Un día normal.
Disclaimer: Yo no poseo a Harry Potter, ni a sus personajes, ni la historia. Todo eso es propiedad de J. K. Rowling.
Aviso: Este fic participa en el reto temático de abril "Infancias" del Foro First Generaction: The story before the books.
574 palabras exactas.
La pequeña niña se despertó durante la noche. Durmió con pesadillas, donde la más horripilante de las muertes cruzaba su camino. Parpadeando repetidamente se logró despabilar, y reprimiendo un bostezo se quitó las cobijas arrimándolas con los brazos. Tomó el reloj con sus pequeñas manos y abrió los ojos como platos, ¡Las cuatro de la mañana!
Se bajó de su cama y al instante sintió un frio recorriendo su cuerpo. Deseó con toda su alma no congelarse los pies y percibió como empezaba a flotar a solo unas pulgadas del suelo.
Lily ya se estaba acostumbrando a esos episodios de magia, los cuales llamaba "cosas imposibles de hacer que no debo contar para que no me miren como loca".
En el aire, sus cabellos rojos se movían por todas partes formándole nudos, y con esta sensación en la cabeza bajó a la cocina.
Volando alcanzó los estantes de arriba, donde sacó un gran chocolate. Se suponía que no podía ni ver ese lugar. A su madre no le gustaba que comieran dulces y por eso ella los comía en la madrugada.
Se perdió en sus pensamientos y en el momento en el que se paró del sillón de la sala el sol ya había salido.
Escuchó atentamente los pasos de su hermana bajando las escaleras rápidamente. Se asustó al recordar que cuando se despertó movió una silla para buscar un libro, y ahora esta reposaba a mitad de las escaleras. Conociendo a Petunia y su mala vista, estaba segura de que no la iba a ver y se iba a… Corrió al verla rodar hasta la orilla del segundo piso y soltó un grito en cuanto la miró caer por la barandilla que tenía un espacio roto.
Cerró los ojos para no ver el impacto y al no percibir nada los abrió lentamente.
Su hermana estaba rebotando en la madera del piso, y Lily estaba segura de que era completamente su culpa; ella salvó a Petunia de romperse la espalda.
Unas horas después casi se arrepiente de mostrarle a Tuney la "cosa imposible de hacer que no debo contar para que no me miren como loca".
Se sintió ofendida al ser ignorada y pretendió ir con su padre para que este regañe a su hermana pero luego recordó que sus padres a mediodía les hablaron de algo que tenía que ver con irse toda la tarde. Estaban solas. Sonrió malévolamente en cuanto se dio cuenta de lo que esto implicaba.
Y como reto se propuso hacerle ver a Petunia que las cosas extrañas que pasaban a su alrededor eran geniales.
La arrastró todo el tiempo para ver los inexplicables sucesos que ocurrían cerca de Lily. ¡Hasta se encontró con un chico llamado Snape que podía hacer lo mismo que ella! Al principio Tuney le gritó que era un monstruo, pero luego de volar entre las flores flotantes se fue calmando.
Al final de la jornada su hermana no podía esperar para contarle a sus padres el increíble don de la hija chiquita, pero tenían que esperar ya que ellos llegaban al día siguiente.
Con toda la emoción se les olvidó comer y todo el tiempo que tuvieron solas se acabó en un segundo. Pero Lily estaba feliz, su hermana no estaba celosa y compartía su gusto por las cosas imaginables. El reto está cumplido.
Ella no sabe que va a pasar mañana, pero está segura de que será otro grandioso día.
N/A: Mi beta no pudo revisar esta historia por lo que les pido que olviden esos errores que hay. Si me los quieren mencionar no hay problema, siempre acepto críticas constructivas.
Un beso, Ali
