Disclaimer: No soy rubia, ni multimillonaria, asi que Harry Potter no es mio.

Summary: Hay cosas que solo una hermana comprende, hay secretos que solo una hermana sabe, hay sentimientos que solo existen entre hermanas, te necesito.

Hermana

Ya debía estar cerca, si no se equivocaba después de dos calles mas estaba la casa que buscaba. Caminaba con prisa ya que era considerablemente de noche, su rubia cabellera platinada era sujetada por una coleta y sus ojos azules no eran visibles ante la oscuridad, una túnica azul marina la cubría por completo.

Se paro en seco antes una humilde casa, sintió ganas de irse pero sus pies le incitaban a quedarse. Abrió la diminuta reja para entrar en el pequeño patio, pudo ver como algunas luces dentro de la casa aun estaban encendidas; se acerco lentamente hasta la puerta y al estar frente a esta dudo en tocarla, alzo una mano temblorosa y la acerco a la fría madera pero antes de siquiera rozarla; se arrepintió. Sus ojos se impregnaron en lágrimas. "Que estupida, que cobarde" pensó. Se dio media vuelta para marcharse pero cuando ya estaba a mitad de su camino percato una repentina luz tras de ella seguido por una dulce voz.

- ¿Desea algo?

Duro unos minutos estática hasta que al fin se giro dejando ver su pálido rostro; la otra mujer, de cabello castaño, ahogo un grito, impresionada.

- Nar…Narcisa – dijo la mujer en un hilo de voz.

La rubia bajo la cabeza ocultando su rostro y casi al instante un ligera lluvia cayo.

- ¿Deseas pasar? – ofreció Andrómeda, Narcisa la miro incrédula para luego asentir despacio.

Al entrar encontró una pequeña y humilde sala, no era tan lujosa como su mansión pero era acogedora, unos lindos muebles beige alrededor de una mesita desgastada de madera con un florero y algunas fotos familiares. Narcisa se acerco y cogio una con delicadeza.

- ¿Qué haces por aquí, Narcisa? – la aludida se giro con la foto en la mano, su rostro no era ni la sombra de lo que era antes, estaba pálido y demacrado, el vivo reflejo de la tristeza.

- Yo… - murmuro, miro el suelo como si hay estuviera escrita la respuesta. – No lo se – susurro desconcertada meneando su cabeza de un lado a otro con la mirada perdida. Volvió a mirar la fotografía que aun tenia en la mano y se sentó en el mueble grande de la sala, Andrómeda la miro con el ceño fruncido.

- Escuche que tu y tu familia se libraron de Azkaban.

- Ayudamos al chico – dijo sin siquiera mirarla.

- Si, eso también lo escuche – murmuro con recelo acercándose lentamente a su hermana con la única intención de ver que fotografía miraba con tanto interés.

Narcisa se dio cuenta de la repentina cercanía de Andrómeda y desvió su mirada hacia ella, por su parte, Andrómeda estaba decidida a conseguir la respuesta de su pregunta.

- ¿Qué haces aquí, Narcisa?

El silencio inundo la pequeña sala, una de las hermanas Black parecía discutir difíciles conceptos en su cabeza ante tal pregunta, vacilaba cada vez que abría sus pálidos labios, hasta que por fin un bajo y rígido sonido salio de entre ellos.

- Andrómeda – Narcisa la miro, la aludida respondió la mirada esperando que hablara – lo siento tanto – siseó mientras su rostro se llenaba de lagrimas dejando a Andrómeda perturbada – tu… tu perdiste a tu esposo… y… y a tu hija. – Ahora su hermana se estremeció ante ese recuerdo. – Yo fui tan… tan… - pero no termino la frase pues sus sollozos fueron aun más fuertes.

Andrómeda la miro por un segundo mientras sentía las lágrimas correr por su mejillas, en ese momento le dio mas interés al brillo del piso.

- Te debes de sentir tan sola. – se lamento Narcisa mientras se paraba torpemente del mueble.

- No estoy sola – afirmo – tengo a mi nieto.

- Lo se – dijo con una pequeña sonrisa triste – pero aun así te hace falta tu esposo y tu hija.

- No lo niego – dijo con frialdad mientras se secaba las lágrimas con el dorso de la mano y se dirigía a la cocina que era contigua a la sala. – Y… ¿Viniste a recordarme eso o a algo mas? – su voz destilaba frialdad y amargura, algo que jamás se hubiera creído en una mujer tan dulce.

- Ya te dije – se defendió mientras la seguía - siento tanto lo que paso…

- ¿En serio? – La interrumpió Andrómeda en un grito, se acerco a su hermana peligrosamente y esta no puedo evitar retroceder un paso – No seas descarada, Narcisa – bufó – Sabes que yo jamás te importe, ni yo, ni mi esposo, ni mi hija, siempre te importaste tu misma y las personas que compartían tu estupida ideología de la sangre, ¿Por qué me tienes lastima ahora? – Pregunto desafiante – No recuerdo que me tuvieras lastima cuando tu y Bellatrix me humillaban, no me tuviste lastima cuando nuestra familia casi me mata por casarme con un hijos de muggle, no me tuviste lastima nunca. ¿Por qué ahora, Narcisa? ¿Porque?

Ambas se miraban con los ojos impregnados en lágrimas, se miraron por unos segundos pero pareció más una eternidad, Narcisa cerró los ojos con fuerza y luego los abrió.

- He cambiado – susurro con un nudo en la garganta – me he dado cuenta que toda mi vida he sido una cínica, una descarada, un cobarde. – Las saladas lágrimas cubrían su rostro a la vez que pronunciaba cada palabra. – Te despreciaba por ser como eras, aunque, a veces me impresionabas, luchabas por lo que creías y ayudaba a todo aquel que lo necesitaba – se podía oír algo de ternura en la gran tristeza que transmitía su voz – Me parecía una actitud estupida pero admirable… Estupidamente admirable – se corrigió. - Nunca te tuve lastima, es cierto, siempre pensé que tenias lo que merecías…– dirigió otra vez la mirada a la fotografía –… no me equivoque – agregó con una sonrisa y su mano temblorosa le acerco la fotografía a Andrómeda.

Andrómeda la agarro y su mirada se torno vacía. Una foto familiar, Nymphadora con tan solo 13 años justo en medio de Ted y ella, los tres reían, reían con dulzura, se veían tranquilos y… felices. Su pequeña cambio el color del cabello, de un rojo oscuro a un rosado chicle, su color favorito. Ella y Ted la miraban orgullosos, ¿Cuántas niñas podían ser como su pequeña?

No pudo evitar sonreír con nostalgia, miro a Narcisa que seguía ahí, mirándola fijamente.

- Nunca tuve una foto así – admitió – todas las que tengo me aburren, solo Lucius, Draco y yo mirándonos sin expresión alguna, solo la seriedad y el orgullo que representa la familia; es deprimente. – Dijo abrumada, miro a su hermana y sus ojos destellaban un brillo nada particular. – Andrómeda, te quiero pedir perdón, no creo que lo merezca pero, de verdad, necesito a alguien que me entienda, que me apoye y sobre todo que me ame. Hay cosas que solo una hermana comprende, hay secretos que solo una hermana sabe, hay sentimientos que solo existen entre hermanas, te necesito.

Silencio. Se podía escuchar perfectamente la lluvia afuera y la respiración agitada de ambas. Los pensamientos de Andrómeda eran un lío en su cabeza. ¿Cuántas veces soñó estar otra vez con su familia? ¿Cuantas veces se juro no llorar por ningún otro Black? ¿Cuántas veces deseo no odiar a nadie? ¿Cuántas veces odio a los Black? Pero ahora su hermana estaba ahí, a su lado, pidiéndole perdón por todos los años en que la hizo sufrir, por todos los años que la abandono, por todos esos años…

Andrómeda se acerco a Narcisa lentamente y la abrazo. No tenia que perdonarla porque no había nada que perdonar, era su hermana y ningún error del pasado debía destruir su futuro, nada podía romper los lazos de una hermandad, tal vez el tiempo y la distancia los desgastaba pero nunca los rompía. Una hermana es una amiga que nunca te deja sola, que jamás te odiara porque te ama por siempre.

"Hermana" la primera vez que Narcisa la llamaba así, como le gustaba ser llamada así, por primera vez desde hace mucho tiempo se sentía feliz. En su oscuridad, dos luces brillaban despejando todos sus miedos, una era su pequeño nieto que por siempre tendría grabado la alegría de su valiente hija y de su leal esposo y la otra, Narcisa, su compañera, su amiga, su hermana.

Me encanta el personaje de Andromeda y le agarre cariño a Narcisa despues de RM... No me parece nada justo, nada, nada justo, lo que vivio Andromeda! TT No quiero pensar que estuvo sola con Teddy, asi que hice este fics para consolar mi mente :)

Reviews? Tomatazos? Cruciatus? Criticas? Todo, todo, dandole al "GO"

Este OneShort va dedicada a la persona que invento la frase "Los reviews adelgazan". Porque es verdad, sabes? OO"

Saludos, nos leemos.