¡Holi! Bueno, este es mi primer fic de Uta no Prince-Sama, espero que os guste :3

Leer: Antes de nada quiero decir que no odio a St rish ni nada, pero puede que en algún momento alguno parezca un tirano. Puede, no sé si ocurrirá o no pero en caso de que ocurra será estrictamente necesario. (Aviso porque no quiero que me odiéis XD)

Por cierto, no sean tímidos dejad reviews con preguntas, dudas o lo que sea, que yo siempre os contesto. Si no tienes cuenta responderé tu review en el próximo capi.

Los personajes de Uta no Prince-Sama no son míos, ya que si lo fueran Haruka le habría dado un sopapo a más de uno en más de una ocasión.

Capítulo I:

Emerarudo no Ōji (Príncipe de Esmeraldas)

-¿Una coreógrafa?-Inquirió el joven Idol de gafas un tanto molesto.

-Sí. Es lo único que necesitamos para vencer a Starish.-Respondió Rining, el dueño de Rining Entertaiment y padre del molesto Idol.

-Podemos superarlos nosotros sólos perfectamente.-Agregó el de ojos malva, aún más molesto.

-Os ganaron en el UtaPri Award y en el Triple S, habéis demostrado que no es cierto. Ellos tienen una compositora, pero vosotros sois canta autores, y está claro que esto se gana el favor del público, pero no es suficiente. Necesitáis algo que ellos no tengan para ganar. Starish tiene ritmo, pero no lo siente. Y nosotros tenemos la oportunidad de contratar a la mejor coreógrafa del país.

El orgulloso Idol de gafas nunca lo iba a admitir, pero su padre tenía razón, necesitaban algo más...O quizá...¿A alguien más?

-En cualquier caso, ¿quién esa coreógrafa?-Preguntó impacientemente el de ojos ámbar.

El director sonrió maliciosamente y con un rápido movimiento sacó un mando a distancia de uno de sus pulcramente ordenados cajones. Este mando encendió la lujosa televisión de plasma encontrada tras los siete chicos. Se dieron la vuelta y se colocaron a los lados de la mesa de su director para dejarle a él también un campo de visión.

En el televisor se pudo apreciar a una chica de piel un par de tonos más oscura de lo habitual, ojos azules muy claros y cabello blanco recogido en un gran moño de tirabuzones, el cual ocupaba toda la parte de atrás de su cabeza, y del cual salían dos tirabuzones perfectamente colocados sobre sus hombros. Al parecer la primera reacción de los chicos fue pensar que era...hermosa. Llevaba un vestido victoriano blanco de boda sin ningún tipo de manga o tirantes y una enorme cola más ancha que por larga. Sus brazos los cubrían hasta poco antes de los hombros unos hermosos guantes blancos. Sobre su cabeza reposaba un pequeño sombrero negro con una Rosa de Novia y un velo de rejilla blanco qie llegaba hasta sus hombros por delante y hasta su cintura por detrás.

Al son de la música ella deslizaba de un lado a otro del bosque que era su escenario en el VideoClip. Y delicadamente movía sus brazos con la gracia de una mariposa, esto pensaban los chicos los cuales se sentían hace poco tan reacios a la idea de una coreógrafa. Cuando por fin comenzó a cantar, su voz los maravilló.

Nos miramos a los ojos incansablemente,

Hasta la salida del sol.

Las impurezas del mundo no destruirán

Nuestro puro amor.

Ahora debemos amarnos clandestinamente

Viviremos apasionadamente

Mientras lo permita nuestro unificado corazón.

Protejámonos mutuamente

En este espejismo del Edén

Dónde la felicidad es un privilegio.

Oh, desgraciada Eva

Las musas te envidian

No tienes lágrimas

Y algo como la "impureza" es desconocido para ti.

Diosa del Amor

Diosa de la Tentación

Diosa de la Corrupción.

La roja manzana;

Déjame probarla,

Déjame comerla,

Permíteme conocer el sabor del pecado.

En la religión

De un machista Dios sin corazón

La pureza de las Doncellas

Perecerá antes de convertirlas en Ángeles.

En aquellos oscuros días

No había una verdadera libertad.

Oh, Dulce Eva

Sólo deseas el amor

De tu Príncipe de Esmeraldas.

En ciertos estudios de grabación

-¡Muy bien, Chantal!-Exclamó el director tras las cámaras.

Le sonreí. Entonces me fijé que mi mánager; William Marple-Un estadounidense rubio de ojos azules un tanto hiperactivo-corría hacia mí.

Le miré y sonreí. Era buena persona, no podía decir que pusiera mi vida en sus manos, pero confiaba en él.

-¿Qué ocurre, Will?

-El señor Otori Rining quiere que trabajes para He vens.

-No compondré para ellos. Mis canciones tienen mucho significado.

-Lo sé Miss. Chantal, pero lo que ellos quieren es que seas su coreógrafa.

-William-el nombrado tragó saliva estrepitosamente, sabía que si lo llamaba por el nombre completo estaba molesta-no pienso trabajar de ninguna manera para un grupo de Idols moja bragas.-Dije dándome la vuelta. Sé que cuando me enfado, Will no soporta mi mirada...

-Pe-pero...Miss. Chantal, debe hacerlo.

-¿Por qué?-Inquirí enfadada e impaciente.

-Otori Rining es muy influyente en el mundo de la música, acabará con tu carrera de Idol en caso de no aceptar.

-¿¡Qué!?-Exclamé dándome la vuelta y fulminando con la mirada al pobre Will.-¡N-No puede hacwr eso!

-Desgraciadamente...Sí que puede.-Suspiré al oír el resentido tono de mi mánager.-Pero Mister. Otori acaba de avisarme en He vens la idea no ha sido acogida cálidamente.

-Uff, menos mal...Espera, ¿¡Por qué no!?

-¿E-eso no es...bueno?-Preguntó el rubio sudando. Lo que tenía que aguantar el pobre...

-Bueno si es, pero...¿Qué pasa? ¡No soy suficientemente buena para ellos, ¿o qué?!

-Bu-bueno son muy...orgullosos, ¿sabe?

-Ah, hombres.-Suspiré. Prometo que tengo mis razones para tener tal temperamento...

El móvil del estadounidense sonó.

-¡Mister William Marple al habla!-Después de unos segundos señaló su móvil y me susurró:-Es Otori Rining.

Rápidamente pegué mi oído al aparato, desgraciadamente sólo me enteré de alguna que otra palabra suelta, tendría que esperar a que me lo contara Will...

-Gracias a usted, Mister. Otori.-Finalizó la llamada sonriendo. Luego me miró sólo para darse cuenta de que lo miraba fija e impacientemente. Empezó a reír nerviosamente y colocó su mano derecha en su nuca.

-¡Te mato!-Exclamé.-Calma, Chantal, calma, no es culpa del pobre Will.-Me dije.-Muy bien...seré su coreógrafa pero no los conozco...¿Hemos quedado ya algún día, o...?

-Habéis quedado para mañana en su Academia de cinco a siete. De siete a ocho irás a elegir el vestuario para el concierto de la semana que viene.

-De acuerdo...¿Tengo algo más para hoy?

-Firma de autógrafos Pre-Concierto en el Gothic&Victorian Music Palace.

-Que pereza...-Me quejé.

-Le dije que la rechazara, pero no...Tenías que hacer la firma.-Dijo en tono de burla.

-¡Pobres! ¡Para cuatro Idols Gothic&Victorian que tienen!

Me removió el pelo con su zurda. Yo le saqué la lengua. En realidad tenemos buena relación...Para alguien que aguanta mi temperamente...

De vuelta a Rining Entertaiment

-¿Qué os ha parecido?

-Realmente existe la princesa de los cielos.-Dijo el castaño de ojos castaños con una egocéntrica sonrisa.

-Las estrellas la han bendecido.-Aseguró el albino de grisáceos ojos.

-Es muy buena.-Dijo el de cabello negro y ojo crema.

-Tiene mucha fuerza en su voz.-Dijo el rubio de ojos ámbar.

-Su voz es muy dulce...-Aseguró un tanto ruborizado el castaño de ojos malva sin gafas.

-Es bastante adorable, teniendo en cuenta su mensaje, y la música pausada pero potente se adapta bien.

El castaño de gafas y ojos malva no dijo nada. Al parecer estaba estupefacto...

-¿Eiichi?-Dijo Rining.

-E-es...¿Cómo es posible que no la conociera?

-Vuestra música es muy ás a penas lleva dos años en japón.

-¿¡A penas dos años!? Su pronunciación es perfecta...-Al parecer, volví a sorprender a Eiichi.

-Y esa que os enseñé; Emerarudo no Ōji, es su primera canción. Esa chica tiene mucho talento.

-Tengo ganas de conocerla. Su voz es increíble.-Comentó el castaño sin gafas.

-Vaya, Eiji, ¿sólo por eso? Yo tengo otras razones para querer conocerla...-Expresó el castaño de ojos castaños con una sonrisa...maliciosa.

-¡Van!-Exclamó Eiji escandalizado.

-Deberías irte acostumbrando a Van, Eiji.-Dijo el rubio molesto arrugando la nariz.

-Lo siento, Yama-Chan.-Se disculpó.

-¿¡Có-cómo "Yama-Chan"!?

-¡Lo siento, lo siento, Yamato!

-Parad de discutir, estáis poniendo triste a las estrellas.

-¡Tú no te metas, Shion!-Exclamaron Yamato y Van, mientras Eiji se disculpaba haciendo reverencias.

-¡Seréis molestos!-Exclamó Eiichi.

-¡Estás para hablar!-Dijo el de cabello rosa pastel.

-¡Na-Nagi!

Todos menos el de cabello negro estaban discutiendo.

-Niños...-Suspiró el de cabello negro por lo bajo con una mano en la frente.

-Dímelo a mí, Kira.-Comentó resignado el director.

Mi Habitación el día siguiente

Mi despertador de Kurosaki Ranmaru (¿Qué? Es mi ídolo.) me despertó a las seis, con lo cual comencé mi estricta rutina (¿He comentado mi debilidad hacia Mikaze Ai?). Todo estaba en orden, me lave la cara, me puse mi kimono de desayunar (bueno, mi kimono de andar por casa) y me dirigí a la cocina dónde se encontraba Will con las mangas de su camisa remangadas y un delante cocinando algo en la sartén.

Grité. No me lo esperaba y me asustó. Incluso caí al suelo. Will se acercó a mí y me ofreció una mano para levantarme, la cual acepté con gusto.

-Recuérdame que te quite la llave de mi casa.-Dije ya de pie con el a pocos centímetros de mí. Puso cara de confusión, como si estuviera intentando recordar algo muy escondido en su cabeza.

-Pero...siempre que pasa esto me dice lo mismo, yo se lo recuerdo y usted no me las quita.

Me sonrojé y me aparté de él fingiendo que quería sentarme.

-¡Lo-lo que yo haga con las lla-llaves de mi casa es mi problema!-Exclamé sentándome en una de las dos sillas de la mesa de la cocina.

-No, si por mí perfecto. Soy el único con las llaves de su casa, Miss. Chantal, me hace sentir especial para usted.

Mi rostro podía ser comparable con la bandera del país en el cual me encontraba. Estiré mis brazos sobre la mesa y reposé la cabeza sobre esta, de modo que ocultaba mi rubor.

-Tutéame, por favor, me haces sentir una vieja.

Will se rio, una de esas risas suyas de "no voy a dejar de hacerlo por mucho que te duela", mientras sacaba beacon de la sartén y colocaba dos tiras en un plato con patatas y otras dos en otro con dos huevos.

-¿Qué prefiere?

-Té.-Dije con una mezcla entre tono soñador y de súplica

-Me temo que no está en el menú, madamme.

-Will, esto es demasiado, te lo he dicho. Tu puedes porque los estadounidenses tenéis un estómago de acero...Y particularmente tú un metabolismo envidiable, ¡con todotodo lo que comes y no engordas!

Volvió a reír.

-Tienes que desayunar bien para afrontar todo el día.

-Ya, pero no tan bien. Si como todo eso, vomito.

-Pe-pero...vine sólo para preparártelo exclusivamente por lo de He vens.-Dijo con lágrimas-de cocodrilo, por cierto-en los ojos.

-Vale, vale ya como...Me has recordado el desastre de esta tarde y se me ha abierto el apetito. Prefiero patatas con bacon.-En parte era porque me dio pena...aunque no lo admitiría...

Will sonrió y colocó el plato frente a mí.

Mientras comía, Will no dejaba de mirarme, y me ponía nerviosa.

-¡Will! ¡Me pones nerviosa, maldita sea!

-Lo siento, lo siento.-Se veía avergonzado.

-Ah, por las Musas...-Suspiré.

Aún así, Will seguía sonriendo. Francamente nunca le he visto dejar de sonreír...Lo admiro. Es muy...fuerte.

¡Y hasta aquí el capítulo de hoy!

¡Si tengo un review, mañana subo el segundo capi!

Por cierto, lo del Dios sin corazón...no hablo de ninguna religión que exista, que nadie se me ofenda por fa, y lo siento

¿Qué os ha parecido?

¿Merezco reviews?

¿Qué ocurrirá con Heavens?

¡Depende de TÍ el que lo descubras mañana o no!

Gracias por leer *reverencia*