Hola a todos los que se interesen en esta historia, bueno primero que nada quiero decir que esta es la primera en este sitio, asi que, sean amables conmigo, por favor.

Declaración: Ningún personaje utilizado me pertenece (Por desgracia), todos son propiedad de Marvel, yo solo juego con ellos en mi mente, sin recibir nada a cambio mas que satisfacción propia.

Invierno

Capitulo 1: El miedo y la atracción

Sus ojos apenas pueden ver a través de su vista nublada, su cabeza le duele cada vez un poco mas, conforme sus ojos comienzan viendo el entorno en donde se encuentra, nada más que una habitación color blanco, totalmente vacía, pero que le produce una sensación de miedo conforme comienza recordando lo que pasó, y aunque todo fue sólo en cuestión de segundos su memoria le hace recordar cada detalle.

Otra tarde aburrida en Meridian, aunque sus días se habían vuelto mas interesantes desde que había descubierto que era un mutante, sin embargo para su padre había sido la fuente número uno de peleas, no podía decir que estaba sorprendida después de todo el era el tipo de persona que deseaba que los mutantes fueran asesinados uno por uno si era necesario para erradicarlos del mundo, lo había escuchado haberlo dicho por años y aún conservaba en su mente la mirada de decepción profunda que le dio el día en que su mutación se manifestó.

Sin embargo el podría superarlo y ella aprendería a controlarlo tarde o temprano, pero por lo mientras se sentía agradecida de que su padre no había decidido echarla de la casa, al menos no hasta ese día, el día en que su vida se puso de cabeza, después de haber salido a caminar con la esperanza de que el hombre que se hacía llamar su padre tuviera el espacio que necesitaba para calmarse y reconsiderar las cosas, pero apenas logró llegar más allá de la esquina de la calle, el sentimiento de que alguien la seguía se hizo presente, al igual que en las películas de persecución, cuando el sonido de los pasos propios no son los únicos.

Un par de pasos más, y su miedo y su respiración aumentaron, eso era extraño, Meridian jamas se consideró un lugar donde hubiera muchos secuestros, pero no podía pensar en eso, al menos no en ese momento, lo único que podía hacer era correr para salvarse, y así lo hizo, comenzó corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitieron, y al parecer no era la única, los pasos provenientes de la persona a su espalda se habían hecho mucho más rápidos, para su pesar aún más que los de ella, y ahora los sentía cada vez más cerca, incluso podría asegurar que oía su respiración, para nada agitada.

Unos segundos más y su pecho ardía, sus piernas se sentían débiles y ella sabía que estaba perdida.

Lo siguiente lo sintió demasiado rápido, pero no necesitaba que hubiera sido en cámara lenta para saber lo que pasaba, la había alcanzado y tenía un brazo alrededor de su cintura y su mano sobre su boca, pero cubierta por un trapo que ella sintió húmedo al contacto con su piel y fuera lo que fuera que tuviera aquella cosa, la hacía sentirse más débil a cada momento hasta que terminó por caer de rodillas sobre el suelo, pero sin dejarse vencer aún, pues a pesar de que su vista comenzaba a nublarse, continuaba luchando por quitarse uno de los guantes que llevaba y terminar con la persona a su espalda, pero sus movimientos eran más torpes cada vez.

"Tranquila...no te haré daño...lo prometo". Alcanzó a escuchar justo antes de desplomarse sobre el piso y dejar de escuchar o de ser consiente de que pasaba.

La oleada de recuerdos la golpeó de repente, tanto como el deseo de salir de allí de inmediato y que todo hubiera sido un sueño o más bien una pesadilla, sin embargo se vio obligada a desechar esa posibilidad una vez intentó levantarse y se encontró encadenada al la pared con unas esposas metálicas que se abrían con ayuda de una llave.

Rápidamente su vista se centró en la habitación, observando todas las paredes y el piso, en busca de algo que pudiera ayudarla a escapar, pero no había nada, al menos no nada de utilidad, sin embargo apenas pudo idear un par de pensamientos más, la puerta comenzó a abrirse lentamente, lo suficiente como para dejar entrar a alguien, en su caso, un hombre, con el cabello desordenado y unos ojos color avellana que se posarón en ella en cuanto entró, principalmente en la mirada de miedo y angustia que conservaba y que de seguro era más que evidente ahora, pues apesar de que mentiría si dijera que aquel hombre no le había parecido guapo, aún sentía una especie de miedo hacia el y al hecho de no conocerlo todavía, pero algo le decía que así era el, todo el miedo y la atracción a la vez, pareciendole increíble lo mucho que esas dos nociones coincidían.

"¿Quien eres tu?. Comenzó a hablar lo más firme que podía, una vez el estuvo cerca de donde se encontraba.

"Eso no tiene por que importarte, lo único que debe hacerlo es el cooperar con las personas que vendrán a hablar contigo más tarde, eso, si quieres seguir con vida". Su voz envío de inmediato el reconocimiento que necesitaba, mientras las primeras palabras que le había dicho hacían eco en su cabeza, "Tranquila...No te haré daño...Lo prometo". Y ahora, no podía sacarlas de su cabeza, no ante la idea de que el hombre frente a ella era el mismo a quien le pertenecían los pasos que había escuchado, la seguían.

"¿Donde estoy?".

"Conformate con saber que donde sea que te encuentres, estas viva".

"¿Por que me trajiste aquí?, mis padres deben de estar preocupados, déjame ir, por favor".

"Si lo hiciera no llegarias más haya de la puerta, confía en mi niña, si cooperas no te van a hacer daño, pero si no lo haces y escapas van a llagar a ti antes de que puedas siquiera pronunciar tu nombre-". Se detuvo para pensar, como en busca de una pregunta a la que no tenía respuesta, hasta que finalmente decido continuar. "¿Como te llamas?".

"Eso no tiene porque importarte". Tenía que admitirlo su respuesta lo había dejado perplejo, pero sabía que ella estaba jugando con fuego y que si continuaba así iba a terminar por quemarse. "¿Por que me trajeron?, ¿Que quieren de mi?, ¿Que piensan hacerme?". Continuo.

"Yo no puedo responderte esas preguntas".

"Entonces ¿Tienes el valor para secueatrarme pero no para responderme?".

"Parece que para estar en tu posición estas bastante alegre, ¿No te preocupa?".

"¿Vas a responderme?".

"Sólo haz lo que te digo, y guardate esa falsa arrogancia para después, vales mucho más para ellos viva, así que no hagas que te maten tan rápido, te veo más tarde". Le dijo, mientras se dirigía a la puerta, sin embargo una vez llegó fue detenido por su voz, llamándolo.

"Hey, no me dijiste tu nombre".

"Tampoco tu". Y con eso el salió de la habitación dejándola sólo con el recuerdo de sus últimos movimientos y de su conversacion, pero también sin el saberlo con el deseo de que ese "Te veo más tarde", fuera mas rápido de lo que pensaba.


Hasta aqui el primer capitulo, ojalá les haya gustado, habrá mas pronto lo prometo.

Gracias por leer :)