*Pesadilla*
Despertó agitado, con la cara bañada en sudor y la respiración a mil. Volteo donde su compañero, quien al escuchar el grito que profirió al despertar, despertó también, alarmado de que algo malo le hubiera sucedido.
-Hidan, ven aquí – le hace un pequeño espacio en su cama. Va donde se le indico, tiene miedo después de todo.
-Ahora dime, ¿Qué paso? – rodea el pequeño cuerpo junto a él con un solo brazo y lo apega a su pecho.
-Solo fue…una pesadilla, descuida – esconde su cara en el pecho del administrador.
-Hidan, tu nunca tienes pesadillas y jamás te he visto así. ¿Qué soñaste como para que te vieras tan débil?
-Nada, en serio, puedes volver a dormir.
-Venga, dímelo – le toma del mentón y lo obliga a verle a los ojos.- Dime.
-Esque.. Soñé que a ti te asesinaban, mataban a tus corazones, uno por uno y a mi… me enterraban vivo – cierra sus ojos, las imágenes fueron muy vividas, casi reales.
-Je, tranquilo – lo atrae mas a su pecho.- Ni tu ni yo podemos morir, no hay que preocuparse de eso, te lo prometo.
-Kakuzu – se tira a su cuello y entierra la cara en el.
El moreno sintió como algo calido y húmedo bajaba por su cuello, unos suaves gemiditos salían de la boca del menor.
-No llores – lo abraza y le susurra cosas al oído.- Aquí estoy – acaricia la albina cabeza y reparte besos en la misma. Le acurruca en su pecho.
Al poco rato el mismo Hidan recupera el sueño, ya que su amado Kakuzu le dio consuelo de su sueño.
Esa noche, así como varias antes de esa, el moreno velo el sueño del albino. Si se intranquilizaba, el moreno volvía a susurrar cosas a su oído para que se relajara y durmiera de nuevo.
Eso se me ocurrió por que una vez también tuve una pesadilla, que ahora no recuerdo, pero lo malo es que no tengo quien me consuele T///T mis papas ya estaban dormidos y no tengo hermanos T//////T.
Me consoló el perro.
Espero les aya gustado.
