esta es mi nueva historia, de hecho la escribi hace mucho y ahora la quiero compartir con ustedes, es desde el punto de vista de Reneesme despues de muchos años, es una mini saga de tres mini historias y esta es la primera, ojala les guste
Capitulo 1
LA CAJA DE CHOCOLATES
Todo estaba casi listo, mi cumpleaños # 15 estaba a la vuelta de la esquina, para muchas mujeres en especial a las adolescentes les resultaba absolutamente fascinante celebrar una fiesta de cumpleaños, en especial para ciertas culturas, todo era un gran acontecimiento, mis fiestas de cumpleaños por otro lado eran algo mas irreal, al principio era solo algo meramente familiar, como no acudía a la escuela, mi fiesta era solo con mi familia y amigos cercanos de mis padres y abuelos, después todo cambio.
Como era de esperarse y de pasar un tiempo en Forks, mi familia debió mudarse, era la primera vez en siglos que se separaban, pero las cosas eran distintas ahora conmigo en sus vidas, mi madre había decidido asistir a la universidad, por lo que nos mudamos cerca de allí, nada ostentoso, era un bonito apartamento con una linda vista, mis abuelos y tíos fueron a pasar un tiempo recorriendo el mundo y visitando a sus amigos mas queridos, los que no hacia mucho tiempo los habían ayudado, cada semana sin falta recibíamos llamadas y correos electrónicos de ellos, los extrañaba mucho y no dejaba de contar los días para volver a verlos, pero al que mas extrañaba sobre todas las cosas era a Jacob, mi Jacob, a mi padre de veras le enfurecía cuando aparecía en mis pensamientos de una manera tan posesiva, pero ni él ni nadie podía hacer nada, Jacob se había convertido en mi mejor amigo, en la persona con la cual podía contar y siempre estaba ahí para mi. Él también había decidido ir a la universidad, obviamente no a una tan costosa como a la que asistían mis padres, pero si una donde pudiera ir a visitarme cada fin de semana.
Pero para mi no era suficiente, muchas veces mientras mis padres estudiaban, me sentaba en la ventana y miraba a todos los demás niños correr, reír y jugar, por algunas razones de carácter paranoico de mi madre, no se me permitía estar rodeada de niños de "mi edad",bueno, física, pero mi mitad mortal fue superior a la inmortal y solo fue cuestión de tiempo para que fuera insoportable y quejumbrosa, lloraba y hacia berrinches, papá alegaba que pronto debíamos mudarnos si seguía así, los gritos, mis gritos habían recibido varias quejas por parte de los vecinos, al final, mi madre cedió y logre entrar a la escuela, debido a mi edad física no me era posible pasar de segundo grado, así que toleraba bastante bien las cosas que ya sabia, lo que si aprendí fue a ser mas humana, y eso era un alivio, no tendría a mis padres tan nerviosos.
Al terminar la universidad volvimos a reunirnos todos, esta vez en Canadá, específicamente en la Columbia Britanica, cerca al Monte Robson, era una preciosa casa con una vista increíble y un lugar donde mi familia podía cazar, de nuevo todos ocupaban los lugares que correspondían.
A medida que iba creciendo lo mas duro fue el hecho de que pase a ser la hija de mis abuelos, no podían presentar a una pareja de menos de 20 años como padres de una hija de 14 años, no era posible…no en este mundo…no en este espacio, así que me toco aceptarlo y lidiar con ello, ahora a la víspera de mi cumpleaños numero 15, las cosas se están poniendo mas y mas difíciles, mi lado adolescente a veces supera el hecho de que mentalmente doy perfectamente los 20 años de edad, se muchísimo mas que mis demás compañeros y mis habilidades superaban en numero al resto de chicas de 14 años que pensaban en novios, clubs y shoppings.
- ¿no hay fiesta?- exclamo mi tía Alice en tono casi histérico
- yo no dije nada!
Ah se me olvidaba, tenia cero privacidad, entre mi padre, mi tía y los "instintos" maternos de mi madre, eso estaba prohibido para mi, ni siquiera en mi mente estaba sola…genial!
- Alice…perdón tía Alice, no es que no vaya a haber fiesta, es que no la quiero como tu la concibes en esa mente tan creativa tuya
- eres igual a tu madre, una aguafiestas…es la primera vez que tienes amigos con los cuales compartir esta fiesta y….
- esta bien- dije apretando los dientes- lo haremos, la dichosa fiesta se hará, pero cuando todas las cosas salga mal, tu vas a ser la culpable, ¿estamos?
Mi tía se me quedo viendo como si estuviera loca, después sonrió, supongo que yo era la paranoica y la visión de la monumental fiesta eran solo cosas buenas, ella había logrado encontrar una forma de ver los puntos ciegos que había conmigo, pero no siempre era así, por lo tanto lo de la fiesta era una mera suposición por mi parte y la suya claro esta.
Alice se retiro bailoteando y cruzo la habitación con gracia, cuando la vi salir suspire hondo y me deje caer en el sofá ocultando mi cara de frustración en los cojines.
- ¿ que pasa amor?
Esa voz como campanillas no podía ser de nadie mas sino de mi madre, la podía reconocer aun en mis sueños o mas bien en mis pesadillas, ya que de un tiempo para acá, eso era lo único que ocupaba mi mente en las noches.
Alce el rostro y ella pudo ver en mis ojos aquella frustración, esa pequeña parte de su antigua naturaleza en mi.
- no me digas, Alice…
- no, no- que bueno que podía mentir sin papá cerca-es que no se que hacer de proyecto de ciencias para la feria, creo que he agotado todas mis ideas en los años pasados
Mire de lado el estante con todos los premios que había ganado en el transcurso de mi corta vida, un motivo mas para ser el orgullo de los Cullen.
- del uno al diez que tan ingenua crees que soy Reneesme?- pregunto mi madre muy seria
- diez!
- muy graciosa, ¿toda esta actitud es por la fiesta, no?
- ya te dije que no, las cosas están así Bella…perdon mamá…
Que me pasaba hoy, mi mente conspiro para llamarlos a todos por sus nombres de pila y que me miraran con ojos desgarradores hasta hacerme sentir mal, era increíble.
- estoy emocionada por la fiesta y angustiada por el proyecto, solo debo concentrarme en esto, disculpa!- me puse de pie y subí las escaleras corriendo, no quería ver esos ojos dorados mirándome con tristeza por haberla llamado Bella, quería estar sola, me deje caer en la cama bocabajo, cuando menos pensé quede sumergida en mis ensoñaciones, eran tan vivas y llenas de color como solía decir mi padre, pero que en los últimos años me resultaban perturbantes y sobrecogedores, se mezclaban con imágenes del pasado, del futuro y sobretodo del presente, era como estar metida en un cuadro, al principio uno bonito y colorido como uno de Van Gogh y luego angustiante como "El grito" de Munch, me despertaba agitada y con la frente empapada en sudor.
- es solo un sueño Reneesme- me repetía-solo un asqueroso sueño que no me deja en paz- espete furiosa
- sueles ser como era tu madre cuando despertaba después de soñar con monstruos.
En la oscuridad la voz de mi padre se coló y me sobresalto, no era por miedo, mas bien por verme descubierta por él, estaba al pie de la ventana mirando hacia el horizonte, luego volteo y sus impresionantes ojos dorados brillaron en la habitación, con cautela como si fuera una bestia salvaje se acerco a mi.
- ya no tocan la puerta?- todavía seguí molesta y se notaba en mi voz
- quería ver si estabas bien y veo que no
- podrías sentarte, me resulta perturbante que estés ahí de pie con aire sombrío o no se que.
La relación con mi padre era muy buena, solía escuchar que se expresaban de mi relación con él como una especie de complicidad, no necesitaba hablar mucho para entablar una conversación con él, siempre tenia palabras exactas para hacerme sentir bien, era encantador y cautivador, pero a veces era simplemente mi padre, estricto y serio.
- mamá te dijo algo, no?
- no hizo falta, pude sentir su tristeza desde la entrada.
- no quise llamarla por su nombre, se me salio, no es facil…
Y ahí estaba mi mente se abrió como un cielo después de una tormenta, todo y cada una de las cosas que me esforcé por ocultarle ahora saltaba a su mente como bolas de fuego.
Al fin podía saber el motivo de mi disgusto, como deseaba tener el escudo de mamá…
- te sientes amenazada por Bella?-pregunto sorprendido
- no es amenaza es mas bien….ummm…no se, se supone que debo verla como una figura de autoridad, pero es muy difícil cuando aparenta ser tu hermana mayor y tus compañeros del colegio babean por ella…esta claro que es hermosa, pero, solo por una vez quisiera que fuera mi madre.
- pero es tu madre Nessie…
- no, no lo es y tu tampoco eres mi padre, son mis estupidos hermanos…y odio eso…no sabes cuanto
Me puse de pie y camine alejándome de él, baje las escaleras a toda prisa hasta la puerta.
- oh no vas a hacer eso?- mi padre me alcanzo y me detenía de un brazo.
- déjame!
De repente el salón se lleno de rostros conocidos y desconcertados, no entendían la ira de mi padre y mi altanería hacia él.
- Edward que pasa?- pude escuchar la voz de mi madre cerca de la puerta que daba a la cocina.
- creo que es un ataque de rebeldía adolescente- bromeo mi tío Emmet, pude escuchar como sisearon los demás.
- Reneesme?-pregunto mi madre
- voy a buscar a jacob, necesito de él ahora, algún día me casare con él no?-mi padre odiaba esa idea y me retuvo con mas fuerza- no me salen moretones con facilidad pero me va a salir uno si sigues apretando de esa forma…Edward…-eso fue lo que logro desarmar a mi padre y pude soltarme de él, sin mirarlo a los ojos, ni voltear salí corriendo de ahí, antes de salir pude escuchar a mi abuela Esme diciéndole que iba a estar bien y después nada mas que el sonido de la noche.
Jacob vivía a unos 8 kilómetros de nuestra casa, en una bonita cabaña muy similar a la de su casa en La Push, yo le decía que era nostalgia, él me decía que era coincidencia, tarde un poco mas de una hora en llegar, camine mas despacio de lo normal, mis ojos llenos de lagrimas no dejaban de empaparme el rostro y sabia que para estas alturas mi mamá ya había llamado a decirle que iba en camino, efectivamente así fue, Jacob me esperaba afuera de la casa, cuando lo vi ahí de pie, corri y me refugie en sus brazos, eso era justo lo que necesitaba en ese momento, su calor, escuchar el latir de su corazón tan fuerte como un tambor y sus brazos rodeando y dándome consuelo.
- hey, Nessie que ocurrió en la casa de locos?-intento bromear
- que mi vida es una estupida caja de chocolates y justo ahora me toca comerme los mas amargos.
- no dicen que son los mas caros?
- oh Jacob!…vamos!- lo mire con lagrimas en los ojos
- esta bien, esta bien! Cuéntame, que paso?
Nos sentamos en las escaleras de la entrada, él me sostenía de las manos mientras me consolaba.
- esta bien…la cosa se puso mal, muy mal en casa, no se a donde ira a parar mi relación con mis padres, es lo que mas me preocupa, saber que va a suceder con ellos, en estos momentos quiero ser valiente, pero no creo ser lo suficiente como para afrontar esta situacion…todo esta mal, la fiesta, mi vida, esto que resulto ser contigo y conmigo…
- calma, calma! Como que cosa contigo y conmigo, vamos Nessie, sabes que eres una niña, y solo podemos ser amigos, nada mas.
- se lo que va a pasar luego, lo escuche de boca mi mamá cuando discutía contigo hace ya un par de años, no soy tonta Jacob, se que un hombre de tu edad, que no le sobran admiradoras, y sin excusas estas aquí sentado con una niña de 14 consolándola por una rabieta, eso no es normal.
- tu no tienes 14-bromeo
- oh por Dios!-suspire frustrada
- Nessie…yo…
Me puse de pie y me aleje de él dándole la espalda.
- creo que al final soy un chocolate mas en la caja
- "Yo veo un bombón, me da igual que el resto vea toda la caja"- voltee y me sonrió.
- deja de mirar tanta televisión Jacob Black
- y tu deja de atormentarte por la vida que te toco, simplemente, vívela Reneesme Cullen.-sonrió mostrando con esa hilera de dientes blancos deslumbrantes.
Camine de regreso a casa, no permití que Jacob me acompañara, no creía poder soportar un enfrentamiento entre mi padre y él, así que volví, esta vez la caminata de regreso duro lo que una persona normal haría caminando 8 kilómetros, el bosque no me asustaba, la noche tampoco, había aprendido a lidiar con eso desde pequeña, no le temía a los monstruos en el armario cuando era niña, ni a las historias de terror, cuando tienes a una manada de licántropos cubriéndote las espaldas y una familia de vampiros vegetarianos, los cuentos de horror no te causa mucho impacto.
Me detuve frente a la casa pasadas las 4 de la mañana, no se escuchaba nada, ni una sola voz, eso me inquieto, tal vez todo había resultado peor de lo que pensaba y había sido desheredada de la familia Cullen, o tal vez se habían ido todos de caza y dejarían a la casi mortal berrinchuda que les hacia la vida mas difícil, no podía negar que me amaban, pero no creo que en este momento fuera su persona favorita, me convertí en la villana de este cuento de fantasía, mi madre la hermosa vampiro de 18 años de belleza envidiable, mi padre el encantador vampiro con un sin fin de cualidades, con una hija espeluznante que lo único que consigue es hacerlos sufrir.
- te equivocas nena-suspire al oírlo
- en que me equivoco?-pregunte sin dejar de mirar la casa
- en que eres una villana, espeluznante e insufrible, creo que eres mas mortal de lo que tu madre y yo suponíamos.
- mas mortal, eh?
- así es!-podría jurar que sonreía- es cuestión de que te adaptes a la idea de que con o sin inmortalidad, estas pasando por una terrible época de rebeldía adolescente como diría Emmett
- y como soy mas mortal en estos momentos…supongo que merezco un castigo- voltee y su sonrisa se extendía por su cara- por lo tanto no merezco divertirme, así que me quedare sin fiesta de cumpleaños
- creo que el castigo no seria para ti sino para Alice, así que lo considerare
Le sonreí y lo abrace, en ese momento me di cuenta que no había nadie que reemplazara a un padre como él.
