¤ Prompt: Un vacío en tu alma.
¤ Extensión: 474.
¤ Advertencia: Spoiler del tomo 3 de Kuroshitsuji, de la segunda temporada de Doctor Who y del especial "The Runaway Bride".
¤ Notas: Los títulos se me dan fatales 8D. Para el DTM de Crack&Roll.


Nunca aceptaría la verdadera razón por la que había ido a ese lugar y a esa época. Por eso mismo, si alguien llegaba a preguntarle el por qué de su visita (aunque dudaba que lo hicieran, tal vez si una persona, pero sólo porque le gustaba el cotilleo y le encantaban sus historias), el Doctor respondería simplemente que sintió el gusto de visitar el Londres Victoriano, a ver si se topaba con esa elegante y divertida mujer de la que se había vuelto amigo en uno de sus viajes. La soledad, el haberse separado así de una querida amiga y el haber sido rechazado no tenían nada que ver, o de eso intentaba convencerse.

Aunque, claro, nunca consideró toparse con una situación parecida (y no, aún rechazaba la idea de que sólo sabía llegar a esos lugares que tanto le gustaban cuando había problemas, eran simples casualidades de la vida).

Observó la mansión en llamas, intentando hacer funcionar su memoria, pues tenía la ligera sensación de que él conocía o al propietario de la misma o alguien allegado a él. Pero no podía recordarlo. Así que optó mejor por pensar como había ocurrido tan desagradable accidente Y fue cuando escuchó como un carruaje se acercaba.

El Doctor caminó en esa dirección y al verla bajar del carruaje recordó de quien pertenecía dicha mansión, y por la expresión que ella adquirió supo que el dueño y su familia seguía dentro de la casa en llamas.

―¡Madame Red! ―gritó, al ver como ésta tenía la intensión de ir en dirección de la mansión. Corrió hacia ella, abrazándola para detenerla, pero ella seguía luchando, completamente en shock― Madame Red, cálmese Madame Red, ya no hay nada que hacer.

―¡Rachel! Mi hermana sigue ahí, mi hermana con mi sobrino. ¡¡Él sigue ahí adentro!! ―gritaba la mujer, desesperada, golpeando al Doctor queriendo liberarse. El cochero bajó, para ayudar al hombre, pero el Doctor le hizo un gesto para que no lo hiciera.

Abrazó con más fuerzas a la pobre mujer, escondiendo su rostro en su pecho y ella comenzó a flaquear.

―Angelina, lo siento, lo siento mucho ―susurró y le acarició el cabello, el cual seguía siendo tan rojo como recordaba, mientras ambos caían al suelo. Madame Red se agarró con fuerzas a él, llorando desconsolada. Y el Doctor no pudo más que preguntarse, por enésima vez, como es que los humanos lograban sobrevivir con un solo corazón cuando este era tan frágil.

Decidió quedarse una temporada, sin atreverse a marchar al ver en ese estado a su vieja amiga, quien parecía haber perdido su eterna sonrisa. Tal vez, y sólo tal vez, la mutua compañía de dos seres que habían perdido algo querido les ayudaría a recobrarse, aunque fuera un poco.

Lo que menos necesitaban ellos dos, en esos momentos, era estar solos. De eso si estaba seguro.


¿Review? :3