Resultado de una de esas bofetadas de inspiración que me golpean a veces, espero que os guste, es cortito así que leedlo hasta el final. Y que más decir aparte de que los personajes no son creación mia, aunque hago con ellos lo que me da la gana en esta historia.

Que lo disfruten.

ME CABREA

Hoy me he levantado con el pie izquierdo, por lo general la gente suele apartarse de mi camino hoy el huevo es demasiado grande, no es que me moleste especialmente, ya sabes, cuando uno está de mal humor todo lo que pasa, sea bueno o malo te molesta.

Un par de niñas de primero gritan del susto cuando doblo la esquina. En otra ocasión las habría gritado algo, pero estoy tan furioso que se me quitan las ganas tan siquiera de reparar en ellas más que para esquivarlas.

Quiero encontrarme con alguien de Griffindor, me encanta molestar a esos inútiles con su orgullo de león intocable, por favor, que asco, quien ha derramado esto en el suelo. Miro a mi alrededor, nadie es capaz de sostener mi mirada. Y eso me irrita más todavía, así que abusando una vez más de mi posición de prefecto grito.

- De quién es esta mierda

Todos miran con terror, es divertido, me siento poderoso, soy poderoso, nadie puede pararme, nadie lo intenta si quiera. Después de unos segundos la culpable aparece, una chica con un uniforme azul. Es tan mona que hasta pienso en dejarlo pasar… Pero no, soy Draco Malfoy, no paso nada por alto, soy así, me encanta ver sufrir a la gente.

- Pues a que esperas para recogerlo niña, ¿una invitación formal? Más te vale que cuando vuelva a pasar por aquí esto esté reluciente.

Me doy media vuelta y me voy, así, sin esperar respuesta, no la necesito, solo era un paso más para afianzar mi estatus. Ya casi he llegado al gran comedor, tengo hambre maldita sea. Y de repente la veo, es como si me estuviera esperando. La odio, la odio por no poder tenerla, por tener que mirar su cuerpo desde lejos, por tener que poner mala cara cuando habla, la odio por ser lista, la odio con todo mi corazón, la odio por ser quien es y por quien no es, todo en ella me molesta, desde sus ojos negros, hasta su forma de andar. La aniquilaría aquí mismo si pudiese de no ser porque es la Griffindor que tanto pide mi lengua de serpiente.

- Quita del medio Granger – digo dándole un empujón.

- Ya puedes quitar el cartel de bestia suelta Harry, acaba de aparecer. – le dice al genio de su amigo.

- Pues ya que está que quite el cartel de muggle suelta.

- Eres un idiota Malfoy, y el problema es que no tiene solución – me dice aguantándome la mirada.

- Lo tuyo tampoco, y a nadie parece importarle. – digo un poco dolido.

Es lo que estaba esperando, que pelease contra mí, era mi vía de escape, por lo menos me sentiría mejor las primeras clases del día, luego debería buscarme otra víctima. La gente nos miraba al pasar, es algo normal que nos vean discutir, pero no tanto que sea a primera hora de la mañana, algunos hasta hacen apuestas.

- Porque al único al que le importa es a ti – dice mirando hacia el pasillo abarrotado de gente.

- Y créeme que si de mí dependiera no seguirías aquí. – digo triunfal. Pero las tripas me suenan, y ella sonríe.

- Creo que deberías ir a tomar algo, tu estomago de bestia inhumana te lo está pidiendo a rugidos para que le entiendas.

- Mmf… ¿Qué pasa Granger, los sangre sucia no desayunáis?

Ella iba a contestar, iba a seguir la pelea pero la comadreja esa que tiene por amigo aparece de la nada con una sonrisa estúpida, bueno, más estúpida de lo normal.

- Los que se pelean se desean – grita feliz.

- Dios mío, Ron. ¿Dónde estabas? – dice el niño sobrevivido. No sé donde estaba pero podía haberse quedado ahí para siempre.

Me quedo de piedra, y ella también, qué coño creía que estaba diciendo. Noto como el rubor se apodera de mi cara, y no puedo controlarlo. Ella me mira con los ojos muy abiertos, esto no puede estar pasando. La gente repara en mi cara. No quiero que nadie pueda pensar algo que no es. Así que saco mi varita y le amenazo.

- Repite eso Weasley…

- Sus hermanos le han dado un filtro de no sé qué y ahora está así. Lo mejor es ignorarle créeme. – dice ella con total calma.

Y baja mi brazo con su mano, el contacto con su piel me vuelve a trastornar, sus suaves dedos tocan mi fría piel, y por su reacción se que ha notado la diferencia, mi piel es perfecta, solo que está más fría que lo que una persona normal esperaría, no puedo evitarlo, y tampoco queda tan mal con mi imagen, ojos grises, pelo rubio, piel fría, queda hasta espeluznante. Sin embargo su piel suave y cálida me hace recordad lo solo que estoy a veces. NO. No puedo dejar que vea que flojeo de más sitios.

- Pues enciérralo en la torre esa que tenéis por Casa.

- No solemos encontrarnos con idiotas como tú, así que no hay problema. Vamos Ron. – dice tirando de su amigo.

- Sé que te gusta, ya casi la tienes el bote, pero la próxima vez se más amable. – dice ese estúpido Weasley mientras es arrastrado.

Salgo en dirección contraria, a que me dé un poco el aire y calmar mis ideas, pero no puedo, estoy furioso, golpeo y maltrato lo poco que se interpone en mi camino, ni siquiera saludo a mis amigos. Estoy mucho más enfadado que antes, y todos sufren mi ira. Y no estoy enfadado porque haya perdido la discusión, ni porque me haya quedado sin desayunar, ni porque me hayan estropeado los zapatos, sino porque sé que en el fondo esa pobre comadreja tiene razón. Y eso... ME CABREA

espero que os haya gustado, hasta otra =)