Los personajes de esta historia, lamentablemente, no me pertenecen.

Espero que les guste.

--

Él lo sabía.

Lo supo muchísimo antes de que él lo supiera.

Lo veía en sus ojos. Lo veía en su mirada preocupada cada vez que hacía alguna idiotez, o en cada pastilla que ingería por hora.

Era demasiado obvio, hasta para un niño autista, pero no para él.

O tal vez sí era demasiado obvio. Tal vez simplemente lo hacía a propósito. Tal vez...

Tal vez simplemente lo ignoraba.

Tal vez, y sólo tal vez, es la primera vez que House estaba equivocado, y el precio a pagar costaría demasiado para él, pero al fin del día, ¿qué es una vida sin riesgos?

Pero de algo estaba seguro, bastante seguro, y es que o su mejor amigo se sentía atraído sexualmente por él (porque es imposible que sentimentalmente lo esté, pero hablamos de James, quién sabe), o estaba a punto de romper su amistad de años con algo realmente absurdo para él pero muy importante para su amigo.

Cualquiera de las dos, sonaba mejor que la primera posibilidad que le vino a la mente después de verlo actuar raro unos minutos (posible muerte de alguien cercano, posible muerte de él, posible nuevo amorío que no es él y que lo alejará durante un buen tiempo).

Por lo tanto, House estaba decidido.

House iba a resolver el maldito caso de James Wilson (aunque antes unas cervezas con vicodín no suenan tan mal).