Disclaimer: Los personajes aquí nombrados no me pertenecen, son de la propiedad de LJ Smith, de la cadena estadounidense The CW, es decir, The Vampire Diaries.


Amor Enfermizo.

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Quería ser un vampiro.

Desde muy joven su cabeza solo podía pensar en una sola cosa, en convertirse en un ser sobrenatural, poderoso, imparable, hermoso, inmortal. Un ser capaz de sobrevivir a cualquier guerra, malentendido o accidente. Un ser capaz de ver a la muerte pasar por delante de sus ojos y reírse en su cara, un ser capacitado para salvar y matar cuando se le antojase.

Isobel quería ser un vampiro.

Pero ahora que lo era no estaba del todo segura de lo que había hecho, había conseguido engañar y manipular a Damon Salvatore, pero, ¿y ahora? ¿por qué sentía que estaba haciendo algo malo? había engañado para conseguir su propósito, no era nada del otro mundo, ni tampoco era la primera vez, ella no tenía sentimientos ni remordimientos, no era nada malo, todo el mundo lo hacía, entonces, ¿por qué sentía un vacío en su corazón?

¿Por Alaric?

No. Alaric era lo de menos. Era por Damon, por ese vampiro.

Años después, con la humanidad ya apagada, se volvió a cruzar en su camino, nunca pensó que su corazón empezaría a latir de nuevo cuando sus ojos se cruzaron, en ese momento no quiso darse cuenta de lo que le pasaba, pero cuando descubrió que estaba enamorado de su hija todo tuvo sentido.

Estaba feliz por encontrarle. Eufórica y celosa. Celosa por saber que nunca más sería suyo, no era de Katherine, ni de otra Petrova, solo de Elena y ni siquiera tenía interés alguno.

Por eso le hizo daño. Por eso le clavó esas palabras en el corazón. Si ella no podía tener a Damon, él no podia ser feliz nunca más.

En eso consiste el amor. No un amor cualquiera, sino ese amor enfermizo, ese que hace daño y destroza todo lo que toca, ahora que sabía lo que le pasaba no iba a perder el tiempo.

Damon nunca, mientras ella siguiera con vida, sería feliz.

"Lo prometo."

FIN.