus padres". Yimasashi bajó del árbol. Miró si era seguro y me dejó de pie cerca a una piedra. "No se mueva Shindo-san, voy a recoger a los niños y me los llevo con usted al carruaje".
Yimasashi corrió, tomó a los niños, me levantó nuevamente y en menos de 8 minutos llegamos al carruaje.
Al minuto, saqué agua y comida, ropas frescas y preparé una cama pequeña en el carruaje para los niños. Ambos estaban llenos de sangre y con muchas heridas. El bebé estaba deshidratado, el mayor lloraba mucho y parecía que no había comida en días.
Kasuka y Kyota llegaron a los 10 minutos. Vieron a los niños y me ayudaron (porque los obligué) a lavarlos en el río. El mayor no quería soltar al menor y lo único que hicimos fue bañarlos a ambos.
Darles de comer y hacer que durmieran no fue tan difícil pero yo estaba exhausto. Dejé abierta la puerta del carruaje y me recosté cerca de los niños. Ambos se veían tan lindos en sus nuevas ropitas (son mias pero no son tan grandes). Al mayor le acaricié los cabellos marrones antes que durmiera. Sus ojos azules eran como el mar, tan claros y profundos, sus piel bronceada por el sol tenía heridas y sus manos estaban tan altratadas, como si hubiera trabajado la tierra. Aproximadamente debe tener 4 a 5 años de edad y aún no lo he escuchado hablar. Debe tene miedo. Yo lo tendría en su lugar.
Mientras que el pequeñin era una monada de bebé. Sus ojos eran como los mios, violetas claros y sus cabellos marrones eran tan suaves como los de su hermano. Creo que son hermanos porque se parecen tanto. Sus manitas no estaban tan maltratadas porque era un bebé y por darle alguna edad, creo que tiene 4 meses comparando con los otros bebés de mi familia.
El mayor dejó, por el cansancio, al bebé en mi brazos y yo lo guardé cuidadosamente entre los míos, junto a mi pecho mientras yo también cerraba mis ojos.
YSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYS
"Todos muertos Yuki-sama"
"Todo indica que ya empieza"
Mmmhmm. Escuché voces y parece que son los guardias con Yuki. Estiré un brazo y vi si el otro niño estaba bien y lo noté durmiendo tranquilo. El bebé seguía durmiendo. Pobre.
"No creo que llegue esto hasta el Shogun"
"No lo crees Kyota?...a tus 23 años no sabes lo que pasa?...francamente"
Shogun?...que pasa?
"Kasuka...no es tiempo de esto...no quiero que él lo sepa...entendieron?"
Saber...no saber que?. Me levanté un poco y el bebé empezó a llorar. Lo tomé entre mis brazos y su hermano se asustó también.
"Él está bien...sólo que no SÉ LO QUE QUIERE". El bebé seguía llorando, su boquita abierta y su carita toda roja. Lo acune contra mi pecho. Y ni con eso se conformaba.
"Shuichi...que ruido es ese?" Yuki estaba en la puerta del carruaje, con una cara de asombro, pocos amigos y de querer matar a alguien.
"Es que yo..yo.. Yuki". Yuki levantó la mano y guardé silencio.
"Shu...se que es el ruido de un bebe...no soy tan tonto para no darme cuenta pero...que hace un niño y un bebe en nuestro carruaje?". Bueno, creo que le tengo que contar.
"Y así fue Yuki". Yuki me miraba incrédulo y miraba al niño y luego al bebé que seguía llorando. "Es muy noble de tu parte Shu pero crees que podrás tener a estos niños?...no son juguetes Shu". Puse al bebé en mi hombro y el otro niño jugaba con el para tratar de animarlo a que se calle.
"Ya sé que no son juguetes amor...eso ya lo sé, sólo que...". De pronto el bebé dejo de llorar. Su hermano le había dado una bolita de miel y lo estaba lamiendo. Estaba con hambre.
"Sólo que?...Shu!...tu sabes que...". No pude contener las lágrimas y dejé al bebé con su hermano, salí del carruaje y me quedé mirando el río por unos minutos.
"No me gusta verte llorar...te lo prometí o no?...que cuando nos casáramos ibas a sonreír siempre y que nunca ibas a llorar nuevamente". Me dejé recostar sobre su pecho. Sus brazos me rodearon y sentí como el viento me ayudaba a aminorar mi pena.
"Yuki!...se que tu deseas algo, tener algo tuyo...y se que nunca me lo vas a pedir ni me lo vas a decir. Se que me amas demasiado para pedírmelo pero se que lo deseas tanto como yo". Con una de sus manos me tomó por la cintura y me colocó frente a él. "No Shu!...olvida eso...tu eres lo único que quiero en la vida, eres todo para mi...me sacaste de la oscuridad en la que vivía...no necesito nada mas". Me alejé de él. Sé que es verdad todo lo que me dijo pero...
"Yuki...la verdad es que...". Con una mano cubrió mis labios. "No lo digas...no lo digas". Eso me enfureció. No tiene porque ocultarme lo que siente, no tiene porque. "Tengo que decirlo es la verdad...Yo...no te puedo dar un hijo!".
Yuki bajó la mirada y no dijo nada. Yo lo tomé de las manos y con eso me abrazó. "Cuando me casé contigo Shu, acepté todo, lo bueno y lo malo, la salud y la enfermedad, el honor y el desprecio y hasta lo que nunca podríamos tener...todo eso lo acepté contigo, no necesito mas...no necesitamos mas amor". Yuki...
"Sé que tu corazón ansía tener un hijo, tuyo, de tu sangre. A quien le puedas enseñar a leer, a pelear con la espada, a amarnos y respetarnos, a ser como tu. Nunca me di cuenta que había sido un egoísta, al haberte quitado la posibilidad de ser padre".
"Shuichi!...nunca dije que quería tener un hijo...yo". Ya no digas más Yuki...
"No mientas Yuki. Te escuché unas semanas antes de nuestra boda. Hablaste con el mismo Shogun. El te dijo que estaba feliz por ambos pero que no había ni iba a haber nadie quien siguiera tu linaje...tu te quedaste de pie y luego las lágrimas rodaron por tus mejillas. Le dijiste al Shogun que amarías tenerlo pero nunca arriesgarías a perderme por un niño que no sea concebido de mi vientre...DI AHORA QUE NO LO DIJISTE". Mis lágrimas no dejaban que viera bien y mi cabeza seguía recordando ese episodio tan amargo en mi vida. No puedo hacerlo..darle un hijo.
"Lo dije...es verdad...yo deseaba tener un hijo pero cuando te conocí me di cuenta que ese sueño tenía que morir por ti. Ese sueño no era real, pero tu Shu..". Me abrazó y me dio un beso en la frente, "eres real, parte de mi mundo, ese niño no existe. Te amo a ti, lo sabes". Caí de rodillas junto con él y mi pena. Todo tan grande y tan pesado.
"Si tan sólo pudiera darte uno...un bebé tan hermoso, que tuviera tus ojos color ambar, tus labios, tan perfectos, que sea tan valiente. Me sentiría orgulloso de él, como lo estoy contigo". Oculté mi rostro entre su cuello y su hombro y mis lágrimas no dejaban de rodar. "Quiero que nazca algo de mi, quiero darte eso...pero...no...puedo". Lloré, como cuando mi madre y padre murieron. Como en el día en que nos casamos, como ahora al recordar mi frustración. "Nunca seremos padres".
Yuki me levantó y me cargó hasta el carruaje. Me senté en los asientos y vi que los niños estaban durmiendo. Acaricié sus cabellos y sus pequeñas manos. Ambos son tan lindos y tan indefensos y tan... "Nuestros...estos niños van a ser nuestros". Miré a Yuki. él estaba en la puerta mirándolos y su mirada no era la fría mirada que suele dar cuando está pensando algo sino era un mirada dulce y paternal...no puede ser...yo...seré... "Yuki...no estarás diciendo esto en serio amor". Limpié mis lagrimas y vi que el se sentó junto a mi. Tomó mis manos y me dio un beso. "No dudes de mi amor...estos niños serán nuestros hijos ahora. No hay padres ni familiares. Al parecer todos en este pueblo están muertos y al ser así, los reclamo como míos. Ahora son Uesugi y son de mi sangre y de mi carne..", Me dio otro beso y colocó una de sus manos sobre mi vientre, "...y aquí se formaron y los diste a luz y me los entregaste, a cada uno, sobre mis brazos...", Mis lágrimas caían, no lo podía creer. Yuki, oh! Yuki, "...me dijiste que eran míos, que los hicimos con amor y que eran nuestros para siempre...siempre Shu!".
Cogí una de sus mejillas. Me quedé atrapado en sus profundos ojos y en sus labios. No pude hacer más. Me entregué a un beso más de él, mas profundo, mas hermoso...ese día nos había hecho padres.
CONTINUARÁ :)
YSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYSYS
N/A: Espero que les haya gustado mucho este fic. Es el primero y espero que sean muchos mas. Manden reviews con criticas o con halagos o con cualquier cosa que deseen. Siempre es bueno saberlo, seria muy alentador. Gracias amigos míos!
Manden lo que sientan.
Vero-chan
