Sonrisas coquetas
Los tres llevaban toda la tarde sentados en le cocina, Hermione escondida detrás de una pila de libros de la cual más de la mitad poseían títulos indescifrables, mientras él apenas podía con un solo libro y ni hablar de Harry, su mejor amigo, quien dormía recostado al respaldar de su silla.
Resoplo enojado, entre sus actividades favoritas no se encontraba estudiar; al otro lado de la mesa ella le mira, le sonríe amigablemente, irresistible piensa, con un poco de esfuerzo le devuelve el gesto mientras siente como su cara enrojece. Ambos vuelve a lo suyo, ella a leer y él a evitarlo; le mira y ella sonríe, tal vez nerviosa, quizás coqueta, sus dedos juegan en su pelo y le miran furtivamente detrás de polvorientos e inentendibles libros. Un juego de sonrisas comienza, Hermione sonríe, Ron también, ella sonríe más y él no puede evitar seguirle; así duran durante unos minutos.
Harry susurra algo, voltea a verlo; todavía duerme.
Mira su libro, muchas palabras, poco le importan, fija su vista de nuevo en Hermione, la cual posa sus dedos sutilmente sobre su lengua para después pasar las paginas del libro.
Algo se rompe en su mente, Ron se levanta bruscamente apoyando sus manos sobre la mesa, el sonido del golpe de su piel contra la madera irrumpe en la lectura de Hermione quien le mira expectante.
—Al diablo contigo, Hermione—grita desesperado.
Y la besa, como si no hubiera mañana, como debió de haberlo hecho desde el principio, sin importarle que ella se enojase después o que a su lado su mejor amigo duerma.
Al separarse le mira, esta sonrojada, nerviosa, tartamudea mientras intenta hallar palabras adecuadas al no encontrarlas se sonroja más y baja la mirada. Ron se sienta sin apartar la mirada de una sonrojada Hermione, la ve hermosa, ella se lleva los dedos a los labios y los acaricia lentamente, le mira y le regala una sonrisa seductora.
Tentadora, piensa él y un nuevo juego de sonrisas comienza.
¡Amo a Ron y Hermione!
