No Fue Magia.
Tarde en encontrar aquello que tanto anele, aquello que soñé, aquello que busque con desesperación hasta en mis sueños más locos. Por fin lo encontré. No tenía duda alguna de que ellos eran lo que mas buscaba, pero que sin buscarlo se presentó ante mí.
Poco a poco sentí que todo lo que me sucedía era un sueño, que todos aquellos momentos que me encontraba viviendo de plena e inmensa felicidad, eran algo que no podía creer plenamente. La vida me había golpeado duramente, tan duro, que hoy le tenía mucho miedo a aquel amor, que sin querer volvió a golpearme la puerta, que poco a poco se volvió adentrar en mí y que mi corazón daba un vuelco cada vez que él aparecía frente a mí con esa sonrisa medio torcida y con pelo desordenado.
No quería creerlo, no quería pensar que realmente tenía que ser feliz, dicen que los golpes te hacen más fuertes, pero siento que a mí me hacen cada vez más frágil. Luego de aquella despedida algo trágica, algo traumática y hasta algo inolvidablemente no podía quedarme ahí mirando fijamente como si nada habría ocurrido.
-FLASH BACK-
Algo azul, algo nuevo, algo viejo y prestado, la habitación era un caos, sentía el lente cerca mío, pero tenía a las personas que quería en ese día tan especial para mí, aquel día que quedaría en cada uno de mis recuerdos más profundos, que nunca olvidaría.
Unos pequeños mechones caían por mi rostro, mientras mi famosa tiara era cubierta por flores blancas y lilas. Me sentía más viva que nuca, esa felicidad inmensa que te invade y que no puede contenerla. Al verme las lágrimas fueron cayendo poco a poco. Estaba feliz.
—Ya es hora—el griterío que se escuche en esa suite de hotel, esa pequeña caravana que era encabezada por mi gran mejor amiga, aquella de faroles azules.
Sentía mi rostro arder, sentía que todo el color subía a mis mejillas cuando en la puerta de la habitación se encontraban los dos mejore hombres de mi vida, listos para darme la mano y llevarme al lugar que nunca pensaron dejarme.
—estás hermosa—me sonrío mi padre
—sigo insistiendo, eres demasiado para él. Tendría que habernos demostrado que era digno de ti—refunfuño mi gran hermano.
Las campanas sonaban, la catedral estaba hermosa y reluciente como siempre, había algunos invitados afuera, que tan pronto vieron llegar el auto, entraron a la iglesia. Ella se encontraba reluciente con su mejor sonrisa esperando para ayudarme.
-Fin Fash Back—
Como un momento tan feliz, puede pasar de gris a negro, como ese momento que tanto había soñado, seria el que más me haría derramar lagrimas, el que más me haría sufrir, como puede ser que esta persona que esta parada el frente mío, sea esa misma persona.
Luego de cuatro años sin vernos. Hoy volvemos a amarnos como si fuera la primera vez o como si fuese la ultima.
