Estúpida, estúpida, estúpida...-se repetía una y otra vez Kagome mientras corría desesperada al pozo para llegar a su mundo.

Otra vez sin quererlo los había visto juntos, y sin poderlo evitar sentía como su corazón se volvía a resquebrajar, era tan injusto, ¿Por qué no podíamos elegir de quién enamorarnos?.

Sentía rabia, dolor, ira, y sobre todo impotencia, pero sabía que Inuyasha no tenía la culpa, al final y al cabo él siempre fue sincero con ella,y por mucho que quisiera pagar con él sus celos y dolor sabía completamente que estaba siendo injusta.

Inuyasha nunca había sido suyo, no le pertenecía de ningún modo, y desde el principio ella sabía a quién pertenecía el corazón de él, asique no podía enfadarse con él cada vez que le encontrara con Kikyou , tenía que cambiar no podía seguir así, debía comprender que nunca tendría el corazón de Inuyasha y que una vez encontrado los fragmentos y recomponer la esfera volvería a su mundo, al mundo al que pertenecía, por ello tenía que tomar algunas decisiones.

Llegó al pozo sin apenas darse cuenta, y cuando llegó a casa lo hizo como una autómata, seguía tan metida en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de los saludos de sus familiares, directamente se dirigió a su habitación de la cual lo salió hasta el día siguiente.

Hola mama- saludo a su madre con buen humor, una noche reparadora hacía milagros.

Hola Kagome que bien te veo, mucho mejor que ayer.¿ Acaso te pasó algo malo?- preguntó la madre preocupada.

Sí y no, pero ya estoy bien, la noche me ha ayudado a aclarar algunas cosas y ahora que sé que hacer me encuentro bien- se dirigió a su madre y le dió un beso en la mejilla- Gracias por preocuparte y ahora me tengo que ir, volvere pronto, te quiero.

No supo por qué pero la madre siguió preocupada una vez irse Kagome por la puerta.

Kagome acaba de salir del pozo, sin pensarlo dos veces Inuyasha echo a correr hacia allí, sabía que la pelinegra estaría muy enfadada con él , puesto que supo por sus amigos que lo había descubierto con Kikyou la noche anterior, en sí no hicieron nada malo, sólo hablaron de Naraku y en donde podría estar acultandose, pero a los ojos de Kagome podría haber malinterpretado la situación.

"De todas maneras a mi que me importa que este pensando esa tonta, no he hecho nada malo " - pensaba Inuyasha mientras llegaba al pozo, pero él mismo sabía que sí que le importaba y mucho, y eso era lo realmente preocupante porque él amaba a Kikyou. ¿verdad?.

Nada más llegar al pozo Inuyasha se preocupó, pasaba algo raro, Kagome estaba de lo más normal, aunque espero con cierto temor sus abajos, ésta no los pronunció, en cambio le sonrió.

Inuyasha puedes estar tranquilo, no te voy a mandar contra el suelo – le miró directamente a los ojos y sin el menor rastro de duda le dijo- Me ha costado mucho pero he comprendido que amas a Kikyou y que lo más normal es que quieras verla cada vez que puedas y que yo, a pesar de lo que siento por ti, no puedo enfadarme contigo, porque tu y yo solo somos amigos.

Inuyasha notó como su corazón se dañaba un poco al escuchar esas dos últimas palabras, pero era la verdad, solo eran amigos, ¿ Asique por qué le debería de dolor escuchar la verdad en los labios de ella? Además tenía un mal presentimiento, sabía que las siguientes palabras que pronunciara Kagome no le iban a gustar nada.

Por ello he tomado una decisión, voy a desenamorarme de ti – Kagome hizo un gran esfuerzo por no derramar las lágrimas que luchaban por salir, pero había tomado una decisión y la iba a cumplir – Sé que suena estúpido y que a lo mejor me es imposible pero voy hacer todo lo que este en mi mano para conseguirlo, y empezare en alejarme un poco de ti, y en ir más a menudo a mi mundo – interrumpió con la mano a Inuyasha que quiso hablar- Espera, no te estoy diciendo que deje de venir, sé que es mi responsabilidad el reunir los fragmentos, pero este no es mi mundo, cuando todo esto acabe yo volvere a donde pertenezco, y seguire con mi vida allí, por ello no puedo dejar de lado mi mundo, asique iré más a menudo, quieras o no – recogió su mochila que había dejado en el cesped durante la conversación y antes de que Inuyasha le dijera cualquier cosa que pudiera debilitarla, se despidió de él marchandose a la aldea en la cual más tarde quedarían con sus amigos para preseguir el viaje.

Pero lo que no sabía Kagome es que aunque Inuyasha hubiera querido hablar no habría podido, se había quedado petrificado, porque con cada palabra que había dicho Kagome el corazón de Inuyasha había empezado a romperse poco a poco, y ni siquiera comprendía el motivo, porque Kagome seguiría con él para reunir los fragmentos y sería siendo su amiga...¿Entonces por qué se le rompía el corazón al imaginarse que el corazón de Kagome no volvería a ser suyo?¿Por que le dolía el escuchar que volvería a su mundo una vez encontraran los fragmentos?¿Acaso se había enamorado de ella? Eso no podía ser, porque su corazón le pertececía a otra, pero en cuanto se lo negó a sí mismo supo que no estaba siendo completamente sincero.