Nuestro nuevo destino

(Kokonutso arata naunmei)

Esta historia está basada en el anime de "Sakura Card Captor" la historia comienza así (en caso de que no recuerden algunos detalles de la serie):

Sakura Kinomoto era una estudiante de primaria en Tomoeda, su vida giraba en torno a sus amigos y su familia; era una chica como cualquier otra de su edad.

Un día ella estaba en su casa y repentinamente escuchó unos ruidos inexplicables provenientes de una habitación muy alejada, en done se ubicaban libros en estantes. Sakura se acercó para saber cuál era el motivo de los ruidos, ella bajó por las escaleras y visualizó un libro del cuál provenían destellos de luz.

Se acercó y tomó el libro, leyó en el The Clow y para saber de qué se trataba lo abrió y descubriendo que lo primero que estaba en el libro era una carta; la tomó con su mano y leyó en ella "Viento". Luego de haber mencionado el nombre de la carta de desató una ráfaga de viento y con ella se dispersaron el resto de las cartas que se encontraban en el libro.

Sakura estaba muy confundida, pues no encontraba una explicación a lo sucedido. Repentinamente salió del libro una figura luminosa que luego tomaría la forma de una pequeño muñequito sobresaltándola con su extraño saludo. Sakura llevó el libro a su habitación y allí Kero ( su verdadero nombre es Kerberus, pero este es el nombre con el que lo llama Sakura) le explicó la misión de capturar todas las cartas dispersadas porque en ellas se encuentra un gran poder capaz de destruir el mundo. Sakura le dijo que era demasiada responsabilidad para una niña como ella; Kero pareció comprender en un principio pero convenció a Sakura para que dijera el conjuro para liberar el báculo que es capaz de sellar las cartas. Sakura confió en el, porque no sabía que en el momento en el que se libera el báculo es porque se ha comprometido a capturar las cartas (a aceptado la misión) y luego de eso Sakura se ve en la tarea de compaginar la captura de Cartas Clow con su vida de una estudiante.

Pero esto no lo logró sola, pues en su vida hay personas muy importantes que la ayudaron de alguna manera a capturar las cartas:

Tomoyo Daidogi:

Ella es la mejor amiga de Sakura y siempre la está grabando mientras captura alguna carta. Ella quiere mucho a su amiga y le diseña toda su ropa que utiliza para la captura de cartas. Tomoyo proviene de una familia con mucho dinero y siempre la están vigilando de cerca. Fue la primera en saber que Sakura era una Card Captor. Tomoyo es una persona muy especial a su manera, es muy dulce, amigable, y sobre todo aprecia mucho a Sakura. Cabe mencionar que según la relación consanguínea con Sakura, Tomoyo es su prima.

Toya Kinomoto:

Es el único hermano de Sakura. Siempre la molesta y la llama monstruo, pero en realidad se preocupa mucho por ella y se nota que la quiere. Como todos los días va al colegio con su amigo Yukito, Sakura hace todo lo posible por salir junto con él. Yoya tiene un poder oculto, aunque no está muy claro él puede ver esíritus y sabe cuando una persona tiene n¡magia.

Fujitaka Kinomoto

Es el padre de Sakura y Touya, lo quieren mucho porque es muy comprensible y un gran cocinero. Estaba muy enamorado de su esposa Nadeshiko la madre de sus hijos. El es profesor en la universidad. El es realmente un padre muy amoroso y un ejemplo a seguir por sus hijos o por cualquier persona.

Nadeshiko Kinomoto

Es la mamá de Sakura, ella murió cuando apenas tenía tres años debido a una enfermedad. Era una persona muy amable y alegre, siempre mostrando una sonrisa. Cuando tenía 16 años se casó con su profesor, Fujitaka Kinomoto, no sin antes luchar contra su familia que se oponía. Sonomi (la madre de Tomoyo) fue la primera persona que se opuso a la relación de Nadeshico con Fujitaka, quien luego se convertiría en su esposo y único amor.

Yukito Tukishiro

Es el compañero de clase de Touya y el amor de Sakura. Tiene una personalidad encantadora, siempre esta sonriendo. Pasa mucho tiempo con la familia Kinomoto. A medida que avanza la serie Yukito confirma que no es del todo humano y que su otra personalidad es Yue. Yue es un guradián de las Cartas Clow, concretamente él se encarghará de juzgar y poner a prueba a quien pretende poseer las cartas; en este vaso es Sakura.

Yue

Es el otro guardián de las cartas y de Sakura, su símbolo mágico es la Luna, es muy serio y sereno, en ocasiones parece tener muy mal carácter, pero en realidad su comportamiento se debe al enorme cariño que le tiene a Clow y a lo mucho que lo extraña, no comprende porque Clow planeo dejarlos en manos de una niña como Sakura, sin embargo, al final, llega a querer mucho a Sakura y la protege a toda costa para que no le pase algo malo. Su identidad falsa es Yukito, y en ambas personalidades esta dispuesto a proteger aSakura y a su familia. Su nombre en Chino significa "Luna"

Kero (Kerberos)

nombre real es Kerberos, la bestia que protege el sello de las cartas Clow, aunque su apariencia no es la de una bestia, mas bien parece un muñeco de felpa, aparece ante Sakura después de que las cartas desaparecieron en la ciudad, y es quien le encomienda a la pequeña, la misión de reunirlas de nuevo, el mago Clow lo colocó cerca del sello del libro para que no permitiera que este se abriera, sin embargo estuvo dormido por muchos años y no pudo despertar a tiempo para evitar la catástrofe.

Le gustan los dulces y postres, se la pasa comiendo, jugando o durmiendo, claro que siempre esta alerta a cualquier situación que pueda poner en peligro a Sakura o a las personas de la ciudad.

La apariencia real de Kero no es la que conserva durante la recolección de las cartas, en el momento en que Sakura las reunió todas, recuperó sus poderes mágicos y apariencia real, es una bestia imponente, muy similar a un puma, pero está cubierto por una armadura y posee grandes alas.

Su símbolo Mágico es el Fuego, el Sol, el poder de las incandescentes llamas esta de su lado.

Shaoran Li (chino:Xiao Lang Li)

Este pequeño es un familiar lejano del mago Li Clow, viajó desde Hong Kong hasta Japón para reunir las cartas, utiliza un tablero mágico hecho por el mago Clow para encontrarlas, es hábil en las artes marciales y se vale de una mística espada para invocar la ayuda de sus mágicos dioses y de las cartas, con ésta no puede sellar las cartas, ya que la única que puede hacerlo es la persona que tenga la llave que se transforma en báculo mágico.

Desde su escuela en Hong Kong se traslada a la escuela Tomoeda e ingresa al mismo grupo de Sakura, allí la conoce y compite contra ella para reunir las cartas. Es aparentemente muy arrogante y egoísta, pero con el tiempo deja salir de su interior al buen chico que se preocupa por el bienestar de otros; por mucho tiempo trata mal a Sakura y todo porque no quiere entregarle las cartas.

Esta comprometido con Li Meiling, su prima, pero termina su compromiso con ella, después de darse cuenta que la verdadera dueña de su corazón, era la pequeña Sakura. El nombre de Shaoran en el sentido literal significa "pequeño lobo".

Meyling Li (chino:Mei Ling Li)

Es la prima de Shaoran y su prometida, al igual que Li, viene de Hong Kong, llegó a Japón el ultimo día de vacaciones de verano, justo a tiempo para ingresar a la escuela Tomoeda y comenzar el segundo semestre de cuarto grado, también entra el mismo grupo de Li, allí se encuentra con Sakura a quien odia sin razón alguna, al parecer todo es por celos.

Trata de ayudar a Li en la búsqueda de las cartas Clow; desde el día de su llegada lo persigue a donde quiera que vaya y siempre está pendiente de él, incluso a la hora de comer.

Es impulsiva y se enoja por cualquier cosa, se la come la envidia cada que ve que Sakura le sale adelante, siempre busca la manera de enfrentarla y de hacerse notar, es muy hábil en los deportes, las artes marciales y la cocina, en un principio no se llevó muy bien con Sakura, pero después de un tiempo, las chicas fueron muy buenas amigas.

Aceptó con resignación que Shaoran terminara su compromiso con ella, pero sin embargo siempre estuvo animándolo para que le declarara su amor a Sakura, además, no podía odiarla, porque ella también le agradaba mucho. Su nobre en chino significa "campana de Fresa"

Eriol Hiraguizawa

Llega a Japón desde Inglaterra, ingresa al mismo grupo de Sakura en la Escuela Tomoeda. Desde un principio, Sakura siente algo extraño cuando lo mira, varias veces dice que cree conocerlo desde hace mucho, y esto se debe a que Eriol es nada mas y nada menos que la reencarnación del Mago Clow y ya Sakura había tenido la oportunidad de ver su espíritu en sueños. Eriol también tiene grandes poderes e igual que el Mago Clow, es acompañado por dos seres mágicos, Spinelsun y Rubimoon, quienes tienen un parecido con Yue y Kerberos.

Eriol se hace presente en Tomoeda para acelerar el proceso de transformación de poderes de las cartas que poseía Sakura, poco a poco ponía pruebas que Sakura debía superar transformando sus cartas, pues ya estas no son controladas por el poder de Clow, sino por el poder de la Estrella de Sakura.

Nakuru Akizuki

Nakuru es la identidad falsa de Rubimoon, estudia en la preparatoria Seijo en el grupo de Touya y Yukito. Constantemente molesta a Touya, sobretodo en los momentos en los que entablaba conversaciones importantes con Yukito. Es alegre y muy entusiasta siempre sonriendo y burlándose de la gente, le fascina ser el líder y controlar a las personas. Por cierto que como ya había escrito antes, ya que ella es una criatura mágica, es atraída por los poderes mágicos, y por tanto su casi inexplicable obsesión por Toya puede deducirse que es en realidad solamente por la notable capacidad espiritual y mágica que posee el hermano de Sakura.

Spi (Spinnelsun o Spinnel)

Este pequeño gato negro con alas es la identidad falsa de Spinnelsun, el otro guardián de Eriol, su personalidad es completamente distinta a la de Kero, a Spick le gustan las cosas amargas, detesta los dulces y casi todo el tiempo está leyendo, es realmente culto y serio, no soporta las bromas de Nakuru.

I CAPITULO

Y en fin… esta soy yo

(no se dejen engañar por el comienzo je je!)

Era primavera y los árboles de cerezo florecían, las hermosas flores de un bello jardín adornaban esta magnífica estación y las hojas y flores del Sakura danzaban al compás del viento cálido de la mañana. El viento llevaba consigo un delicado olor a jazmines y cerezas, un olor tan agradable y dulce que casi alegraba a cualquier persona que lo percibiera… incluyendo a los jóvenes presentes en el jardín Imperial.

- ¿que haces aquí?- se sobresalto la chica ahí presente, una joven de increíble belleza y postura, la princesa del Imperio, La Joya Invaluable de Japón.

-yo solo vine a verte pequeña- le dijo con una voz melodiosa y apasionada correspondiente a un chico alto, muy atractivo, de cabello castaño chocolate, pero de una posición menor al de la princesa Sakura.

- agradezco que tu hayas venido hasta aquí pero, pero. . . – el nerviosismo, la tristeza y el miedo era evidente en su rostro

-¿que sucede? –se decidió a preguntar, a pesar de que el ya tenia una respuesta a su propia pregunta…

-si mi madre te encuentra estarás en problemas y si mi madre te llega a ver-las lágrimas cristalinas contenidas tuvieron que salir a encontrarse con la mirada triste de la otra parte de su corazón y de sus sentimientos.

- es posible que jamás pueda volver a verte Shaoran. Y es algo que no soportaría. Prefiero verte feliz con otra persona a ver tu desdicha a mi lado todos los días… yo no quiero que sufras por mi culpa y - en ese momento el posó su dedo índice en sus delicados y hermosos labios, y la besó…

-jamás me alejare de vuestro lado Sakura, quizá haya alguna posibilidad que vuestra amiga Tomoyo os considere ayudar. Nada está perdido Sakura, no mientras vuestro amor esté presente en vuestro corazón y en vuestra mente…

Fue un beso tan apasionado que las aves que los rodeaban entonaron bellas y especiales melodías para acompañar el momento. Sakura había tomado una decisión y entonces ella...

Tik, Tik, Tik (que despertador tan inoportuno)

-mjm ¿que hora es? – murmuro aun adormilada luego de un gran bostezo –ay es aun las 6:00 mjm… dormiré hasta las 6:30 – cerro los ojos – buenas noches…

-¡Sakuraaaaa!- la vocecita chillona y aguda de Kero había sobresaltado a Sakura haciéndola sentarse en la cama porque milagrosamente no cayó en el suelo de su habitación

-¡Ayyy Kero no me hagas esto en las mañanas! Sabes que no logro acostumbrarme a semejantes sustos todos los días– mientras Sakura apartaba algunos mechones de su sedoso cabello castaño Kero reía, por dos razones probablemente: primera porque Sakura estaba totalmente despeinada y segunda porque después de tanto tiempo despertándola de esa manera en las mañanas ella no había podido acostumbrarse en todos esos años de conocerse.

-¿de que te ríes Kero?

-ja ja de nada Sakurita de nada, sabes… -optó por una pose más seria- mejor dime que fue lo que soñaste –ella tenía unos grandes signos de interrogación sobre su despeinada cabellera.

-no lo sé ¿a qué te refieres Kero?

-pues a qué mas va a ser, hablo de la cara de embobada que tenías mientras aún dormías –entonces algunas imágenes le llegaron a la mente y se sonrojo repentinamente.

"vaya, leer tanto tiempo las historias de Naoko era contagiosos cuando de dormir se trataba"

Pero recordó algo pendiente y que requería de la ayuda de su guardián…

-vamos mejor ayúdame Kero – se levantó de la cama y se dirigió a su escritorio, ella estaba de espalda a su irremplazable amigo.

-y en que quieres que te ayude Sakura – aseveró Kero en su tono agudo. Sakura giró su cabeza hacia Kero con una semi sonrisa de suplica.

-¡no! no te ayudare esta vez

-¡por favor Kero te juro que lo olvide y lo acabo de recordar!- le dijo muy suplicante y con las manos juntas

-no Sakura tienes que aprender a ser mas responsable en tus tareas ¡ya estás en preparatoria, ya casi vas a cumplir 17!

-por favor Kero

-No, no te seguiré ayudando en lo que solo tu debes hacerte responsable – reafirmo Kero como punto y final

-por favor – para Sakura Historia era una materia muy importante, y no es que las demás no lo sean pero Historia tiene un significado especial para Sakura, es por su padre Fujitaka

-no

-porfavor

-no

-por favor

-no

-por favor

-no

-por favor siii

-nooo

-sii

-¡no ya dije que no!

-bien – recriminó Sakura molesta y sacó una bolsita de su maletín

-si no me ayudas, tus amiguitas galletitas se irán a la basura.

-nooo!, ¿¡que dices! ¡no puedes hacer eso!

-pues tu decides- no en vano Sakura había estado casi 7 años con su amigo Kerberos, sabía muy bien como jugar con él pues su punto débil siempre fueron las golosina y demás cosas dulces.

-esta bien – acepto un poco molesto- ¡te ayudaré pero esta si es la ultima!..

-no tengo la culpa de que se te de tan bien memorizar la historia mundial. –agregó con una sonrisa.

-será porque he vivido por mucho tiempo – se sentía orgulloso en ese momento de sí mismo.

-muy bien ancianito sabio, empecemos – agregó con una encantadora sonrisa, la misma que utilizaba siendo una niña

-¡Cómo me llamaste!- exclamó Kero mientras Sakura reía muy contenta.

-de ninguna manera Kero, bueno ahora si comencemos- y Sakura mantuvo su sonrisa por algunos segundos mas mientras Kero la veía con una gotita en su frente

-¿que pasa kero?

-para que dices ``empecemos´´ si seré yo quien haga todo el trabajo- Sakura aumento su sonrisa

-¡por eso te quiero tanto Kero!

-si si claro, ahora dime que es lo que tienes que escribir.

-una composición de El Periodo Helénico.

-¡que! ¡eso es lo más fácil que has tenido que escribir!

-si pero no leí nada ayer – bueno, no es que Sakura fuera una mala estudiante pero en ocasiones ella suele dejar las cosas a última hora ¡claro! Que si lo hace es únicamente porque está segura de terminar dichas tareas.

-típico de ti

-por favor no vayas a regañarme porque además- cambio su sonrisa a una mas inquisidora – recuerda que aun tengo en mi poder a tus adoradas galletas.

-si lo recuerdo muy bien QUERIDA SAKURITA- esto último lo dijo con énfasis y en un tono un poco más molesto

-ya Kero, no te molestes, sabes que no sería capaz de tirar estas galletas porque además a mí también me gustan mucho.

-es cierto Sakura, tu padre no horneó esas galletas verdad? –Sakura afirmó con un movimiento de cabeza

-las horneó Tomoyo, esa es otra razón por la que no podría tirarlas- Sakura sacó una pequeña galletita de la bolsa y empezó a comérsela

-Sakura, tu si que no esperas a nadie verdad? – Kero miraba a Sakura con reproche

-¡Ha si! ejem lo siento – mencionó con la boca llena y con un leve sonrojo en sus de por si ya sonrosadas mejillas. Kero, ajeno de lo que la dueña de las cartas decía se disponía a escribir la famosa composición del Período Helénico, porque después de todo, ese era una de las especialidades de la bestia del sello y guardián de las Cartas Sakura.

5 minutos después ya estaba lista toda la tarea de Sakura, por la que de seguro ella se habría tardado toda la tarde anterior en escribir.

-¡Listo! – dijo Kero rompiendo el silencio en la habitación. Bueno, si Sakura no había mencionado nada era porque no se había podido resistir al aroma que emanaba las galletas que su mejor amiga había preparado el día anterior.

-Sakura ¿me escuchaste?

-¡ha si Kero!, te escuché discúlpame.

-bueno, creo que merezco mi recompensa ¿no crees?

Sakura sonrió afablemente – claro que si, toma estas galletas, si empecé a comerlas antes es porque sabía que no dejarías ni una sola.

Kero sonrío satisfactoriamente para luego agregar con los ojos cerrados -bueno hay un refrán que dice: ``si la vida te da la oportunidad tienes que aprovecharla´´

-tal vez es cierto Kero, pero tu te pasas de aprovechado.

-lo dice la niña que siempre me pide ayuda a último momento con sus tareas.-le dijo con una ceja alzada.

-no soy una "niña" Kero, y además es solo con Historia.

-bien como digas "pequeña Sakura"- agregó en un tono jocoso.

-¡no me digas peque… - no termino la frase, porque los recuerdos acudieron a su mente en el momento menos preciso

-Sakura, lo siento no quise incomodarte y tampoco…

-no, esta bien Kero, no te disculpes por hacerme recordar una parte tan bella de mi niñez – Kero notó que esta vez los ojos de Sakura tenían una luz especial y que en su rostro aparecía una bella expresión, que tal vez era una mezcla de felicidad, nostalgia y alegría, y que aun así estaba combinado maravillosamente en el angelical rostro de su dueña amiga.

-me gusta recordar Kero, de esa manera me siento mas cerca de los momentos mas hermosos de mi vida- observó a Kero y notó el rostro preocupado de su guardián.

Ante la mirada ausente de Sakura Kero al fin decidió comentar algo al respecto (el siempre se preocupaba mucho por el estado de ánimo de Sakura) esa era una de las cosas más importantes para el, no como guardían de las cartas sino como el amigo inseparable en el que se había convertido.

-Sakura, se que Yukito esta muy bien en Tokio, después de todo esta con tu hermano ¿no?

-asi es Kero- agachó su cabeza hasta la altura de su pecho, en donde siempre llevaba la llave de sus propias cartas –yo siento en ocasiones lo que Yukito siente y por eso sé que el está bien en Tokio, y en su nuevo hogar.

-Sakura, lo extrañas mucho verdad

-si Kero, lo extraño mucho al igual que a mi hermano. Pero estoy felíz por ambos, es decir los dos han podido alcanzar sus anhelos, mi hermano está estudiando en la universidad y Yukito está felizmente casado con Yahani, además Yukito estudia en la misma universidad que mi hermano por lo cual el siempre me informa de su estado.

La mirada de Sakura pareció perder su brillo característico.

-los extraño mucho a ambos, y también a los compañeros con los que compartí mi infancia – al terminar de pronunciar esto Kero acentuó su ceño y estaba muy serio, casi molesto podría mencionarse.

-lo dices por ese mocoso verdad – la voz de Kero era muy poco reservada y ya estaba sin su agudeza natural. Sakura giró su cabeza hasta la posición en la que se encontraba kero un poco sobresaltada por su repentino cambio de tono.

-Kero…- la mirada de Sakura ya era un poco mas acentuada que hacía unos minutos – Shaoran no es ningún mocoso, además el significó mucho para mí – la voz de Sakura hizo una breve pausa y bajó un poco su vista hasta el suelo

–sabes muy bien que él significó mucho en mi vida, el me demostró que el valor no es simplemente no tener miedo sino tener la certeza de que existe algo que está mucho mas allá de lo que nos impide continuar…

Habiendo dicho esto Kero levantó un poco su pequeña ceja, Sakura decía estas cosas solo cuando recordaba y cuando tenía su mente despejada para pensar con claridad. De hecho, una vez Sakura estaba pasando por un momento muy difícil, cuando Shaoran regresó a Hong Kong, escribió unas notas en su cuaderno mientras Kero guardaba silencio y esto lo hacía en señal de respeto hacia el dolor de Sakura. Cuando terminó lo dobló en varios pliegues y lo dejó en algún lugar de su armario, y después de cuatro años y medio mientras Sakura ordenaba algunas cosas de su habitación encontró un papelito muy pequeño debido a la cantidad de dobleces, Sakura lo había visto en un principio pero al no reconocerlo no le prestó atención y entonces a Kero se le ocurrió leer lo que contenía ese papel porque ni él lo reconocía en ese momento… Luego de leerlo en silencio le había preguntado a Sakura de donde había copiado el texto que casi parecía un poema. Cuyos versos hablaban de las ocasiones de la vida en la que nuestro destino se cruza curiosamente con el de otra persona y de la forma en el que el desenlace de una amistad con un amor pacíficamente oculto tras sentimientos que no podían demostrarse uno delante del otro podía ser un final jamás concluido (¿se preguntan que cómo puede llegar a ser esto? bueno, desde este punto de vista la relación de Sakura y de Shaoran jamás terminó y asi mismo nunca continuó en sus vidas), pero esto es justamente lo que Sakura escribió.

Luego de que Sakura lo leyera se notaba la expresión de asombro en su rostro, pero no era por recordar esta parte de su vida sino porque le sorprendió como alguien tan poco dado a la escritura manual como ella podía haber llegado a escribir algo con palabras tan sencillas y al mismo tiempo tan significativas y llenas de sentimiento porque hasta para su gusto estaba muy bien escrito.

-Sakura – Kero le había casi hecho reaccionar, poniéndole una mano en su hombro

– Sakura, sé que para ti no fue nada fácil, porque yo estuve contigo recuerdas, yo estuve contigo y cuando sufrías yo sufría contigo Sakurita. Además para mí tu siempre serás la niña que me sacó del libro y que liberó las Cartas Clow, también la niña que atrapaba las cartas Clow con mi ayuda y con la de "Shaoran" – este nombre le costó un poco más pronunciarlo, pero lo hacía por Sakura. Únicamente por ella

–mira, no puedo evitar sentir un poco de rencor cada vez que recuerdas a ese niño ¿y sabes el porque?- Sakura negó lentamente con su cabeza

-lo hago porque sufriste por él cuando quien sabe por que razones se fue a Hong Kong, se fue y no le importó lo que ocurriría entre ustedes- Sakura comenzó a derramar algunas lágrimas ante lo dicho por Kero ¿verdad que a veces las palabras que dice Kero para consolar y apoyar a una persona tiene un efecto tan contradictorio?

-pero Kero, tu sabes que… -fue interrumpida rápidamente por su guardián quien asevero con sus palabras.

-si Sakura, se muy bien que el te ayudó mucho en la captura de cartas, pero entiende que no puedo apreciar a nadie que te haya provocado tristeza querida Sakurita.

-Sakura bajó la cabeza, antes de decir lentamente – lo sé Kero… lo sé

-Sakura… – se acercó a acariciar su cabello del color de la miel campestre, en el semblante de Kero estaba la preocupación, la misma que había sentido años atrás cuando Sakura lentamente lloraba en silencio mencionando que extrañaría a Shaoran y que nunca sentiría algo así por una persona. Algo como amistad, compañerismo, confianza, cariño y… quizás ¿amor?

Si seguramente amor. Es curioso como una niña es capaz de poseer sentimientos tan adultos que en nada la vinculaba a su plena niñez, no es que tenga algo de malo pero… en el momento en el que Sakura aceptó el sentimiento que había nacido y crecido en su corazón el destino de Shaoran y el de ella quedaron entrelazados para siempre…

Un lazo irrompible

Ni por el más vil sentimiento

Y es algo total y absolutamente imposible de ignorar…

-Sakura recuerda aquella promesa que nos hiciste a mi y a Tomoyo. Prometiste ya no pensar tanto en ello y en cambio dejar de sentirte tan triste, recuerda que Tomoyo también se preocupó mucho por ti. –Sakura levantó un poco su cabeza.

-es cierto, Tomoyo y tú siempre estuvieron a mi lado – el brillo en los ojos de Sakura era como el de antes, un brillo encantador y vivaz tal y como era Sakura. Después de todo, ya saben lo que dicen "Los ojos son el reflejo del alma" y según parce es muy cierto.

-¡Pues claro Sakura!- Kero tenía una manita empuñada y la otra extendida, casi como si fuera el rey del mundo

-¿Quién ha soportado tu carácter sino nosotros!, ¿Quién te ha hecho reír sino nosotros!, ¿Quién te molesta tanto cuando estas de mal humor sino nosotros! – Kero abrió sus pequeños ojos cuando razonó sus últimas palabras

-si Kero me doy cuenta, excepto que Tomoyo no hace eso… solo tú –Sakura veía a Kero vigilante y con una media sonrisa que daba a conocer su actual estado de ánimo, ya no estaba triste gracias a las palabras de su sabio amigo guardián (se supone que él posee una gran sabiduría, solo que casi nunca la emplea, ¡Ha si! en las tareas de Sakura si que la usa)

Kero aparentemente muy bien aún notando esa mirada tan poco usual en Sakura, se limitó a sonreír y reír como si nada hubiera pasado allí

– ¡Ja Ja! ehmm Sakura deberías vestirte, ¡porque ya se te hizo tarde otra vez! – Sakura giró su vista hasta su reloj que marcaba las 6:45 y supuestamente tenía que vestirse a las 6:30 para tener tiempo suficiente para organizar bien sus cosas de estudio y para comenzar un buen día sin tantas agitaciones cotidianas, como habían sido por los últimos 2 años de estudio. ¡MUY NORMAL EN ELLA!

-¡QUEE! ¡SE ME HARÁ TARDE!

-porqué dice se le hará tarde cuando ya lo es – aunque el tono de Kero era bajo Sakura pudo escucharlo en medio de su carrera en busca de su uniforme

-¡ya te oí Kero y quiero que sepas que eso no me ayuda!

-Sakura mejor apresúrate porque el reloj sigue avanzando – Y Sakura entró a vestirse

-Hay cosas que nunca cambian… por fortuna… nunca… nunca cambian – habiendo dicho esto levantó su cabecita hasta la altura de la ventana. La mirada pensativa de Kero era un reflejo de lo que en su interior meditaba

-pero el tiempo esta pasando muy rápido por nuestras vidas, y temo que… todo pronto cambiará – Kero visualizó una fotografía que Sakura conservó en su escritorio, la fotografía en donde estaba ella, Tomoyo, Meyling y… también… Shaoran

-y lo que más me preocupa es Sakura….

5 minutos después…

-¡ya estoy lista Kero, dime has visto mi libro de Matemáticas! – la vista crítica de Kero le permitió ver que aparte de que Sakura estaba agitada y que tenía mal puesto su suéter estudiantil, una de sus medias blancas estaba un poco más arriba que la otra, su cabello estaba hecho un desastre y su blusa estaba mal colocada y también tenía algunas arrugas su falda… en fin aun debía arreglarse mucho más…

-¡Ya Kero deja de mirarme y dime si lo has visto!

-está tirado debajo de tu cama- Kero tomó una galleta de la bolsa mientras observaba a Sakura agacharse y recoger el famoso libro de matemáticas que ella no encontraba desde hacía una semana atrás, y le había dicho a su querido guardián que por favor lo buscara por ella.

"no puedo permitir que ese niño vuelva a acercarse a Sakura, sé que la lastimará y es algo que no puedo permitir, no mientras yo sea su guardián"

-ya lo encontré Kero

-vaya al fin lo llevarás a clases después de tantos días – sonrió luego de visualizar la bella sonrisa de Sakura, la sonrisa que ella siempre solía esbozar.

-sí Kero. Por cierto, gracias por haberme ayudado con mi tarea de historia, por eso… - sacó unos dulces de sabores diferentes los cuales mostró a Kero, quien ya tenía unos corazoncitos en sus ojos – toma, este es tu premio –Sakura le entregó todos los dulces en sus pequeñas manitas, que por cierto, no eran lo suficientemente grandes para sostener al mismo tiempo todos los dulces

-ayyyyy Sakura ¡GRACIAS!

-al contrario kero yo te doy las gracias porque sin tu ayuda no abría realizado bien mi tarea y bueno probablemente no habría encontrado el libro – Sakura sonreía mientras veía a Kero comerse por lo menos 6 dulces al mismo tiempo y por supuesto no faltaba sus mejillas sonrosadas al probar algo tan dulce.

-¡Muy bien!…. – se acercó a una mesita en donde tenía un gran espejo y frente a ella alguno accesorios que utilizaba en su cabello. Sujetó su cepillo y suavemente lo deslizó por su sedoso, suave y brilloso cabello castaño.

Ella se observaba en el espejo, pero lo único que veía era a sí misma cuando era una niña…

Simbólicamente, porque esto pasa muchas veces, significa que había algo que poseía cuando era una niña y que ahora ya no.

Para ella aún es un misterio el porqué en ocasiones inconscientemente se ve a sí misma pero con el cabello más corto, con dos colitas, y con una carita más infantil…

Mientras ella se peinaba Kero devoraba todos los dulces que podía. Sakura mostró una hermosa sonrisa cuando observó a Kero a través de su espejo y divagaba en sus recuerdos…

De cuando aún se sentía completamente una niña y no con un sentimiento que era muy complicado para ella y para su corazón, pues aún no estaba preparado para ser presa de un sentimiento tan nuevo, tan hermoso y bello, pero a la vez tan doloroso e inexplicable…

Sin que Sakura se diera cuenta de la hora faltaba muy poco para que llegara la hora límite para que ella estuviese aún en su habitación. Sakura ya había terminado de arreglarse y se había colocado un broche en el cabello, este broche siempre lo portaba porque era un regalo de su padre y su hermano. Con él recogía unos mechones de su fleco y el resto de su cabello caía como una cascada en sus hombros y en su espalda.

Al terminar observó a Kero engullendo todos los dulces y mostró una simpática sonrisa ¡qué bien es poder tenerlos a todos en su vida! .- A pesar de que cuatro personas muy importantes en su vida ya no están con ella (Shaoran, Meiling, Toya y Yukito) Sakura tiene una buena percepción y sabe que nunca en su vida se ha encontrado sola y tiene una muy buena actitud para con las personas que la rodean.

Es claro que los extrañaba mucho, pero sabía que en el fondo jamás se separaría de ellos.

-Oye Sakura… mejor… apresúrate – el guardián de las cartas tenía un sonrojo muy notable en sus mejillas, claro que por comer tantos dulces.

-¡claro que si Kero!- recogió su maletín, acomodó algunos libros en él "incluyendo el de matemáticas" y revisó su imagen por una última vez en el espejo (tomando en cuenta que aún no llevaba un listón que siempre llevaba puesto pero considerando la hora no tenía tiempo para esas cosas)

Ella estaba abriendo la puerta y observó de nuevo a su gran amigo guardián

-Glotón

Kero levantó su vista hasta Sakura quien ante este movimiento tenía una sonrisita algo nerviosa e inocente

-¡¿que dijiste?

-no, nada Kero. Continúa con tus dulces, adelante puedes comértelos- aunque el tono de Sakura no convencía a Kero el siguió en su ardua tarea del día, devorar todos lo dulces que ella le había regalado a pesar de que ya se había comido 4 galletas simultáneamente antes de que su joven dueña se los diera. Una sonriente Sakura salió de la habitación bajando rápidamente las escaleras a las que ya estaba acostumbrada. Llegando a la cocina se encontró con su padre, quien estaba preparando un delicioso desayuno.

-¡Buenos días papá!

-buenos días hija – respondió Fujitaka con su afable sonrisa cotidiana, bien la sonrisa de Sakura se parece mucho a la de Fujitaka, lo que nos hace suponer que es una herencia de padre a hija.

-mmm ¡huele delicioso! ¿que es?- una de las cosas que a Fujitaka mas le agrada es ver a su hija sonreír tal y como lo hacía en ese momento

-son solo los vegetales Sakura, ahora prepararé los fideos que tanto te gustan

-¡papá gracias! – Sakura tenía óvalos mas rosados que su piel en sus mejillas y había abrazado a su padre muy emotivamente. Nada como su papá…

-siéntate hija, pronto te serviré tu desayuno

-claro que no papá, ¡yo te ayudaré! – dijo con decisión. Fujitaka, al verla recordó una época de su vida en la que seguramente su sonrisa era igual de felíz y llena de vida como la de su hija. Ese tiempo había quedado muy, muy atrás; concretamente cuando había conocido a Nadeshico y el le había pedido ser su novia, propuesta que claro ella aceptó movida por un sentimiento que surgió en el momento en el que conoció a Fujitaka. Aquellos habían sido los días más felices del señor Kinomoto, él siempre acompañado por Nadeshico y Nadeshico siempre disfrutando de su compañía y su amor. Y esa felicidad fue mas complementada en el día en el que ella aceptó casarse con él y dejar atrás todo un noviazgo secreto por miedo al rechazo de su familia aunque, después de todo, Sonomi fue la primera en negarse a su matrimonio con el hombre que luego se convertiría en su esposo y su único amor.

Recordar esos momentos tan dichosos siempre lograban que el usual carácter cariñoso y afable de Fujitaka fuera reemplazado por una sonrisa triste a cada recuerdo atesorado guardado en su mente de su siempre querida y amada Nadeshiko, la única mujer a quién el realmente amó y a quien hizo parte de su corazón y de su alma. Recordar su matrimonio lo llenaba de nostalgia por regresar al pasado, al lado de su amada esposa y de estar otra vez casado, unido en un siempre dichoso y próspero matrimonio tal vez casi indestructible (porque aunque no lo parezca, si la vida le hubiese dado una segunda oportunidad a Nadeshico de vivir, el matrimonio Kinomoto sería uno de los pocos matrimonios en los cuáles el cariño de ambos sobresaldría en toda adversidad y situación por los cuáles todos lo matrimonios pasan siempre) sería la familia perfecta, con los dos hijos mas maravillosos del mundo y con una esposa perfecta, y sería perfecta porque su corazón así lo dictaría, porque ya no pertenecería a nadie más después de conocerla.

-papá, ¡ya terminé de cortar todo! – la expresión emotiva de Sakura cambió al divisar en el rostro de su querido padre lo que parecía ser ¿tristeza?... es cierto que Sakura es un poco distraída pero no tanto como para no notar algo tan evidente en una persona tan especial para ella como lo era su padre.

-¿papá estas bien? – Fujitaka volvió a la realidad repentinamente mirando a Sakura y en ella, una de las cosas que menos le gustaba ver en una persona, el la observaba preocupada.

-si hija, estoy bien por favor discúlpame…

-ha ¡ya sé!- Sakura se acercó a Fujitaka y lo abrazó

-estabas pensando en Toya verdad papá? – ante el comentario de Sakura, Fujitaka respondió con un sí porque era mejor que ella tuviera esa idea y volver a disfrazar sus sentimientos con sus recuerdos muy adentro de su mente a querer ver la tristeza de Sakura en el momento en el que ella se enterase de toda la razón de su melancolía.

-Papá, Toya siempre nos llama y por eso sabemos que él está bien, además yo sé que es muy fuerte en toda circunstancia y si tuviera alguna dificultad seguro nos lo diría. -(la inocencia de Sakura era la salvación para algunas personas, porque ella no es lo suficientemente observadora como para distinguir algunos sentimientos.

Y sin embargo es tan especial…

-si hija… tienes toda la razón – la abrazó fuerte como tomando cierto apoyo de su única hija, uno de los más grandes tesoros que guardaba desde su nacimiento y luego, desde el fallecimiento de Nadeshico.

Sakura se parecía tanto a su madre, tanto físico como íntegramente, sin duda alguna Sakura había heredado los hermosos ojos de Nadeshico, también algo de su carácter como su amabilidad y el hecho de ser tan sociable. Hasta podría mencionarse que su curioso estado de ánimo habitual (el estar muy sonriente todo el día) que también fue una favorecedora cualidad de Nadeshico y claro… también ser… bueno ser muy… muy…, muy…, muy distraída casi todo el tiempo.

-hija, ¿que te parece si terminamos de cocinar tu platillo favorito?

-si ¡te ayudaré a prepararlo papá!- exclamó muy emotiva y vivaz.

- gracias hija

-bueno entonces aquí están los vegetales para cocinarlo y también…

Luego de unos minutos ya estaba preparado el desayuno en la residencia Kinomoto, y la mañana era testigo de una bella escena de un padre y su hija muy felices sentados en el comedor de la casa, ambos muy contentos de poder estar un día mas juntos como una familia, aunque Toya no esté entre Sakura y Fujitaka siempre ha existido una relación fraternal muy especial que solo existe entre un padre y una hija.

-bueno hija ya esta todo listo- Fujitaka estaba por servir todo lo que junto a su única hija había preparado cuando Sakura grito repentinamente

-¡HAAAA!

-¿Sakura que pasa estas bien hija?

-¡no, papá es tarde, muy, muy tarde! – habiendo dicho esto Fujitaka miró el reloj que marcaba apenas las 6:35 de la mañana. Y ya que esto le pareció muy extraño miró a Sakura y ella estaba bebiendo apresuradamente un poco de jugo de naranja recién preparado para luego sujetar su maletín e ir rápido por sus zapatos que estaban junto a la entrada. antes de que Sakura saliera en sus patines Fujitaka la detuvo

-¡Sakura!

-¿que pasa papá? ya es muy tarde y hoy tengo practica en el club de porristas en estos momentos

-pero… Sakura no lo entiendo no me dijiste nada

-¿como nada? si ya debe ser muy tarde

-No Sakura apenas son las 6:35 bueno, ahora deben ser 6:37

-¡¿QUE?- Sakura se detuvo a pensar. Cuando salió de su habitación eran las 6:50 calculaba que amenos debían haber pasado ya 10 minutos después de eso… Fujitaka veía a Sakura sonriendo de seguro la equivocación de su hija se debía a un desajuste en la hora de el reloj de su habitación. Aún sonriendo se dirigió a su hija quien se encontraba aún sumida en sus pensamientos pero a la mitad del camino, todos observaban a Sakura mientras ellos caminaban, algunos curiosos notaban que Sakura no se movía y permanecía en la misma posición mientras un hombre que parecia ser su padre le hablaba para hacerla reaccionar (y según parecía no estaba funcionando)

-hija, ven entremos a la casa

-hija

Y entonces ocurrió un milagro

– sé que pasa… – Sakura por fín había regresado a la realidad

-hija, ven que estás en medio del camino y no es seguro…

-¿Qué?… - y Sakura miró hacia todas direcciones y solo observaba las calles vecinas, las personas y claro a su padre porque estaba justo frente a a su casa. Encontrándose todo esto se dirigió a la entrada y eso que aún se notaba su sobresalto (si, sé que piensan que cómo una persona puede ser tan distraída ¿no es cierto? pero bueno Sakura Kinomoto es así naturalmente y todas las personas que la conocen están habituadas a este tipo de situaciones en la cotidiana vida de Sakura)

-Bueno hija ¿te gustaría desayunar sin preocuparte de la hora? porque faltan más de 20 minutos para que tengas que irte a la escuela.

-Si papá, perdona por favor pero creí que ya era muy tarde porque cuando salí de mi habitación eran… - Sakura estaba por decirlo pero un pequeño y rápido flash pasó por su mente. Acaso habría sido… ¿KERO?

-¿sucede algo?

-no papá es solo que recordé que adelanté la hora de mi reloj para levantarme más temprano – Fujitaka la observó divertido ante la sonrisa nerviosa de Sakura por decirlo así; él no aceptaba del todo la idea porque notaba en el tono de su hija un poco de incredulidad. Fujitaka no era tan despistado como para creerlo tan fácilmente pero no mencionó nada de eso durante todo el desayuno. Pasaron los minutos y Sakura ya había terminado de desayunar y Fujitaka recogía los platos y todo lo demás mientras conversaba alegremente con su hija.

-bueno me alegro de que alfín podrás volver a ver a Tomoyo

-si papá – la felicidad de Sakura era evidente en su rostro

-pero Sakura estás segura de que no hay problema si me voy por una semana a Balikesir – la expresión de Fujitaka estaba dirigida a Sakura, a Fujitaka nunca le ha gustado dejar a Sakura sola desde que Toya se mudó a Tokio.

-no papá, te prometo que estaré bien durante esa semana porque Tomoyo me acompañará en todo ese tiempo

-pero Sakura, creo que Tomoyo también tiene algunos asuntos que resolver con Sonomi

-si, papá eso lo sé perfectamente pero la Señora Sonomi me dijo que fuera algún día a visitarlas personalmente. Al parecer no le gusta que Tomoyo utilice su correo electrónico porque mi tía siempre le está hablando de los riesgos de tener a un amigo en la internet y…– Fujitaka sonrió, ella no había cambiado en nada… tan sobre protectora como siempre.

-bueno Sakura, creo que ahora sí se nos hizo un poco tarde. Apresúrate y ve por tus cosas yo te puedo llevar a la escuela en mi auto- Sakura tenía estrellitas en los ojos (es curioso que en eso se parece mucho a Tomoyo, creo que por algo aún son muy buenas amigas ¿no?)

-¡gracias papá, ahora sí llegaré pronto!

-esta bien hija ve, revisa si algo aún te hace falta y me dices cuando ya estés lista.- agregó con su especial sonrisa.

-¡siii papá ya vendré en un momento! – Kero espiaba la escena desde arriba de las escaleras, muy sonriente entró otra vez a la habitación de Sakura –que felíz luce Sakura cuando está con sus seres mas queridos. Desearía que esa felicidad nunca se marchara porque si eso sucede Sakura nunca volverá a ser la misma niña a la que todos queremos tanto, y también porque…- dirigió su vista a la ventana que era alumbrada por los primeros cálidos rayos del sol -Yue nunca me lo perdonaría

-ya estoy aquí Kero! –el guardián rápidamente cambió su mirada a una mas sonriente y muy, bueno muy… creo que puedo mencionar que muy… muy Kero.

-vaya creo que desayunaste bien – Sakura entendió la indirecta de las palabras del guardián.

-ni lo menciones Kero, ya lo había olvidado pero ahora no te salvarás- Sakura tenía una mirada un poco amenazadora que, aunque no era usual en ella, combinaba extrañamente con su angelical rostro que le era más común.

-tranquila Sakura no te enojes porque lo hice para ayudarte ya no irte tan tarde a la escuela- Kero tenía una postura despreocupada y omisa mientras su dueña y amiga tenía un pensamiento que bastaba ver arriba de su cabeza para verlo. Y era: Sakura aplastando a Kero con su pie derecho mientras le prohibía comer cualquier otro dulce en toda su vida.

Kero notó el pequeño pensamiento de Sakura (Kero la conoce muy bien)

-¡Si Kero pero por lo menos pudiste habérmelo dicho antes! – la expresión de Sakura ya era mas relajada pero aun con un poco de molestia en el fondo de sus palabras.

-Sakura, veamos el lado positivo. Gracias a que yo puse tu alarma a esa hora no llevas 15 minutos de retraso el día de hoy

-Si kero ¡en eso tienes mucha razón!– Sakura además del broche que tenía puesto tomó un listón rosa que guardaba en sus cosas diarias y se lo colocó entre su cabello sedoso y brillante como el de una sirena en el mar (que no les parezca exagerado en la Mitología Griega dice esto:

Deberías ver a una sirena en el hermoso océano con sus hermosos hilos de plata color ámbar (cabello) y su deslumbrante belleza que no admitiría reproche alguno en sus confinidades marinas y Humanas… Ya no escribo más de esto porque me llevaría mas o menos 7 páginas pero el punto es que en parte su descripción se parece a la de Sakura Hermosa irreprochablemente y con alma pura y transparente (lo de alma pura y transparente lo agrego yo a mi gusto personal Je Je!)

-kero – llamó la atención del guardián que estaba profundamente sumergido en sus pensamientos

-a ¿sí Sakura?

-Dime una cosa Kero – Sakura se acomodo a la altura de Kero quién estaba sentado en su mesita de estudio – ¿qué sucede? – el semblante de Sakura era tranparente y cargado de una cierta incertidumbre que no le gustaba para nada a Kero.

-¿Si volviera a ver a Shaoran y a Meiling te molestarías conmigo?

-¿ellos están en Tomoeda?

-no claro que no Kero. Solo quiero saber… – ante lo último dicho por Sakura Kero flotó hasta la altura natural de Sakura obligándola a levantarse y ponerse de pie.

-Sakura, solo quiero que sepas una cosa: tu eres una chica fuerte y madura, sé que ya no eres una niña por eso confio en que las decisiones que tomes sean mas que certeras. Y si te llegaras a quivocar en algo yo estaré aquí siempre y también cuentas con Tomoyo. Sakura, solo te digo que pienses tres veces antes de tomar una decisión, sé que para ti es importante atreverte a nuevas cosas pero en ocasiones esto te será perjudicial y no quiero verte algún día y saber que no eres la misma porque eres muy especial tal y como eres, y no necesitas cambiar nada – Kero miraba a Sakura en una mezcla de ternura y seriedad, de hecho una actitud un poco similar a la de Yue.

-Aunque cometieras las equivocaciones más grandes siempre cuentas con nosotros; aunque llegases a cambiar por completo en tu apariencia siempre te querremos porque nada cambiará el hecho de que eres nuestra gran amiga – Los ojos de Sakura eran iluminados por una bella luz, una luz que provenía de su interior. Estaba notablemente sorprendida por las palabras de su guardián (estas palabras no eras muy usuales en Kero) y al mismo tiempo ella estaba muy agradecida porque para Sakura Kinomoto una de las cosas más importantes que tenía era la incomparable amistad de Kero y de Tomoyo, Sakura siempre valoró mucho una amistad y por eso es que estaba tan agradecida con Kero.

Pero más allá de las palabras de su amigo, encontró un mensaje escondido que esperaba por ser descifrado. (Lástima que ella no es muy buena en eso)

-Kero, muchas gracias- Sakura lo miraba fijamente con la misma luz de hace unos momentos – gracias por estar aquí! – Sakura lo abrazó mientras Kero correspondía suavemente el acto de Sakura, aunque los brazitos de Kero apenas alcanzaba los hombros de su dueña quien ya no era una niña sino una bella chica a quien le faltaba mucho por crecer y madurar pero que aún así era como el cerezo más hermoso del mundo comparándola: hermosa, con una cierta majestuosidad que la acompañaba y la acompañaría siempre, y claro sin mencionar su belleza primaveral que se combinaba maravillosamente con su inocencia de alguien a quien le sobraba los sueños y las metas aún pendientes por lograr.

Una de las cosas de Sakura que eran únicas en su persona (lejos de la magia claro) era su alma cristalina que derramaba pureza por completo en Sakura. El poder mágico de Sakura era casi imperceptible por la falta de práctica en los últimos años pero aún así Kero podía distinguir el gran poder que Sakura guardaba en su alma porque ninguna persona que el conociera lo poseía, a expción claro del Mago Clow y probablemente de… Li…

Mientras Sakura se separaba dulce y tiernamente de Kero él aún le sonreía pero con menos sorpresa que antes.

-Sakura eres una chica muy especial tanto para mí como para todas las personas que te rodean – Sakura lo observaba como quien está observando una luz brillante e inmensa tal y como en ocasiones observaba a Tomoyo cuando estaban juntas y… eso le recordó que ese mismo día la volvería a ver!

-Sakura apresúrate o se te hará tarde!- escuchó repentinamente la gentil voz de su padre quien se encontraba subiendo las escaleras seguramente hasta la habitación de su hija. Entonces Kero miró a Sakura comprendiendo que ya no podría permanecer flotando junto a Sakura sino más bien sentado en la repisa arriba de ambos.

-Bien Sakura, es mejor que des prisa antes de que en serio sea tarde – Kero la observaba con una sonrisa dibujada en su tierna carita y Sakura con una sonrisa muy similar, una cargada de dulzura, inocencia y ternura muy propias de ella.

- Si Kero, me iré porque mi papá ya viene – lo levantó y dejó a Kero encima de la repisa sentado y su guardián asumió su postura de muñeco de felpa. Sakura estaba abriendo la puerta cuando a Kero la detuvo con su agudo tono de voz – hey Sakura! Prométeme que darás tu mejor esfuerzo en tu exámen.- habiendo dicho esto Sakura se detuvo y giró su mirada hacia el que le acababa de decir lo último y con una jovial sonrisa llena de energía y vivacidad reflejada en sus hermosos ojos translúcidos esmeraldas para luego guiñarle uno de ellos y decirle:

-¡claro que sí Kero te prometo que daré mi mejor esfuerzo para ganar el exámen! Hasta te sentirás muy orgulloso de mí! – Kero asintió con su cabeza y cuando Sakura salió de la habitación y se escuchaban sus pasos por las escaleras y la alegre voz de su padre conversando con ella él se animó a decir muy bajo y casi en un tono confidente a sus adentros.

-No Sakura, no estaré orgulloso de tí porque ya lo estoy desde aquella vez en que abriste el libro y aceptaste la misión. - Kero sonrió después de recordar que después de todo… Sakura no había aceptado la misión porque en un principio Kero le había mentido y sin que Sakura lo supiera la primera vez que ella recitó el conjuro se convirtió en la cazadora de cartas que luego, se convertiría en la verdadera y única dueña de estas.

El automóvil de Fujitaka se acercaba cada vez más a la preparatoria Tomoeda y Sakura observaba felíz el paisaje mientras recordaba lo mucho que extraño a Tomoyo durante el tiempo en el que no asistió a la preparatoria por haber ido a visitar a un familiar, y claro, Fujitaka fue con su hija a la casa de esa persona que tanto necesitaba la compañía de la única familia que posee.

-Ya llegamos hija – la voz de su padre la sacó de sus pensamientos cuando él le abrió la puerta del carro y Sakura colocó su pie en el pavimento y observó el panorama al que ya estaba acostumbrada desde sus primeros años de estudio. El patio, los árboles, el jardín y la estructura que conformaba la primaria, secundaria y preparatoria Tomoeda.

-gracias papá! – Sakura le brindó un gran abrazo y su padre lo correspondió con un leve movimiento de su mano en su ahora bien peinado cabello castaño.

-si hija, bien ahora iré al trabajo- Fujitaka se introdujo en el auto, estaba por marcharse y Sakura empezaba a caminar hacia la puerta de entrada cuando Fujitaka le dijo aún desde el auto –Hoya llegaré temprano hija! – y Sakura le respondió vivazmente

-esta bien papá; te estaré esperando! – en cuestión de segundos el automóvil de Fujitaka ya se había perdido en el horizonte al cruzar algunas cuadras y calles mientras Sakura caminaba nuevamente hacia la puerta de entrada. Los chicos que también se dirigían a la puerta la miraban inquisidoramente y algunos la saludaban (pero claro que no precisamente por cortesía) y Sakura respondía con un simple "buenos días"; pero para los chicos que se atrevían a más y la alagaban y elogiaban al pasar Sakura los ignoraba o simplemente sonreía nerviosa mientras tenía la cara totalmente roja.

Si lo miramos desde el punto de vista masculino, Sakura es: hermosa, tiene un muy buen físico y una perfecta y fina figura esbelta, posee unos preciosos ojos verde esmeralda, una cabellera que la hace ver más tierna en ocasiones y en otras como una perfecta líder. Tenía un rostro angelical y con unas perfectas facciones que surcaban todo su cuerpo. Para ellos Sakura era prácticamente una chica soñada, talvéz una Diosa y la novia perfecta pero todos habían notado que ella es un poco tímida en ese ámbito y que no había tenido ningún novio desde que terminó su relación con Hiroshi Okawa.

Sakura había terminado con él luego de que Tomoyo prácticamente la hubiera hecho entrar en razón: ¿aún no lo comprenden cierto? Bueno, entonces tal véz luego de leer esto las dudas se dicipen y sea más comprendible la antigua relación de Sakura y Hiroshi Okawa

Comienzo Flash Back

Luego del regreso de Shaoran a Hong Kong Sakura se había sentido un poco triste al respecto siendo Tomoyo y Kero quienes le ayudaron a sobrellevar la situación. Tres años después en Tomoeda aceptaron estudiantes de intercambio y en la sección de Sakura; un chico alto, cabello castaño/rubio y ojos celeste marino ingresó a Tomoeda.

Este chico era muy amable y caballeroso, era Japonés pero había estudiado toda su vida en Italia. Robó la mirada de todas las chicas dese que ingresó al salón de clases. En un principio Sakura no mostró ningún interés en el excepto el de una simple amistad y Tomoyo observaba el notable interés del chico en Sakura pero ella no lo notó hasta que Tomoyo se lo comentó…

Dos semanas después de que Hiroshi ingresara a Tomoeda:

-Sakura – Tomoyo llamó la atención de su mejor amiga

-¿Qué pasa Tomoyo?- Sakura la miró a los ojos y notó que lo que Tomoyo le iba a decir era muy importante

-Sakura, no has notado algo en Hiroshi que te interese? – ante esto, Sakura elevo un poco una de sus cejas y con una expresión dudosa respondió algo que a Tomoyo le provocó risa ¡Sakura, que ocurrente!

-mmm… ¿cómo es?... ¿cómo era su nombre?... – mientras Sakura pensaba detenidamente Tomoyo paró de reírse y observando a Sakura y al ver a "Hiroshi" le pareció ver que…. ¿se veían bien juntos?. Y saliendo de esa realidad alterna Sakura aún no recordaba el primer nombre de el joven Okawa.

-mmm…. Kiysho…. Kinsho….Kityo… Kitchi…. – la última combinación de Sakura le provocó mucha risa a Tomoyo. Bueno no creía que alguien pudiera equivocarse tanto con un nombre tan cencillo como Hiroshi y menos sustituirlo con un tal…. ¿Kitshi? ¡Ja Ja Ja!

-¿qué pasa Tomoyo? – el gesto interrogativo de Sakura la hacía ver mas inocente que nunca, y con una majestuosa aura dorada que envolvía por completo el alma de la dueña de las cartas. ¡Ho cielos! Tomoyo es muy imaginativa ¿cierto?

-no nada Sakura, su nombre es Hiroshi Okawa pero no me refería a eso sino a algo mas subjetivo como alguna atracción hacia él- al ver el cambio de expresión en su mejor amiga y compañera de todos los días continuó:

-Sakura, sé lo que vas a decirme pero…- era muy obvio con lo que Tomoyo le iba a salir ahora a Sakura. Después de todo hacía algunos años ella había comenzado con la manía de presentarle chicos a su mejor amiga y además ¡se atrevía a arreglar citas a escondidas con ella!

Así como lo leen, en algunas ocasiones Tomoyo invitó a Sakura a salir y también invitaba a algún chico atractivo, para luego dejarlos solos a ambos en alguna heladería, cafetería y en muchos otros lugares, ¡incluso una vez dejó sola a Sakura con un amigo en adentro de una casa de espejos!. Y por cierto ninguno de los dos encontraban el camino para salir. Una persona muy solidaria tuvo que ir a sacarlos de ese lugar pues Tomoyo tuvo que decirle el porqué Sakura llevaba casi una hora sin aparecerse en el parque…

¡ESA PERSONA ERA TOYA!

A el pobre chico le dieron deseos de irse a vivir del otro lado del mundo y jamás regresar a Japón, y es que después de todos los gritos, amenazas, empujones y demás cosas (que es mejor no escribir) el pobre chico seguía con vida solo porque algunos encargados de los animales del parque estaban cerca ¡prácticamente ellos lo salvaron de una lenta recuperación de 5 años en el hospital!

Y lejos de todo el drama los esfuerzos de Tomoyo fueron en vano porque según ella lo de la casa de los espejos era para que Sakura y ese chico se conocieran mejor y como ver tantos reflejos en los cristales marea un poco entonces pensó que tal vez era una buena oportunidad para que ambos chicos se vieran directamente y quizá… Solo quizá… … si tan solo quizá este chico robara el corazón se Sakura.

Pero en el fondo Tomoyo sabe muy bien que Sakura no es una chica fácil ni de conquistar ni de enamorar porque solo una persona a cautivado su corazón de esa forma tan especial; y es que Shaoran nunca intentó acercarse a ella por un motivo sentimental y bueno ya ven que Sakura terminó enamorada de él. Un amor tan inocente y misterioso como tan dulce y acogedor. Es una verdadera lástima que nada sucedió entre ellos y que todo que a sin terminar en la vida de ambos.

-Tomoyo, recuerda todo lo que pasó aquella vez con mi hermano, el pasó molesto contigo por casi todo un año

-ya Sakura, eso fue apenas el año pasado y creo que aún está molesto- la sonrisa de Tomoyo era algo que nunca abandonaba su rostro

-si pero dejando ese tema atrás Tomoyo, ¿qué es lo que querías decirme respecto a Okawa?

-Sakura sé que no lo has notado pero él está interesado en ti- la expresión de Sakura cambió drásticamente.

-¿de qué hablas Tomoyo, él… interesado en mí?

-así es Sakurita ¿no te parecería una buena idea tal vez intentar conocerlo mejor?

-Tomoyo ¡no empieces de nuevo con esas cosas! Además de seguro me lo dices porque quieres que yo le hable primero – Woow ¿desde cuándo Tomoyo tenía esa extraña costumbre de elaborar planes para las futuras conquistas de Sakura?

-Sakura no me digas esto, porque además es cierto. Todo el mundo lo ha notado menos tú

(eso no era algo para asombrarse)

-¿y qué pretendes lograr diciéndomelo?

-nada Sakurita, simplemente que intentes alcanzar nuevas cosas

-Tomoyo, creí que te había dejado en claro que no necesito un novio y además no sé como se lo diría a mi papá o… a mi hermano- Sakura detuvo la marcha que habían estado dando por toda la preparatoria junto a su mejor amiga.

-Sakura… no te digo que tengas un novio a escondidas pero es solo para que olvides el pasado… -las palabras estaban cargadas de muchos sentimientos expresados a Sakura, en este caso amistad y preocupación plasmada en su rostro pálido y angelical - sabes bien que aunque no lo digas he notado que aún no lo olvidas…. - silencio entre ambas amigas…

-jamás Tomoyo… sabes muy bien que eso jamás.

-no te pido que lo borres de tu vida, solo que intentes buscar un camino que te lleve lejos del recuerdo que te es doloroso aún. Yo sé que no lo olvidarás nunca, y eso está muy bien porque mientras lo afrontes en el presente te será más fácil de sobrellevar pero… - los bellos y hermosos ojos de Sakura Kinomoto estaban opacados por un lago de tristeza y de desesperanza como cuando "una sirena desea volver a ver la Luna, y sin embargo una cadena de perlas la atan a las profundidades de el inmenso mar" (es literatura romana al igual que el texto de unas cuantas páginas atrás)

-Tomoyo… muchas gracias – había en su rostro una angelical sonrisa.

-sabes que soy tu amiga – y tomándola de las manos continuó – y eres muy importante para mí, por esta razón lo único que intento hacer es ayudarte en lo que pueda y aún en lo que no pueda; lamento si he sido muy asfixiante o muy insistente y también cuando te he hecho sentir incómoda.

-Tomoyo, tu nunca has…

-no Sakura, me disculpo porque se que lo he sido y no tienes porque querer ocultármelo… yo te conozco Sakura… te conozco muy bien – ambas chicas se veían fijamente en una mezcla de emociones y sentimientos tan complejas como ellas mismas hasta que… el timbre de entrada a clases se hizo escuchar rompiendo el silencio reinante entre ambas estudiantes de preparatoria.

-mejor vamos Sakura, ahora tenemos arte lingüístico y sé que no querrás perderte esa clase – su amiga resbaló una de sus manos por uno de sus mechones que caían en su hombro. Arregló su flequillo en un listón rosa que casi siempre llevaba en el cabello y con una vivaz sonrisa repleta de vivacidad y alegría tomó una mano de Tomoyo y corrió hacia el salón de clases.

-¡vámos Tomoyo o se nos hará tarde!

-¡Sakura no tan rápido! – era gracioso pero Sakura aún era una gran atleta

-¡o lo siento Tomoyo! ¡por cierto qué buena memoria tienes, yo aún no memorizo el horario de clases!

Al día siguiente Tomoyo llamó la atención de Sakura mostrándole una fotografía que al parecer mostraba a Hiroshi y a Sakura en el salón de…

-¿QUEEEEEEE!- Sakura estaba sobresaltada mientras observaba aquella fotografía y escuchaba las terribles palabras de su acompañante.

-es la verdad Sakura y por lo otro… ¡lo siento no pude resistirme porque el me preguntó por ti y le dije que estabas libre esta tarde y que estarías a las 4:00PM en el parque Pingüino…

-¡YO NO QUIERO UNA CITA CON EL TOMOYO! – observaba como su mejor amiga tenía una aureola sobre su cabeza y que tenía las mejillas sonrosadas pero gracias al repentino despertar de Kero (quién estaba tomando una siesta) se salvó del inusual enojo de la GRAN SAKURA KINOMOTO

-¿qué pasa Sakura? ¿ porqué los gritos?

-¿¡que porqué! PORQUE TOMOYO ARREGLO UNA CITA PARA MI Y HIROSHI O COMO SE LLAME! - Kero miró a Tomoyo y le pareció ver que la situación empezaba aponerla nerviosa. Bueno no era para nada común ver a Sakura tan molesta y MENOS con Tomoyo

-mmm Sakura recuerda nuestra conversación ayer… no lo hice para que estés molesta solo porque se que si no lo hubiera hecho tu no te habrías atrevido nunca.

-pues claro que no Tomoyo! – Kero guardó silencio antes de atreverse a decir algo a su joven dueña y amiga.

-Sakura no te molestes tanto – definitivamente el carácter de Sakura era explosivo cuando las cosas se salían de control.

-¡como que no me moleste Kero! No deseo una cita con alguien que ni conozco – Tomoyo interfirió antes de escuchar un nuevo escándalo de parte de su amiga desde la infancia.

-pero lo puedes conocer Sakura, cálmate y tranquilízate. Hablemos de esto y si no te convence hoy le llamaré y le diré que no puedes ir pero primero escúchame ¿sí? – Tomoyo, siempre conseguía lo que quería.

15 minutos después…

-Está bien Tomoyo tu ganas - aunque la voz de Sakura se escuchaba indecisa aceptó confiando en que la decisión no era tan mala después de todo y posiblemente podría llegar a algo más con Hiroshi Okawa.

¡Muy bien, entonces te traeré el vestido que quiero que lleves ésta tarde en tu primera cita con Hiroshi! - Unas brillantes estrellas eran muy notorias en los ojos violeta amatista de Tomoyo.

-un momento Tomoyo, no me gusta mucho que digas tu "cita con Hera… Hire… Hiro… hay bueno como se pronuncie su nombre – la risa de Tomoyo era angelical tal y como es su personalidad: delicada a simple vista y al mismo tiempo muy fuerte y protectora.

-se llama Hiroshi, Sakura

-si bueno eso, lo siento es que no lo memorizo aún…-¿ Qué extraño verdad? Y Tomoyo sonreía de oreja a oreja mientras la observaba detenidamente.

-¿pasa algo Tomoyo? ¿Por qué me observas tan detenidamente?

-esque aun me parece raro que no memorises su nombre, es japonés y nada inusual Sakurita.

-pues si Tomoyo, no sé el porqué siempre olvido su nombre.

-bueno creo que deberías memorizarlo mejor para el futuro..- agregó en un tono jocoso mientras Sakura no parecía ni un poco divertida con tal comentario.

-¡hey ya hablamos de esto!

-sabes Sakura, ¡te iré a traer tu vestido ahora mismo!

-¿qué? ¿ahora?

-si ahora, necesito ajustar algunas medidas del vestido a tu cuerpo ¡hay Sakura, tu figura física es envidiable! – las mejillas de Sakura estaban sonrojadas.

-¡Bueno ya regreso, no me tardaré!

Al día siguiente Sakura estaba caminando en dirección al gran Parque Pingüino acompañada de una sonriente Tomoyo y en el bolso de la misma Kero estaba perfectamente escondido se supone que para "apoyar a Sakura en su primera cita real y con su consentimiento" Ja… Ja… Ja!

Literalmente si era la primera vez que Sakura estaba consciente que tendría "una cita" con un chico, lastimosamente no fue ella quien aceptó la cita porque "su mejor amiga" la aceptó por ella.

-bueno Sakura ya estamos aquí- le indicó Tomoyo quien estaba parada justo en la entrada del parque.

-estoy nerviosa Tomoyo – Sakura tenía juntas sus manos como rogando para que todo saliera bien.

-¡Animo Sakura! tu siempre has sobrellevado bien las cosas y esta no será la excepción.

Bueno iré, ¡pero si algo sale mal será exclusivamente tu culpa Tomoyo! – Tomoyo sonrió ante tal comentario

Y de esta manera avanzó hacia los columpios en donde divisó la figura de un chico alto, quizá atractivo (bueno si lo era y mucho!) y esa persona la miró cuando ella se acercaba más y más al punto de encuentro. Hiroshi la saludó caballerosamente con un beso en su mano (algo que puso a Sakura muy sonrojada!) y luego la invitó a tomar algo en un restaurante cercano…

-¿te gusta la idea Sakura?

-eee sí – pensó brevemente en que no podía tardarse demasiado porque Fujitaka era muy estricto con el horario de entrada a casa y aunque Sakura jamás falto a ello no quería que fuera la primera vez.

-Hiroshi, acepto ir contigo emm pero… - desvió la vista de quien futuramente sería su primer novio. Dudó un poco en decirlo pero, no tenía muchas opciones si quería comenzar bien algo tenía que esmerarse en ello, se decidió al fín a indicarle algunos asuntos familiares – debo llegar temprano a la casa, porque no quiero que mi papá se moleste conmigo!

¡Auuuch! Eso sonó en los oídos de Hiroshi como un "dependo de mi papi y no quiero que se moleste conmigo porque soy su niña mimada". Pero no era lógico una niña tan bonita, inteligente, hermosa y gentil como Sakura Kinomoto no podría ser de ese tipo de niñas mimadas.

-está bien, vamos – se dirigieron al susodicho restaurante…

Luego de asi 4 horas de espera Tomoyo se encontraba afuera del mismo.

-¡Tomoyo! – se lanzó a los brazos de su mejor amiga.

- ¡¿Qué pasa Sakura todo está bien?

-siii! ¡ya somos novios!- habiendo escuchado esto Kero salío de la bolsa de Tomoyo exponiéndose al público sobresaltando a ambas amigas.

-¡QUEEEEEE!

-¡calmate Kero!- dijo Tomoyo mientras intentaba tomar a Kero quien había volado en dirección a Sakura.

-¡no me digan que me calme cuando he escuchado tal atrocidad!

Kero, ¡por favor no es nada tan malo como crees!

-¡ESTAS BROMEANDO O QUE! ¡LA DEJO SOLA UNOS MINUTOS Y MIRA LO QUE PASA!

-¡cálmate Kero! Te lo explicaré todo pero necesito que te calmes- y habiendo dicho esto Kero se volvió a introducir en el bolso de Tomoyo (aún con una venita en la frente!)…

En una lástima que algo que en un principio fuera especial terminara mal… al cabo de dos semanas ella y Hiroshi rompieron su relación. Las razones de Sakura eran muy sencillas: solo existe un chico al que ella es capaz de decirle un " te amo" o "te quiero" sincero y sin luego pensar en su padre o su hermano. Aquel chico al que fue prácticamente la primera persona que provocó en su interior sentimientos muy adultos y sinceros que tal vez no eran muy apropiados a su edad y que sin embargo, la enriquecía a medida que pasaba el tiempo.

Aquel chico que ya no había vuelto a ver desde su partida hacía ya 6 años y al que extrañaba con todo su corazón.

Y si… aquel chico que de alguna o se otra forma le hizo ver y entender que una de las cosas mas importantes en la vida es ser fuerte y afrontar las cosas difíciles con sabiduría y madurez… así como con decisión y valentía.

Y finalmente… aquel chico cuyo apellido es Li y cual presencia es incomparablemente indispensable para ella… su querido Shaoran…

Fin Flash Back (por ahora)

Todos ocuparon sus lugares, y claro, Sakura estaba junto a Tomoyo ambas seguían siendo muy amigas, ahora quizá mas unidas. Desde que Toya se había ido a una universidad en Tokio Sakura casi nunca se separa de Tomoyo. Luego de conocer a Shaoran, reunir las cartas Clow, y conocer la magia, Sakura se había vuelto una chica mucho mas fuerte y decidida. Pero aún asi, después de 7 años, no cabía duda de que se trataba de la misma Sakura de 10 años de la que todos sabían. Claro que ella había cambiado, pero los cambios no convierten a la gente en personas diferentes tal es el caso: sakura tenia el cabello 20 cm mas largo de lo que lo tenia siendo una niña, era mas alta, muy bonita y con su sonrisa que la caracterizaba de las demás chicas, era sencilla, muy cooperativa, bastante alegre, vivaz y su especial gusto por los deportes siempre la convertía en casi un modelo a seguir por las demás chicas de la preparatoria "realmente era muy agradable tratar y conversar con ella"

Pero existía algo más que la diferenciaba de todas las otras chicas, algo de lo que solo Tomoyo y Kero se habían dado cuenta realmente, a pesar de que ellos no lo sabían con exactitud era algo muy especial que de alguna o de otra manera siempre transmitía fuerzas y ánimos a as personas pero Sakura no era muy consciente de ello. Cuando Toya se despidió de su familia le pidió a Sakura que algo sucedía se lo dijera de alguna manera y que cuidara a su padre. Y antes de irse Toya le dijo unas palabras que Sakura no pudo entender.

En ese momento Toya la había mirado a los ojos y le dijo:

``si el día llegase a acabar y no visualizas luz a tu alrededor solo piensa en hacérmelo saber y yo estaré aquí. El tiene una familia y se que comprendes su estado de bienestar, cuando el viento se lleva el aroma y los pétalos cayendo a través de el alma es cuando más alerta debes estar. Sé que está cerca de ti y no lo evitaré; porque sé que no funcionaría nada de lo que haga. Desde aquel día su alma ha estado cercándote siempre y la tuya ha estado buscándolo – Sakura no entendió todo el mensaje ¿quién había intentado acercarse a ella? Esas cosas la aterraban a pesar de tener poderes – quizá el destino no exista pero tu decisión será muy importante en el futuro –le sonrió levemente como cuando ella era pequeña - confío en ti monstruo ´´

Murmuró levemente - ¿qué significará todo lo que él me dijo ¡que mal, si tan solo pudiera saber a qué se refería exactamente! – sintió que una persona se sentó a su lado pero ella no recordó en el momento quién era la única persona que se sentaba junto a ella hasta que una voz dulce, aún más que cuando eran niñas, la abrazó y la sorprendió.

-¡Sakuraaaa como estas! – le preguntó una muy feliz y emotiva Tomoyo, una chica muy bonita de una increíble y hermosa tez blanca y un sedoso cabello violeta oscuro y de una vivacidad increíble'.

-¡Hola Tomoyo!, siento como si no te hubiera visto por mucho tiempo- siguió Sakura, ella había ido a visitar a su abuelo por 2 semanas y no había podido comunicarse con Tomoyo.

-¡hay Sakura te extrañe tanto!

-¡Tomoyo tranquila ya estoy aquí no es necesario que me dejes sin aire!- sakura respiro profundo Tomoyo asfixiaba cuando se lo proponía! Pues entonces se había lanzado a los hombros de su mejor amiga, dejándola casi sin oxigeno.

-lo siento Sakura pero te extrañe tanto- y la volvió a abrazar pero esta vez con menos fuerza y con mas delicadeza, la delicadeza que era parte de Tomoyo y que era parte de su belleza natural. Tomoyo nunca paso desapercibida por los demás chicos y hasta sus propias compañeras de clase (algo en Tomoyo atrae a casi todas las personas; pero claro de manera diferente, no todos con amor para ser más exacta ).

-¡yo también te extrañe mucho Tomoyoooo!- se escucho el sonido característico del cambio de clases lo cual indicaba que debían regresar a la realidad pues comenzaría ``la clase del mal´´ como Sakura lo llamaba, pero se podría interpretar como la ``clase de matemáticas´´ que es un nombre mas común. El profesor era una persona agradable pero para Sakura el problema no era el profesor sino la cantidad de números provenientes de inexplicables ubicaciones en el pizarrón. Para dejar en claro el problema de Sakura, ella puede sumar y restar, medio dividir y multiplicar pero no comprende para nada esa materia que últimamente se había convertido en una amenaza para ella y su ``salud mental´´ ya que era una materia muy importante y es necesario aprobarla o si no…-NO, no reprobare matemáticas- se dijo a si misma con decisión…

Teniendo la cabeza en alto se propuso por lo menos encontrar la lógica de los problemas matemáticos escritos en el pizarrón.

-no reprobare matemáticas, eso sería defraudar a mi papá y no estoy dispuesta a hacerlo. Si logro entender admenos esta clase…

1… 3… 5… 8 minutos después Sakura tenía completamente cerrados los ojos mientras su mente divagaba en otro lugar o tal vez en cualquiera menos en la clase de matemáticas.

-Hey… Sakura… Sakura… ¡Sakura!- susurraba la siempre dulce voz de Tomoyo

-¿He, pasa algo? –escucho una pequeña risa de parte de su mejor amiga.

-es que juraría que te escuche decir hace unos minutos que te concentrarías y comprenderías esta clase.-menciono la amatista con un mojin en su bello rostro.

-no te rias Tomoyo no es fácil para una persona que no sabía hace varios minutos cual es la raíz cuadrada de Diez.

-¡oye no exageres Sakura! Tú si sabes casi todo en matemática- ante el comentario Sakura solo se limitó a verla de una forma obvia" claro que no lo sabía todo o al menos lo que realmente debería dominar ya en ese curso"

Y tenía un semblante de preocupación cuando termino de mencionar esto que en un principio le provocó cierta gracia a Tomoyo pero luego al notar cierta preocupación no dudó un solo segundo en ayudarla pero definitivamente no dentro del salón de clases, por lo cual espontáneamente recordó una excusa, quizá una de las mas antiguas de todas las excusas, pero que aún es efectiva. Tomoyo levanto la mano para llamar la atención del profesor y este le dio la palabra.

-Profesor, perdón por interrumpir su clase pero mi compañera Sakura no se siente bien- todos vieron a Sakura con gesto interrogante mientras ella veía a Tomoyo con una expresión similar, a lo cual Tomoyo le devolvió un gesto que daba a entender ``finge un poco Sakura´´ y Sakura devolvió la vista a su escritorio con una expresión de cansancio que pretendía se interpretara como un ``estoy enferma, necesito ir a la enfermería´´

-Señorita Kinomoto le permito salir en compañía de la alumna Daidogi con la condición de que ambas vuelvan lo mas pronto posible.

-Gracias por la autorización profesor, estaremos aquí tan solo mi amiga se sienta mejor otra vez.

-Profesor muchas gracias- secundo Sakura en un gesto de cortesía y gratitud- si yo me llegase a quedar en la enfermería Tomoyo regresará de inmediato.

-Muy bien alumnas pueden salir, pero no se tarden- y ambas amigas asintieron con la cabeza en señal de respuesta y salieron del salón.

Segundos después Tomoyo caminaba con Sakura hacia el patio del colegio, ambas reían y luego callaban puesto que nadie debía verlas en ese sitio en horario de clases, pero ese era el lugar mas seguro para conversar o simplemente pasar el tiempo fuera del mismo.

-mmm Tomoyo volviendo a la realidad, ajam ¿porque dijiste que yo estaba enferma? – Tomoyo esbozó una pequeña sonrisa, a veces Sakura tenía expresiones tan inocentes e infantiles…

-Sakura es solo que quería hablar contigo

-Tomoyo, bueno… podíamos hablar durante el receso o al final de clases ¿no crees? – Tomoyo observó brevemente a Sakura cuando terminó de decir esto, tenia una mirada pensativa y al mismo tiempo inexpresable, Sakura únicamente notó que la expresión de su mejor amiga era diferente a las que comúnmente ella expresaba.

-Tomoyo, ¿pasa algo? – la preocupación era evidente en el rostro de Sakura a lo cual Tomoyo respondió con una pequeña sonrisa.

-Sip, todo esta bien Sakura es solo que estoy un poco cansada

-bueno creo que tu si deberías ir a la enfermería Tomoyo- la sonrisa de Sakura pareció ser suficiente para que la siempre amable sonrisa de Tomoyo regresara a su rostro.

-Sakura quería decirte que puedes contar conmigo para lo que sea, ¡o si quieres yo puedo explicarte un poco mas de matemáticas!- juntó sus manos en un gesto de suplica mientras en sus ojos brillaban estrellas de emoción y felicidad, mientras tanto Sakura estaba sorprendida, Tomoyo siempre la sorprendería mas y mas… después de todo ella era una persona llena de sorpresas y quizá por eso es que son muy buenas amigas, porque ambas se complementan, como el Yin y el Yan. Ambas empezaron a reir ¡esos eran los pequeños detalles que forjaban una amistad tan grande y fuerte como el de ellas!

-realmente gracias Tomoyo, no se como agradecerte el que seas tan buena conmigo – aun reía Sakura.

-Pues muy sencillo - Tomoyo observó inquisitivamente a Sakura, para luego tomar entre sus manos las de ella.

-me complacería que nunca nos separáramos querida amiga, porque después de todo – rió jovialmente- somos casi hermanas y por lo mismo me gustaría que nunca estuviéramos separadas!

Sakura por su parte observó detenidamente a Tomoyo y sonrió ¡era cierto que eran casi hermanas! y no se refería a un lazo consanguíneo, sino al fuerte lazo de amistad que unía a ambas desde la niñez.

Recordaban todo el tiempo que estuvieron juntas, siempre compartiendo y apoyándose, y sobre todo que siempre se tuvieron una a otra, ambas supliendo y llenando diferentes vacíos en la vida de cada una, podría decirse que: Tomoyo siempre apoyó a Sakura cuando Shaoran regresó a Hong Kong por ejemplo, o cuando Toya se fue a estudiar la universidad en Tokio. Y cuando Sakura esta se encuentra triste por diversas razones Tomoyo sabe muy bien como reconfortarla y animarla. Por su parte Sakura siempre apoyó a Tomoyo cuando su madre se iba a largos viajes fuera de Japón, o cuando se entero de la muerte de sus abuelos (y las fechas de sus muertes es lo que tanto lastima a Tomoyo).

Sakura invita a Tomoyo a su casa cuando sabe que ella se encuentra sola en su casa porque no hay una familia que viva con Tomoyo en una mansión tan grande, esa es otra de las cosas que tanto hiere a Tomoyo en el fondo de su alma, aunque ella jamás lo demuestra ni ante Sakura ni ante cualquier otra persona.

El profesor explicaba y explicaba, mientras las afueras de la preparatoria era inundaba por un calor abrasador y hasta un poco sofocante. En esos meses del año eran muy calurosos especialmente cuando no se esta muy acostumbrado al clima.

–"Química ¡que clase tan fácil! no comprendo como siempre todos están cerca de reprobar una materia tan sencilla"- era el pensamiento de un joven.

–"han pasado casi 7 años"

Algunas chicas no separaban su vista del chico quien estaba más distraído aún.

-Y el Flúor le da una pigmentación violácea- el casi no escuchaba al profesor pues con solo leer en su libro de texto las formulas de creación de diferentes líquidos el era capaz de memorizar uno a uno…

-"no puedo regresar a Japón sin decirle nada… rayos! Porque las cosas tienen que ser siempre tan difíciles!"

-Creo que hay algunos alumnos que no tienen la mente en mi explicación- el profesor veía a el joven con la mirada perdida en la ventana

-"qué le podría decir cuando fui yo quien se fue y puso un punto y final…"

-JOVEN LI- reclamaba su atención con un tono de voz elevado y autoritario

-"hace casi 7 años la conocí y hace 6 años no la he vuelto a ver"

-Joven Li, esta es la ultima llamada a tierra- el profesor, que ya erade una edad madura, empezaba a impacientarse.

-"creo que por alguna razón, así como yo jamás he dejado de pensar en ella, de igual forma piensa en mí… no comprendo el porqué lo sé"- suspiró- creo que… "solo sé que no sé nada" "- esbozó una sonrisa. Estaba profundamente sumergido en sus pensamientos cuando…

-¡Liiiiiiiii!- gritaron todos en la clase al mismo tiempo

-emmm ¿que, que sucede?- repitió Shaoran aun sorprendido por el sobresalto de:

¡Shaoran Li!…

¡llamando a Tierra a Shaoran Li!…

¡Shaoran Li, nos escucha!…

¡Lo sentimos creo que hemos perdido todo contacto con Shaoran Li!…

Desde cuando el era taaan distraído, Bien creo que no es una buena pregunta porque el tal vez ya era parte de el mismo…

Si… para que preguntarse cosas tan obvias , algo había aprendido en el tiempo en el que estuvo alejado de Sakura y es que las personas jamás pueden cambiar su alma. Podran comportarse diferente, aprender cosas nuevas pero jamás cambiarán su esencia, porque es esta justamente la que hace que cada persona sea tan diferente a otra…

Pero tal y como había escrito antes "yo solo se que no se nada"

-lo siento joven pero creo que estaba en el planeta Shaotierra y no en mi clase!

Todos comenzaron a reír: el era un chico tan atractivo según todas las alumnas de ese prestigioso colegio, era un sueño para todas con esos ojos translúcidos marrón ámbar y ese cabello castaño chocolate cualquier chica se rendía ante sus pies (lástima que él nunca les hacía caso). Pero era un chico tan serio que rara vez una chica tuvo el valor suficiente de acercársele (sin desmayarse o enmudecer) y decirle un tímido y callado "hola Xiao Lang, puedo… puedo… puedo… (Golpecito en la cabeza)… puedo sentarme junto a ti!...

Y bueno las raras veces que eso paso el simplemente les respondió con un "claro o como sea" o cuando notaba que la chica estaba al borde del infarto el se levantaba del el lugar y se iba de allí… ¡je je! Esque alguien podría pensar que el era un mujeriego y eso si que no le agrada para nada a nuestro querido amigo Xiao Lang…

Después de todo él no había cambiado mucho desde que era un niño… desde que había conocido a Sakura… porque ella cambió su vida, para siempre…

Si…hay cosas que no cambian…y seguramente nunca cambiaran…

Hola! Espero que le haya gustado queridos lectores. Este es mi primer historia y soy una gran fanática de Sakura Card Captor.. Déjenme muchos reviews porque realmente deseo saber su opinión de mi historia (se acepta cualquier crítica constructiva). Muxas gracias por leer mi fanfic y discúlpenme si tengo muchos errores pero les prometo que valdrá mucho la espera.

Bueno… si les ha interesado mas adelante les escribiré mas sobre la antigua relación entre Sakura y Hiroshi Okawa, pero ¡tranquilos! Jamás fue algo serio ya que, como habran leído, ambos eran prácticamente unos niños y nunca llevaron esa relación a largo án más de lo acontecido en la vida de Meilin y más sobre la vida de Shaoran.. y también mas sobre nuestra Sakura. Este es el titulo del fan fic porque gracias a Shaoran el destino de ambos tendrá un gran cambio tanto para bien como para mal, esperen a leer el porqué de esto...

Agradesco especialmente a mi gran amiga Fer-Kim por apoyarme en hacer este fanfic y también a mi gran mente e imaginación! por cierto en caso de que no hayan leído la historia de mi amiga el nombre es "la ultima luz oscura" es una historia muy buena, les prometo que les gustará!

Zai Jián! (adiós)