Título:Cosas Fabulosas.
Autora:Nesly
Pareja: Sherlock / John
Rating:T.
Extensión:Serial. [1/10]
Género:Romance.
Resumen:Sherlock tiene razones, múltiples razones para pensar, que de vez en cuando, solo a veces, John llegó para desacomodar su aburrida, estoica y solitaria vida.
Advertencias:Toma en cuenta y hace referencia a varias partes de la serie, más adelante incluso a los capítulos de la segunda temporada.
Disclaimer:Absolutamente todos los personajes pertenecen a Sir Arthur Conan Doyle y los respectivos derechos por la adaptación de la BBC.
Notas de la autora: Bueno, en verdad, no debería estar sumergiéndome en otro fandom cuando tengo varios de mis fics pendientes. Muchos diría yo. Pero he caído como vil pecadora ante esta pareja que me tiene enloquecida. Me fascinó la serie, y ni que se diga las películas, pero eso es otra cosa. Con respecto a la serie de la BBC amó a los dos, pero sin duda Sherlock me robó el corazón.
Esta idea nació de la nada, como la mayoría de mis fanfics, viendo ciertas partes que se pasan de doble sentido o será mi mente que viaja muy lejos, pero esas miradas, sonrisas y palabras a medio decir siempre dejan a una con un alma en un hilo, por que no sabemos cuando Sherlock o John van a terminando saltándole encima al otro. xD Bueno, fuera de mis alucinaciones, es una pequeña idea que se me ha ocurrido, que ojalá la pueda llevar adecuadamente hasta el final. Espero que les guste y dejen uno que otro comentario. =D
Número de palabras en el capítulo:1159.
Cosas Fabulosas
Asombroso
..:: Primera Parte ::..
A Sherlock, no podía importarle menos la opinión de seres que no pueden siquiera razonar ante las cosas más simples, que incluso se encuentran tan a la vista que da pena ajena tener que ayudar. Quizá por eso se aburre tanto, por que no tiene iguales con los cuales convivir.
Pero en relativa normalidad, a Sherlock nunca le ha importado lo que otros puedan decir, mucho menos si se trata de él. Carece de sentido y además es una perdida de tiempo, contradecir con lógica, meras suposiciones o insultos que hacen a los demás sentirse superior solo por ofender, es algo que lo tienen sin cuidado.
Los halagos sin embargo, tampoco le han hecho falta jamás.
Es solo que no está acostumbrado a recibirlos, y cuando vienen de Mycroft carecen de sentido.
Pero Sherlock tampoco necesita de adulaciones, su vida y su mente se concentran siempre en cosas más importantes que esas. Halagos, son un recuerdo inútil en su mente.
"Eso fue… ¡asombroso!"
Pero esa voz, esa maldita voz de John que se repite como un mantra en su cabeza.
La primera vez fue en el taxi, espontaneo y sin medir el calibre de sus palabras, su voz extasiada ante lo que acaba de escuchar. John sencillamente fue expresivo, y Sherlock por un momento se paralizó ante el primer halago sincero que escuchaba en años.
Watson sin embargo continuó en lo suyo, tratando de ubicarse de acuerdo a las calles, Sherlock pretendió dejar pasar aquello, como una simple adulación y truco barato de John ante su futuro compañero de piso. Sherlock decidió no prestarle atención y regañarse mentalmente por ese leve momento de estupefacción.
No volvería a pasar.
Pero John no parecía interesado en mantener la boca cerrada. "Brillante" "Fantástico" fueron las siguientes palabras mientras él se disponía a descubrir sus deducciones, no paraba, y su voz incluso se escuchaba llena de admiración.
John logró lo que pocos habían logrado, con sencillas palabras, logró que por mínimos instantes, Sherlock se desconcentrara y solo lo mirara. Acercándose a preguntar, cerciorándose de que lo hacía a conciencia, desconcertado y algo extrañado.
Teniendo que soltar un flojo "Está bien" como un gracias oculto, que Sherlock aún no sabía como manejar.
Y de alguna manera, por más que lo mirara y analizara cada cosa en él. No bastaban los minutos, Sherlock seguía empedernido en hallar las razones de esas palabras, de esa extraña admiración que Watson le profesaba a apenas horas de tratar con él, cuando usualmente otro lo hubiera golpeado, o en el menor de los casos, lo habría mandado al diablo.
Pero John tenía algo diferente a los demás, John era especial.
...
…
…
Alguna vez le pareció escuchar, que la mejor manera de agradecer es retribuyendo con acciones iguales o similares. De alguna manera está implícito, por alguna razón que Sherlock no llega a entender pero que alguna vez le pareció escuchar hablar a la señora Hudson.
Sin embargo, John está muy lejos de hacer deducciones tan acertadas como las suyas, así que halagarlo se le escapa de las manos. Luego pensó, que entonces tal vez debería retribuirle al menos una vez uno de esos comentarios por alguna acción que esté más al nivel de John.
Pensar, en cosas como estas, son un desperdicio en verdad.
Pero Sherlock experimentó indescifrables estados cuando lo escuchó, que de alguna manera siente que es justo retribuir a John de alguna manera. Ahora, el problema es hallar esa acción por parte de John que sea digna de halagar.
…Muy difícil en verdad.
...
…
…
—Voy a preparar un poco de café…
La voz de John se escuchó desde la cocina, Sherlock dejó de tipiar por un momento, viendo el reflejo de la pantalla, que le mostraba a John moviéndose de un lado a otro dentro del lugar. Apoyó los codos en la mesa y pensó en el próximo movimiento y palabras predecibles del hombre.
—¿Deseas un poco, Sherlock?
—Si, con dos terrones de azúcar.
John se detuvo un momento. Como queriendo decirle algo más, pero luego solo sacudió su cabeza, aparentemente buscando otro jarro para servir el café. Sherlock sabía que estaba omitiendo el 'por favor' pero bastaba con las palabras que soltaría en un rato. John debería sentirse satisfecho.
Luego de un par de minutos, John finalmente estuvo a su lado, mirando sin mucho interés lo que había escrito en la laptop, extendiéndole un poco de aquella bebida caliente que él tomó suavemente, sin demasiado apuro, dejando que John se sentara en la silla junto a él.
—¿Qué investigas?
—Nada especial.
John asintió, bebiendo un poco de café, no muy interesado en preguntar. Esto era el momento indicado, al menos Sherlock lo sintió así. Probó el café. No tan caliente como esperaba, el sabor palpó en su boca, no era tan bueno como el de la señora Hudson, pero era su oportunidad, algo en lo que John era bueno, por así decirlo.
—Está bien.
John de pronto pareció sorprendido por escucharlo hablar, como si se hubiera acostumbrado a esos largos momentos de silencio que solía imponerle.
—¿El qué?
—El café, está bien. Es decir… está… bueno, sabe bien.
—Oh…— John pestañeó, al parecer un poco sorprendido y contrariado, mirándolo tan atentamente que por un momento Sherlock presintió que John por primera vez empezaba a usar adecuadamente el cerebro y lo analizaba. Pero al parecer seguía igual de impactado y solo logró asentir. –Si, gracias… Supongo.
La mirada de Watson pareció deslizarse hacía la ventana, mientras el café volvía a su boca, como tratando de aligerar el momento extraño y pesado que se había formado alrededor. Por un instante a John le pareció ver una sonrisa pequeña, realmente pequeña en los labios de Holmes antes de beber un poco más de café y volver a la computadora.
Como si de repente se sintiera complacido por algo, aunque John jamás entendió el por qué. Bueno, en realidad muy pocas veces lograba a entender cosas en Sherlock, pero generalmente se podía decir que lo entendía, o al menos algo parecido, pero hoy lo había desconcertado.
Observó el perfil, ahora concentrado en Sherlock, la manera en que sus ojos se mantenían fijos en la pantalla. Concentrado en lo que hacía. Y seguramente al mismo tiempo estaba consciente de esa mirada que le estaba enviando.
Era impresionante como podía estar atento a todo y darse cuenta de todo, con tan solo segundos de apreciación. Sherlock siempre era así, así de asombroso.
"El café, está bien. Es decir… está… bueno, sabe bien."
John volvió a beber el café y sonrió, el intentó de halago de Sherlock era incluso hasta divertido por no usar un termino más difícil de usar en otro hombre, pero en general. Cuando quería, Sherlock podía ser incluso hasta agradable, aunque la mayor parte del tiempo fuera extraño, pero no en el sentido que Donovan siempre lo decía.
Sherlock tan solo era… extrañamente asombroso.
..:: Fin Primera Parte ::..
