Disclaimer: nada de lo que reconozcan es mio. S.M, Alfaguara, y esas cosas.


Summary: La vida me había enseñado que nada es lo que parecía. Las traiciones más voraces podían ser ejecutadas por quienes menos esperas, los besos más dulces podían acabar siendo de tu peor enemigo. Pero estaba consciente de que, como nada era lo que parecía, bien podía equivocarme en mi teoría. "¡Tú no sabes lo que él ha hecho por mí!". "Oh, sí, me lo puedo imaginar. ¡Abre los ojos, por dios, no ha hecho otra cosa que engañarte todo este tiempo!" Más también sabía que no debía confiarme. "¿Cómo pudiste?"


The Diary

Y ahí estaba Alec, molestándome para que fuera a cazar con él… otra vez.

-Vamos, Car.- me insto.

-No Alec, no quiero salir esta noche.- dije cansinamente.

El suspiro.

-Debes alimentarte, Carlie.

-No quiero. Vete. Déjame sola.

-¡Bien!- repuso bruscamente.

Él se levantó y se perdió en la espesura del bosque. Sabía que me estaba comportando mal; Alec no tenía la culpa de nada. Pero ahí estaba yo, pagándola con él.

Pero no siempre fui esta arpía avinagrada… o al menos eso creo.

Debí haber sido feliz, debí haber tenido una familia, un padre, una madre, tal vez hasta hermanos… Pero ¿cómo estar segura cuando no tienes recuerdos, más que cuando despertaste y lo primero que viste fue a un vampiro arrancar la cabeza de otro?

Suspire por enésima vez ese día. Una lágrima cristalina estaba atorada en mi mejilla, y se negaba a desaparecer. No tenía la fuerza suficiente para hacerla desaparecer por mí misma, así que solo me limite a levantarme e irme a mi casa, dejando atrás a Alec, el bosque, recuerdos falsos… siempre falsos. Ese prado en el bosque era falso, que pasaba horas imaginando, recreando, queriendo hacerlo real. Jamás fue testigo de ningún recuerdo.

Cuando estuve dentro me fui directamente a mi cama, aun con la lágrima en mi mejilla.

Muy pronto me sumí en una tormentosa inconsciencia, soñando recuerdos falsos…

-Mama ¿dónde está papi?- dijo una pequeña niña con ojos chocolate y rizos broncíneos.

-Vendrá en un momento, cielo.- sonrió la joven mujer. Era hermosa, demasiado para ser humana.

Las dos estaban en un hermoso prado donde reinaba el espesor: matas de margarita adornaban el verde vivo de él, moteando todo de un chisporroteo blanco y amarillo.

Ella alzo a la niña en sus brazos, dando vueltas, haciéndola reír histéricamente, cuando se oyó una voz aterciopelada y melodiosa:

-Mis chicas favoritas.

El hombre de cabello broncíneo y ojos topacios, se dirigía asía ellas, con una sonrisa en sus carmines labios.

-¡Papi!- grito la niña, estirando los brazos asía él, como si le ahogase el espacio entre ellos.

El rio, tomándola en sus brazos.

-Mi pequeña Nessie.- murmuro. Le sonrió a la mujer castaña, como si jamás la hubiese visto en su vida.- Bella.

-Edward.- susurro ella. Parecía que la vida se le iba por los ojos a ambos mientras se miraban.

La niña palmoteo feliz, acercando sus rostros hasta que se besaron ligeramente. Ellos rieron y besaron a la niña en ambas mejillas. Ella se bajó de un salto y comenzó a perseguir una mariposa azul, saltando como un gatito.

-Tengo algo para ella.- dijo Bella, rebuscando en su bolsillo.- Una cosita sin importancia. No sé si valga la pena celebrar la navidad, pero no quería que pasara sin darle nada.

-¿Puedo verlo?- susurro Edward.

Bella puso el pequeño guardapelo dorado en la palma de su mano blanca como la cal, pero que refulgía como un diamante por los débiles rayos solares que se filtraban entre los frondosos árboles. Era redondo, con una esbelta guirnalda de hojas de parra grabada alrededor del borde exterior del círculo. Edward abrió el pequeño pestillo y miro dentro. Había un espacio para una pequeña foto y en el lado opuesto una inscripción en francés.

-¿Sabes lo que dice?- le pregunto en un tono diferente, más contenido que antes.

-El dependiente me dijo algo así como "Más que a mi propia vida". ¿Es correcto?

-Sí, tienes razón.

Alzo la vista a la niña, y luego a su madre, sondeándola con su mirada del color de los topacios.

-Espero que le guste.- murmuro ella, viendo al horizonte.

-Claro que si.- repuso él con ligereza, pero sus ojos seguían lejanos.- Vamos a llevarla a casa.- sugirió, cargando a la risueña niña, que no tomo en cuenta sus lúgubres expresiones.

La mujer vacilo.

-¿Qué?- quiso saber el.

Y después todo se volvió negro…

Abrí los ojos, respirando con dificultad. Por inercia dirigí mi mano al guardapelo que colgaba en mi cuello, acariciándolo como si no estuviese hay. Este sueño se hacía cada vez más frecuente; pero no acababa de entenderlo. No conocía a esos tal Edward y Bella, y muchos menos a "Nessie".

Que apodo tan ridículo.- pensé.

Suspire y me levante de la cama, los últimos rayos de sol se filtraban por mi ventana, indicando el final del día. Me vestí con unos jeans entubados, camiseta blanca con un bolero rosa y mis ballerinas. Había dormido todo el día, era un desperdicio. Baje de dos en dos los peldaños de la escalera, y me encontré a Alec sentado en el sofá, con una pequeño baúl enchapado de piedras preciosas en la mesa frente a él.

-Oye, Alec…- empecé disculparme, pero él me interrumpió.

-Car, es hora de que te diga la verdad.- su expresión lúgubre me inquieto.

-¿Que sucede, Alec? No me asustes.

El palmeo el lugar a su lado.

-Ven. Siéntate conmigo.

Obediente lo hice, cruzando mis manos sobre mí regazo.

-Hay muchas cosas que te he ocultado, Carlie.- empezó, sacando un pequeño marco azul envejecido del hermoso baúl. Me lo entrego.

Le di la vuelta al marco y me encontré con una vieja foto, parecía hecha en sepia pero no totalmente, estaba más bien envejecida, de una casa blanca con tejas azules y un espeso y vivo bosque a su alrededor. Frente a la casa estaba un señor de espaldas. Tenía el cabello castaño en rizos, vestía camisa a cuadros y unos viejos jeans. Parecía que hubiesen hecho la foto sin que él supiera, sino se habría volteado.

-¿Qué es esto, Alec?- le pregunte.

El solo suspiro.

-Las preguntas después.- dijo, rebuscando algo más en el baúl. Saco otra foto, está sin enmarcar, y me la dio. Escrute cuidadosamente la foto; no era difícil saber que era. Una ceremonia de graduación. Muchos estudiantes en unas horribles togas amarillas, pero había uno en especial que parecía quedarle como anillo al dedo.

Jadee cuando reconocí su rostro: era el mismo hombre que aparecía en mis sueños. El tal Edward. Al lado de él estaba una pequeña mujer castaña, piel blanca (pero no más que la de "Edward") y de aspecto preocupado y tenso.

-¿Dónde…?- empecé, pero Alec me interrumpió.

-Como te dije, hay muchas cosas de tu vida que no sabes, Nessie…

-Alec ¿me acabas de llamar "Nessie"?- dije incrédula.

El suspiro con fuerza.

-Esa es otra.- hiso una mueca mientras me entregaba varios pequeños cuadros plastificados.

Lo escrute cuidadosamente: eran dos identificaciones, dos pasaportes, un permiso de conducir… eran de Vanessa Wolfe y un tal Jacob Wolfe.

-No entiendo, Alec.- suspire.- ¿Quiénes son esas personas, Vanessa y Jacob Wolfe?

-Bueno, Jacob no es precisamente…- el bufo.- Car, tu nombre real no es "Carlie". Bueno, si es pero…

-¡Alec!- me queje.- Deja de andarte por las ramas. ¿Cuál es mi verdadero nombre?

-Tu verdadero nombre es Renesmee Carlie Cullen Swan.- dijo, casi como si cantara.

-¿Y que es todo este rollo con el apellido Wolfe? ¿Y porque aquí dice Vanessa?

-Son identificaciones falsa, Car.

-Pero… demonios.- suspire.- Esto es tan raro.

-Lo sé.- asintió. Suspiro y rebusco algo más en el baúl. Tomo mi mano y deposito algo en ella.

Abrí mi mano para observar lo que había depositado. Eran dos pequeñas cosas: un MP3, una de esas cosas diminutas capaz de albergar cinco mil canciones; y lo otro era una especie de brazalete o algo así.

-¿Qué es?- le dije.

-Es la versión Quileute de un anillo de compromiso.- comento, acariciándolo con su dedo.

Exhale un jadeo.

-Vaya.

Él sonrió un poco. Rebusco en el baúl nuevamente y me dio un grueso cuaderno gris con intricados adornos florales, y un bolígrafo plateado con brillantes plumas al final. Lo abrí, me impresione un poco al ver la gran discordancia de las letras: una era elegante y fina, mientras la otra descuidada y un poco gruesa, pero no por eso fea.

-Este es un diario, Car.- dijo Alec.- Es el diario de tu madre. Lo escribió antes de…

Levante la vista al ver como paraba de hablar abruptamente.

-¿Antes de que, Alec?- susurre. Las lágrimas asomaban por mis ojos, pero se negaban a caer, como siempre.

-Eso deberás leerlo en el diario, ¿no crees?- sonrió un poco.

-¿Cómo… se llaman mis padres?

-Tu madre se llama Bella Swan.- me dijo.- Y tu padre era Edward Cullen.

¿Era?

Aspire profundamente.

-¿Y quién ese tal Jacob?

-Mejor lee el diario.- suspiro, apartando mi cabello, que cubría mis ojos.

Apreté los labios. Sentía una opresión en mi pecho, como de anticipación.

-Renesmee, creo que debes averiguar todo acerca de tu vida.

-Eso hare.- dije.

-Pero…- el suspiro.- Para eso debes volver a tu lugar de origen: Forks.

-¿Olympic?- pregunte confundida.

-Si.- dijo.- Pero yo no puedo ir contigo, Carlie.

Asentí. Ya me lo esperaba. Además, necesitaba descifrar todas estas incógnitas yo sola.

Tome el baúl y metí dentro del todas esas cosas que, al parecer, formaban parte de mi pasado y subí a mi habitación. Tome un bolso escolar, que usaba muy pocas veces, y metí algunas prendas de ropa. Me eche el bolso al hombro, luego de hallar una manera cómoda de meter el pequeño baúl, y baje las escaleras.

-Alec, ya me voy. Mientras más rápido sepa de qué trata todo, más rápido terminare con esto...- le dije.

Pero ¿de verdad quería terminar con esto?

Él sonrió. Se acercó a mí y beso mi frente. Lo abrace, hundiendo mi rostro en su pecho.

-Te voy a extrañar, Carlie.- susurro.

-No lo digas como si jamás volveremos a vernos.- reproche.- Volveré. Lo prometo.

El solo sonrió. Bese su mejilla y salí por la puerta. Encendí mi convertible rojo, y mire el sistema de navegación. Gracias a Dios existía el GPS. El auto se deslizaba por la concurrida autopista con venerable suavidad.

Muy pronto me encontraría en Forks, y luego… no sé. ¿Qué cuernos importa de todos modos?


Recomiendo leer la nota

Este fic sera como de a cuatro, ¿ok? Jacob/Nessie y Bella/Edward, pero creo que casi todo sera narrado Nessie/Edward, nada de Bella y Jacob. No crean, no tengo nada contra el chucho, lo creo necesario pero tremendamente irritante. En fin. Espero que les guste, y como ya habran visto esto es un universo alterno y muy Ooc. Dato: en medio de Amanecer. Soy Drama Queen, asi que... (risas) ¿Mi inspiracion para el fic? Mmm, creo que fueron las canciones Butterfly Kisses de Bob Carlisle. Es hermosa, asi que la recomiendo mucho. Y tambien Throwing My Life Away de Norther. Ya vereis mas adelante que tienen que ver ambas canciones.

¿Un RR? en este fic aplicare el caso (del cual no soy muy partidaria, la verdad) de Review-Preview. Recuerden que deben tener cuenta de FanFiction para enviar el adelanto. Recuerden tambien: una o dos semanas entre capitulos.

Saludos.!