Hola! Esta es mi primera historia así que estoy un poco nerviosa. Espero que lo haya hecho bien y que os guste!
Un Saludo!
Todo había acabado. A Harry le parecía imposible e irreal, después de tanto tiempo ya no había peligro. Aunque sentía una inmensa alegría por el hecho que Voldemort estuviera muerto, no podía evitar sentir-se culpable por todas las muertes, sus amigos, todos ellos habían luchado por él mostrándole lealtad y fidelidad. Harry sabía que no todos podrían vivir, la guerra fue despiadada, pero no quería admitirlo, sus amigos eran lo más importante para él.
Salieron del despacho del director los tres juntos y caminaron hacia el Gran Salón. Ron y Hermione se fueron a sentarse nuevamente con los Weasley pero Harry no puedo evitar dirigirse hacia Ginny. Aún estaba con su madre pero en ese momento no le importo en absoluto. Cuando llego a su lado la cogió del brazo y la estiró hacia él. La necesitaba, había luchado por él todo y ser menor de edad, no sabía cómo agradecerle lo que había hecho, no tenía palabras, así que solo la abrazo fuertemente. Ella se sorprendió pero le devolvió el abrazo. Se quedaron los dos así lo que a Harry le pareció una eternidad. Molly, se alejó para dejarlos solos y Harry aprovecho la ocasión para besarla. Un beso ardiente, apasionado, con el cual le quería transmitir todo lo que sentía y pensaba de ella: amor, agradecimiento, valor, lealtad, preocupación, respeto y confianza. Cuando se separaron para coger aire comprendió que la sala había enmudecido y ahora todos los miraban a ellos. Noto que las mejillas de Ginny se sonrosaban pero no le importo nada, ni la gente que los miraba ni lo que pensaran, así pues, la volvió a abrazar mientras sonreía de lo feliz que se sentía de poder volver con ella. Ya nada ni nadie le podrían hacer daño.
Durante la mañana unos cuantos se dedicaron a enterrar a los muertos, se hizo un funeral precioso en su honor. Vino gente de todo el mundo a hacerles homenaje y los enterraron justo al lado de Dumbeldore, la tumba del cual ya la habían reconstruido. Harry no pudo evitar ver todas esas familias y amigos que lloraban a sus hijos, padres, madres…. Lo peor de todo fue ver a la madre de Tonks, Andromeda, sujetando a un niño pequeño envuelto en ropa. Sus padres estaban muertos y crecería sin ellos como él.
-Tiene a su abuela, no está solo.- dijo Hermione a su lado leyéndole el pensamiento.
Harry solo asintió con la cabeza. Eso le esperanzaba pero sabía que al ser el padrino tendría que ayudar a criar a ese niño. Noto calor en la mano y vio que Ginny se la cogía y lo miraba fijamente. Esa chica era perfecta, solo ella sabía lo que necesitaba sin tener que decírselo.
Por la noche fueron todos a la torre de Gryffindor para acostarse. Harry atravesó el retrato y vio que, al igual que las otras casas, había estado reconstruida. Hermione y Ron subieron a la habitación de los chicos. Sorprendido los siguió y cuando abrió la puerta se asombró al ver a George, Percy, Ginny, Neville, Seamus y Dean junto a Ron y Hermione.
-Que pensabas? Que después de todo no queríamos estar juntos?- dijo Dean.
-No queríamos estar solos ni dejarte- le confesó Percy con los ojos rojos de haber estado llorando.
A Harry le inundo un calor lleno de amistad y amor en el corazón y no pudo evitar sonreír y abrazar a sus amigos. Se pusieron todos el pijama menos la chicas, que salieron fuera para cambiarse. Pero como siempre, Ron no estaba listo cuando volvieron a entrar y, justo cuando las chicas abrieron la puerta, aún estaba en calzoncillos.
-Se llama a la puerta antes de entrar!-les grito a la chicas mientras se cubría el cuerpo con las manos de forma ridícula haciendo que todos estallaran en carcajadas.
-Ron por favor, es tu hermana y yo ya te he visto en calzoncillos más de una vez. No sé si te acuerdas pero nos hemos pasado unos meses viviendo juntos.-le recrimino Hermione mientras se secaba las lágrimas que le caían de los ojos a causa de la risa.
-A demás, vete acostumbrando que dentro de poco te vera más a menudo en ropa interior…o sin.- dijo George con mirada maliciosa.
Hermione dejo de reír y se puso roja como un tomate. Ginny arrugo la frente y le grito a su hermano que no hiciera esos comentarios tan poco adecuados. Lo que no vieron pero Harry si es que Ron estaba más rojo aún que Hermione. Cuando se encontró con su mirada le hizo un giño a su amigo para que se relajara. Estuvieron hablando de cómo habían luchado y de todos los Mortífagos que habían vencido. Harry solo escuchaba las historias de sus amigos riendo de vez en cuando de alguna broma. Todos sabían lo que había hecho él, pero no le importaba hablar, solo quería oír como de valientes y fuertes eran sus amigos.
Se acostaron tarde, Harry ya estaba en su cama pero no podía dormir, todo lo sucedido le envolvía la mente. Mientras oía a sus amigos dormir, se giró y vio a Ron y Hermione durmiendo en la misma cama. Se arrepintió de no habérselo pedido a Ginny, se veían tan felices sus amigos abrazados. Justo en ese momento noto que su cama cedía, se volvió a girar para mirar a los pies de su cama y vio a Ginny que subía. Se acostó a su lado y se tapó con las sabanas para después besarlo en los labios.
-Buenas noches Harry Potter-le susurró al oído cosa que hizo que todos los pelos del cuerpo de Harry se erizaran.
-Buenas noches Ginny-le respondió Harry mientras sentía como una especie de monstruo le rugía dentro del pecho.
Ginny solo iba con un camisón de dormir muy fino, a través de él, Harry pudo ver las curvas que hacían sus pechos y su trasero. Sabía que la chica tenia buena figura y que era hermosa, pero nunca había visto su cuerpo tan bien marcado como a través de ese camisón. Pensó que era la mujer más bella del mundo. Le devolvió un beso con fuerza y sensual, no lo había podido evitar, algo en él le decía que la besara y la tocara hasta el último rincón como en las veces que había tenido sueños calientes con ella. Pero tenía que contenerse, no era ni el momento ni el lugar. Se separaron y Ginny lo miro a los ojos, con una mirada penetrante y llena de pasión.
-Te quiero-dijo Ginny en un susurro.
-Yo también –le contestó Harry.
Se abrazaron y por fin Harry pudo dormir. Esa noche solo soñó con los ojos marrones de Ginny.
