CHICAS! Espero que esta idea les guste ja.


Disclamer: los personajes no son míos ni modo (llorando desconsoladamente), pero son de la jefecita Sthephanie Meyer


- Titulo: Un sueño...

- Nick del autor: Viry Natzy

- Resumen: Día de Halloween, día en que los demonios vienen a llevarse almas puras he inocentes. Bella tuvo un bebe fruto de una noche con un ángel, tendrá que protegerlo… ¿podrá hacerlo?

- Rating: T

- Género: Romance/Mistery

- Pareja: Edward/Bella

- Número de palabras: 3,516

Halloween Cullen Contest

Un sueño…

Halloween… el día mas temido aquí en Forks, bueno al menos para mi, mi bebe decidió nacer hoy… y hoy según las normas de este pueblo no se puede bautizar a ningún recién nacido… malamente solo el mío nació hoy.

Este día todos los demonios salen de sus casas y se mezclan con nosotros como si fuera un disfraz aunque todos sabemos que existen y están con nosotros casi diario, de mi bebe nadie sabe de su existencia, el fue mi mas oscuro secreto que celosamente guarde. El fue fruto de una noche que pase con un ángel de cabellos cobrizos, al ver de nuevo a la criatura que tengo en mis brazos veo que tiene mucho parecido con el, su misma cabellera, sus ojos verdes que me miran con mucha atención y por ultimo como si el supiera que estoy pensando en el me sonríe… la misma sonrisa de mi ángel.

-Te tengo que bautizar mi niño, sino vendrán por ti… y eso no lo permitiré. –le susurre besándole su pequeña frente.

Salí de mi casa, gracias a dios mis padres se tragaron el cuento de que posiblemente me había comido algo que me cayó mal y fueron a la fiesta de los Cullen. Ellos eran un clan de vampiros que vivían aquí, más yo jamás los había visto, era el primer año que pasábamos aquí en Forks. Camine por el mismo camino que pase aquel día que me encontré a mi ángel hace casi dos meses.

(Flash Back)

Iba caminando por el bosque esperando que mis padres terminaran su noche de novios, ósea una noche de… ¡Dios creo que ni siquiera puedo pensarlo! No quería escuchar como hacían eso, así que para que yo estuviera a gusto decidí salir y caminar, una noche hermosa sin duda, es lo único que me gusta de estar aquí, las noches estrelladas, despejadas y con la humedad en el aire. No me fije ya cuanto tiempo era el que tenia fuera de casa, y tampoco me di cuenta a donde había dado a parar. Solo me quede estancada en mi lugar cuando alce mi vista y vi al único hombre que me pudo hacer tener pensamientos impuros hacia su persona.

-¿Quién eres? –pregunte asustada e idiotizada por la belleza de quien tenía frente a mí.

-Soy… -en sus ojos pude ver que se estaba dando una batalla interna- creo que eso es lo que menos importa… ¿que es lo que hace alguien como tu, por estos rumbos? –su voz parecía un ronroneo seductor.

-Yo… acabo de llegar de Phoenix… y vine a conocer los alrededores –comente perdida en esos obres dorados.

-Pues eso esta muy mal no lo crees –se acerco peligrosamente- no deberías venir sola al bosque, algo malo podría pasarte –se escuchaba como si estuviera convenciendo a el mismo.

-Yo no lo creo, pues te tengo aquí ángel mío –le toque el rostro, maravillándome por su textura de terciopelo y frescura de un témpano de hielo.

-¿Crees que soy un ángel? No sabiendo que en realidad soy un demonio. –termino con voz sombría bajando su mirada, ahí fue donde por primera vez me di cuenta de sus vestimentas, tenia unos vaqueros rotos de tanto usar, sus tenis estaban manchados de algo negro, al alzar un poco mas la vista me di cuenta que su camisa estaba manchada de sangre.

-¿Qué eres ángel? ¿Qué es lo que eres? –pregunte aun no queriéndome hacer la idea de que fuera un hombre lobo o algo peor.

-Seré lo que tu quieras amada mía, si quieres, negare mi ser y seré tu ángel. –y con esto termino dándome un beso que me quito el aliento, para hundirnos en una noche donde toque el cielo con la punta de los dedos.

(Fin del Flash Back)

De tan solo recordarlo me sentía avergonzada, al no poder creer que según mis principios no debía de haberme acostado con alguien que solo conocí unos minutos, y que aparte jamás volví a ver. Sentí que alguien me pisaba los talones, así que pare volviéndome para ver de quien se trataba… no había nadie. Solo a mi se me ocurría salir a estas horas de la noche con mi bebe en brazos. Eran casi las once...

"Dice la leyenda que desde tiempos ancestrales, los bebes que nacían siempre fueron bendecidos de alguna forma y así los demonios no podían tocarlos. Un día una pareja tuvo su bebe unos días antes de Halloween, pero no tuvieron tiempo de ir a bautizarlo.

"El día llego y los padres estaban afuera de la casa dando dulces a los niños que estaban pasando, apenas pasaron el umbral de la puerta se escucharon como si alguien estuviera succionando algo. Preocupados decidieron registrar toda la planta baja de su casa –ya que eran adinerados, se daban el lujo de tener una casa de dos pisos- el sonido dejo de escucharse y fue sustituido por un destrozo de muebles y por último el sonido de un cristal quebrándose.

"Los padres mas asustados que nunca corrieron a ver a su bebe… soltaron el aire contenido al ver que estaba en su cuna arropado hasta la nariz, pero les estaba dando la espalda, la madre se acerco a su retoño y dio un grito de terror y dolor. A su bebe le habían succionado hasta la última gota de sangre, dejando solo su cuerpecito inerte sin la calidez que lo caracterizaba."

Desde entonces este día jamás se bautiza, ya que se hace un día de luto por aquel nacido que no pudo vivir. Pero de mi bebe nadie sabia su existencia, yo solo me entere hace dos meses que estaba embarazada y como si estuviera a contra tiempo empezó a crecer rápidamente en mi interior, yo sola di a luz a un varoncito, me sorprendí al ver que ya abría los ojos y tenía unos dientes asomándose en sus encías.

No mentiré… me asuste. Me asuste al no tener a nadie a mi lado, al estar sola, conmocionada, y alterada. El bosque se volvía cada vez mas espeso, unos pasos atrás de mí se hicieron audibles, haciendo que todo mi ser estallara en nervios. Pare en seco, mas los pasos no… siguieron su camino, trate de no voltear o hacer algo, y a mi lado paso un fantasma, era la primera vez que veía uno –en mi no era raro yo nunca pude llegar a ver cosas por el estilo ya que yo era diferente- era una chica con un vestido azul, era hermosa, tenia una tez pálida casi sepulcral, sus ojos eran dos pares de pozos de chocolate, su cabello cobrizo estaba recogido en un moño, sus labios eran pequeños y rosados. Yo por miedo a lo que pudiera pasar decidí esconderme en unos arbustos, vi que la mujer siguió su camino hasta quedarse a unos cuantos metros de mi, era seguida por un hombre, fornido, alto, de tez morena, cabello negro, parecía alguien de la reserva de La Plush, donde se encontraban todos los hombres lobos.

-Amor… -le dijo el hombre.

-¿Por qué no volviste? Acaso ¿ya no me amabas? –de los ojos de ella salieron lagrimas de sangre, que la hacían ver mas terrorífica y hermosa.

-Yo volví, pero tu ya no estabas con nosotros Nessie, volví y me dijeron que…

-¿Mori? Creo que eso no es impedimento para que estemos juntos.

-Si lo es, tu pronto pasaras al otro mundo y yo me quedare aquí. –su voz estaba bañada en desesperación y dolor.

-Entonces… ¿Por qué no vienes conmigo? –Le tendió la mano- Así estaremos juntos por toda la vida… aunque el padre haya dicho: hasta que la muerte nos separe… no quiero que sea así.

-Ni yo amor.

-Vamos Jacob, ven conmigo para estar toda la eternidad juntos –las lagrimas rojas estaban cayendo en todo su vestido, el retomo la cara y le trato de limpiar las lagrimas.

-No puedo negarme a tu petición amor, tu eres la razón de mi existencia, la razón por la cual volví… ahora vámonos. –apenas la abrazo una neblina cayo encina de nosotros, se escucharon unos gritos desgarradores que llenaron mis oídos, y ocasionando que mi bebe empezara a llorar.

-Ya amor, ya, mamá esta aquí, cálmate. –le mire y le llene de besos su cara hasta que al fin se tranquilizo. Volví la mirada y la neblina se había quitado por completo dejando al descubierto el cuerpo de aquel hombre que unos minutos antes estaba erguido y saludable. Contuve el llanto que se amenazaba a salir, y salí corriendo en dirección a mi casa.

La casa estaba en penumbras, la luz de la luna y de los faroles se colaban entre las persianas, dándole un toque lúgubre a todo lo que estaba aquí. Me senté en el sillón con mi bebe aun en brazos, la casa se veía mas vacía, esperaba que aquellos demonios no sintieran u olieran a mi retoño, mi miedo volvió a mi cuanto escuche pisadas en el segundo piso. Pero no eran de un hombre, ya que eran ligeros y tenían tacones. Se escucho de pronto como alguien movió un banco que tenia en mi recamara, y terminando de llevar al límite mis nervios sentí una respiración pesada en mi nuca. Todo mi cuerpo temblaba, empezaron a brotar lágrimas de mis ojos, mi hijo me veía confundido.

-Ya nene, a mami no le pasa nada –le afirme sollozando.

Me arme de valor –del poco que me quedaba- y empecé a voltear poco a poco, topándome con la nada. Respire hondo aliviada y al volverme me tope con una bruja. No como las que salen en las películas, aquellas de color verde, con una enorme verruga en la nariz, ella era la bruja mas temida en el pueblo, tenia la tez morena, cabello negro como la noche, una mirada audaz y tétrica. Tenia un aspecto desilañado y pandroso, cojeaba ya que según los chismes, ella peleaba con demonios cada que cerraba los ojos y cuando lograba vencerlos tomaba toda la sangre que ellos poseían y así se hacia mas fuerte.

-¿Qué haces en mi casa? –reproche sintiendo mi corazón en mi garganta y protegiendo todo lo que podía a mi bebe.

-Vengo por lo que me pertenece niña –vio a mi bebe y se relamió los labios- ese bebe no esta bautizado, así que puedo tomarlo.

-No, por favor, hare lo que quiera pero aléjese de mi bebe –suplique-.

-Eso es imposible, llevo siglos esperando un bebe no bendecido para poder volver a ser hermosa.

-No lo tendrá –tome la pistola de mi papa que el guardaba para emergencias cuando la apunte directamente a la cabeza ella soltó una carcajada, aquella como las de las brujas de películas –bueno al menos algo de esas replicas son ciertas-.

-Niña tonta ¡crees que una bala me detendrá! Tu no sabes nada del mundo en el que vives, ni siquiera sabes que era el padre de ese bebe que tienes entes brazos.

-¡Claro que si, es mi ángel! –grite lo mas que pude jalando del gatillo, mi bebe lloro, cuando abrí bien los ojos ahí estaba ella con la bala incrustada en el cráneo la cual cayo doblada por el impacto.

-Lo ves no paso nada –rio- aparte tu ángel… ja eso parecen, solamente…

-¿Qué quiere decir con eso? –pregunte en un susurro bajando derrotada el arma.

-Que el es un muerto viviente niña… -rió.

Mi cerebro no carburaba bien, acaso me estaba dando a entender que era un ¿zombie?

-No es un zombie… es un vampiro –rió mas fuerte aun-.

-¿Cómo… como demonios?...

-Soy bruja –ladeo la cabeza- así que si no quieres darme el bebe… creo que también tendré que matarte –termino con repiqueteo en su voz.

En un parpadeo ella estaba a escasos centímetros de mi, yo estaba paralizada alejando lo mas que podía a mi bebe de ella, el estaba llorando con toda la fuerza que sus pulmoncitos le daban.

-¡Cállate, que sigues tu! –mi hijo al parecer le entendió por que lloro aun mas fuerte. Ella lamió mi cuello, ocasionando que me dieran ganas de vomitar, absorbió el aroma de cabello y sentí una daga en mi cuello. Cerré los ojos lo mas que pude pero por mas que espere el corte no paso, mi bebe dejo de llorar, se empezaron a escuchar destrozos en la casa, abrí mis ojos y hay estaba, mi ángel, estaba combatiendo con aquella bruja, ella pronuncio unas palabras que surgieron efecto en el haciéndolo retroceder.

Se volteo a mi tomándome en brazos, y corrió lo más rápido que pudo –que era sobrehumana su rapidez-. Paramos en una casa que estaba abandonada, era enorme, me di cuenta que era la Mansión de los Masen. Unos civiles que murieron ya hace varios años por vejez.

-Quédate aquí tengo que ir a pedir ayuda, por favor cuídate y cuida a nuestro hijo –suplico tocando la cabeza de mi niño que se había quedado dormido- para que no te encuentre solo aguanta la respiración y cuenta a veinte.

-Si me va a hallar... –susurre asustada.

-No lo hará… confía en mi.

Apenas lo perdí de vista hice lo que dijo, mas no contaba con que mi hijo se iba a despertar llorando. Trate de calmarlo pero no fue posible, mire hacia el techo y vi que una parte del segundo piso se había caído y se veía el techo que estaba enmohecido. Aleteos de aves se escucharon en el segundo piso, me pare de la esquina en donde estaba y camine unos pasos, escuchando como la madera rechinaba bajo mis pies.

Se escucho como un golpe sordo provenía del extremo opuesto de la casa, mi respiración y corazón volvieron a moverse al compás del aleteo de un colibrí. Otro golpe volvió a sonar haciendo que el muro cayera y hay estaba mi perdición, aquella bruja que quería la vida de mi hijo, mi coraje afloro, pero en forma de llanto.

-¡¿QUE ATORMENTARME NO ES SUFICIENTE? ¡DÉJAME, DEJANOS EN PAZ! –grite a todo pulmón.

-Eso es imposible ese bebe es mi boleto a la belleza eterna… así que no. –se acerco peligrosamente a mi, con una sonrisa torcida en una mueca espeluznante que dejaba ver sus torcidos y manchados dientes.

-¡Déjame en paz… deja mi bebe… por favor! –suplique llorando, abatida de lo que le esperaba a mi hijo. El tenía derecho a crecer… el tenia el derecho.

-Posiblemente… pero llevo centenares de siglos pisando este mundo… aprendí a convivir con la muerte… así que no me importa quién merece vivir… de todas formas tarde o temprano va a morir.

-Si vas a hacerlo hazlo de una buena vez, ese monologo ya me tiene harta. –le dije mordazmente en un susurro.

-Bueno… yo quería divertirme pero ya que tienes prisa… con mucho gusto.

Termino por aventarme al suelo, ocasionando que mi bebe se me fuera de los brazos, empezó a llorar, la bruja vio a mi retoño y la vista se le nublo con deseo, se fue de mi y brinco directo a el. La tome del tobillo para que no se pudiera mover pero ella era mas fuerte que yo, solo forcejeo un poco y me pateo al cara haciendo que yo cayera en el suelo algo aturdida.

Tomo a mi bebe en brazos y saco de nuevo su daga, haciéndome recordar las dagas de los piratas.

-No se parece… es una de ellos, para ser exacta de Barba Negra. –rió al momento que puso su daga en el pequeño cuello de mi bebe, mi mundo se estaba desmoronando, yo cerré los ojos fuertemente y llore con todas mis fuerzas… ¿Dónde estaba mi ángel para protegernos? ¿Dónde?

-Deja a mi hijo ahora –murmuro esa voz. Abrí mis ojos y me tope con unos seis ángeles más aparte del mío. El tenía una daga -más mirándola bien, era un crucifijo convertido en daga- contra el cuello de esa bruja.

-Si me matas no me iré sola, Edward… -el se vio sorprendido- tu no eres el único que puede leer mentes.

-Deja al bebe ya. –grito un ángel rubio, al verlo era el que tenia mas edad.

-No. Primero que tu hijo me quite esa daga de mi cuello.

Todos se quedaron mudos, pero una chica pequeña puso cara de enfado quitándole a la desprevenida bruja su cuchillo junto con el bebe. Cuando estaba fuera de su alcance mi hijo Edward la degolló. Su cuerpo inerte en el suelo se empezó a desmoronar poco a poco, como si fuera ceniza, las cuales se estaban hiendo al cielo.

Un par de sombras se hicieron presentes, al lado de las cenizas, como si estuvieran esperando algo, todo rastro de ella se fue, pero las sombras permanecieron ahí. Una de ellas, la más pequeña empezó a sollozar, mientras que la otra trataba de consolarla.

-Pensé que lo iba a volver a ver aunque fuera por última vez… -se escucho una voz de mujer.

-Si, cariño yo también pensé que volvería a ver a nuestro hijo.

Edward estaba en shock, tenia los ojos muy abiertos, alzo la mano como queriendo alcanzarlos y se fue acercando poco a poco, hasta que toco el hombro de uno de ellos.

Voltearon y eran personas vestidas como de los años veintes, mas el hombre fue el que me llamo la atención era casi idéntico a Edward solo que el era rubio y ojos azules.

-¿Hijo? –Todos nos contuvimos la respiración- No… no puede ser… tu estabas muerto… yo toque tu cuerpo… estaba frío. –sollozo la mujer.

-Ella –vio el lugar que ocupaba la mujer- ¿fue la mujer que me hizo esto?

-Si hijo… después de varios años de buscar la culpable di con ella. Pero era demasiado tarde, ya era muy viejo y la muerte toco a mi puerta y unos días después le pasó lo mismo a tu madre… solo que no podíamos irnos sin verte. –le respondió su padre.

-¿Cómo sabes que son tus padres? –pregunto uno de los ángeles de cabellos negros.

-No lo se… solo lo sentí. –termino con una mirada de adoración.

-Igual que nosotros sentimos que eras tu hijo mío –termino abrazándolo su madre devolviéndole el, el abrazo- al parecer creciste por que esa bruja quiso que así fuera… al parecer presentía lo que iba a pasar.

-Si… mas bien ella lo sabia, ella era una de las pocas brujas que saben predecir el futuro, leyéndolo como si ya hubiese pasado. –comento la chica pequeña que tenia a mi bebe aun- Ah Bella ten a tu pequeño. –abrí mis brazos y lo abraze como si no hubiera un mañana.

-Bien… veo que estas bien hijo… así que nos vamos… -empezaron a desvanecerse en el aire.

-Pero… y ¿si no vuelvo a verlos? –pregunto mi ángel afligido.

-Pues a nosotros solo nos queda tener la esperanza de que no será así hijo… tú vive en esta media vida que te dieron, junto a la mujer que amas y tu hijo… veras que serás feliz. –terminaron abrazados desvaneciéndose completamente.

-Bueno… fueron muchas emociones… vámonos a casa, ya saben que no podemos dejar la fiesta así como así. –intervino alguien después de estar varios minutos en silencio.

-Emmett en realidad no tengo ganas de ir –contesto Edward.

-¿Ustedes son l-l-los Cullen? –pregunte.

-Si. –contesto quien yo creía entonces era Carslile.

-Yo no puedo ir mis padres no saben nada de mi condición y no sabría que decirles.

-No te preocupes, váyanse a tu casa. –comento Esme, mientras Edward me tomo en vilo para llevarme a casa.

Mi casa estaba hecha un remolino, por la pelea que hubo, un vampiro contra una bruja… vaya. Me subió hasta mi cuarto y nos dejo a mi hijo y a mí en la cama. Se hinco al lado de nosotros y nos vio con ojos de adoración pura. Lo vi con todo el amor que puede profesarle y mis ojos empezaron a pesar cada vez más… hasta que caí en los brazos de Morfeo.

-Vaya Halloween, ¿verdad hijo? –escuche a lo lejos junto con la risa de mi bebe- Pero sabes no lo cambiaria por nada… aunque eso significara que lo tendría que volver a vivir… Edward… mi pequeño Edward… -yo sonreí en mis adentros un nombre que le quedaba como anillo al dedo. Ahora solo tendría que preocuparme en como decirles a mis padres que ya son abuelos.

Abrí mis ojos totalmente desesperada, mi sueño era hermoso o tal vez me equivoque y si fue real… mas al ver mi prominente vientre corrobore que era un sueño… un hermoso sueño, que esperara que pasara. Vi la luna que estaba en todo su esplendor, toque mi vientre apenas era treinta de octubre… mis padres no sabían nada, igual que en mi sueño mañana irían con los Cullen los cuales son vampiros, en el pueblo de Forks hay monstruos por todos lados –reales claro-… yo solo esperaba que mi ángel viniera a mi y rezaba por que mi bebe no naciera mañana… y que por dios no pasara todo lo que paso en mi sueño… el cual más bien parecía un vistazo hacia el futuro...

Fin.


Tank you, Grazie, en todos los idiomas posibles mas gracias jajá por venir y leer esta historia espero que les haya gustado y si es así y si no pues dejen Review plis XD.

Esta historia va para Halloween contest, ok niñas espero que vayan a votar por mi el 7 de octubre! Plis plis plis! XP. En mi profile estará el link para la página de Halloween Contest.

Kisses and Hughs, LAS QUERO! CHAO! CHAO!

P.D: Si acaso llego a tener unos 20 reviews, subire el Epov, solo despues de que termine el concurso ja ok XD. PLIS! VOTEN! XD CHAO!