Título: Bajo el humo del tabaco.

Disclaimer: ningún personaje me pertenece, sólo me dedico a cumplir un pedido de mi futura esposa.

Summary:El fumar es el complemento indispensable de toda vida ociosa y elegante, y eso definitivamente lo saben Sirius y James. Para Perse.

Nota: Para Perse que merece no sólo está viñetita por Navidad, sino que también recibirá muchos besos y abrazos desde acá hasta Perselandia (disculpa la tardanza honey^^)


Bajo el humo del tabaco


El reloj marca las doce y algo más, el frufrú de la capa se oye por el lejano y oscuro pasillo de la torre oeste, él sólo mira el negro horizonte mientras le da una pitada al cigarrillo; el humo cala en su garganta dejando un sabor reconfortante de canela y nicotina.

—Sabes, fumar un buen puro es tan disfrutable como una buena sesión de sexo – lo interrumpe, el animago se gira y sonríe al dueño de la voz mientras su mirada viaja por la camisa desabotonada y arremangada, por las manos en los bolsillos, la corbata desajustada y la túnica abierta.

—Fumar es un arte, Sirius – indica el aludido mientras dirige el cigarrillo a sus labios.

—Un arte que puede volverse vicio… James – opina el mago arrebatándole el cigarro.

—Es sólo un pasatiempo, Canuto, no tiene nada malo – su mirada se dirige al moreno, mientras piensa una forma de atacarlo. – No es como Lizbeth, eso si es un vicio.

—Lizz, es simplemente deliciosa, Cornamenta – indica el moreno con una sonrisa perruna.

—¿Deliciosa?, extraña palabra para describirla – suelta James mientras se arregla las gafas, - normalmente seria: Lizbeth es mi cita de hoy o ella fue una noche loca, hasta podría ser la chica de turno, ¿pero deliciosa?

—Deliciosa, Cornamenta, deliciosa… - el moreno deja caer pesadamente los brazos en los barandales, - la palabra más extraña para describirla; pero aún así la más acertada, simplemente porque Lizz es diferente e única, ella es todo un espectáculo.

—¿Eso quiere decir que dejaras la vida loca, Canuto? – suelta sin proponérselo su mejor amigo.

—Mi vida es y siempre será ociosa y elegante – contesta el moreno encendiendo un cigarrillo - el fumar es ocioso y elegante, cada cigarrillo es una etapa pero está siempre se acaba, mas uno con el tiempo se vuelve adicto… yo soy adicto a está vida.

—¿Adicción? – susurra James arrebatándole el cigarro, - ¿a qué es adicto Sirius Black? – la risa en forma de ladrido no se hace esperar.

—Definitivamente a Lily Evans y sus maldiciones, no lo soy – responde el aludido a lo cual sólo recibe una mirada seria, - ¿hablamos en serio, eh? – suelta el moreno – Bueno, las bromas, las faldas, a los Slytherin de cabeza mostrando su ropa interior, a salir a altas horas de la noche, a las fiestas (más si son ilegales) con mucho alcohol, y a…

Las palabras se cortan mientras que las miradas se entrelazan, lo dos muchachos sonríen (con seguridad, sin manos temblorosas ni sonrisas tímidas…como la primera vez), el humo de tabaco se expande entre los dos, que sólo cierran los ojos y sienten labio contra labio, lengua contra lengua, y manos explorando. Porque el cigarro no es un vicio ni una adicción, sólo el inicio que llevará a los dos adolescentes bajo el humo de tabaco a conocerse mutuamente...

Porque al fin y al cabo ellos entienden muy bien la frase: "el fumar es el complemento indispensable de toda vida ociosa y elegante", porque esa es su vida y rutina. Una rutina de sabor a canela y nicotina que se entremezclan con el juego de lenguas, y una vida de hermandad y secretos que ellos dos sólo conocen.