Una suave brisa había entrado por la ventana del salón de clases, el matiz del atardecer daba un ambiente bastante favorable, por un momento el nerviosismo le había ganado, está definitivamente no era la primera vez que se confesaba, pero si la primera vez que lo hacía con un hombre.
-me gustas - repitió ahora más seguro de sus palabras, eso sin duda había dejado completamente atónito al menor, quien jamás se hubiera imaginado aquella confesión, sus mejillas se habían teñido de un suave rojo y pronto reacciono.
-g-¿gustar?- balbuceo aun algo confundido, tal vez todo se trataba de un mal entendido
Hikigaya no había planeado aquello, simplemente la situación se había dado, era cierto que el menor le atraía bastante, pero no tenía entre sus planes confesársele de aquella manera tan repentina, pero no era su culpa.
Hikigaya no pudo evitar desviar la mirada apenado y volver a recordar su día… ¿en qué momento todo se había desviado?
Tal vez en el momento que diviso un cartel pegado justo afuera de la puerta del club.
"Hoy no hay actividades. Yukinoshita Yukino"
O quizás en ese momento que se disponía a irse a casa, pero que fue interceptado por el pequeño Totsuka, quien "casualmente" había terminado las actividades en su club en ese momento, el momento en que este decidió invitarle una bebida, sus lindos gestos… maldición… todo aquello había terminado con un sorpresivo "me gustas" de parte de Hikigaya, quien jamás en su vida creía que volvería a repetir aquellas palabras que tanto daño le habían causado a su persona por haberlas pronunciado anteriormente al confesarse con otras chicas.
-yo… olvídalo- se disculpo el mayor al momento que se cubría la cara avergonzado por su idiotez –solo bromeaba- rio apenado
Totsuka permaneció en silencio un momento, Hikigaya se había puesto nervioso, tal vez había arruinado su relación con Saika por su estupidez, quería darse un tiro, pronto noto como las mejillas del menor se teñían rosas y fruncía el seño como si de un niño pequeño se tratara.
-¡Hachiman tonto!- regaño al mayor –como puedes hacer ese tipo de bromas tan crueles… yo realmente me había puesto muy fel…- no termino la frase y desvió la mirada avergonzado –quiero decir… alguien podría creerlas-
Hachiman se había enternecido ante aquella cautivadora escena, todo era culpa de Totsuka, si no fuese tan lindo, no se había dado cuenta en qué momento lo había abrazado, pero allí estaban, él abrazando al lindo chico que lo había cautivado, tal vez las cosas mejoren, es bueno creer en eso.
Totsuka por su parte se había sorprendido al encontrarse abrazado por el mayor, pero sin evitar corresponder aquel abrazo.
-Hachiman… ¿estás bien? – no le molestaba sentirse abrazado por Hikigaya, pero que repentinamente lo hiciera era extraño, en el momento que el menor hablo Hachiman volvió reaccionar, se estaba comportando sin duda como un tonto sin remedio.
-ah sí, lo siento- lo soltó pronto, avergonzado por dejarse llevar y tomo sus cosas –es solo que… bueno, no importa-
El menor solo sonrió, y al igual que Hikigaya tomo sus cosas y lo siguió.
Hachiman observo a Saika y sonrió, algún día dejaría su cobardía atrás.
