Los nombres de los personajes de éste Fic no me pertenecen, son propiedad intelectual de Kioko Mizuki. Al igual la canción que he integrado como parte de éste capítulo pertenece a The Bee Gees. Ésta historia es escrita sin fines de lucro, sólo por el gusto de escribir y compartir.

.

NO TAN FÁCIL VAS A OLVIDARME...

.

Sentado en su sillón de cuero frente a la chimenea, se encontraba pensando en ella. Una mano sostenía un vaso con whisky escocés y la otra la llevaba de vez en cuando a sus labios con un cigarrillo encendido, cuando ése se consumía encendía otro. Una nube de humo había vuelto denso el aire en el despacho de la mansión Andley en Chicago. Archie ya le había llamado en un par de ocasiones para que se reuniera con los demás a la cena de Navidad, pero él siempre contestaba lo mismo:

-En un momento...-o también se le oyó decir- en un rato más voy con ustedes, necesito hacer unas llamadas.

En realidad ése era el pretexto para estar a solas. No era mentira que quisiera llamar a alguien. Sabía exactamente dónde estaba y con quién, el simple hecho de escuchar su voz desde el otro lado de la línea habría sido suficiente para animar un poco su triste semblante. Por otro lado, saber que estaba con él era también el motivo de cortar la llamada antes de que ella contestara.

Hasta que finalmente respondió a la joven muchacha que con cierto miedo se atrevió a entrar al despacho, antes de que sonaran las once de la noche en el reloj sobre la chimenea de la amplia estancia dijo:

-Diles por favor que cenen sin mi, no tengo hambre.

Dorothy regresó apretujando su mandil en las manos por los nervios de la reacción de madame Elroy ante la tercer respuesta. La joven caminaba a prisa desde el humeante recinto hacia el comedor elegantemente preparado donde ya esperaban los invitados a la cena.

-¿Pero qué le pasa a William? Es que no es posible que se comporte así con nosotros. ¡Esto no se lo tolero! regreso en seguida.

-Madame si me permite...

-No George, ésta vez me deberá escuchar, no puede comportarse de ésta manera.

-Tía Elroy, perdone usted que yo opine pero, tal vez sí sea más conveniente que deje a George hablar con el tío William. Finalmente es una persona de su entera confianza y disculpe mi atrevimiento pero, creo que si usted va para allá empeorará lo que sea que esté pasando con él.

La voz serena de Archie parecía haber menguado un poco la molestia en la histérica mujer y permitió que el hombre de confianza y mejor amigo de su sobrino hiciera un último intento por traerlo a la cena con ellos.

Sin derramar una sola lágrima, pero con los ojos llenos de ellas, William se sentía derrotado.

Había perdido recientemente grandes sumas de dinero en negocios que fracasaron. Había perdido la vieja mansión abandonada de los Andley y sus amplios terrenos adjuntos en un litigio que se complicó y prefirió ceder ante un ex-socio comercial demandante. Todo sucedió en los últimos dos meses, pero no era eso lo que lo mantenía en ese estado de decaimiento.

-¿Se puede?

Sólo se escuchó un profundo suspiro como respuesta desde aquél lado del despacho.

-William, te diría que te estamos esperando, pero eso ya lo sabes. Podría decirte que madame Elroy está muy molesta, pero eso no te importa. Podría continuar con un monólogo que es casi seguro te negarás a siquiera atender, porque te conozco... pero puedo decirte también que la vida sigue, que ella está viviendo su vida y continuó con su camino, no creo justo que tú te hundas en la soledad y en el vicio por ella.

-Ella continuó... pudo hacerlo después de todo.

-Sí William, lo hizo. Amigo aquí ya no se puede ni respirar, encenderé el extractor de aire o se activará la alarma contra incendios.

-Así me siento George, exactamente así, como si no pudiera respirar, como si doliera cada bocanada de aire, cada pensamiento, cada recuerdo.

-¿Y crees que es justo? -preguntó George al tiempo que encendía un interrumptor y el humo desaparecía rápidamente- Yo creo que no. Ella... ella está feliz con el actor.

-Ya lo sé.

-Entonces ¿qué esperas para seguir viviendo?

Unos ojos azules como el cielo, irritados y conteniendo el llanto, miraron con nostalgia hacia los copos de nieve que caían despacio y decoraban las ventanas en la bella noche. Las luces de colores adornando las residencias vecinas y el hermoso portal hecho a réplica del que existía en Lakewood invitaban a dejar de pensar en ella, a olvidarla por un momento y continuar aunque doliera, continuar aunque fuera necesario bloquear la mente y fingir ser alguien más. Porque esa imagen de ella sonriente, deslumbrante, en festejos del brazo o de la mano del famoso actor era sólo eso... una imagen, o al menos William A. Andley estaba convencido de ello.

Se levantó del sillón y se acercó al reproductor de música en su despacho, tomó la revista de farándula y se acercó a la chimenea para arrojarla al fuego. George no podía explicarse en su madura y práctica forma de pensar cómo un hombre como William sufría y se aferraba a la idea y la esperanza de estar con una sola mujer. -"Habiendo tantas flores en el campo"- era su ideología.

William dio una larga bocanada a su cigarrillo y subió un poco más el volumen de la canción.

-Ésta... escúchala, no tienes idea cómo la recuerdo con ésta...

.

I stumble in the night

Never really knew what it would've been like

You're no longer there to break my fall

The heartache over you

I'd give it everything but I couldn't live through

I never saw the signs

You're the last to know when love is blind

All the tears and the turbulent years

When I would not wait for no-one

Didn't stop and take a look at myself

And see me losing you...

When the lonely heart breaks

It's the one that forsakes

It's the dream that we stole

And I'm missing you more

Than the fire that will roar

There's a hole in my soul

For you it's goodbye

For me it's to cry

For whom the bell tolls

.

-Te entiendo William, pero como ya te dije, la vida sigue. Allá afuera hay una vida esperando por ti, hay personas a las que les importas y quieren compartir contigo ésta noche y cada día que sigue.

-¿Están todos?

-Sí. Sólo faltó la señorita O'Brien, sus padres quisieron llevarla a Florida, será la última Navidad que pase con ellos como hija soltera.

William sonrió con tristeza.

-Ya todos están haciendo sus vidas George, tú y yo tendremos que salir en alguna tómbola.

-¡Ja! Yo ya no estoy para eso Will, mi tiempo ya pasó, tengo 48 años, pero tú tienes una vida por delante, no la desperdicies, mucho menos por el recuerdo de la señorita Candy que es feliz con alguien más y a punto está de casarse. Además, sufres porque quieres mi querido amigo. Si yo tuviera tu edad, tu poder, tu físico qué iba a estar sufriendo por una sola...

William sabía que en parte su amigo tenía razón, pero él simplemente no imaginaba su vida al lado de nadie más. Ese tiempo juntos en su departamento se quedó grabado en su alma, a ella también la harían recordar todos los momentos vividos junto a él, tenía que recordar. No tan fácil se iba a sacudir el recuerdo de esos besos fugaces en la mañana antes de irse al trabajo, de esos besos apasionados que se dieran mientras veían juntos una película de romance o de suspenso en una tarde lluviosa, a William le encantaban porque terminaría abrazándola y el abrazo siempre llevaba a ambos a hacer otras cosas más interesantes. A veces la película seguía avanzando y ellos ya estaban desnudos en la alfombra haciéndose el amor.

Sabía él que en el fondo, ella lo recordaría esta noche, indudablemente, definitivamente... la Navidad anterior compartieron una cena juntos en su modesto departamento, cuando todo era mejor, cuando un futuro juntos y hasta planes de matrimonio se podían vislumbrar claramente. Esa noche, después de cenar, bailaron abrazados y después de un rato la llevó en brazos a la habitación, donde se amaron por varias horas.

.

Seen you in a magazine

A picture at a party where you shouldn't have been

Hanging on the arm of someone else

I'm still in love with you

Won't you come back to your little boy blue

I've come to feel inside

This precious love was never mine

Now I know but a little too late

That I could not live without you

In the dark or the broad daylight

I promise I'll be there...

.

Sentados a la mesa esperaban la tía Elroy, Archie, Annie, Stear y Anthony. Por el amplio corredor caminaban dos hombres por demás elegantes George y William quien vestía un traje negro y llevaba su cabello corto y alborotado de una forma que se veía sensual e irresistiblemente atractivo. Al fin había accedido a cenar con ellos.

-Bien, ahora que estamos todos, pueden comenzar a servir Dorothy. -Habló con su tono serio la matriarca.

La joven ama de llaves que había esperado todo este tiempo de pié junto a ellos en el comedor avanzó de prisa hacia la cocina y dio la orden para que el banquete fuera servido.

-¡Por Dios ya era hora!

-Guarda silencio Selene.

-Nosotros también tenemos hambre y no podíamos empezar a cenar antes que ellos. Entiéndela por favor Dorothy.

-Matt ayúdame con las charolas del pan. Los demás ya saben, derechitos y calladitos que nos pagan muy bien. Ya terminando haremos nuestra propia fiesta.

La cena fue alegre, los tres chicos hablaban de sus planes de ir de Spring Break a las costas de Cancún en México. Archie prefería Hawaii, pero Anthony estaba muy emocionado con una joven mexicana que había estado como trainee en el Corporativo Andrew, por esa razón el plan era visitar la Riviera Maya.

-¿Y qué es eso de Spring Break muchachos?

Annie por poco se atragantó con el bocado que masticaba y tuvo que cubrirse con la servilleta y toser fuerte.

-Ehhhmmm es una especie de vacaciones universitarias tía. Muchos jóvenes aprovechamos las ofertas vacacionales que ofrecen los diferentes destinos turísticos y... parece que en Cancún se pone muy bueno... todo...

-Anthony Brower no quiero que vayan a andar dando espectáculos, sería muy desagradable enterarme de sus faltas.

-Tía, no se preocupe por eso, yo los tendré vigilados.

-Archie, tu ya estás casado. No me parece apropiado que andes en esos ambientes, le debes respeto a tu esposa.

-Ya oíste... -replicó Annie mirando con picardía a Archie.

-Mi esposa irá conmigo tía Elroy. Por cierto, sería excelente que pudieras asistir tío William. ¿Por qué no te animas?

-Tengo mucho trabajo Archie, hemos tenido pérdidas en las finanzas de la empresa y el patrimonio familiar. No puedo darme el lujo de irme de vacaciones.

-Piénsalo William. Puedo cubrirte unos días, tal vez te ayude llenarte las pupilas con bikinis, playa, sol...

-¡George!

-Disculpe el comentario madame Elroy pero siendo honesto, a William le hace falta vivir, conocer mujeres.

-Basta George, tía. No iré de Spring Breaker a ningún lado, aunque todavía falta mucho para esas vacaciones les aseguro que no me interesa en lo más mínimo. Vamos a terminar de cenar y cambiemos de tema, ¿les parece?

A punto de sonar las campanadas indicando la media noche y con ello la tradición de darse un abrazo con todos y cada uno de los presentes, Dorothy se acercó a la mesa en el mismo momento en el que William como jefe de familia se disponía a dar un breve mensaje.

-¿Qué es lo que pasa Dorothy?

-Ha llegado una visita madame, señor William.

La chica hizo una ligera reverencia y dio paso a la figura detrás de ella.

William se levantó despacio de su silla, sus manos temblaban, sus ojos se nublaron de lágrimas de nuevo...

.

Now I know there'll be times like this

When I couldn't reach out to no-one

Am I never gonna find someone

Who knows me like you do

Are you leaving me a helpless child

When it took so long to save me

Fight the devil and the deep blue sea

I'll follow you anywhere

I promise I'll be there...

Corrió hasta ella y la levantó en sus brazos. Ella lo abrazó fuerte y quitó los guantes helados de sus manos para poder acariciar su rostro. Los rostros de incredulidad de todos, las sonrisas , la sorpresa en otros... todos estaban extrañados de la presencia de Candy ahí justo antes del brindis por la Navidad.

William besó sus labios fríos, los envolvió con su calor y la abrazó fuerte. Era un milagro que hubiera regresado, que estuviera ahí de nuevo, esa misma noche le haría el amor hasta el cansancio como lo hizo un año atrás.

-William... ¡William! Dorothy ha traído la champaña que pedí para el brindis, ¿no la vas a recibir? Te nos fuiste William, ¿estás bien? Luces bastante pálido. Hijo, tal vez sea mejor que vayas a descansar, no te preocupes ya por el brindis, yo me encargo.

¿Sería posible? A tal punto estaba enloquecido que ya hasta tenía visiones o tenía un poder impresionante para soñar despierto. Aturdido se retiró a su habitación, se recostó sin ánimos de quitarse la ropa y su móvil sonó en el bolsillo del pantalón. William sintió que su corazón aceleraba los latidos al ver la imagen sonriente de la mujer de su vida.

-Sí, ¿bueno?

-Albert... hola, vi que marcaste varias veces, supongo que no entró bien la llamada, ¿cómo estás?

-¿Cómo estoy? ¿Cómo supones que estoy princesa?

-Albert yo... no...

-Hace un momento imaginé que regresabas. Te juro que aluciné con tu regreso y casi podría jurar que te vi con el abrigo azul y tu boina beige. ¿¡Será que todo esto me está afectando al punto de volverme loco!?

-Albert, por favor no digas eso, yo no creo que sea por...

-No Candy, por favor déjame hablar. Nada de lo que compartí contigo fue imaginario, no fue una pose, ni una imagen. Siempre he tenido la esperanza de que el calor y el sabor de los besos que te di todo ese tiempo te inquietaran cuando él te estuviera besando, quería que recordaras mis manos cuando las de él se atrevieran a tocarte. Quería que nos compararas cuando estuvieras en la intimidad con él...

-¡Albert basta!

-No amor, no basta. Déjame terminar, por lo menos eso merezco ya que no te causé ningún problema cuando regresó por ti, cuando decidió que sí te quería, que si estaba dispuesto a luchar por ti.

Ahí, sólo ahí, comparándonos entenderás lo que yo entiendo, me extrañarás tanto como yo te extraño y te darás cuenta de que me amas y me necesitas más de lo que crees amarlo a él. Tal vez, hasta podrías dejarlo en éste momento y pedirme que vaya por ti ahora mismo. Solo pídelo Candy y ahí estaré...

¿Sigues ahi?

-Sí, aquí estoy. Tengo que terminar la llamada Albert...

-Feliz Navidad Candy, sólo llamé para eso. Te mando un abrazo pequeña, de esos que... que solíamos darnos en éstas fechas.

-Yo también Albert, yo...

-¿Si?

-Te extraño... adiós, debo irme ya.

-Buenas noches Candy.

-Sí, buenas noches Albert...

.

When the lonely heart breaks

It's the one that forsakes

It's the dream that we stole

And I'm missing you more

Than the fire that will roar

There's a hole in my soul

For you it's goodbye

For me it's to cry

For whom the bell tolls...

.

CONTINUARÁ...