Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, aunque la historia si.

Lo que está escrito "entre comillas" con los pensamientos de la gente.

Lo que está escrito en cursiva son conversaciones telefónicas o en la lejanía.

La história está escrita en tercera persona.

.-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-.

Capítulo 1.

Jacob salió de la casa cazadora en mano y se dirigió hacia el coche que le estaba esperando, que estaba aparcado al otro lado de la calle.

- ¿Preparado para tu primera noche como policía secreta? - preguntó Emmett, un hombre de trenta y dos años, alto y de espaldas anchas, expresivos ojos azules y sonrisa arrebatadora, a la vez que tranquilizadora. Llevaba diez años trabajando como policía secreto. - ¿Estás nervioso?

- No, claro que no. - mintió.

- Es normal que estés nervioso, Jacob. - dijo, mientras el chico, de solo veinte años, se sentaba en el asiento del copiloto. - Yo también lo estaba cuando comencé. Nuestro trabajo es peligroso.

- ¿Y cuando se pasan los nervios?

- Nunca.

Jacob suspiró y Emmett puso el coche en marcha. Salieron de la urbanización, de camino a las afueras de la ciudad, en dirección al club de moda de la ciudad.

- A ver... No es seguro que nos vayan a contratar, pero debemos de tener preparada nuestra historia. - comentó Emmett. - Yo soy Emerson Willis, de trenta y seis años, y tú eres Jeb Willis, mi hijo de dieciocho años.

- ¿De verdad crees que se lo van a creer? Ni de coña parezco yo tu hijo.

- ¿Acaso cuestionas mi historia? - preguntó, alzando una ceja. Jacob negó con la cabeza, aguantando la risa. - Tu has sacado los rasgos físicos de tu madre, que por cierto, nos abandonó hace ocho años. - ya estaban llegando y Emmett sacó unas gafas de sol de la guantera.

- Buena manera de justificar que soy medio quileute. - dijo, refiriéndose a la tribu nativo americana a la que pertenecía su familia. - De acuerdo.

- Jacob, si conseguimos entrar, pasaremos la mayor parte del tiempo solos. - dijo, deteniendo el coche. - Ves con mucho cuidado. Esta gente es muy peligrosa.

- No te preocupes. Confía en mí. - dijo, también poniéndose las gafas de sol.

- Si no confiara en ti no te habría elegido como compañero.

Jacob se emocionó, pero oculto tras sus gafas de sol, se mantuvo en silencio y, junto a Emmett salió del coche y se pusieron sus cazadoras. Había llegado el momento.

Avanzaron con naturalidad hacia la puerta del famoso club. Llamaron a la puerta y esperaron con fingida calma.

A los pocos segundos, la puerta se abrió y se encontraron con una hermosa chica peliroja. La chica vestía unos shorts vaqueros y un top negro, que más bien parecía un sujetador que nada dejaba a la imaginación. También llevaba un sombrero unas botas camperas de un color blanco roto.

- ¿En qué puedo ayudarles, caballeros? - preguntó, mirándoles a ambos de arriba a bajo. - No abrimos hasta dentro de cuatro horas.

- Lo sabemos. Pero llamé ayer para concertar una entrevista de trabajo. - dijo Emmett, mirando a la chica a los ojos, lo cual le costó bastante en un principio. - El señor Whitlock me dijo que viniéramos hoy a esta hora.

- Ah! Ustedes deben de ser los Willis. - dijo, sonriendo levemente, dejando pasar a los chicos al local. - Ahora mismo el jefe no está. Ha habido un contratiempo en un asunto importante y ha tenido que marcharse. Pero me ha dicho que si a las nueves aun no ha vuelto, que usted se ponga de portero y su hijo nos ayude en la barra.

- De acuerdo. - suspiró Emmett, que se moría de ganas de encontrarse con Whitlock.

La chica sonrió y les guió hacia una sala que había cerca de los baños.

- Por favor, siéntense.

- Gracias. - dijeron ambos, al tiempo que se sentaban en un largo sofá de cuero negro.

- ¿Les apetece tomar una copa?

- No gracias.

- Yo aun no puedo beber alcohol, pero gracias

- Espero que no les importe que yo si que me tome una. - dijo, yendo hacia el minibar que había en la sala.

- En absoluto. - respondieron de nuevo al mismo tiempo.

- Gracias, porque necesito coger fuerzas para esta noche. - dijo, al tiempo que se servía una copa. - Lo de esta noche solo va a ser una prueba. Si le gustais al señor Whitlock, seran contrarados. - dijo la chica, sentándose en otro sofá.

- ¿Me voy a tener que vestir como tu? - - preguntó Jacob, recibiendo un codazo por parte de Emmett. - ¿Por qué me pegas? - se quejó.

- Eso ha estado fuera de lugar.

- No se preocupe, señor Willis. Levántate, por favor. - dijo, mirando a Jacob, al tiempo que ella también se ponía en pie.

- Yo?

- No, la lámpara que tienes al lado. - Emmett rió por lo bajo mientras Jacob se ponía en pie, avergonzado. - Muy bien. - La peliroja se acercó a él.

Lentamente, comenzó a desabrocharle la cazadora y le quitó la camiseta, ante la sorpresa de ambos chicos. Le pasó la mano por el pelo, despeinándolo, y sonrió con orgullo.

- Tu vas a trabajar así. - dijo, acariciando lentamente el pecho de Jacob.

- ¿Como te llamas?

- Tory. Y tú?

- Yo me llamo Jeb.

- Encantada de conocerte, Jacob. Nos vemos esta noche. - le dio un suave y breve beso en los labios y se marchó de allí dando brincos.

Jacob se quedó mirando hacia la puerta, embobado. No logró reaccionar hasta que Emmett le lanzó la camiseta a la cara y se puso a reír a carcajada limpia.

- Hijo, cálmate un poco.

- Cállate.

- Cuando estés listo, nos vamos. - dijo, volviendo a reír, dejándo atrás a un sonrojado y empalmado Jacob.

.-...-...-...-...-...-...-.

- Chica, menudo chulazo que acaba de venir. - Victoria fue hacia la pista de baile y se puso al lado de su amiga, que estaba ensayando uno de los números. - Espero que el jefe le contrate.

- ¿A quien?

- Al aspirante a camarero.

- No le he visto.

- Pues es un pedazo de tiarrón moreno, cachas... puff, me ha puesto cachonda. - dijo, haciendo reír a su amiga. - Su padre no está nada mal, pero él... Puff... Está...

- Por muy bueno que esté ese chico, ya puedes ir olvidándote de él. - dijo, subiéndose a la barra que había en el centro de la pista. - No puedes acostarte con nadie de tu lugar de trabajo, así que...

- Renesmee, eres una aguafiestas, lo sabías?

- Yo también te quiero. - se rió, volviendo a poner los pies en el suelo. - Bueno, yo me voy a la ducha.

- ¿Quieres que vaya a enjabonarte? - dijo Victoria, guiñándole un ojo.

- Cállate y prepárame una copa. - rió de nuevo. Estar con victoria era un no parar de reír.

- No puedes beber. Aun te queda un mes para cumplir los veintiuno.

- Ni tu, que aun no has cumplido ni los veinte. - dijo Renesmee, al tiempo que iba hacia los vestuarios. - Ponme un martini! - gritó al cruzar la puerta.

Una vez dentro de los vestuarios, se quitó el top y los shirts y se quedó desnuda ante el espejo.

Para tener solo veintiun años, el cuerpo de Renesmee estaba muy desarrollado. Su cuerpo le había dado la oportunidad de conseguir trabajo cuando apenas tenía los dieciseis, cuando sus padres se habían quedado sin trabajo y tuvo que conseguir dinero para salir adelante y, en un futuro, poder ir a la universidad. Llevaba ya cinco años en ese trabajo, los mismos años que llevaba lamentado haber tomado esa decisión.

- Solo queda un año. - se dijo a si mismo. Estaba esperando acabar la carrera para poder dejar el trabajo. - Solo son unos meses.

Apartó la vista de espejo, asqueada, y fue a meterse bajo la ducha. Llevaba cinco minutos debajo del agua cuando oyó abrirse la puerta.

- Renesmee, ¡Estás aquí dentro?

- Si. - salió de la ducha sin pudor y fue en busca de una toalla. - Creía que no ibas a volver hasta esta noche.

- Al final he podido escaparme antes.

- Que bien. - dijo, sin un rastro de sinceridad en su voz.

- Me ha llamado Vulturi. - dijo Jasper, sentándose a su lado.

- Y?

- Quiere pasar la noche contigo.

- Esta noche me toca bailar, no puedo salir del club.

- Pues te tomas la noche libre.

- No. - respondió de inmediato. Lo que le pasaba era que no quería pasar la noche con el italiano.

- ¿Tengo que recordarte que aquí el que manda soy yo?

- ¿Y yo tengo que recordarte lo que me hizo ese tío la última vez? - dijo, enseñándole la cicatriz que tenía en el cuello.

- Ya... Perdona... - se acercó a la chica y acarició sus hombros. - No me he explicado bien. No me refería a Cayo, sino a su sobrino Félix.

- Ah. - se limitó a decir.

Se alejó de Jasper y terminó de vestirse. Fue hacia el espejo y se puso la peluca que utilizaba en el trabajo. Media melena lisa, morena, con el flequillo recto.

- Que venga esta noche al club y, cuando termine de bailar, que me espere en mi reservado.

- Así me gusta.

- Me voy a trabajar. - dijo sin mirar atrás.

Pasó por al lado de Jasper y fue en busca de Victoria, que la esperaba en la barra junto a dos copas. Renesmee se sentó en uno de los taburetes y se bebió su martini de un solo trago.

- El cuero te queda muy bien. - dijo Victoria, mirando a su amiga. - Esta noche vas a triunfar.

- Cállate.

- Bueno, ya solo quedan dos horas y media para que vuelva Jeb. - dijo Victoria, disimulando su emoción bebiendo de su copa.

- Qué clase de nombre es ese?

- Jajajaja No lo sé. - rió Victoria. - Pero cuando le veas vas a flipar.

- Paso de hombres. - dijo, poniéndose en pie. - Lo único que sabe es causar problemas. Estoy pensando en hacerme lesbiana. - dijo Renesmee, haciendo reír a Victoria.

- No digas tonterías.

- Va, vamos a repasar nuestro número.

.-...-...-...-...-...-...-.

Emmett estaba en la puerta cuando Jacob llegó al club, que aun estaba vacío, salvo por las dos chicas que estaban bailando en uno de los podios. Se acercó hasta ellas y se las quedó mirando. No pudo evitar ponerse a reír. Las chicas estaban bailando como animadoras de instituto.

- Adelante chicas! - terminaron gritando.

Sin poderlo evitar, Jacob se puso a aplaudir, llamando la atención de las chicas.

- Nessie, es Jeb! - exclamó Victoria, saltando del podio a los brazos de Jacob, que la cogió al vuelo. - Hola Jacob.

- Hola Tory.

- Vámonos, tienes que ir a vestirte. - dijo Renesmee.

- Tienes razón, cielo. Adiós chicos! - se bajó de entre los brazos de Jacob y fue en busca de Renesmee, que ya estaba en los vestuarios. - ¿Vienes a darme tu opinión? . dijo tendiéndole la mano, a Jacob.

- Claro.

Jacob se acercó hacia Victoria y, cogidos de la mano, entraron también en los vestuarios. La chica le dio una percha y él se puso los vaqueros que habían en ella.

- ¿Como me veo?

- Súper macizo.

- Vaya, gracias. - dijo, sonrojándose, viendo como Victoria se cambiaba de top. - Tu compañera...

- Nuestra compañera. Nessie es muy tímida. Llevo la máscara por ella. - dijo, quitándose la suya. - No quiere que nadie la reconozca por la calle.

- ¿Y tú?

- A mi me da igual. Esto es solo un trabajo.

- ¿Sabes? Me alegro de que seamos compañeros. - dijo Jacob, sentándose en el banco al lado de Victoria. - No sabía que clase de personas podía encontrar aquí. La verdad es que me daba un poco de miedo.

- Somos buena gente.

- Me he dado cuenta de ello.

- Espero que el jefe te contrate. - dijo, acariciando su brazo. - Me caes muy bien.

- Gracias. - dijo Jacob, poniéndose en pie. - Bueno, vayamos a trabajar. - Jacob le tendió su mano a Victoria, que la tomó al momento.

Juntos salieron de los vestuarios y volvieron al club, que ya se estaba llenando de gente.

.-...-...-...-...-...-...-...-.

Hola hola.

Primer capítulo de este nuevo fic.

Espero que os guste lo suficiente como para seguir leyendo.

Opiniones, por fi plis.

Kissitos.