AU: Habían sido amigos y más desde una tierna infancia, hasta el día en que uno de ellos tubo que mudarse a la ciudad…¿Seria capaz de recordar tales recuerdos luego de tanto tiempo? Hiei pensaba que si. Hieixkurama shonen ai yaoi

Debido a cosas de tiempo subiré este fic ahora jaja. Aunque la idea en un principio era tratar de subirlo cuando comenzara yo las clases en mi colegio. Pero no lo subí nunca así que ahora lo ago -.-. Bueno espero les guste este fic, con los siguientes capis se va a ir a clarando el tema n-n

Aclaracion: El fic en un futuro tendrá menciones de yaoi y yaoi total jaja. Así que quienes no soporten este genero les recomiendo por su bien psicológico que abandonen esta pagina en tres segundos ò.ó. xD

YYH no me pertenece (lamentablemente) es propiedad del señor Togashi-sama n.n

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¿Serás mi novio para toda la vida? – el sol ya comenzaba a esconderse, y dos amigos se tomaban tiernamente de las manos en el parque.

Siempre lo seré, Kurama – uno de ellos, con bellos ojos rojos le sonrió al menor, un joven de largo rizos rojos.

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Forsaken

Por: Misao

Capitulo Uno: Secundaria Meiou

– ¡Hey, Kurama! – Al oír alguien llamarle, un joven pelirrojo se giro automáticamente para ver a uno de sus amigos.

– ¡Yusuke! – el joven de cabellos rojos inmediatamente sonrió y corrió hacia donde se encontraba el pelirrojo.

Este era el primer día de clases de su segundo año estudiando en la secundaria, y esperaba optimista que fuera mucho mejor que el anterior.

Le costo escabullirse entre todas las personas que habían ahí en esos momentos: Padres despidiendo a sus hijos e hijos que despedían las vacaciones, pero por fin logro llegar hasta Yusuke para darle un calido abrazo – ¡Tanto tiempo sin verte! – sonrió escondiendo su rostro en el cuello de su amigo.

El otro chico pelinegro de ojos cafés sonrió y abrazo más a Kurama – Perdón por no llamarte – sonrió separándose del pelirrojo suavemente – ¿Has visto a Kuwabara? – Preguntó mirando hacia todos lados – Normalmente es el primero en llegar – comento.

El pelirrojo imito la acción de su amigo y busco a Kuwabara con la mirada – Quizás hoy se retrase – bromeo – ¿Tienes el horario de nuestras clases?–

– Por aquí esta…– rápidamente saco de entre sus bolsillos una hoja arrugada de papel – Supongo que éste es – sonrió tratando de arreglar la maltratada hoja. – ¿sabes en que salón estaremos? – le preguntó al chico pelirrojo.

– Salón B – sonrió – Tú, kuwa y yo estaremos juntos ahí. Igual que el año pasado – bromeo el ojiesmeralda. Le agradaba la idea de estar los tres en el mismo salón.

Justo en ese instante resonó en toda la escuela el timbre para comenzar las clases. Los dos chicos comenzaron a caminar hacia su salón asignado en el segundo piso.

– ¡¡Maldito enano!!– mientras caminaban por uno de los pasillos de la secundaria, Yusuke y Kurama se encontraron con un grupo de gente amontonaba que al parecer observaban algo muy interesante…

– ¡¡Te voi a matar!! – escucharon ambos aquella voz y no tardaron mucho en deducir que era el muy sociable Kuwabara, que como todos los años siempre encontraba peleas.

Corrieron y se hicieron espacio entre todos los estudiantes para comprobar de que si era Kuwabara y que ahora se encontraba tirado en el piso con otro chico extrañamente con un uniforme de color negro que mataba a golpes a Kuwabara.

Rápidamente Yusuke fue el primero en acercarse hacia donde Kuwabara y el otro tipo peleaban, separándolos con cierta dificultad.

– ¡Kuwabara-kun! – Kurama también corrió hacia Kuwabara que parecía ser el quien más recibió golpes – ¿Te encuentras bien? – le preguntó suavemente a su amigo mientras lo ayudaba a levantarse.

– ¡Hey, hey cálmate! – por otra parte Yusuke tenia un serio problema con el otro chico que resistía y parecía desear seguir golpeando a Kuwabara.

– Idiota, será mejor que no te encuentre solo – amenazo manteniendo su fría mirada en los pequeños ojos de Kuwabara.

– ¡Ni que te fuera a tener miedo, enano! – fue la respuesta infantil de Kuwabara.

– ¡Ya paren! – Yuste calmo a ambos con uno de sus gritos – ¿se puede saber por qué peleaban? – preguntó cuando ya no había tanta gente a su alrededor.

– Este idiota se cruzo en mi camino y boto mis libros – vino la respuesta del chico de ojos rojos.

– No fue culpa mía que seas tan pequeño para no haberte visto – habló sarcásticamente Kuwabara. Aunque debía admitir que el chico no era tan pequeño….A decir verdad era de la estatura de Yusuke… ¡pero aun así!....

– ¡Deja de llamarme así!– Una nueva ola de insultos volvía a surgir.

– ¡Ya basta! – Pronto la voz de Kurama acabo con toda la pelea – Compórtense. Kuwabara, empieza a fijarte donde caminas y lo mismo para tí…eehh –Pensaba preguntar el nombre del chico cuando por primera vez vío su rostro de frente ya que había estado discutiendo con Kuwabara. No pudo hablar más ya que su corazón se había parado de golpe mientras miraba el rostro de aquel chico: ojos rojos, piel blanca, cabello negro…

¿Por qué sentía la sensación de haberlo visto antes?....

– ¡¡Ustedes!! – Sus divagaciones fueron interrumpidas cuando una fuerte voz de un profesor les llamo – ¿Qué hacen fuera de su salón? Las clases empezaron hace minutos! – les reprendió.

Kurama asumió que solo él debía disculparse ya que sus dos amigos no se llevaban muy bien con los profesores – Disculpe señor Takashi, sólo teníamos problemas en encontrar nuestros salones –.

El profesor al venir una respuesta de Kurama, uno de sus alumnos mas destacados, sonrió amablemente – Lo hubieras dicho antes – el profesor los condujo a los tres amigos hasta el aula que les correspondía.

Kurama sonrió al profesor y le siguió, no sin antes buscar con la mirada a aquel joven extraño con el que había estado discutiendo kuwa-kun hacia unos minutos. Al no verlo por ninguna parte frunció el seño ¿Dónde había ido? …Estaba a punto de salir a buscarlo cuando la voz del mismo profesor menciono su nombre

– ¡Minamino! Entra de una vez a tu aula! –

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El primer día de escuela transcurría lento, mientras todos los alumnos de Meiou comenzaban a acostumbrarse nuevamente a la rutina la cual repetirían hasta Diciembre, cuando nuevamente salieran de vacaciones para dar término a este nuevo año escolar.

Corrían ya las 11 de la mañana, cuando mientras en la clase de Matemáticas hizo interrupción en la clase un inspector.

– ¡No puedo creer que te hayan traído a una escuela tan prestigiosa como esta si el primer día de escuela no entras a la clase! – se escucho oír desde fuera de la sala el inspector que aparentemente reprendía a algún alumno irresponsable.

– ¿Qué rayos? – susurro Kuwabara sentado en su pupitre junto a su amigo Yusuke, mientras miraban con curiosidad la puerta del aula, esperando ver al inspector asomarse.

– Al parecer es un nuevo estudiante – susurro Kurama sentado un asiento adelante del pupitre de Kuwa y Yusuke.

Podrían haber seguido conversando cuando de una vez, la puerta del aula se abrió dejando ver al inspector que llevaba del brazo a un chico ligeramente mas bajo que él – ¡Maldición puedo entrar sin que me empujes! – grito el chico con molestia. Realmente la escuela le fastidiaba.

En ese instante los ojos de Kurama y sus dos amigos se abrieron de golpe ¡Era el chico con el que se habían encontrado antes de que empezara la hora escolar! Gran coincidencia.

– Alumnos, les presento a un nuevo compañero que se integra este año a nuestro establecimiento – Comento el inspector mientras soltaba al chico de ojos rojos y se acercaba al profesor que anteriormente había estado haciendo su clase. – Te encargo a este chico, es realmente un problema. – le susurro y rápidamente se retiro del aula dejando al chico pelinegro de pie frente a todos los chicos del aula.

El profesor se le acerco lentamente – Chicos, espero sean agradables con...con…– ni su nombre sabia aun.

– Hiei Jaganshi – respondió secamente el chico, dedicándole una mirada asesina a su propio profesor.

El profesor sonrió nerviosamente ante la actitud del chico – Bien Hiei, te damos la bienvenida. Por favor ahora ve a tomar asiento junto a Mimamino-kun – ordenó el profesor – Minamino-kun levanta tu mano para que Hiei te pueda ver. –

Kurama, sin comentar nada levanto obedientemente su mano. ¡De nuevo era ese chico! No sabia el por qué pero le llamaba enormemente la atención…Y ahora sabia que podría saber más de el gracias a que se sentarían juntos en clases.

Así que su nombre es Hiei Jaganshi….es un buen dato para empezar...Pensó en su interior mientras veía fijamente a Hiei que con fastidio arrastraba sus pies hacia su pupitre.

– ¿Kuwabara, ése no es el chico con el que estabas peleando hace unas horas? – pregunto Yusuke tratando de refrescar su memoria

– ¡Claro que es! Tonto enano. ¿Ahora tendremos que estar con él en la misma aula? Bah! – gruño el pelinaranja. Ahora sabría que tendría un nuevo enemigo a quien enfrentar, ¡No había dudas!

Por ultimo Hiei llego junto a Kurama, dándose su tiempo calmadamente para sentarse y así retrasar más al profesor que esperaba ansioso retomar su clase.

Kurama suspiro cuando sintió a su nuevo compañero sentarse junto a él. – Hola Hiei, mi nombre es Kurama y..–

– Ya lo se – corto secamente el chico con fastidio, apoyando su espalda en el asiento.

Sin querer en el rostro de Kurama asomo una sonrisa, ¿Por qué esa actitud se le hacia tan familiar?...Sabia que estaba perdiendo algo ¡Pero no podía recordar qué! ¿Acaso lo había visto antes? ¿Pero donde? …Decidió dejar todas esas preguntas atrás y conocer más a su futuro amigo – No hay razón para que me contestes de esa manera – lo miro tiernamente, intentando agradarle al nuevo chico.

Por primera vez el pelinegro hizo contacto visual con el pelirrojo directamente, como queriendo perforarlo con la mirada.

Transcurrieron unos cuantos segundos de silencio entre ellos, intercambiando diferentes miradas: una con fastidio por parte de Hiei y otra con dulzura, cortesía de Kurama.

– hmp – el pelinegro sólo se limitó a pestañear y retomar su posición, apoyando su espalda en la silla y mirando fijamente hacia delante en el pizarrón.

Así que Kurama. Pensaba en su interior, Hiei. Se sentía decepcionado al darse cuenta que Kurama había cambiado tanto en todos esos años sin verlo.

Es verdad, ellos no se habían visto desde la infancia, pero aun así Hiei mantenía en su mente aquella promesa que le había hecho a Kurama cuando ellos apenas tenían 5 o 6 años…

Recuerdo

¿Serás mi novio para toda la vida? – el sol ya comenzaba a esconderse, y dos amigos se tomaban tiernamente de las manos en el parque.

Siempre lo seré, Kurama – uno de ellos, con bellos ojos rojos le sonrió al menor, un joven de largo rizos rojos.

¿Es una promesa? – susurro el niño llamado Kurama mientras soltaba la mano de su 'novio' y extendía su dedo meñique hacia él.

El niño de los ojos rojos lo miro por unos segundos – Es una promesa. – susurro también, tomando con su propio meñique el pequeño dedo de Kurama para así hacer el trato.

Fin del Recuerdo.

Cerró sus ojos mientras el profesor charlaba sobre la materia. Se había perdido en sus pensamientos y para peor, se sentía mal al notar que Kurama no parecía reconocerlo.

Los dos habían sido criados en el campo y se vieron por ultima vez cuando la madre de Kurama tuvo que llevárselo a la ciudad para hacer una nueva vida con el nuevo padrastro. Luego de eso habían pasado ya más de 10 años en los cuales Hiei había estado fantaseando volver a ver a su Kurama luego de tanto tiempo. ¡Y hoy, cuando por fin logra encontrarlo en la ciudad y más aun logra entrar en su misma escuela, se da cuenta de que su pelirrojo lo había olvidado!

– ¡Señor Jaganshi! – casi da un salto de impresión en el momento en que sintió el llamado de su profesor.

Abrió lentamente un ojo para ver el rostro molesto de hombre que lo miraba fijamente. Resopló con pesadez y abrió sus dos ojos – ¿hn? – pregunto adormilado. ¡¿Acaso uno no puede dormir tranquilamente en esta ciudad?!

– Ya que veo que presta tanta atención a la clase, ¿Le importaría venir a resolver esta formula matemática por favor? –

Hiei lo miro unos segundos, desafiante, cuando a su lado sintió que algo tocaba discretamente su brazo.

Volvió su mirada rubí hacia donde estaban los verdes ojos de Kurama que lo miraba traviesamente mientras le pasaba un papelillo pequeño el cual al parecer tenia la respuesta al problema.

– hmp. – rápidamente, y sin que el profesor lo notara, tomó el papelito y poniéndose de pie se encamino hasta el pizarrón, siendo observado atentamente por todos los chicos del aula, en su mayoría chicas.

Kurama también lo miraba cuando sintió un ligero tirón en sus cabello, lo que lo obligó a voltearse a ver a sus amigos Yusuke y Kuwabara.

– ¿Que sucede? – pregunto calladamente mientras tomaba el mechón que Kuwabara había jalado.

– ¿Qué crees que haces ayudando al enano? – preguntó Kuwabara antes de que Yusuke se dispusiera a hablar.

– ¿Cuál enano? – preguntó el pelirrojo fingiendo inocencia.

– ¡Hiei! Quien mas! – susurro Kuwabara.

Kurama sólo sonrió y se encogió de hombros – No lo sé…Digamos que solo quise darle una ayudita y quizás así ganarme su simpatía –

– ¡jah! ¿Acaso te interesa hacerte amigo del gruñón? – se burlo Yusuke. – No sabaia que te gustaran los chicos malos, Kurama – comento para luego reír disimuladamente.

– ¡Yusuke! – Kurama iba a reprenderlo cuando la voz del profesor los interrumpió.

– Buen trabajo, Jaganshi – comento luego de haber revisado el problema más de una vez.

– hmp – Hiei sonrió con maldad llevando sus brazos a su cintura de forma arrogante.

– Ahora puedes ir a tu asiento y asegúrate de poner más atención en clases –

Hiei solo hizo una mueca y volvió lentamente a su pupitre con Kurama, ambos una vez más como tratando de saber lo que pensaba el otro.

– Felicidades Hi-kun – susurro el pelirrojo riendo tontamente.

– Pude caberlo hecho yo solo sin que tuvieras que tratar de ayudarme sin que te lo pidiera – salto a la ofensiva el pelinegro.

– ahm...Pues yo… – Aquel chico nuevo tenia una facilidad para dejar sin palabras a todos los demas…

– ¡Hey! Esa no es forma de responderle a mi amigo ¡eh! – rápidamente salto Yusuke golpeando suave y amistosamente el hombro de Hiei.

– ¿Quien rayos te crees para golpearme? – Hiei se volteo de inmediato a encarar a Yusuke

– ¡Hey enano con Yusuke no te metes! – también respondió Kuwabara. ¡Ese chico había venido a la secundara solo para buscar peleas!

– Chicos por favor ¿No podemos ser amigos y…?–

– ¡No! – Yusuke, Kuwabara y Hiei gritaron al mismo tiempo y entonces comenzaron los golpes.

– ¡Ustedes cuatro! A la oficina del director ¡¡ahora!! – oyeron el grito del profesor.

Si….este seria un largo día, y recién comenzaba la escuela.

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Continara

Al principio no estaba segura si subir ste fic o no, pero finalmente me decidí n.n Que les pareció? Ojala le haya gustado el primer capi porque las cosas se volverán peores xD.

Roronoa Minamino-san! Este es el fic del qe te hable xD. Tiene una temática parecida al fic que subiste jiji n-n coincidencia de ideas xD.

Bueno mil gracias por leer a todos! Harán a Misao feliz si le dejan un comentario uwu.