El Misterio De Un Escritor

Nunca nadie se pregunta que querrá decir un escritor, con una frase: recuerdos de la infancia, rencor guardado contra gente llamada José Alberto o Paty, sueños que tuvo o una experiencia de la vida real…

Demian Dark era un gran escritor de las novelas de misterio, suspenso, pero su especialidad era las historias de terror. Su forma de descripción era muy detallada en los detalles de muerte o de mutilaciones. Tenía un toque especial en lo que se refería a su lado satánico. Sus obras eran muy famosas tenia toda una lista.

- Satanás te acompaña

- El lado oscuro

- Santa, Ceja, Hija, Nada, Sus, Sin el anagrama de Satanás (Janiss única hija de Satanás)
- Soledad Compañera

Pero ahora en este momento de su vida estaba escribiendo una pequeña historia para una revista. Esta nueva historia tenía como nombre: Ángeles. Esta historia era diferente a las demás tenia los mismos elementos el misterio, el suspenso y el terror, solo que ahora esta historia tenía un toque de comedia. La historia empieza así:

Artemio era un muchacho un poco amargado.

- ¿Qué horas es Artemio?

- no se, que no ves que no traigo reloj.

- Artemio Compermiso

- para que quieres me mueva, si me muevo tapo a otra persona

- ¿Artemio estas amargado?

- si, si estoy amargado.

En si su vida era coraje tras coraje, era una un perro amargado, en el buen sentido de la palabra, claro esta. Un día su mamá abrió la alacena y se dio cuenta de que le faltaba un poco de azúcar, café y su marihuana… upss eso no se debía decir, bueno continuemos la mamá mando a Artemio a la tienda para que fuera a comprar lo que faltaba, a excepción de la marihuana claro. Todo el camino de ida se estuvo quejando.

- por que no puedo venir ella, tiene patas. Yo que me mato estudiando aparte ir a la tienda que queda a la esquina.

Entro a la tienda el señor que vendía todo era un viejo cascarrabias, de unos 60 años que era muy pícaro. Miraba a Artemio de una forma sexual.

- dime Artemio ¿quieres huevos?- dijo el viejo

- no gracias señor

- y una salchicha-

- no, solo quiero azúcar y café.

Al ir de regreso a su casa iba igual de amargado. Sintió que alguien le tocaba el hombro, siguió caminando como si no hubiera sentido. Después se quedo inmóvil alguien le hablaba, pero no entendía muy bien lo que le decían. Hablaba en otro idioma la persona. Voltio y nada más vio una pluma Negra…