PORQUE DEL ODIO AL AMOR SOLO HAY UN PASO
Una nueva escuela no es tan mala ¿o sí?
-¿Y se puede saber porque tenemos que acompañarte? –cuestionó un peli naranja de ojos marones y que aparentaba unos diecisiete años que se encontraba en el asiento del copiloto del auto.
-Porque como mis hijos deben estar conmigo en todo momento, además no dejaría a mis hermosas hijas con el estúpido de su hermano. –Contesto el hombre de cabello negro y ojos del mismo color de mediana edad que conducía.
-Onii-chan no seas tan malo con papa. –Tercio una chica de catorce años que tenía el cabello castaño atado en dos colitas y ojos miel desde el asiento trasero.
-Yuzu deja de darle la razón al viejo –comentó una desinteresada pelinegra de ojos ónix que se encontraba junto a su melliza.
-¡Oh mi querida Masaki nuestros hijos no quieren pasar tiempo conmigo! –Comenzó a decir mientras sacaba una foto de su cartera y le lloraba.
-¡No sueltes el volante!
-¡¿Estás loco o qué?!
-¡Papa!
-¡Oh Masaki no me quieren! –Seguía sollozando.
-Un par de minutos, lloriqueos y una multa después-
-Bueno ¿y qué les parece? –Pregunto el padre de los chicos. Todos miraron la casa frente a ellos, no muy grande no muy pequeña y situada en un buen lugar del fraccionamiento de casas "Seireitei", un lugar en el cual vivían solo las familias más ricas de la zona, podría funcionar pensaba el hombre.
Ninguno de los chicos mencionó más solo miraron la que sería su nueva casa.
-Karin, Yuzu, vengan por sus cosas -las chicas se acercaron a tomar las pequeñas maletas que su hermano les ofrecía.
-Sigo sin entender porque debemos acompañar al viejo. –murmuró la pelinegra.
-Es mejor darle la razón que aguantar sus chantajes –aconsejo el chico mientras bajaba el resto del equipaje.
-Podríamos verle el lado positivo –interrumpió la melliza de cabello claro.
Los hermanos de esta solo se encogieron los hombros y se dispusieron a entrar a la casa.
(Ichigo)
Mudarnos cada año se había vuelto en algo normal para mis pequeñas hermanas y para mi desde que cumplí catorce, no me disgustaba del todo al principio después de todo cambiar de ambiente era reconfortante, pero últimamente ya se me hacía tedioso en especial pensando que mis hermanas jamás pudieron socializar lo suficiente como para tener verdaderos amigos y todas esas cosas que para un niño son esenciales.
-Viejo más te vale recordar que prometiste que esta sería la última vez que nos mudaríamos en un largo tiempo –Le dije en un susurro para que Karin ni Yuzu escuchara.
-Sí, ya lo sé –Contesto con pesadez. -Bueno niñas ¿Por qué no van a sus habitaciones mientras el idiota de su hermano me ayuda a bajar del auto el resto del equipaje? –Pregunto el viejo ellas solo asintieron y subieron las escaleras Yuzu entusiasmada y Karin desinteresada.
Bajamos cada una de las maletas y las metimos a la casa, con la mudanza de hace una semana ahora solo trajimos pequeñas cajas con cosas que en su momento fue prudente mantener en la antigua casa hasta que viniéramos para quedarnos.
-Karin esta caja es tuya –dije mientras entraba a su habitación.
-Déjala en la cama –pidió desde el cuarto de baño.
Note que sobre su cama había un uniforme doblado -¿Y este uniforme? –Pregunte al tomarlo.
-Es el que se supone debo llevar mañana a la escuela –Contesto ella mientras salía del baño con una toalla en la cabeza.
Lo mire con detenimiento, falda roja cuadriculada que calculando podría llegarle diez centímetros sobre la rodilla, hice una mueca de disgusto al notar eso pero decidí guardarme mi comentario, seguí viéndolo y note la camisa blanca el saco azul marino.
-Se parece al que use el año pasado, solo que este tiene el escudo de la secundaria –señaló ella mientras me mostraba la insignia en la que se podía leer "Escuela Secundaria Privada de Karakura 'Shino'". Sonreí de medio lado al ver lo bien que se acoplaba Karin a los cambios de escuela, aunque tomando en cuenta la frecuencia con las que estos se realizaban, no me sorprendía. –Oye ichi-nii… -Escuche a Karin llamarme por lo que regrese a la realidad – ¿Cómo lograste convencer al viejo de que este fuera el último cambio? –Pregunto dudosa.
-Así que escuchaste –ella asintió y yo suspire –Le dije al viejo que si no era este el último cambio, ustedes se quedarían a vivir conmigo –Dije omitiendo parcialmente la verdad.
-Ya veo… -contesto no creyéndome del todo –Bueno como sea, espero sea cierto porque ya me canse de cambiarme de escuela cada que la cabra loca consigue un nuevo trabajo –la mueca de ella era más que nada de enfado –solo a él se le ocurre cambiarnos de escuela a mitad de año –concluyo.
-Pero ya que le hacemos –le dije encogiéndome e hombros.
-Karin-chan, onii-chan, bajen a cenar –nos llamó Yuzu desde el umbral de la puerta.
Los tres bajamos a cenar, nada fuera de lo común ocurrió en esta, las palabras de motivación por parte de Yuzu, las riñas entre la cabra loca y yo, los fríos comentarios de Karin y los lloriqueos del viejo diciendo que nadie lo quería era algo normal para nuestra familia.
Cuando el despertador sonó esta mañana me sorprendí, el hecho de no ser despertado por una de las usuales patadas del viejo era algo que raramente pasaba y debía agradecer por ello. Me levante con pasos perezosos y me dirigí al cuarto de baño de mi habitación, una vez que salí de este, me acerque al closet y me dispuse a sacar el uniforme que desde ahora portaría. "Escuela Preparatoria Privada 'Shino'" se en la parte superior derecha del saco azul marino. Tras arreglarme completamente baje al comedor solo para encontrarme a mis dos pequeñas hermanas desayunando, ambas portaban el uniforme de la institución, las mire de reojo y pude notar lo cortas de las faldas, bufe solo de pensar que andarían así por toda la escuela.
-Por lo que veo esa escuela no tiene decencia –Comente mientras me sentaba.
-Ni que lo digas –me dio la razón Karin.
-Pero si está muy lindo el uniforme –Se quejó Yuzu mientras daba una vuelta.
-Yuzu no vuelvas a hacer eso, se te ve todo cuando lo haces –comentó monótona Karin y yo solo negué levemente.
-¡Ay por dios! Yuzu mientras se tapaba la parte trasera de la falda.
El viaje a la escuela fue realmente normal, nada de qué quejarme realmente. Una vez que llegamos frente a la enorme escuela Karin y Yuzu se despidieron de mí, con un solo 'luego nos vemos' y una sonrisa respectivamente. Luego de eso, camine sin mucho interés por los pasillos del edificio que correspondía a la preparatoria, los murmullos sobre mi cabello o mi físico no se hicieron esperar por parte de las chicas, algunas decían halagos sobre mí y otras más solo pensaban que era un vándalo, aunque no suelo tomarle importancia a eso debo admitir que hasta cierto punto es molesto.
El timbre para el comienzo de las clases sonó y todos entraron a sus respectivos salones. Saque el papel que guardaba en el bolsillo desde esta mañana.
-Aula 2-C –leí en este. Mire frente a mí y pude notar a una maestra, cabello negro trenzado por el frente, no muy alta, ojos negros y piel blanca, fuera de un salo que en la parte superior tenia escrito '2-C', me acerque a ella sin mucha prisa.
–Tú debes ser kurosaki Ichigo, soy Unohana-sensei -hablo en cuanto estuve cerca de ella, solo asentí –Bueno pasa, te estaba esperando. Entre en el aula tras la maestra, en cuanto ella entro todos guardaron silencio y tomaron asiento –Él es Ichigo Kurosaki y a partir de hoy formara parte de este grupo –habló con voz dulce –puedes tomar asiento junto a la Kuchiki-san –una chica se puso de pie, baja estatura, cabello negro y corto, ojos violetas, y piel blanca, y supuse que ella era Kuchiki. –Bueno retomaremos el tema de la clase pasada así que abran su libro en la página 261 –
(Yuzu)
-Ellas son Karin y Yuzu kurosaki, son gemelas, hijas del doctor Isshin kurosaki y a partir de hoy serán sus compañeras, espero y sean cordiales con ellas, pueden tomar asiento donde gusten –nos ofreció Kaede-sensei tras la presentación.
Nos sentamos en los dos lugares que se encontraban al fondo del aula, Karin junto a la ventana y yo a su lado derecho. Las clases transcurrieron sin que me percatara, era muy bueno estar en una nueva escuela, de cierto modo me agradaba la posibilidad de conocer gente nueva con mucha frecuencia.
-Hola, mi nombre es Yachiru, ellas son Momo-chan y Soi-chan –frente a mí se presentó la pelirrosa.
-Mucho gusto, soy Yuzu y ellas es Karin –dije con una sonrisa.
Karin-chan solo miro de reojo a las chicas antes de regresar su atención a la ventana, enserio a veces me dan ganas de golpearla cuando es poco sociable. –Creo que Karin-chan no tiene deseos de hablar –comentó temerosa Momo-chan.
-Ella suele ser poco sociable –intente excusar.
-bueno porque no vienen a comer con nosotras –sugirió Yachiru-chan.
-Claro, sería buena idea –conteste –Karin ¿vienes? –le pregunte mientras me ponía de pie. Ella en respuesta solo se encogió de hombros.
Tras compartir una divertida conversación con las chicas el timbre sonó y las cinco nos dirigimos a los vestidores para la clase de gimnasia.
-Y ¿que se supone que hacen en esta clase? –pregunto Karin una vez que salimos del vestidor.
-Bueno… -Momo-chan coloco un dedo en su labio inferior –La mayoría de las veces utilizamos la clase para practicar las rutinas de porristas, aunque también jugamos voleibol y gimnasia–Una sonrisa se plasmó en su rostro.
-¿Porristas? ¿Voleibol? ¿Gimnasia? Tiene que ser un chiste ¿verdad? –se burló con una sonrisa ladeada Karin.
-¿Por qué tendría que serlo? –contesto secamente Soi-chan.
-¿No me digan que enserio es lo único que hacen? –Parecía que Karin aún no se lo creía. Cuando Momo-chan y Yachiru-chan asintieron -¿Y no hay un equipo de fútbol? –Pregunto.
-Claro que lo hay, pero es solo para hombres –bufó Soi-chan mientras se cruzaba de brazos y después murmuro algo que nadie pudo escuchar.
-¿y no han intentado entrar? –por primera vez Karin estaba interesada en algo sin la necesidad de que se lo pidiera.
-Soi-chan quiso hacerlo hace un año pero los chicos no lo permitieron –Momo-chan asintió a lo dicho por Yachiru-chan.
-¿Y por qué? –nuevamente cuestiono Karin.
-Porque al parecer todos son unos idiotas –Esta vez fue Soi-chan la que contesto.
-No digas eso Soi-chan, Shiro-kun es el capitán del equipo –Defendió la castaña.
-Y él fue quien dijo que no podía entrar por ser mujer –Comento Soi-chan molesta.
-¿Quién es ese tal Shiro? –pregunto Karin con la duda impresa en el rostro.
-Hitsugaya Toshiro, es el capitán del equipo de fútbol, el chico con mejores notas académicas, uno de los dos chicos más populares de toda la secundaria, por si lo preguntan el otro es Yukio, es amigo de la infancia de Momo-chan y es ese de ahí –señaló Yachiru-chan al campo de soccer frente a nosotras.
(Karin)
Mire en la dirección en la que la peli rosa señalo, había varios chicos que jugaban en ese gran campo así que regrese mi vista a la chica -¿Cuál de todos? –pregunte con la ceja levantada.
-El enano peliblanco –Soi fon me saco de dudas.
-S-Soi-chan, Shiro-kun ya no es tan pequeño como lo era en primero, de hecho es más alto que nosotras –Nerviosa la castaña levanto el dedo índice y defendió al albino.
-¿Qué has dicho? –podría jurar que cuando Soi fong cuestiono macabra un aura malévola salía de ella.
-N-Nada –especulo en un susurro la castaña.
-Bueno, hay que dejar de perder el tiempo –dije mientras caminaba decidida al campo de soccer.
-¿A dónde vas? –pregunto Yuzu.
-¿A dónde más podría ir? Claro que voy con ese idiota para ponerlo en su lugar –conteste.
Una sonrisa adorno los labios de Soi fon, Yuzu y la castaña se quedaron parados en medio la cancha de carreras y Yachiru fue tras nosotras. Una vez que estuve a orillas del campo grite-¡Hitsugaya! –
Todos se detuvieron de inmediato –Hey Toshiro, parece que tienes otra admiradora –Comento un rubio de ojos color esmeralda –Para la próxima diles que no moleste -agrego en el mismo tono monótono.
-Cállate Yukio –contestó molesto el peliblanco molesto mientras se acercaba -¿Qué tengo que hacer para que me dejen en paz? –cuestiono al momento que comenzaba a masajearse las sienes y cerraba los ojos.
-No eh venido a alabarte si eso te preguntas –Dije mientras ponía ambas manos en mi cadera.
-¿Entonces por qué has interrumpido nuestro juego y viniste a armar un escándalo? –se cruzó de brazos molesto.
-Porque quería entrar al equipo –conteste con una sonrisa ladeada –Mejor dicho queremos entrar al equipo –dije mientras rodeaba los hombros de Soi fon con mi brazo.
Un suspiro salió de él y seguido de eso las risas de los demás -Esto debe ser broma ¿verdad? –preguntó con una diminuta sonrisa –El equipo es solo para hombres, creí que el entrenador l había dejado en claro Soi fon –se dio la vuelta.
-Detente ahí –Le ordene –No pienso quedarme así de fácil tranquila –le dije.
-¿Qué es lo que pretendes? –Pregunto una vez que se giró sobre sus talones y camino hasta estar frente a mí.
-Ya te lo dije, queremos entrar al equipo –con simpleza conteste.
-Y yo ya te dije que es solo para hombres –S e cruzo nuevamente de brazos y levanto una ceja.
-Pues no me voy a ir de aquí hasta que consiga algo –estaba segura de mis palabras.
-¿Y qué quieres que haga? –Su tono de voz había cambiado ligeramente a uno de diversión.
-Quiero que juegues un partido conmigo, si ganas dejare de insistir –no sé de donde había sacado la idea pero ya no había vuelta atrás.
-¿Que si tu ganas? –su voz era seria nuevamente.
-Soi fon y yo estaremos en el equipo –le dije con una sonrisa.
Notas de la autora:
1.-Bueno aquí les traigo el primer capítulo de esta nueva historia, que salió de uno de mis frecuentes momentos de inspiración. Sé que tal vez no se vea muy interesante pero les prometo que haré lo mejor que pueda, abra mucho ichiruki y hitsukarin así como de una de mis parejitas raras preferidas Yukio y Yuzu. Espero les guste la idea y sigan esta historia.
2.-Agradecere a quien se apiade de mí y deje un review.
3.-Personajes de tite kubo, historia mía al igual que el universo alternativo, sin más me despido, cuídense, recomienden y sayonara.
