Vuela alto, vuela lejos
Por Krmenxita Uchiha
Disclaimer: El universo de Canción de Hielo y Fuego no me pertenece, es propiedad de George R.R. Martin.
Aviso: Esta historia participa en Actividad Especial: "Historias en 155 palabras" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".
—Sabes lo que quiero, Alayne.
Un escalofrío recorrió su cuerpo al ver los pequeños ojos oscuros de Meñique posarse sobre ella como un depredador acechando a su presa.
Mientras él recortaba la distancia entre ambos, se dijo que siempre supo que ese momento llegaría.
¿Qué debía hacer? Los dedos del menudo hombre se cerraron alrededor de su brazo y pudo sentir el olor a menta de su aliento. Aterrada, miró por sobre su hombro, hacia la ventana. Las aves volaban libres mientras ella estaba a punto de sufrir una humillación más. Las envidió.
Mientras las manos de Petyr toqueteaban su piel, ella se concentró en el pájaro contra el cielo celeste. Los labios masculinos susurraban su nombre, pero poco a poco el sonido de su voz se fue haciendo lejano.
Pronto la escena se volvió extraña, ajena a ella, pero el aire bajo sus alas lo sintió real. Era libre.
Y voló. Alto y lejos.
