Hola este es mi primer fanfic publicado debo aclarar que ningún personaje me pertenece son de la grandiosa rumiko takahashi.

Primera impresión

Capítulo 1

Corría alegremente por los jardines de aquella mansión mientras 8 patas la seguían de cerca, dentro de una pequeña bolsa que traía colgada en su brazo derecho saco una pelota de goma y estirando su mano izquierda la lanzo lo más lejos que sus fuerzas le dieron.

En el momento que la pelota paso por su lado dos perros pasaron a cada lado suyo corriendo lo más rápido que les deban sus patas, provocando que su vestido se moviera un poco.

-Corre más rápido kira dejaras que Morgan te gane de nuevo- decía una joven de 17 años cabellos largos y negros como la noche, piel blanca y ojos color miel.

-¡Rin, recuerda que a las 5 tienes clases de violín!- Decía una mujer de avanzada edad quien sostenía un bastón para darse equilibrio.

-No lo olvido nana, aún me queda 1 hora de juego con mis bebes-

La anciana comenzó a caminar de regreso a la mansión mientras pensaba que esos animales no eran nada cercano a un bebe, lo cierto es que se le permitían en todos lados ya que eran sus cuidadores, el padre de la dulce joven era demasiado minucioso en cuanto a la seguridad de su única hija.

Mientras los perros regresaban de nuevo donde se encontraba su ama, uno de ellos Morgan un bull terrier blanco con manchas negras le entregaba la pelota a su dueña, -Que perrito más obediente y hermoso- Decía Rin mientras le hacia algunos mimos y consentía la cabeza de este, pronto se acercó la otra peluda de raza Akita Americano completamente negro, reclamando atención por parte de rin. –Que celosa eres kira no esperas un momento- pronto ambos perros se le echaron encima provocando que rin cayera sobre el pasto mientas le lamien las mejillas.

-Es injusto dos contra uno- protestaba entre risas rin.

-permiso señor, le traigo su te-

-¿Dónde está mi hija kaede? Dijo un hombre de cabello negro largo y ondulado, piel blanca y ojos azul oscuro. Se encuentra en el Jardín trasero de la biblioteca jugando con los perros, dijo la anciana, -sabes que no me gusta que pierda de ese modo el tiempo. Dijo mientras se acercaba a la ventana a mirar el cielo.

-Está bien ustedes ganan, déjenme levantar- como pudo se quitó de encima los dos perros y busco nuevamente la pelota y salió corriendo mientras era perseguida nuevamente por sus amigos peludos, no supo en que momento llego a la casa vieja que se encontraba retirada de la propiedad, cuando estaba dispuesta a regresar Morgan salto por el juguete y ella al tratar de esquivarlo soltó la pelota logrando que esta rodara y cayera por unas escaleras que llevaban al sótano de la vieja casa.

Cuando se acercó vio 2 hombres salir algo golpeados, esto la asusto así que decido ocultarse afortunadamente kira y morgan entendieron su intención y se ubicaron tras ella.

Cuando creyó que ya los hombres no se encontraban dio la orden a sus perros que se quedaran en su sitio una cosa era ella entrar siendo precavida, con sus "bebes" como ella los llamaba seguramente la encontrarían más rápido y no tenía corazón para exponer de esa forma a sus amigos.

Lentamente fue bajando las escaleras del sótano en busca de la pelota, al llegar a la última escalera noto que no estaba la pelota, pensó que seguramente rodo dentro cuando los hombres salieron, así que no tuvo más opción que entrar.

Comenzó a tantear en la pared en busca de algún suiche de luz hasta que lo encontró, grata fue su sorpresa al encontrar que había luz, comenzó a revisar el lugar cuando escucho el sonido de cadenas arrastrándose acaso ¿sería posible que tuvieran algún animalito encadenado?

Con cautela se fue acercando lentamente al lugar de donde provenía aquel ruido hasta llegar a lo que parecía ser un tipo de cárcel, una expresión de horror se formó en su rostro al ver un cuerpo de un hombre tirado lleno de sangre se notaba que estaba muy mal ya que no veía que se moviera.

No lo pensó mucho así que decidió abrir aquella puerta pero vio un gran candado que se sujetaba de una gruesa cadena.

Rápidamente busco con su mirada si habían dejado las llaves, busco por unos segundos pero no encontró nada; Acercándose nuevamente a la celda miro nuevamente al hombre que estaba allí tirado y pudo ver su pecho subir y bajar lentamente, soltó un corto suspiro aún se encontraba con vida

-No se preocupe iré por ayuda – casi se le escapa el alma por la boca del susto cuando su tobillo fue agarrado por aquel sujeto.

–Si ellos regresan podrían matarme – a pesar de que hablo casi como un susurro ella pensó que el hombre tenía una agradable voz. Sacudió un poco su cabeza ¿Qué haces pensando si su voz suena bien o no?, deberías estar escapando si estaba en ese lugar seguramente hizo algo malo.

Sin embargo cuando estaba por girarse para irse de ese lugar pensó nuevamente en la situación de este, así que busco algo que pudiera servirle para romper aquel candado no tuvo que buscar mucho ya que pronto encontró una 1) pica, rápidamente comenzó a golpear la cadena con todas las fuerzas que pudo, debía agradecer los constantes juegos de fuerza con sus bebes lograron que sus delgados brazos fueran fuertes; el sonido de la cadena al caer al piso junto el candado al fin se escuchó coloco la pica en el suelo y cuando estaba por abrir la puerta vio que el hombre ya estaba de pie junto a ella.

-P... Pen… Pensé no se podía mover

-Crees que hubieras podido cargarme con tu pequeño cuerpo

El hombre tenía razón seguramente no hubiera podido subir con él las escaleras, ella miro por la puerta si había alguien cerca subió hasta la mitad de las escaleras y no había nadie al parecer así que regreso donde aquel hombre, al verlo noto como hacia muecas cada vez q se apoyaba de su pierna izquierda -si continua esforzando de esa manera el pie podría tener mayores complicaciones en el futuro, además dudo lleguemos a un lugar seguro para usted en poco tiempo.

-Entonces ¿vas a ayudarme a escapar hasta que este seguro?

-Supongo ya estoy comprometida así que debería hacerlo bien hasta el final. Dijo esto sonriendo mientras se acercó al lado derecho del hombre –Puedes apoyarte de mí será más rápido el salir de este lugar.

Como pudieron subieron las escaleras sin embargo ¿a dónde debería llevar al sujeto? no sabía cómo salir de la propiedad evadiendo los guardias, tampoco podían saltar la reja que rodeaba la propiedad medía aproximadamente 8 metros de largo y en las condiciones que estaba él no era conveniente, ni siquiera ella podría saltar.

-Estoy segura que en cuanto averigüen que escapaste buscaran en las vías más cercanas, lo mejor es que estés oculto mientras busco una manera de sacarte. Soltando un hondo suspiro finalmente dijo ¡Sígueme! te ocultare en mi habitación, rin pronto recordó a sus peludos así que los llamo y ellos llegaron donde ella; al principio le gruñían al hombre pero a medida que comenzaron a caminar estos dejaron de hacerlo y seguían muy de cerca a rin y vigilaban al sospechoso después de todo fueron entrenados con ese fin.

Cuando llegaron nuevamente a la mansión ella se apresuró en entrar, lo bueno de que el jardín trasero que ella eligió esta vez para sus juegos; era que nunca había nadie en ese sitio ya que era de uso privado de ella y anteriormente de su difunta madre.

Al entrar a la biblioteca dejo al hombre recostado sobre una de las paredes mientras ella cerró la puerta que conducía al interior de la mansión, movió un viejo cenicero que se encontraba en una repisa cerca de la chimenea, segundos después se abrió un pasadizo en medio de 2 stand de libros.

De su bolso saco una pequeña linterna, regreso nuevamente donde el sujeto y nuevamente lo ayudo a entrar al pasadizo.

Luego de atravesar algunas escaleras y varios pasillos llegaron finalmente a una habitación, al entrar solo habían 2 pequeñas mesas con partituras cada una, un sofá y un arpa. La habitación no era muy grande, salieron a un pasillo iluminado y espacioso cruzaron algunas habitaciones con cautela hasta que rin se detuvo frente a unas escaleras y mirando a sus peludos les ordeno que se quedaran y vigilaran que nadie subiera.

Cuando subieron el último escalón se veían solo 3 puertas la de color gris a la izquierda fue la primera que cruzaron luego una de color blanco con decoraciones de flores rosas y purpuras estaba a la derecha fue la puerta que rin abrió, la última puerta de color café era la que se encontraba al final del pasillo.

Al entrar a la habitación de la niña sesshomaru no pudo evitar mirarla con interés. -¿Acaso esperabas muñecos y peluches por todas partes y cosas lindas de color rosa?- Nuevamente usaba su tono de burla. El cuarto de rin era bastante amplio en el centro estaba una cama de madera rustica y amplia seguramente ella no ocuparía ni 1/3 de la cama, a cada lado de la cama habían mesas pequeñas con lámparas sencillas la mesa de la derecha tenía un libro abierto y un despertador; en la pared de la derecha había una puerta lo que supuso era el baño y en la pared de la izquierda estaba su guarda ropa cerca a la ventana se encontraba un telescopio al lado derecho de la puerta se encontraban 2 camas para perros y al lado izquierdo había una mesa con varios accesorios para mascotas se encontraban bien acomodados.

-La única con permiso para entrar es mi nana y mi padre, lo mejor es que usted se trate esas heridas cuanto antes, espéreme en el baño mientras yo busco algo que pueda usar en lugar de esas ropas- Cuando rin salió de la habitación Sesshomaru miro nuevamente la habitación con mayor interés y finalmente entro al baño en busca de algo que le permitiera desinfectar y limpiar las heridas.

Pasados unos minutos se escucharon unos pequeños golpes en la puerta del baño.

-Soy yo traje algunas cosas que le pueden quedar y un botiquín para tratar las heridas- Como no escucho nada por parte del sujeto opto por entrar, él se encontraba sentado en el borde de la bañera con una pequeña toalla limpiando la sangre de sus brazos y cara, ella se acercó a él con cautela y abriendo en botiquín saco gaza, curas y demás cosas para limpiar y tratar heridas.

Con cuidado fue limpiando cada una de las heridas, -eres bastante hábil curando heridas- dijo con ironía el hombre –sí, antes de mis "bebes" tenía cuidadores humanos que eran lastimados con frecuencia así que fui aprendiendo para ser de utilidad-

Luego de desinfectar las heridas y vendar el pie rin se retiró para que él se pudiera cambiar; busco su celular para llamar a su única amiga y la única persona en la que podía confiar.

-Hola Aome necesito que mañana vengas por mí y me lleves al colegio.

-Hola rin yo me encuentro muy bien, gracias por preguntar en cuanto a lo que me dices déjame pensarlo.

-Que despistada perdona Aome, pero te explico mañana pasa por mí a las 6:30 am, si eres tu papá no dirá nada.

-En qué demonios te metiste ahora, mañana te recojo pero deberás pagarme después con un lindo vestido que vi hoy en el centro comercial.

-¡Hecho!, no lo olvides hablamos mañana- Colgó la llamada y salió al pasillo a buscar a sus peludos no era tan tonta como para estar sola con un desconocido en su habitación; cuando entro nuevamente en la habitación ya estaba aquel sujeto mostrando su espalda estaba de pie junto a su cama secando su cabello, ahora que lo miraba bien era albino su cabello largo y lacio entre plateado y blanco se veía tan sedoso deseaba poder tocarlo para confirmarlo, pero reprimió enseguida ese pensamiento.

Girándose se acercó a ella lentamente hasta estar a escasos centímetros de su cuerpo, y llevando un mechón tras su oreja finalmente dijo –será problemático si te enamoras de mí, así que tráeme algún sofá cama para dormir-

jamás había conocido alguien tan arrogante si bien se puso nerviosa cuando aquel sujeto mostro su rostro, su sorpresa seguramente no pasó desapercibida para él, Claro que no ¿con que frecuencia ves un hombre albino, alto, con un rostro tan perfecto masculino y a la vez delicado?, a juzgar por como la camisa se ajustaba a su cuerpo se notaba que pasaba bastante tiempo en un gimnasio aquel maldito hombre era demasiado atractivo, sin embargo no le daría gusto, así que mirándolo fijamente dijo -señor ¿acaso usted se aprovecha de la amabilidad de las personas de esa manera? Esta tan seguro de sí mismo por ello cree que todas las mujeres caerán a sus pies, sin embargo quedamos pocas que preferimos un buen corazón antes que el físico, en cuanto a donde va a dormir recuerdo haberlo dejado en el baño la tina es lo bastante grande como para que usted duerma en ella o si quiere puede dormir en el piso- Rin se fue en busca de algunas mantas para que su "simpático huésped" se arropara.

-Sí que puedes hablar niña, tarde o temprano vendrás a mí- dijo esto último con un toque entre divertido y seductor tomo las mantas que le ofrecía ella y se fue al baño debía salir cuanto antes de aquella mansión antes de que lo encontraran nuevamente o esta vez no tendría tanta suerte.

Minutos más tarde entro Kaede a la habitación con la cena de su pequeña –El señor ha ordenado que no salgas de tu cuarto hasta mañana y por hoy deja pasar el que saltaras tus clases, te traje la cena mi niña-

Rin tomo la bandeja y la coloco sobre su cama –Gracias nana pero dime ¿pasa algo malo?, Mi padre no dejaría por nada en el mundo que yo no asista a las dichosas clases-

–si escuchas algún ruido extraño llama a alguien enseguida esta noche tendrás guardaespaldas en el pasillo, tu padre dice que un hombre muy peligroso anda suelto por este sector así que está tomando sus precauciones.

–Ya veo entonces estaré alerta de cualquier cosa que me parezca extraña, aunque ahora que lo pienso no debo preocuparme mis bebes están conmigo, si me disculpas nana me pondré mi pijama y leeré un rato- dijo rin con un sonrisa en su rostro para que la anciana no se preocupara más, planto un beso en la frente de su nana y se encamino a buscar alguna pijama.

-Buenas noches mi niña- fue lo que dijo kaede antes de salir finalmente de la habitación.

Rin a pesar de todas las comodidades y lujos que la rodeaban siempre fue muy sencilla no pedía más de lo que necesitaba, ni era caprichosa; los únicos 5 años que compartió con kikyo su mamá aprendió bastante de ella, sin embargo su alma soñadora y pura era la razón por la que su padre Naraku la mantenía vigilada constantemente, ella era bastante impulsiva sentía curiosidad por todo lo que conocía y más aún por lo que desconocía por ello se colocaba en peligrosas situaciones constantemente. Un largo suspiro escapo de sus labios así que con esto en mente Naraku fue en busca de su pequeña el que tuviera 17 años no quería decir que no siguiera siendo su niña.

Salió de su habitación y fue en busca de su hija, golpeo 2 veces y luego entro ella se encontraba mirando sus pijamas seguramente decidiendo cual debía usar, le pareció algo bastante extraño ya que las pijamas eran bastante abrigadoras y no estaban en invierno además el hecho de que ella dedicara tanta atención por cual usar era algo que ella no hacia no era vanidosa, se preguntó si eran cosas de la adolescencia; restándole importancia entro en la habitación miro de reojo los dos perros busco la guitarra que ella guardaba bajo la cama y la saco del estuche.

-hace mucho no cantas para mí- dijo mientras se sentaba en el borde de la cama

-hace mucho que no tienes tiempo para escucharme cantar, solo lo haces cuando algo te preocupa o molesta-

-me conoces bastante bien, por ello esfuérzate en hacerme sentir mejor mi pequeña- extendió la guitarra a las manos de Rin y espero esta comenzara a cantar.

Siempre hay que buscar

La vida es así

Es una inquietud

Que yo siento en mí

Debes saber bien

Lo que buscando estas

Solamente así

Tú lo encontraras

En cada cual no es igual

El sentir, ser feliz

Distinta es la opinión

O riqueza es o el amor tal vez

Su gran motivación

Búscalo si es que en ti esa es la verdad

Pues así la humanidad nació

Siempre hay que buscar

La vida es así

Es una inquietud

Que yo siento en mí

Debes saber bien

Lo que buscando estas

Solamente así

Tú lo encontraras

Sesshomaru pudo escuchar claramente el canto de Rin, no podía negar esa niña cantaba hermoso hasta él se pudo relajar un poco, tener a su peor enemigo tan cerca era algo que no podía ignorar, se concentró tanto en la música de rin que sin querer tiro un frasco de aromatizante.

-Espera aquí Rin escuche un ruido en el baño- decía mientras la colocaba tras el-

Con cautela se fue acercando a la puerta del baño coloco su mano en la perilla y comenzó a abrir lentamente.