Higurashi no Naku Koro ni Kai: P&F
Introducción
Este documento es para resolver las teorías y dudas planteadas en el anterior: Higurashi no Naku Koro ni: P&F. Nuevamente, no es un crossover con Higurashi.
Este documento será dividido en Arcos, tal como Higurashi Kai, salvo el primer capítulo que no corresponde a ningún arco, pero podría decirse que es un epílogo al Arco del Asesinato por Maldición de la historia anterior. Los nombres de los arcos serán dados en inglés y español ya que Phineas y Ferb es una serie americana.
Antes de empezar a leer este, deben haber leído Higurashi no Naku Koro Ni: P&F, porque si no, no entenderán mucho. Dicho esto, comencemos.
Epílogo del Arco del Asesinato por Maldición
Reunión
(Hospital Psiquiátrico Greystone Park / New Jersey - Año 2020)
11 años han pasado ya desde aquel fatídico verano de 2009 en el que se dio la maldición de Oyashiro-sama y la fuga de gas del Lago Barbafea. Algunos creen que esa fue la maldición. Nadie lo sabe… todos los que sabrían algo murieron asfixiados por los gases tóxicos llevados por las tuberías.
Salvo uno… Bufford.
El pobre bravucón había sido encontrado en un canal de distribución de agua y cuando despertó no coordinaba bien. Balbuceaba y tenía síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático. Fue ingresado inmediatamente al Hospital Psiquiátrico Greystone Park donde se le intentó curar de los extraños acontecimientos.
Un periodista llamado Richard, estaba con la viva necesidad de saber que pasó ese día en Danville. Su familia entera había muerto y él se salvó porque estaba con sus abuelos en Los Ángeles.
Quería saber la verdad… y sólo la verdad. Había viajado desde Los Ángeles hasta New Jersey, al otro extremo del país… sólo para hablar con Bufford.
Finalmente, después de investigarlo y averiguarlo supo que estaba en el Hospital Psiquiátrico Greystone Park. Al final podría hablar con uno de los supervivientes.
- Puedes hablarle – dijo el médico en Jefe – Pero no lo alteres… ha estado con medicinas…
- Entendido – dijo Richard al entrar al Pabellón donde estaría Bufford.
- Aquí lo tienes – dijo el médico en Jefe.
Richard se sorprendió al entrar en la habitación-celda de Bufford. Eso no era normal… el chico que antes era el abusón del barrio estaba quebrado.
- Cuéntame Bufford lo que pasó…
- Yo no… puedo decirlo con exactitud… todos mis amigos… desaparecieron…
- ¿Acaso fue una fuga de gas?
- ¡No fue ninguna fuga de gas! – respondió Bufford – Eso fue algo más… primero mataron a mi querido Biff... y luego asesinaron de la peor manera a Django… y a Ferb.
- Hubieron dos chicos que decían estaban en la zona llamados Thaddeus y Thor. ¿Sabes algo de ellos?
Bufford se asustó. ¿Acaso sabrían del crimen? No era posible… los enterró en las afuera de la ciudad… Isabella lo ayudó.
- No… no sé nada… de lo que les sucedió.
- Bueno, pues he de decirte que en esa ciudad ese fue el detonante de los extraños hechos anteriores. La Maldición de Oyashiro-sama….
- ¡Eso no fue la maldición de Oyashiro-sama! – gritó Bufford – ¿Porqué murieron todos entonces? ¿Porqué mis amigos…? ¿Por qué Biff?
- En lo referente al lago Barbafea, fue la explicación oficial de la muerte del área suburbana. El gobierno lo selló con aluminio que le compró a una empresa llamada Doofenshmirtz Aluminum Siding Inc, que le proveyó el aluminio suficiente. ¿Sabes algo?
- No lo sé… - respondió Bufford – Biff…
- ¡¿Qué demonios fue lo que pasó ese día en Danville?! – gritó Richard - ¡Estoy seguro que eso no fue una fuga de gas! Esa empresa antes tenía el nombre de Doofenshmirtz Evil Incorporated. ¿Acaso orquestaron todo esto? Sería un plan diabólico…
- No sé de qué me habla… no conozco esa empresa…
- Ya no hay manera de seguirle el rastro… - dijo Richard – Cerró hacia 6 años y su fundador vive en algún lugar disfrutando de su pensión.
- Sólo quiero que sepas… - dijo Bufford – Que aunque nada de eso parecía normal… tenía una explicación…
- Dímela…
- ¿Porqué simplemente no desaparecen todos… y se mueren? ¡Jajajajaja! ¡Jajajajajaja!
Richard salió de la habitación-celda de Bufford. No le había sido de ayuda. Más bien algo ocultaba ese chico y el remordimiento lo había vuelto loco. ¿Por perder a su pez Biff? Claro que no… había hecho algo peor.
- Chico idiota… - murmuró Richard – No hay manera de aclarar este misterio…
Y saliendo decepcionado, se fue del Psiquiátrico. Buscaría otra historia…
