Los Gryffindor
La cerrada y fría noche estaba concluyendo con el reflejo de los primeros rayos de sol sobre la escasa vegetación de aquel páramo; era un lugar de escasa población con algunas granjas que distaban entre si y un pequeño pueblo uno dos o tres kilómetros al norte.
En ese lugar vivía una familia de magos. En ese instante Nola, una mujer de unos 25 años se levantaba de la cama pese a no haber descansado bien aquella noche, se dirigió a la habitación de sus hijos, pero no estos quiso entrar, pues estos estaban profundamente dormidos. Posteriormente tomo rumbo de la cocina para preparar el desayuno de su familia.
- No deberías haberte levantado – dijo la voz de un hombre – todavía se te ve muy fatigada – añadió con preocupación.
Nola se sobresalto.
- Me has asustado Godric
Él sonrío, se acerco a ella y la observó detenidamente. La verdad es que se la veía paliducha, hacía poco que había salido de una enfermedad y parecía que no estaba del todo recuperada.
- Deberías volver a la cama, yo me encargare de la casa
- Estoy harta de estar en la cama, además estoy bien.
Godric arqueó la ceja y la tomo en brazos.
-¿Qué haces? ¡bájame!
- Te llevo de nuevo a la habitación donde te quedaras hasta que te recuperes.
Una vez en la habitación, la tumbó en la cama y la arropo. Al ir a darle un beso noto que estaba caliente y sudorosa además de apreciar con mayor precisión las ojeras que presentaba al no poder dormir bien.
- Ahora te traigo el desayuno.
En cuanto preparo el desayuno se lo llevo a su esposa, estaba realmente preocupado por el estado de salud de esta, por lo que tomo la derterminación de ir a la aldea a buscar al médico. Despertó a sus hijos y les sirvió el desayuno.
- Lancerot – le dijo al mayor – quédate con tu madre y tu hermano.
- ¿Y tu a donde vas?
- A por un médico.
Dicho esto, se dirigió al establo, ató los caballos al carruaje y se fue al pueblo.
Una vez en la aldea toco a la puerta del médico local.
- Disculpe doctor, no lo molestaría a estas horas pero lo necesito con urgencia, mi esposa esta peor, ¿Podría venir a hacerle una visita?
- Claro señor Gryffindor, faltaría más. Ahora agarro mi maletín.
Desgraciadamente para Godric Gryffindor, su esposa murió a los tres días.
(* * *)
Había pasado un mes de la muerte de Nola, y Godric no podía seguir adelante, todo lo le recordaba a ella y le causaba un gran dolor. Un día fue el médico a ver como se encontraba y al verlo en ese estado de ánimo tan deprimido le recomendó que cambiase de aires; Godric después de analizarlo detenidamente decidió que lo mejor sería marcharse de allí.
Entrada la noche preparo sus maletas, tomo un pergamino y una pluma y escribió lo siguiente:
Hola lengua de serpiente¿Cómo estas? Espero que bien. Se que hace mucho tiempo que no nos ponemos en contacto pero supongo que ya te habrás enterado de todo.
He decidido partir se viaje hacia el norte junto con mis hijos Lancerot y Gabriel. ¿Podría ser que nos encontráramos un algún punto a mitad del camino? Creo que ha llegado el momento de llevar a cabo el proyecto que prometimos realizar hace unos años.
Godric Gryffindor.
En cuanto termino de escribir la carta cogió la lechuza que tenia en su despacho, le ato la carta a la pata y soltó la lechuza observando como emprendía su vuelo perdiéndose en la noche.
Al dia siguiente apenas había amanecido entro en la habitación de sus retoños y en cuanto los despertó les dijo:
- Recoged todas vuestras pertenencias, nos marchamos.
