Disclaimer: Todo lo que reconozcas en este y los próximos drabbles de esta historia no me pertenece, sino a Rowling. Hago esto por ocio. Bla.
Efemérides
(Soplidos de momentos en Hogwarts)
Recomendación musical: Easy - Barenaked Ladies
La primera vez que se montó en una escoba tenía un año y tres meses. Su madre al fin había dejado (aunque con cejas fruncidas) que Draco lo intentara luego de que él aprendiera a caminar sin golpearse con las esquinas de los estantes.
Terminó tirado sobre los arbustos del jardín trasero, llorando por tanto tiempo que lo llevaron de emergencia a San Mungo aunque el medimago solamente le recetó a su padre que en vez de una escoba profesional le comprara una de juguete al menos hasta que cumpla ocho años, señor Malfoy y una sonrisa sarcástica.
Él no recuerda bien el accidente pero nunca más volvió a montarse en una. Todas las Navidades su padre y su abuelo le regalaban las mejores, las que aún no habían aparecido ni siquiera en afiches por el Callejón Diagon pero Scorpius los miraba, las miraba, dejaba deslizar su dedo sobre la madera y luego las guardaba en el baúl al lado de su cama.
Cuando llega a Hogwarts tiene aproximadamente quince pero no lleva ninguna. Y tiene ganas de volver a casa, encerrarse en su cuarto y quedarse el resto de su vida entre las sábanas cuando le dicen que van a tener su primera clase de vuelo.
-¿Cómo?
Pero entre los gritos de excitación nadie presta atención a su cara de pánico.
Es una madera de muchísima peor calidad que las que conoce, pareciera incluso que son parte del Colegio desde la época de los cuatro fundadores pero prefiere no hacer comentarios.
Extiende la mano y la escoba sube como tartamudeando hasta encontrarse con su palma. El tacto es áspero y un poco astilloso. Es entonces cuando ve a unos de tercero aproximándose hasta Madame Hotch.
-Lo siento, niños- es lo único que escucha de la voz grave de la profesora pero puede deducir que tiene que ver con las prácticas para el campeonato.
Y de repente Scorpius puede verla entre tantas manos. La última escoba que le dieron.
-Es una escoba de hombres- le dijo su abuelo. Y era la madera más liviana y suave y con una forma como pulida por veelas y es ahora, cuando puede verla entre tantas manos, que entiende que el abuelo tenía razón pero qué mierda hace aquí entonces.
-Diviértanse barriendo- grita el chico de la escoba (el pelo rojo, la sonrisa ladeada). James Potter, está seguro.
Cuando Scorpius vuelve a la sala común, toma algo de pergamino y pluma y comienza a escribirle una carta a su padre.
A la mañana siguiente la Saeta de Fuego está esperándolo en la mesa del desayuno y puede sentir perfectamente los ojos de Potter clavados en su nuca.
(No es que haya entrado al equipo, es que simplemente quiere tenerla cerca.)
Vengo con una nueva historia para la comunidad LJ Vrai Epilogues. Son sólo cinco drabbles sobre Scorpius y tienen que involucrar a otros personajes de la Tercera Generación.
Muchísimas gracias por leer.
Si llegás hasta la barrita de letras verdes, te quiero mucho.
