Hetalia no me pertenece el amo y dueño es Hidekaz

Resumen: Alfred es el nuevo presidente estudiantil y cometerá abuso de este poder para *joder la vida de su amigo de antaño, Arthur.

Advertencia: Mundo alterno, Alfred cometiendo abuso de poder y Arthur siendo esclavizado(?) y también acosado, lucha cuerpo a cuerpo causando un orgasmo.

Y quiero agradecer a mi beta lectora :3 Akemi~ Tan buena ella que estoy pensando seriamente en construir un altar(?)... creo que tiene poder para leer mentes .


INTRODUCCIÓN

Todo tiene un motivo

Eso era bullying, ese bastardo se estaba pasando de la raya y Arthur Kirkland no lo permitiría, el hecho de como se vistiese no tenía nada que ver con su actitud, no había golpeado a nadie en meses así que el hijo adoptado de la linda señora que tenía por vecina era un puto.

Desde que Jones había llegado hace un año no había parado de hacerle la vida algo imposible a Kirkland pero ahora que era el presidente, vaya, si antes Arthur odiaba el colegio ahora le quería prender fuego con Jones dentro de este.

Arthur sabía que lo tuvo que haber parado desde el primer momento, ese en la que el profesor de química le había pedido salir al frente y explicar las clases, ya que Arthur en ese entonces andaba con un trió bastante idiota que no paraba de interrumpir a cualquier docente; Arthur se dirigía al encuentro con el profesor para comenzar a dictar las clases que no entendía y quién sabe, nunca entendería pero en el proceso de encuentro, un ser con la inteligencia de un simio le había puesto su puto pie y Kirkland no se había percatado de ello , cayendo estrepitosamente de cara estampándose al suelo como un chicle.

Levanto la mirada para castrar al infeliz que no se había enterado quien mandaba en aquel instituto, pero al mandar su mirada cargada de furia mezclada con la chispa de un asesino serial se dio cuenta de algo – ¿Alfred? – susurró, cambiando su semblante, prácticamente había visto un fantasma bien feo, si feo pero en ese momento se había quedado embobado viendo su perfecta cara, era como si algún dios hubiese moldeado aquel ser, dejando a Arthur embelesado.

– Al parecer actúas como te ves, lamentable – su voz era burlona, luego de eso comenzó a reír algo que los demás no hicieron ya que Arthur era sus pesadillas de todas la noches, incluso algunos se orinaban y otros definitivamente habían tenido que ir al psicólogo 3 horas al día todos los días del año para superar los traumas que Kirkland les ocasionaba a sus pobres y desdichadas vidas.

Ese fue el primer día en la que su muy trabajada imagen del señor: "Te mato si me miras", había comenzado a caer en picada, Alfred lo molestaba cada vez que tenía oportunidad; lo cual era siempre, ya que por lo prostituta que era la vida al inglés le habían tocado todos los cursos con el chico cara de mono – ¿Por qué no lo golpeaste, mon chéri**? Me sorprendes – ese era en aquel tiempo uno de los tipos que pertenecía al trío de idiotas que le preguntaba por qué no hacía nada, puesto que normalmente el inglés lo hubiese dejado con traumas muy graves.

El inglés tenía la respuesta con lujo de detalles pero… Arthur no confiaba en los franceses y menos en aquel tipo, aunque tampoco confiaba en sus hermanos así que técnicamente no confiaba en nadie que no fuese él mismo – Porque es Alfred, el súper héroe expandible… y deja de joder –

– ¿Qué? – dramatizó como mujer – ¿Él… es el niño bola? – miró confundido, incluso el francés recordaba al americano en sus tiempos de gloria, luego de ello Francis como vecina a toda regla – ósea chismosa y sin respeto a las vidas personales – fue a contarles en ese tiempo a sus dos amigos.

Pasaron 4 meses y Arthur ya sabía como sobrevivir al americano, con tan sólo ser precavido cada vez que Alfred estaba 5 metros a la redonda, pasar de sus estúpidos chistes y tratar de evitarlo, con eso sobrevivía muy bien y llegaba sano mentalmente a su casa para luego dirigirse a un antro para mayores de edad, puesto que desde hace 3 meses y medio ya no le gustaba estar en su casa, aunque antes tampoco, pero ahora con mucha más razón, debido a que no bastaba con ver al simio en el instituto sino también en un ámbito donde todo es personal, donde se supone es el lugar lejos del instituto, lejos de idiotas y demás pero no, Alfred era su puto vecino – Puta vecindad –

Por sobretodo puto arquitecto ¿En qué vida se le ocurría hacer un balcón frente al balcón de otra casa? Antes había sido genial porque también se veía el cuarto de una linda chica que se cambiaba enfrente del inglés y éste no tenía queja alguna, pero ahora, no sólo Arthur veía al vecino nuevo si no que también este a él.

Aunque, no fue el hecho de que quizá Alfred le jodiese la vida también en su casa sino que, a Kirkland le había dolido bastante el primer momento en el que se vieron y Alfred tan sólo dirigió una mirada llena de odio hacia el inglés cuando éste ni siquiera lo había molestado, Arthur hubiese preferido mil veces que le hubiera dirigido una molesta broma sobre su sexy persona como lo hacía en el instituto, pero la mirada había hecho sentir al inglés como un mierdecilla sin valor.

Luego de eso cuando cruzaban algunas miradas, Alfred lo miraba como siempre y Arthur no lo soportaba decidiendo salir al bar de un conocido y quedarse allí todas la noches los 4 días de la semana, puesto que sus padres volvían de sus viajes los viernes por la noche, y sus hermanos no vivían con él por el simple hecho que no se soportaban y que ya estaban en universidades.

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Vinieron las elecciones estudiantiles, donde el presidente no era escogido por su capacidad intelectual ni por su inteligencia innata, ni mucho menos porque fuera un buen líder, solamente el presidente era escogido si les caía bien a todos, – por eso la democracia apestaba – los tres tipos que salieron propuestos fueron:

– Honda Kiku – el inglés apreciaba al asiático, era respetuoso y era uno de los pocos tipos que a Kirkland le agradaba.

– Ludwig Beilschmidt – un tipo recto con el que Arthur nunca cruzo palabras, ni tampoco lo haría.

Por último –Alfred F. Jones – Arthur tuvo que coger su mandíbula antes que se dislocara y cayese al suelo, bien, el muy simio era popular… ¿Y eso le hacía merecedor de ser presidente? No podía dirigir ni su vida y eso lo demostraba el gran basural que tenía por cuarto, definitivamente era desordenado. ¿Cómo diablos sabía que su cuarto estaba desordenado? Debería dejar de observar su cuarto.

Los tres fueron propuestos e hicieron dos rondas para eliminar a un candidato, luego hacer que los dos sobrantes debatieran y reunieran los suficientes votos para ser presidente y obviamente Arthur Kirkland apoyaba fervientemente a Kiku, prefería un millón de veces multiplicados por otro millón elevado a la millonésima que Kiku fuese el presidente a Jones.

En la primera ronda Ludwig fue descalificado ya que su discurso se basaba en pura pasta y alguno que otro discurso sobre pizza.

Dejando a Kiku y Jones en contienda, si bien Kiku recibió una buena cantidad de votos Alfred había recibido una inmensidad sobretodo de la parte popular y con poder, y la otra parte de chicas.

Desde allí Arthur había comenzado a ser como el saco de arena del boxeador, siendo el boxeador el gordo de Alfred, no estaba gordo pero debía, por la cantidad de hamburguesas que tragaba, eran montañas y aun así no volvía a su forma original de antaño, puto Jones y su puta genética perfecta.

El inglés faltaba a clases porque no le gustaban, le aburrían o porque Jones le jodía, éste siendo presidente había castigado a Kirkland limpiando los baños, que ha decir verdad no eran muy higiénicos, también por sus tardanzas, aunque él no era el único humano que venía tarde a clases puesto que en varias ocasiones Antonio o Gilbert venían media hora antes de la salida por lo que Arthur se había dejado de cuestionar si Alfred tenía algo contra él.

Así sucesivamente por cada nimiedad Alfred castigaba a Kirkland en una forma autoritaria y Arthur no discutía por su baja de miedo por parte de los alumnos, desde el día en que Alfred le había comenzado a molestar y él no había hecho nada todo el mundo había dejado de tenerle miedo, incluso esos nerds que hablaban con la nariz tapada y miles de granos habían dejado de temerle y de ir a un psicólogo. Arthur ante la baja de temor de los demás no pudo hacer nada, aunque hubiese podido si hubiese tenido para ese entonces al *idiota trío* pero Jones había caído en el peor momento del trío de idiotas y para cuando los demás dejaron de temerles, ellos estaban más separados que imanes de cargas diferentes.

Finalmente, Arthur tuvo que enfrentarse solo al karma, vaya que si lo devolvía con ganas… pero lo último que había hecho Jones fue pasarse de la raya, una cosa es que Arthur tuviese algo de culpa en el interior por aquel niño expandible de primaria que era Alfred Jones y otra cosa es que esa mierda de culpa Alfred lo aprovechase y cometiese bullying, eso si que no… Prohibir el ingreso de tipos con piercings en la biblioteca y mandar una carta de expulsión, era demasiado.

No es que a Kirkland le importase ser expulsado, ciertamente quizás en ese momento debía de estar celebrando, pero lo que le daba rabia y que tal vez en la posterioridad su bilis reventase era el hecho de que Jones había mandado con su firma y de los demás idiotas que eran parte del consejo estudiantil, excepto el vice presidente que era, Honda Kiku.

Ahora si lo golpearía, sería una lucha cuerpo a cuerpo y dejaría al simio en coma para que nunca más se dignase a despertar, las miles de hamburguesas que comía debían pasar factura al cuerpo de ese idiota, seguro lo de estatura era pura fachada y Jones resultaba ser tan débil y torpe a la hora de pelear.

Dio una patada cuando estaba enfrente de la oficina estudiantil, y grito cual guerrero – Jones, Hijo de… –

– Kirkland con mi madre no se meta – sonrió Jones sentado en su escritorio dando la espalda a la gran ventana que iluminaba el salón.

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–Puto, entonces… ya me canse de tus estupideces ¿Por qué hacer que me expulsen? – si Alfred se burlaba definitivamente lo golpearía, y el presidente muy lejos de darle alguna respuesta comenzó a comer y beber.

Al inglés se le reventaban las bolas de la pura rabia, prácticamente corrió donde Alfred y lo levanto de la camisa haciendo que lo mirase, era suficiente, en la escuela hacia bullying y parecía que no tenía nada qué hacer más que molestarle y en casa siendo su vecino pasaba de él enteramente, era un idiota, definitivamente.

Estaba tan inmerso en aquello que no se percató en que momento las cosas habían cambiado, Alfred tenía sus manos y en un instante le había empujado, lo cual causo que el inglés cayese, mas se repuso al instante volviendo al ataque dando puñetes a donde atinaran, y otra vez Alfred cogió su muñeca y con una increíble fuerza mando al inglés contra el escritorio sin darle tiempo a reponerse lo subió al escritorio imponiéndose ante Arthur, este último luchaba con sus manos y piernas, Alfred posó una de sus piernas en medio de las de Arthur.

Trataba de empujarlo con las manos en vano, ya que Alfred con su fuerza las estampaba contra el escritorio, y las piernas de Arthur intentaban darle algún golpe bajo al americano pero éste la recorría con sus manos intentado que dejase de patalear, ya que la tela del pantalón era algo lisa causaba que Alfred recorriese los muslos del inglés.

Sus respiraciones eran agitadas, Arthur tenía bastante rabia contenida lo cual hacía que respirase con rapidez, cuando sentía el toque de Alfred en sus muslos trataba de alejarlo. La pierna que estaba en medio de las de Arthur sólo hacía que su miembro rozase contra ésta, y eso causaba que se desesperase, sus piernas eran las que luchaban más ya que Alfred le tenía agarrado de la nuca y una de sus manos estaba aprisionada.

Se había dado cuenta muy pero muy tarde que cuanto más esfuerzo hacía con las piernas su miembro chocaba con más fuerza contra la pierna de Jones, al final su respirar agitado soltó un gemido, se arqueo acercándose más a Jones.

Alfred miró algo confundido al inglés, observó abajo y luego al inglés este último simplemente miro hacia abajo, estaba duro… ¿En qué vida una pelea pone duro a otro?

Alfred sonrió, soltando unas carcajadas silenciosas separándose de Arthur y éste simplemente al ver la primera oportunidad de escape lo hizo, salió del salón.

¿Qué había sido eso? Entró al baño y allí se propuso terminar lo que obviamente estaba en proceso; al terminar de eyacular se quedó dentro del baño meditando lo que había pasado, un lugar nada agradable para pensar.

Kirkland había tenido muchas peleas, algunas se asemejaban pero en ninguna de ellas se había excitado, ni mucho menos tener un orgasmo enfrente de una persona que lo odiaba y que el odiaba, era estúpido… ¿Era la falta de sexo? Pensaba en suicidarse metiendo su cabeza en el retrete, ya que Alfred seguro no dejaría de joderle la existencia con eso y con su dignidad por los suelos su vida estaba hecha mierda.

Mientras tanto afuera del baño un tipo de ojos azules intensos y cabello dorado formaba su malvado plan – Haría caer a Kirkland – estaba demostrado que si podía.

– Lo tengo grabado –

Flashback

Puedo volar, yo seré tu héroe ya verás – su sonrisa era sincera y mostraba decisión en su infantil rostro regordete y cachetón.

Eso lo quiero ver – el niño muy inmaduramente propuso aquello… ¿Por qué le había retado?

El niño agito sus manos con la capa que tenía amarrada al cuello y…

Fin del flasback


(Es para que entiendan que Alfred y Arthur tienen un pasado :D ¡ *Creo que hice a Alfred medio ooc o muy ooc o bastante ooc! D:).

Siempre me dije que una lucha cuerpo a cuerpo debería causar excitación, cuando pelean técnicamente se mañosean :3 .

Próximo capitulo en redacción :3