Los orígenes secretos de Dark Mercury
(PARTE 1/2)
Por: Ramsés II
México, 2013
DISCLAIMER: Usagi Tsukino y Ami Mizuno/Dark Mercury pertenece a Naoko Takeuchi.
A.I.M. Pertenece a Marvel Comics
—"El nombre que mi madre me puso es Mizuno Ami, mi nombre mutante había sido Lady Mercury, pero, de ahora y para siempre llevare el nombre de Dark Mercury"— Mientras aquella chica redactaba en un cuaderno vacio estas palabras, varios recuerdos le saltaban a la mente, permaneciendo en un oscuro departamento del centro de la capital alemana. En esta ciudad, la soledad, se convirtió en la constante de la vida estudiantil de Ami al estudiar Medicina en la Universidad de Berlín, sabiendo que este fue uno de sus últimos días como estudiante en aquel ilustre colegio, en el que cursaba no solamente la licenciatura en la carrera de medicina, sino también dos especialidades en cardiología y oncología. Aquella decisión de cambiar de identidad mutante, era de hecho el ultimo en una serie de actos en su camino hacia el llamado al "Lado oscuro" de nuestra naturaleza humana.
Este camino hacia la oscuridad que proclamó la chica nipona aquella noche, comenzó en su tierra natal: la ciudad de Tokyo, la capital japonesa. —"Mi soledad empezó antes de ser mutante, cuando mi madre pasaba más tiempo en el hospital que en la casa, haciendo que mi infancia haya sido miserable"— seguía escribiendo con cierto resentimiento mientras recordaba aquellas largas noches de llanto y soledad, en las cuales aprendió a cuidarse sola, y a ser autosuficiente a temprana edad, cuando apenas cursaba la primaria. La educación básica formó su carácter introspectivo, tímido y un poco huraño, permaneciendo sola al lado de sus libros de Algebra, Física, e Historia universal —sus materias favoritas—, puesto que desde los seis años ya demostraba ser una excelente estudiante, con el mejor promedio de toda la escuela. Sin embargo, algunos profesores se preocuparon por su aislamiento del resto de sus compañeros de clase. Lamentablemente estas advertencias solo quedaron en recomendaciones, ya que su madre nunca pudo atenderlas. Pero la estudiante nipona no piensa en el "hubiera", admitiendo su responsabilidad en este penoso camino.
—"Sin embargo, no podría culpar del todo a mi madre, pues ella tuvo que criarme sola después de la muerte de mi padre, un policía que fue asesinado a manos de un matón de los Yakuzas"— Recordaba la aspirante a doctora mientras escribía su proyecto catártico, en el cual plasmaba sus recuerdos de soledad, tristeza, y algunas lagrimas, y en ese momento pensó muchas cosas que su madre hizo por ella: gracias a su madre fue como conoció y aprendió a jugar ajedrez.
El deporte-ciencia ha sido la mejor manera en que ella ha podido hacer una verdadera interacción con otras personas en buena parte de su vida escolar y desde luego le ha salvado en varias ocasiones de caer en la locura que representa la soledad. Durante su juventud, Mizuno fue la mejor ajedrecista de todo Japón, incluso participó en varios certámenes internacionales, donde ganó el título de Maestra Internacional —"Aquel fue un gran momento en mi vida, por primera vez me sentía orgullosa de mi misma, sin temor a ser juzgada"— escribió Mizuno con un poco de soberbia y nostalgia. Pero ese éxito no ayudó a mejorar su vida social, es más, por esos motivos la mayor parte de sus compañeras de clases no le dirigía la palabra, ya que era considerada una "nerd" que solo dedicaba su tiempo a los estudios. Además, la chica de cabello azul nunca le importó lo que las demás compañeras de su grupo dijeran sobre ella, y que solamente la buscaban para que las ayudase en los deberes o tareas de la escuela. —"Así fue como conocí a la persona que cambio mi vida por siempre, mas para mal que para bien: Tsukino Usagi"— apuntando con furia el nombre de aquella compañera que alguna vez considero como su única amiga, mientras escribía en aquel cuaderno nuevo el recuerdo de aquella mañana en que ambas chicas se conocieron.
—"Todo comenzó, el primer día de clases en la escuela secundaria del distrito diez de Tokyo. No era una mala escuela, y no esperaba mucho de los profesores después de todo; lo malo empezó el primer día, cuando me tropecé con mi yo opuesto: Usagi, la chica más torpe, atolondrada e infantil de Japón"— en ese momento, Mizuno solo recordaba aquel día con un fuerte sensación agridulce al recordar como Usagi la había hecho su amiga luego de que por causa de esta, ambas chicas llegasen tarde al colegio. —"Aun no puedo creer que una adolescente como Usagi pueda ser un imán gigante de calamidades, malas calificaciones y torpeza; sin embargo, es increíble que Usagi-chan tenga tanta suerte y pueda ser tan agradable"— reflexionó Mizuno mientras seguía escribiendo sus oscuras y tristes sombras del pasado, recordando a la única chica que en verdad se había preocupado por ella, incluso más que su propia madre. Por eso Usagi se convirtió en aquellos momentos en su única amiga, aquella luz que ilumino su vida llena de sombras. —"como ya lo había dicho, Tsukino en aquel tiempo era un verdadero dolor de cabeza: a cada rato me preguntaba sus dudas sobre la tarea, y no me dejaba estudiar tranquila"— Pero al revisar sus tareas, Ami se percató que sin su ayuda, Usagi estaba condenada a reprobar sin remedio. —"Sin embargo, pese a su torpeza e impertinencia, siempre tuvimos una buena relación, por lo menos mejor que el resto de las compañeras, a las cuales les encantaba burlarse de Usagi por ser atolondrada, y reprobar en los exámenes"— recordaba Ami aquellos días comunes de la secundaria, cuando la secundaria era el problema más importante de Ami.
—"Pero las cosas se tornaron extrañas cuando cumplí 13 años, la edad en la cual todo adolescente teme: La edad del brote, es decir, cuando se activan todas nuestras hormonas, produciendo la temida reacción en cadena que se produce en nuestros genes, la activación del gen X: en otras palabras, El amanecer mutante"— recordaba cómo fue que pasó su brote: precisamente fue al final de su primera cita: sus manos se empezaron a enfriar, la chica creyó por un momento que era por el nerviosismo, pero las cosas se pusieron más raras, cuando, al despedirse de su pretendiente en la casa de este, le dio un beso congelante, lo que ocasiono que este fuera ingresado al hospital más cercano.
—"Afortunadamente, el chico salió ileso de aquel incidente, y guardó mi secreto, a cambio de no volverlo a molestar. No le culpo por tenerme miedo: desde ese momento, me he acostumbrado a ser temida por los demás"— Ami seguía escribiendo aquellas letras con tal de encontrar redención en todo ese mar de culpas y vergüenza que llenaba su alma de miedo y soledad que ella misma se impuso desde aquel trágico brote.
En un principio, mantuvo el secreto de su mutación, y en ese tiempo, entrenó y desarrolló sus poderes: aprendió controlar el agua en todos los estados de la materia, además de formar pequeñas navajas de hielo resistentes al calor y más duras que el acero para terminar creando escudos de hielo tan duros y más livianos que el metal. Pero era obvio que su secreto no duraría para siempre y, tarde o temprano su ser mutante se revelaría al mundo, así que tenía que pensar en alguien en quien ella pudiese confiarle su secreto, una confidente con la cual pueda desahogar sus penas; en toras palabras necesitaba una verdadera amiga. Pero la gran pregunta para Ami era ¿en quién confiaba? —"Mi madre terminaría por ignorarme en el mejor de los casos; mis profesores llamaran a la policía, ya que en Japón existen leyes restrictivas Anti-mutantes, semejantes a las existentes en Norteamérica, donde los mutantes son reclutados por el ejército y son usados como soldados, si no hacen, son considerados terroristas"—, al recordar esto, Ami hizo una rápida pausa para pensar en lo mucho que detestaba a la gente prejuiciosa sobre los mutantes. —"Finalmente no confiaba en ninguno de mis compañeros del clase, excepto en una persona"— de nueva cuenta el nombre de Tsukino Usagi volvió a saltarle en la mente, recordando las tardes de verano en que ambas chicas aprovechaban el tiempo en dos cosas: estudiar para ingresar a la preparatoria y sobre todo, ayudar a Ami a entrenar los fines de semana durante las clases y en las tardes durante las vacaciones de verano y días feriados. Durante el primer año en que ambas chicas se conocieron, tanto Ami como Usagi cursaron juntas no solamente en el mismo grupo escolar, también ambas asistieron a clases de artes marciales, especialmente Karate y Judo —"Usagi fue la primera en saberlo, y fue la única en aceptarme tal y como era yo"— escribió sollozando en silencio mientras recordaba el día en que le conto su más grande secreto.
Al principio se asustó un poco de su capacidad mutante, pero solo fue el shock de conocer a una hija del átomo. Con el tiempo, Usagi la ayudó a entrenar para controlar sus poderes; incluso, fue ella quien le sugirió varias opciones para su nombre mutante: y entre ellas, solo tres le gustaron a Mizuno: Deep Blue, Ice Queen y Lady Mercury. En un principio, Mizuno usó el primer alias para crear su cuenta de correo electrónico, por lo que se quedó por un tiempo con el alias de Lady Mercury.
Sin embargo esos momentos fueron los únicos que Ami recordó de la secundaria y de la preparatoria, además de algunas fotografías plasmadas que había decidido guardar, puesto que algo muy malo pasó y la chica de cabello azul era incapaz de recordarlo: sabía que eso no era una buena señal —"según mi madre tuve un grave accidente que me provoco muchas contusiones en la cabeza, lo que provocó la amnesia. El caso, es que permanecí algunos días en el hospital y pocas cosas se quedaron en mi mente de mis tiempos de la secundaria y la preparatoria algo me decía que mentía. No le creí jamás, y hasta ahora sigo averiguando que paso en ese tiempo por cuenta propia"— La primera pista que obtuvo Mizuno para recordar aquel pasado, la obtuvo al regresar de su incapacidad en la preparatoria.
—"Cuando volví a la preparatoria noté que algo había cambiado en la atmosfera. Observé el temor en sus miradas cuando me veían pasar: por un lado, algunos chicos me invitaban a salir con ellos, otros me veían con algo de temor, al punto de desmayarse"— recordó por un momento Mizuno algo que en verdad le había preocupado en aquella redacción retrospectiva —"En todo ese tiempo, Usagi-chan no asistió a la escuela, Incluso, cuando preguntaba por ella, me daban evasivas o de plano simplemente cambiaban de tema. Por otro lado, el resto de las compañeras de clase me odiaban más que nunca e incluso tuve que llegar a defenderme de manera involuntaria en más de una ocasión, lo cual siempre trajo demandas a la escuela; además de traerle problemas a mi madre, quien poco tiempo después de haber terminado la preparatoria, tuvo que enviarme a estudiar la carrera de medicina en Berlín para salvarme de algo que era más peligroso que los Yakuzas"— mientras recordaba esos momentos oscuros, tuvo que recordar el momento más doloroso de su vida.
Antes de abandonar Japón por los siguientes cuatro años, en busca de cumplir su sueño de convertirse en doctora, Ami se decidió a hablar con Usagi —" No tengo idea de que me haya pasado, pero lo más inesperado es que cuando fui a buscarla a su casa, un vecino me advirtió que la familia Tsukino se había mudado hace tiempo, debido a causas que desconocía"— De nuevo la soledad había llenado su alma, ahora se encontraba agobiante de lo que pudo haberle pasado a su amiga, pero a diferencia del pasado, no era la tristeza lo que acompaño esa soledad: era ira, frustración de no poder recordar absolutamente nada y que todo el mundo le haya dado la espalda en este momento incuso se sintió traicionada por Usagi, quien se fue sin siquiera despedirse.
Los años pasaron y la soledad sigue La frustración se convirtió en resentimiento hacia los humanos, a quienes consideraba "idiotas", y incluso llegando a odiar a su propia madre, quien prefirió alejarla de su vida, antes que siquiera comprenderla. —"pero eso ya no importa: en pocos días iniciara mi nueva vida, pero no como una doctora, sino algo mejor: en pocos días seres iniciada en el circulo de A.I.M. como oficial científica, y como tengo mi título, ya no me importa si consigo el doctorado, lo podré conseguir cuando vuelva a Japón"— Ami había terminado de escribir aquella entrada en su cuaderno, la cual constó de casi 3 cuartillas en idioma alemán, el cual aprendió en estos últimos cuatro años de estudio los cuales estaban por terminar en esa noche oscura y tormentosa, en la cual había ingresado a una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo: A.I.M. asociación criminal tecno-anarquista, que recluta a las mentes más prodigiosas del mundo con el fin de obtener el conocimiento supremo —¡Pero lo mejor está por venir! ¡POR LA CIENCIA!— Exclamó finalmente, vestida con un traje amarillo, portando un arma de rayos gamma.
CONTINUARA...
